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viernes, 13 de marzo de 2015

INDÍGENAS NGÄBE-BUGLÉ SE OPONEN AL MEGAPROYECTO EN EL DISTRITO DE TOLÉ, PROVINCIA DE CHIRIQUÍ, PANAMA


La defensa de la naturaleza, comunidad y la cultura preocupa a indígenas Ngäbe Buglé (Foto: Campaña Tabasará Libre)



Desde hace varios años indígenas Ngäbe-Buglé se oponen al megaproyecto en el distrito de Tolé, provincia de Chiriquí. Ahora, la Autoridad Ambiental de Panamá ANAM suspende el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco de forma temporal. La comunidad cultural Kiad conserva petroglifos que portan la historia ancestral y escritura de pueblos originarios de Panamá y es una de las afectadas.

Según viene denunciando el panameño Movimiento 10 de Abril hay varios aspectos del Estudio de Impacto Ambiental EIA del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, que no se cumplen. Así lo constató recientemente la vicepresidenta del país Isabel Saint Malo como parte de una Comisión de Alto Nivel del Gobierno que visitó la zona afectada. Previamente en 2013, Naciones Unidas realizó un peritaje independiente para concluir que las comunidades afectadas no tenían información suficiente y no fueron consultadas. Diversos intentos de mediación y mesas de negociación con variados participantes no dieron hasta ahora resultado.

SE INCUMPLEN AQUÍ LEYES PANAMEÑAS E INTERNACIONALES

Las empresas Generadora del Istmo, S.A. (Genisa) e Hidráulica San José, S.A. no tenían un plan de manejo de petroglifos y otros hallazgos arqueológicos. Tampoco realizaron las auditorías solicitadas para verificar el manejo de la erosión y la sedimentación en el levantamiento de la presa que además inundaría lugares de importancia para indígenas Ngäbe-Buglé como una escuela, un lugar sagrado y campos de cultivo de los que depende la subsistencia de las familias. La inspección llevada a cabo por el gobierno constató que la empresa hizo durante la construcción, más o menos lo que le dio la gana talando vegetación, y removiendo materiales.

Llegar aquí no ha sido precisamente fácil, pues representantes indígenas entre quienes se encuentra la Cacica de la Comarca Ngäbe Buglé, Silvia Carrera y el líder del Movimiento 10 de Abril, Ricardo Miranda han sido continuamente desoídos en sus preocupaciones, hasta el punto de que la empresa negaba la existencia de comunidades en las zonas a inundar con la represa. Una de las lideresas locales declaró al medio independiente Otramérica acerca del proyecto hidroeléctrico: “Ellos la han levantado y nosotros estamos dispuestos a desmontarla piedra a piedra”.

Lo que está claro es que las comunidades indígenas afectadas no buscan ni indemnizaciones ni realojos, sino la paralización definitiva de la obra y del proyecto. Confirman ahora estar abiertos a negociar. “Creo que ahora hay que hacer estudios ambientales nuevos, porque en el gobierno anterior no hubo voluntad”.

El caso no es aislado. Indígenas de Panamá contemplan cómo los megaproyectos invaden uno tras otro sus territorios ancestrales.

FINANCIACIÓN EUROPEA PARA EL DESARROLLO

La hidroeléctrica Barro Blanco recibía financiación no sólo del Banco Interamericano de Desarrollo, sino también de bancos europeos en la misma línea, como el alemán DEG y el holandés FMO. La experta alemana sobre el tema de la organización Urgewald, Kathrin Petz declaró que „Los problemas que constató ANAM no son nuevos para el banco DEG. Desde hace años, las ONGs han informado a DEG sobre las consecuencias sociales y ecológicas del proyecto. Sin embargo, DEG no ha retirado los fondos. DEG debe comprometerse para que los trabajos no vuelvan a comenzar”. Por su parte Guadalupe Rodríguez de la organización Salva la Selva, quien coordinó dos campañas de denuncia internacionales para poner de manifiesto la participación de bancos europeos en el proyecto hidroeléctrico de Panamá recuerda que “ha sido sistemática la falta de respuestas completas y documentadas, así como nulo el interés de los bancos en el impacto real de sus proyectos, en este caso Barro Blanco en Panamá, a pesar de que violan las propias políticas de responsabilidad del banco”.

Actualmente, DEG y FMO han establecido un mecanismo conjunto de reclamaciones, al que ya se han dirigido los afectados estando a la espera de respuesta que deberá producirse en la primera mitad de este 2015.

UN POCO DE HISTORIA:

La obra comenzó en 2011. Su costo total asciende a 78 millones de dólares de los que los bancos de desarrollo habrían aportado 25 millones. Los indígenas han pedido la retirada de esta financiación una y otra vez sin respuesta positiva.

La represa se encuentra fuera de la comarca indígena. Pero modificaría el curso del río Tabasará en cuyas orillas viven, trabajan y dependen muchos indígenas Ngäbe Buglé. Siete hectáreas de las comunidades Ngäbe quedarían inundadas. La obra en sí está en un estado muy avanzado (95%).

En los años que dura el proyecto ha habido numerosas protestas, en algunas de las cuales hubo heridos de diversa consideración, llegando a producirse incluso muertes, y detenciones, represión y se denunciaron también abusos sexuales hacia las mujeres durante las manifestaciones.

CAMBIO CLIMÁTICO DEL MUNDO Y SE SIGUE CONTAMINANDO
Masiva deforestación, una de las causas principales del cambio climático
En el año 2007 el mundo tomó conciencia de que el ser humano era el causante del cambio climático, de que éste definitivamente se estaba produciendo y de que el esfuerzo colectivo global realizado hasta entonces para mantener los gases de efecto invernadero a un nivel «seguro» era extremadamente insuficiente.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) había publicado su pdf-icon Cuarto informe de evaluación (AR4) tras un número inusual de catástrofes relacionadas con el clima, y después de haberse registrado durante varios años consecutivos las temperaturas más altas de las que se tiene constancia hasta el momento. Todos los niños menores de 10 años en 2007 fueron testigos de esta inquietante tendencia global: prácticamente todos los años de su vida habían sido los más calurosos jamás registrados en la Tierra.

HE AQUÍ ALGUNOS VÍNCULOS BÁSICOS CLARAMENTE ESTABLECIDOS:

La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera de la Tierra está directamente relacionada con la temperatura media mundial del planeta.
Desde la Revolución Industrial la concentración ha ido aumentando de forma continua y con ella las temperaturas medias mundiales.
El gas de efecto invernadero más abundante es el dióxido de carbono, que se genera al quemar combustibles fósiles.
Los gases de efecto invernadero están presentes de forma natural y son esenciales para la supervivencia de los seres vivientes, ya que impiden entre otras cosas que parte del calor del Sol sea reflejado de vuelta al espacio, lo cual hace posible la vida en la Tierra. Pero es una cuestión de escala. Un siglo y medio de industrialización, incluida la deforestación por tala rasa y ciertos métodos agrícolas ha hecho que aumente la cantidad de gases de efecto invernadero que hay en la atmósfera. A medida que crecen las poblaciones y economías y aumentan los niveles de vida, también lo hace el nivel acumulativo de emisiones de gases de efecto invernadero.

El AR4 evaluó las evidencias sobre la situación mundial actual, algunos de los resultados del mismo se presentan a continuación a modo de resumen:

La temperatura media de la superficie de la Tierra ha subido 0,74 ºC desde finales del siglo XIX.
Se prevé que para el año 2100 habrá subido entre 1,8 ºC y 4 ºC o más si no se hace nada para impedirlo. Eso supone un cambio rápido e intenso en el tiempo geológico.
Incluso si «sólo» subiera 1,8 ºC sería un aumento de temperatura mayor que en ningún otro siglo en los últimos 10 000 años.
Es probable que alrededor de un 20-30% de las especies vegetales y animales corran un mayor riesgo de extinción si la temperatura media mundial sube por encima de un margen de 1,5 - 2,5 ºC.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, nueve de los últimos diez años han sido los más calurosos de los que se tiene constancia. Siendo el 2005 y 2010 los más calurosos, seguidos de 1998 en segundo lugar.
El nivel medio del mar subió entre 10 y 20 cm a lo largo del siglo XX. Se espera que para 2100 haya subido entre 18 y 59 cm más. Las temperaturas más altas provocan que el volumen de los océanos se expanda. Al derretirse, los glaciares y las calotas glaciarias añaden más agua a los océanos.
Así, a medida que el blanco brillante del hielo y la nieve deja paso al azul marino oscuro, se reduce cada vez más la capacidad para reflejar los rayos del sol, lo cual intensifica el calentamiento.
Lo que aún no hemos descubierto
Hoy en día lo más preocupante es lo que aún no sabemos, porque la humanidad no puede prepararse para lo que no puede prever. Las repercusiones, incluso de pequeños cambios, en muchos ecosistemas indican lo delicado que es el equilibro de la naturaleza.

Los científicos hablan de «puntos de inflexión», en los que un cambio gradual entra de repente en una espiral autoimpulsada. Y en ese contexto surgen las cuestiones siguientes:

¿Cuánto metano hay atrapado en el permafrost que se está descongelando y en los fondos de los océanos que se están calentando?
Y, si se libera parte de ese metano o todo, ¿qué efecto tendrá en la temperatura y el clima mundial?
Si la cubierta de hielo que hay en los polos sigue encogiéndose, y como consecuencia disminuye la superficie blanca brillante y aumenta la superficie marina oscura, ¿cuánto calor solar más atrapará la superficie oscura y cuánto calor menos podrán reflejar las calotas glaciarias de vuelta al espacio?
Puesto que la masa marina se expande al calentarse, ¿cuánto subirá el nivel del mar como consecuencia?
Estos son algunos de los ejemplos más sencillos de posibles círculos viciosos identificados por los científicos.

Además, existe otra incógnita muy importante; en ocasiones los niños hacen preguntas sobre la electricidad, la luz y el calor, e inevitablemente preguntan de dónde viene el petróleo. La respuesta más sencilla es que hace cientos de miles de años, antes del hombre, los restos de animales y plantas muertos se acumularon en el fondo de las masas de agua donde se mezclaron con arena y barro. Después se fueron depositando sedimentos encima y el calor y la presión acabaron por transformarlos en petróleo o gas natural.

En cualquier caso, esa es la teoría científica más aceptada y nadie sabe con certeza cuándo las reservas de petróleo del mundo acabarán por agotarse.

Hoy por hoy el carbón, el petróleo y el gas natural mueven las economías del mundo, y casi todas las actividades humanas modernas generan dióxido de carbono. Eso hace que el cambio climático sea sumamente complejo y esté vinculado a otros problemas complicados como la pobreza, el desarrollo económico y el crecimiento de la población. No cabe duda de que hacer frente al cambio climático no es fácil, pero hacer caso omiso sería aún peor.


FUENTE: UNFCCC

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