La
defensa de la naturaleza, comunidad y la cultura preocupa a indígenas Ngäbe
Buglé (Foto: Campaña Tabasará Libre)
Desde hace varios años indígenas
Ngäbe-Buglé se oponen al megaproyecto en el distrito de Tolé, provincia de
Chiriquí. Ahora, la Autoridad Ambiental de Panamá ANAM suspende el proyecto
hidroeléctrico Barro Blanco de forma temporal. La comunidad cultural Kiad
conserva petroglifos que portan la historia ancestral y escritura de pueblos
originarios de Panamá y es una de las afectadas.
Según viene denunciando el
panameño Movimiento 10 de Abril hay varios aspectos del Estudio de Impacto
Ambiental EIA del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, que no se cumplen. Así
lo constató recientemente la vicepresidenta del país Isabel Saint Malo como
parte de una Comisión de Alto Nivel del Gobierno que visitó la zona afectada.
Previamente en 2013, Naciones Unidas realizó un peritaje independiente para
concluir que las comunidades afectadas no tenían información suficiente y no
fueron consultadas. Diversos intentos de mediación y mesas de negociación con
variados participantes no dieron hasta ahora resultado.
SE INCUMPLEN AQUÍ LEYES PANAMEÑAS
E INTERNACIONALES
Las empresas Generadora del
Istmo, S.A. (Genisa) e Hidráulica San José, S.A. no tenían un plan de manejo de
petroglifos y otros hallazgos arqueológicos. Tampoco realizaron las auditorías
solicitadas para verificar el manejo de la erosión y la sedimentación en el
levantamiento de la presa que además inundaría lugares de importancia para
indígenas Ngäbe-Buglé como una escuela, un lugar sagrado y campos de cultivo de
los que depende la subsistencia de las familias. La inspección llevada a cabo
por el gobierno constató que la empresa hizo durante la construcción, más o
menos lo que le dio la gana talando vegetación, y removiendo materiales.
Llegar aquí no ha sido
precisamente fácil, pues representantes indígenas entre quienes se encuentra la
Cacica de la Comarca Ngäbe Buglé, Silvia Carrera y el líder del Movimiento 10
de Abril, Ricardo Miranda han sido continuamente desoídos en sus
preocupaciones, hasta el punto de que la empresa negaba la existencia de
comunidades en las zonas a inundar con la represa. Una de las lideresas locales
declaró al medio independiente Otramérica acerca del proyecto hidroeléctrico:
“Ellos la han levantado y nosotros estamos dispuestos a desmontarla piedra a
piedra”.
Lo que está claro es que las
comunidades indígenas afectadas no buscan ni indemnizaciones ni realojos, sino
la paralización definitiva de la obra y del proyecto. Confirman ahora estar
abiertos a negociar. “Creo que ahora hay que hacer estudios ambientales nuevos,
porque en el gobierno anterior no hubo voluntad”.
El caso no es aislado. Indígenas
de Panamá contemplan cómo los megaproyectos invaden uno tras otro sus
territorios ancestrales.
FINANCIACIÓN EUROPEA PARA EL “DESARROLLO”
La hidroeléctrica Barro Blanco
recibía financiación no sólo del Banco Interamericano de Desarrollo, sino
también de bancos europeos en la misma línea, como el alemán DEG y el holandés
FMO. La experta alemana sobre el tema de la organización Urgewald, Kathrin Petz
declaró que „Los problemas que constató ANAM no son nuevos para el banco DEG.
Desde hace años, las ONGs han informado a DEG sobre las consecuencias sociales
y ecológicas del proyecto. Sin embargo, DEG no ha retirado los fondos. DEG debe
comprometerse para que los trabajos no vuelvan a comenzar”. Por su parte
Guadalupe Rodríguez de la organización Salva la Selva, quien coordinó dos
campañas de denuncia internacionales para poner de manifiesto la participación
de bancos europeos en el proyecto hidroeléctrico de Panamá recuerda que “ha
sido sistemática la falta de respuestas completas y documentadas, así como nulo
el interés de los bancos en el impacto real de sus proyectos, en este caso
Barro Blanco en Panamá, a pesar de que violan las propias políticas de
responsabilidad del banco”.
Actualmente, DEG y FMO han
establecido un mecanismo conjunto de reclamaciones, al que ya se han dirigido
los afectados estando a la espera de respuesta que deberá producirse en la
primera mitad de este 2015.
UN POCO DE HISTORIA:
La obra comenzó en 2011. Su costo
total asciende a 78 millones de dólares de los que los bancos de desarrollo
habrían aportado 25 millones. Los indígenas han pedido la retirada de esta
financiación una y otra vez sin respuesta positiva.
La represa se encuentra fuera de
la comarca indígena. Pero modificaría el curso del río Tabasará en cuyas
orillas viven, trabajan y dependen muchos indígenas Ngäbe Buglé. Siete
hectáreas de las comunidades Ngäbe quedarían inundadas. La obra en sí está en
un estado muy avanzado (95%).
En los años que dura el proyecto
ha habido numerosas protestas, en algunas de las cuales hubo heridos de diversa
consideración, llegando a producirse incluso muertes, y detenciones, represión
y se denunciaron también abusos sexuales hacia las mujeres durante las
manifestaciones.
CAMBIO
CLIMÁTICO DEL MUNDO Y SE SIGUE CONTAMINANDO
Masiva
deforestación, una de las causas principales del cambio climático
En el año 2007 el mundo tomó
conciencia de que el ser humano era el causante del cambio climático, de que
éste definitivamente se estaba produciendo y de que el esfuerzo colectivo global
realizado hasta entonces para mantener los gases de efecto invernadero a un
nivel «seguro» era extremadamente insuficiente.
El Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) había publicado su pdf-icon Cuarto
informe de evaluación (AR4) tras un número inusual de catástrofes relacionadas
con el clima, y después de haberse registrado durante varios años consecutivos
las temperaturas más altas de las que se tiene constancia hasta el momento.
Todos los niños menores de 10 años en 2007 fueron testigos de esta inquietante
tendencia global: prácticamente todos los años de su vida habían sido los más
calurosos jamás registrados en la Tierra.
HE AQUÍ ALGUNOS VÍNCULOS BÁSICOS
CLARAMENTE ESTABLECIDOS:
La concentración de gases de
efecto invernadero en la atmósfera de la Tierra está directamente relacionada
con la temperatura media mundial del planeta.
Desde la Revolución Industrial la
concentración ha ido aumentando de forma continua y con ella las temperaturas
medias mundiales.
El gas de efecto invernadero más
abundante es el dióxido de carbono, que se genera al quemar combustibles
fósiles.
Los gases de efecto invernadero
están presentes de forma natural y son esenciales para la supervivencia de los
seres vivientes, ya que impiden entre otras cosas que parte del calor del Sol
sea reflejado de vuelta al espacio, lo cual hace posible la vida en la Tierra.
Pero es una cuestión de escala. Un siglo y medio de industrialización, incluida
la deforestación por tala rasa y ciertos métodos agrícolas ha hecho que aumente
la cantidad de gases de efecto invernadero que hay en la atmósfera. A medida
que crecen las poblaciones y economías y aumentan los niveles de vida, también
lo hace el nivel acumulativo de emisiones de gases de efecto invernadero.
El AR4 evaluó las evidencias
sobre la situación mundial actual, algunos de los resultados del mismo se
presentan a continuación a modo de resumen:
La temperatura media de la
superficie de la Tierra ha subido 0,74 ºC desde finales del siglo XIX.
Se prevé que para el año 2100
habrá subido entre 1,8 ºC y 4 ºC o más si no se hace nada para impedirlo. Eso
supone un cambio rápido e intenso en el tiempo geológico.
Incluso si «sólo» subiera 1,8 ºC
sería un aumento de temperatura mayor que en ningún otro siglo en los últimos
10 000 años.
Es probable que alrededor de un
20-30% de las especies vegetales y animales corran un mayor riesgo de extinción
si la temperatura media mundial sube por encima de un margen de 1,5 - 2,5 ºC.
Según la Administración Nacional
Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos,
nueve de los últimos diez años han sido los más calurosos de los que se tiene
constancia. Siendo el 2005 y 2010 los más calurosos, seguidos de 1998 en
segundo lugar.
El nivel medio del mar subió
entre 10 y 20 cm a lo largo del siglo XX. Se espera que para 2100 haya subido
entre 18 y 59 cm más. Las temperaturas más altas provocan que el volumen de los
océanos se expanda. Al derretirse, los glaciares y las calotas glaciarias
añaden más agua a los océanos.
Así, a medida que el blanco
brillante del hielo y la nieve deja paso al azul marino oscuro, se reduce cada
vez más la capacidad para reflejar los rayos del sol, lo cual intensifica el
calentamiento.
Lo que aún no hemos descubierto
Hoy en día lo más preocupante es
lo que aún no sabemos, porque la humanidad no puede prepararse para lo que no
puede prever. Las repercusiones, incluso de pequeños cambios, en muchos
ecosistemas indican lo delicado que es el equilibro de la naturaleza.
Los científicos hablan de «puntos
de inflexión», en los que un cambio gradual entra de repente en una espiral
autoimpulsada. Y en ese contexto surgen las cuestiones siguientes:
¿Cuánto metano hay atrapado en el
permafrost que se está descongelando y en los fondos de los océanos que se
están calentando?
Y, si se libera parte de ese
metano o todo, ¿qué efecto tendrá en la temperatura y el clima mundial?
Si la cubierta de hielo que hay
en los polos sigue encogiéndose, y como consecuencia disminuye la superficie
blanca brillante y aumenta la superficie marina oscura, ¿cuánto calor solar más
atrapará la superficie oscura y cuánto calor menos podrán reflejar las calotas
glaciarias de vuelta al espacio?
Puesto que la masa marina se
expande al calentarse, ¿cuánto subirá el nivel del mar como consecuencia?
Estos son algunos de los ejemplos
más sencillos de posibles círculos viciosos identificados por los científicos.
Además, existe otra incógnita muy
importante; en ocasiones los niños hacen preguntas sobre la electricidad, la
luz y el calor, e inevitablemente preguntan de dónde viene el petróleo. La
respuesta más sencilla es que hace cientos de miles de años, antes del hombre,
los restos de animales y plantas muertos se acumularon en el fondo de las masas
de agua donde se mezclaron con arena y barro. Después se fueron depositando
sedimentos encima y el calor y la presión acabaron por transformarlos en
petróleo o gas natural.
En cualquier caso, esa es la
teoría científica más aceptada y nadie sabe con certeza cuándo las reservas de
petróleo del mundo acabarán por agotarse.
Hoy por hoy el carbón, el
petróleo y el gas natural mueven las economías del mundo, y casi todas las
actividades humanas modernas generan dióxido de carbono. Eso hace que el cambio
climático sea sumamente complejo y esté vinculado a otros problemas complicados
como la pobreza, el desarrollo económico y el crecimiento de la población. No
cabe duda de que hacer frente al cambio climático no es fácil, pero hacer caso
omiso sería aún peor.
FUENTE: UNFCCC
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