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lunes, 27 de febrero de 2023

UN 31.6% CONSIDERA QUE KEIKO FUJIMORI SEBIA RETIRARSE DE LA POLÍTICA





 

POSIBLES CANDIDATOS PARA LAS SIGUIENTES ELECCIONES GENERALES






 

UN 47% SE INCLINA POR UNA NUEVA CONSTITUCIÓN










 

EL 52% DE LOS PERUANOS CONSIDERA QUE MEJORARIA LA SITUACIÓN DEL PERÚ SI SE ADELANTARAN LAS ELECCIONES




 

EL 70% DE LOS PERUANOS CONSIDERA QUE DINA BOLUARTE DEBERÍA RENUNCIAR




 

EL 33% DE PERUANOS PIENSA QUE EL CONGRESO DE L A REPUBLICA BUSCA QUEDARSE HASTA EL 2026




 

ADELANTO DE ELECCIONES GENERALES EN EL 2023 TIENE A FAVOR 69% CON TENDENCIA A SEGUIR SUBIENDO





 

LA DESAPROBACIÓN DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA ESTÁ EN EL 90%





 

LA DESAPROBACIÓN DE LA GESTIÓN DE DINA BOLUARTE LLEGA AL 77%

 







domingo, 26 de febrero de 2023

JUBILADO ES VÍCTIMA DE FRAUDE BANCARIO Y PIERDE MÁS DE S/ 48 MIL EN EL BANCO DE LA NACIÓN)

 

ubilado es víctima de fraude bancario y pierde más de S/ 48 mil. (Captura Exitosa)





Merker Molina es un anciano de 80 años que ha perdido más de S/ 48 000 por un fraude bancario en una de las sedes del Banco de la Nación ubicada en Comas.

 

El anciano detalló que se percató de la pérdida de su dinero cuando acudió el 28 de diciembre de 2022 a la agencia de este banco para retirar su gratificación por Navidad. En ese momento, le indicaron que ya no tenía fondos.

 

Antes de esa fecha, el señor Molina había acudido el 14 de diciembre para retirar su pensión de S/ 650 en la ventanilla de esta agencia como todos los meses. El anciano recordó que, en esa oportunidad, la cajera le pidió su tarjeta y le devolvió otra.

 

El adulto mayor no denunció el cambio de su tarjeta por desconocimiento. Sin embargo, ahora sospecha de la trabajadora porque, desde esa fecha, iniciaron los retiros y compras por internet. Además, esta cajera dejó de trabajar en el Banco de la Nación.

 

Maritza Molina, hija de la víctima de fraude bancario, contó que en un plazo menor de 15 días se realizaron retiros en cajeros automáticos por S/3 000 diarios. Asimismo, se realizaron compras por internet y pagos con POS.

 

"Mi papá nunca ha hecho eso. Con la justas hacia retiros por ventanilla, pero desde ese día [14 de diciembre] empezaron los retiros y las compras", indicó a Exitosa.

 

El anciano ha presentado tres reclamos al Banco de la Nación. Sin embargo, la entidad bancaria ha pedido un plazo de 30 días para realizar las investigaciones. Cabe precisar que ya pasaron tres meses de la denuncia, pero el banco aún no brinda información ni datos del nombre de la cajera, las cámaras de seguridad de la agencia y tampoco ha facilitado información de quien realizó los retiros en los cajeros automático.

 

La familia también ha presentado una queja en Indecopi y ha formalizado una denuncia ante la Policía Nacional del Perú (PNP), pero no obtienen respuesta.

 

"Todos dicen que hay que esperar, pero ya nos vamos por el tercer mes y no hay respuesta", agregó Maritza.

 

No es la única denuncia en el Banco de la Nación

Jonathan Velázquez es otro usuario del Banco de la Nación que perdió S/2 600. El adulto mayor vive en la ciudad de Abancay, en Apurímac, pero registra retiros de su dinero en el distrito del Rímac y Comas, en la ciudad de Lima.

 

"Yo me encontraba en mi centro de trabajo en Antabamba (Apurímac), eso es demostrable. También tengo imágenes donde corto mi tarjeta en frente de la señorita que atiende en el Banco de la Nación", sostuvo.

 

El adulto mayor presentó una denuncia ante la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Banco de la Nación. Sin embargo, solo ha recibido una carta de respuesta del banco en donde le piden 30 días más para investigar su caso.

 

"Hasta la fecha ya va ser un año y no tengo ningún tipo de respuesta", señaló en Exitosa. Indicó también que el administrador del Banco de la Nación de Abancay le aseveró que "no tiene nada que ver" con su caso.

 

Merker Molina es un anciano de 80 años que ha perdido más de S/ 48 000 por un fraude bancario en una de las sedes del Banco de la Nación ubicada en Comas.

 

El anciano detalló que se percató de la pérdida de su dinero cuando acudió el 28 de diciembre de 2022 a la agencia de este banco para retirar su gratificación por Navidad. En ese momento, le indicaron que ya no tenía fondos.

 

Antes de esa fecha, el señor Molina había acudido el 14 de diciembre para retirar su pensión de S/ 650 en la ventanilla de esta agencia como todos los meses. El anciano recordó que, en esa oportunidad, la cajera le pidió su tarjeta y le devolvió otra.

 

El adulto mayor no denunció el cambio de su tarjeta por desconocimiento. Sin embargo, ahora sospecha de la trabajadora porque, desde esa fecha, iniciaron los retiros y compras por internet. Además, esta cajera dejó de trabajar en el Banco de la Nación.

 

Maritza Molina, hija de la víctima de fraude bancario, contó que en un plazo menor de 15 días se realizaron retiros en cajeros automáticos por S/3 000 diarios. Asimismo, se realizaron compras por internet y pagos con POS.

 

"Mi papá nunca ha hecho eso. Con la justas hacia retiros por ventanilla, pero desde ese día [14 de diciembre] empezaron los retiros y las compras", indicó a Exitosa.

 

El anciano ha presentado tres reclamos al Banco de la Nación. Sin embargo, la entidad bancaria ha pedido un plazo de 30 días para realizar las investigaciones. Cabe precisar que ya pasaron tres meses de la denuncia, pero el banco aún no brinda información ni datos del nombre de la cajera, las cámaras de seguridad de la agencia y tampoco ha facilitado información de quien realizó los retiros en los cajeros automático.

 

La familia también ha presentado una queja en Indecopi y ha formalizado una denuncia ante la Policía Nacional del Perú (PNP), pero no obtienen respuesta.

 

"Todos dicen que hay que esperar, pero ya nos vamos por el tercer mes y no hay respuesta", agregó Maritza.

 

No es la única denuncia en el Banco de la Nación

Jonathan Velázquez es otro usuario del Banco de la Nación que perdió S/2 600. El adulto mayor vive en la ciudad de Abancay, en Apurímac, pero registra retiros de su dinero en el distrito del Rímac y Comas, en la ciudad de Lima.

 

"Yo me encontraba en mi centro de trabajo en Antabamba (Apurímac), eso es demostrable. También tengo imágenes donde corto mi tarjeta en frente de la señorita que atiende en el Banco de la Nación", sostuvo.

 

El adulto mayor presentó una denuncia ante la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Banco de la Nación. Sin embargo, solo ha recibido una carta de respuesta del banco en donde le piden 30 días más para investigar su caso.

 

"Hasta la fecha ya va ser un año y no tengo ningún tipo de respuesta", señaló en Exitosa. Indicó también que el administrador del Banco de la Nación de Abancay le aseveró que "no tiene nada que ver" con su caso.

 

Por Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 26/02/2023


Merker Molina es un anciano de 80 años que ha perdido más de S/ 48 000 por un fraude bancario en una de las sedes del Banco de la Nación ubicada en Comas.

 

El anciano detalló que se percató de la pérdida de su dinero cuando acudió el 28 de diciembre de 2022 a la agencia de este banco para retirar su gratificación por Navidad. En ese momento, le indicaron que ya no tenía fondos.

 

Antes de esa fecha, el señor Molina había acudido el 14 de diciembre para retirar su pensión de S/ 650 en la ventanilla de esta agencia como todos los meses. El anciano recordó que, en esa oportunidad, la cajera le pidió su tarjeta y le devolvió otra.

 

El adulto mayor no denunció el cambio de su tarjeta por desconocimiento. Sin embargo, ahora sospecha de la trabajadora porque, desde esa fecha, iniciaron los retiros y compras por internet. Además, esta cajera dejó de trabajar en el Banco de la Nación.

 

Maritza Molina, hija de la víctima de fraude bancario, contó que en un plazo menor de 15 días se realizaron retiros en cajeros automáticos por S/3 000 diarios. Asimismo, se realizaron compras por internet y pagos con POS.

 

"Mi papá nunca ha hecho eso. Con la justas hacia retiros por ventanilla, pero desde ese día [14 de diciembre] empezaron los retiros y las compras", indicó a Exitosa.

 

El anciano ha presentado tres reclamos al Banco de la Nación. Sin embargo, la entidad bancaria ha pedido un plazo de 30 días para realizar las investigaciones. Cabe precisar que ya pasaron tres meses de la denuncia, pero el banco aún no brinda información ni datos del nombre de la cajera, las cámaras de seguridad de la agencia y tampoco ha facilitado información de quien realizó los retiros en los cajeros automático.

 

La familia también ha presentado una queja en Indecopi y ha formalizado una denuncia ante la Policía Nacional del Perú (PNP), pero no obtienen respuesta.

 

"Todos dicen que hay que esperar, pero ya nos vamos por el tercer mes y no hay respuesta", agregó Maritza.

 

No es la única denuncia en el Banco de la Nación

Jonathan Velázquez es otro usuario del Banco de la Nación que perdió S/2 600. El adulto mayor vive en la ciudad de Abancay, en Apurímac, pero registra retiros de su dinero en el distrito del Rímac y Comas, en la ciudad de Lima.

 

"Yo me encontraba en mi centro de trabajo en Antabamba (Apurímac), eso es demostrable. También tengo imágenes donde corto mi tarjeta en frente de la señorita que atiende en el Banco de la Nación", sostuvo.

 

El adulto mayor presentó una denuncia ante la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Banco de la Nación. Sin embargo, solo ha recibido una carta de respuesta del banco en donde le piden 30 días más para investigar su caso.

 

"Hasta la fecha ya va ser un año y no tengo ningún tipo de respuesta", señaló en Exitosa. Indicó también que el administrador del Banco de la Nación de Abancay le aseveró que "no tiene nada que ver" con su caso.

 

Merker Molina es un anciano de 80 años que ha perdido más de S/ 48 000 por un fraude bancario en una de las sedes del Banco de la Nación ubicada en Comas.

 

El anciano detalló que se percató de la pérdida de su dinero cuando acudió el 28 de diciembre de 2022 a la agencia de este banco para retirar su gratificación por Navidad. En ese momento, le indicaron que ya no tenía fondos.

 

Antes de esa fecha, el señor Molina había acudido el 14 de diciembre para retirar su pensión de S/ 650 en la ventanilla de esta agencia como todos los meses. El anciano recordó que, en esa oportunidad, la cajera le pidió su tarjeta y le devolvió otra.

 

El adulto mayor no denunció el cambio de su tarjeta por desconocimiento. Sin embargo, ahora sospecha de la trabajadora porque, desde esa fecha, iniciaron los retiros y compras por internet. Además, esta cajera dejó de trabajar en el Banco de la Nación.

 

Maritza Molina, hija de la víctima de fraude bancario, contó que en un plazo menor de 15 días se realizaron retiros en cajeros automáticos por S/3 000 diarios. Asimismo, se realizaron compras por internet y pagos con POS.

 

"Mi papá nunca ha hecho eso. Con la justas hacia retiros por ventanilla, pero desde ese día [14 de diciembre] empezaron los retiros y las compras", indicó a Exitosa.

 

El anciano ha presentado tres reclamos al Banco de la Nación. Sin embargo, la entidad bancaria ha pedido un plazo de 30 días para realizar las investigaciones. Cabe precisar que ya pasaron tres meses de la denuncia, pero el banco aún no brinda información ni datos del nombre de la cajera, las cámaras de seguridad de la agencia y tampoco ha facilitado información de quien realizó los retiros en los cajeros automático.

 

La familia también ha presentado una queja en Indecopi y ha formalizado una denuncia ante la Policía Nacional del Perú (PNP), pero no obtienen respuesta.

 

"Todos dicen que hay que esperar, pero ya nos vamos por el tercer mes y no hay respuesta", agregó Maritza.

 

No es la única denuncia en el Banco de la Nación

Jonathan Velázquez es otro usuario del Banco de la Nación que perdió S/2 600. El adulto mayor vive en la ciudad de Abancay, en Apurímac, pero registra retiros de su dinero en el distrito del Rímac y Comas, en la ciudad de Lima.

 

"Yo me encontraba en mi centro de trabajo en Antabamba (Apurímac), eso es demostrable. También tengo imágenes donde corto mi tarjeta en frente de la señorita que atiende en el Banco de la Nación", sostuvo.

 

El adulto mayor presentó una denuncia ante la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Banco de la Nación. Sin embargo, solo ha recibido una carta de respuesta del banco en donde le piden 30 días más para investigar su caso.

 

"Hasta la fecha ya va ser un año y no tengo ningún tipo de respuesta", señaló en Exitosa. Indicó también que el administrador del Banco de la Nación de Abancay le aseveró que "no tiene nada que ver" con su caso.

 

Por Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 26/02/2023

73% DE LOS ENCUESTADOS CONSIDERA QUE DINA BOLUARTE DEBE RENUNCIAR A LA PRESIDENCIA Y 90% DESAPRUEBA AL CONGRESO

 

Dina Boluarte y el Congreso reciben la mayor desaprobación de la población. (Infobae)



La encuesta de Instituto de Estudios Peruanos (IEP) dio a conocer, el día de hoy, la apreciación de los ciudadanos peruanos frente a temas políticos coyunturales como la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, la aprobación del Congreso, entre otros de interés nacional.

 

Al respecto del primer eje, el 73% de la ciudadanía consideró que la actual mandataria debería de dejar el cargo; en esa línea, su desaprobación abarca el 77% de los encuestados, dejando a relucir solo el 15% a favor de su gestión.

 

Mientras tanto, en lo que se refiere al Legislativo, un total del 90% de peruanos, indica su desaprobación. En ese sentido, la muestra encuestada en un 33% indica que los congresistas tienen la intención de quedarse hasta el 2026.

 

En lo referente a un escenario de "posible adelanto de elecciones", el 52% de la ciudadanía indicó que es necesario un nuevo Gobierno y Congreso para terminar con la crisis política actual; mientras que, solo un 28% indica que el contexto seguiría igual como hasta ahora. 

 

En esa línea, un 69% de los encuestados indicó que las elecciones deberían darse, sin falta, para este año 2023, y un 13% para que los comicios electorales sean en el 2024.

 

En torno, a un tema debatido en estos últimos meses, sobre si en nuestro país existe democracia, los encuestados señalan en un 55% que sí se está viviendo de esa forma. Por otro lado, un 41%, indica lo contrario. Opiniones dividas. 

 

Sobre el cambio de Constitución, un 36% considera que se debe cambiar radicalmente la Carta Magna (un retroceso de 4 puntos porcentuales en relación a la encuesta del mes anterior); mientras que, un 47% apunta a que solo se debiera hacer algunos cambios en la misma.

 

Por otro lado, en lo referido a posibles candidatos para nuevos comicios electorales, el 58,8% de los encuestados indican que no saben quién podría ser ese "buen candidato"; solo un 24% sí se atreve a mencionar a un postulante para las nuevas elecciones, en ese caso se refieren, en mayoría, al rector de la UNI Alfonso López-Chau con un 4,5%, seguido por Hernando de Soto (4,2%), Rafael López Aliaga (2,8%), entre otros, con un menor porcentaje.

 

Por último, se encuestó a la ciudadanía sobre qué personajes deberían retirarse de la política, en ese caso, la muestra de encuestados indicó en un 31,6% que Keiko Fujimori debería hacerlo, le sigue un 20,7% que no tiene idea de quiénes pueden hacerlo; un 13,5% señalan que "todos", Dina Boluarte con 7,3%; 4,8% indican que todos los congresistas y Alberto Otárola con 2,4%. Le siguen congresistas que han mostrado rechazo de los peruanos en los últimos meses. 


Por  Exitosa Noticias/Actualidad/ Actualizado al 26/02/2023


MANIFESTANTES BLOQUEAN TRAMO DE LA CARRETERA CENTRAL EN CHACLACAYO Y SE DECLARAN EN INSURGENCIA

 

Bloqueo en la Carretera Central este jueves 23 de febrero. (Exitosa)










Un grupo de manifestantes bloquearon un tramo de la Carretera Central este jueves 23 de febrero al promediar las cinco de la mañana. Los hechos se registraron en el kilómetro 20, en el distrito de Chaclacayo.

 

Los vecinos precisaron que los protestantes arrojaron piedras y quemaron llantas en ambas vías, que permiten en el paso al distrito de Chosica y el paso a la ciudad de Lima.

 

En horas de la madrugada se reportó gran congestión de vehículos. Aproximadamente a las seis de la mañana se acercó personal de la municipalidad de Chaclacayo para iniciar las acciones de limpieza.

 

Miembros de la Policía Nacional de la comisaría de Chaclacayo también se acercaron a la zona para liberar la vía que había sido tomada.

 

Cabe precisar que las personas que bloquearon la vía no se quedaron en el lugar. Según testigos, este grupo de alrededor de 20 personas se dirigió con dirección al río Rímac antes de que llegaran las autoridades locales.

 

Manifestantes contra el Gobierno

Los residentes de la zona indicaron que, cerca a la zona del bloqueo, encontraron pintas en las paredes que señalan lo siguiente: "Gobierno usurpador, pueblo en insurgencia".

 

Hasta el momento, se desconoce quiénes son los sujetos que iniciaron el bloqueo. Por el momento, el tránsito vehicular ha sido reestablecido y la vía se encuentra totalmente despejada.

 

Publicado: 23/02/2023 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 26/02/2023


lunes, 13 de febrero de 2023

MULTITUDES PROVINCIANAS HOY PROTESTAN Y MARCHAN EN LIMA Y PROVINCIAS ENTRE LA ESPERANZA Y EL DESPRECIO





 

"Nunca antes había sucedido en nuestro país un fenómeno social de tal magnitud, ni con tales caracteres. Lejos de la capacidad de organización de los partidos políticos. Y más lejos aún de las posibilidades de agitación de los innumerables grupos y sectas pretendidamente izquierdistas"}

 

De pronto, en apariencia súbitamente, las multitudes populares comenzaron a salir a las calles y caminos en muchos lugares del Perú a protestar, como un movimiento que se comunicaba de un sitio a otro. La respuesta de los titulares del gobierno fue tratar de pararlos a balazos y abatieron a unos 55 jóvenes.

 

Pero las multitudes no se calmaron ni acorbadaron. Al contrario, sin perder la serenidad continuaron su protesta en las calles, plazas y carreteras. Y luego, innumerables delegaciones de ellas se embarcaron en cuanto vehículo pudieron o se desplazaron a pie por las carreteras en dirección a Lima. Una vez en la Capital, marcharon por las calles y avenidas hasta que fueron contenidas por miles de policías de choque y bombardeos con gases lacrimógenos. Tal cantidad de policías en las provincias y Lima le permitió a la ciudadanía enterarse que está cercada por un régimen policiaco, como en un campo de concentración.

 

Nunca antes había sucedido en nuestro país un fenómeno social de tal magnitud, ni con tales caracteres. Lejos de la capacidad de organización de los partidos políticos. Y más lejos aún de las posibilidades de agitación de los innumerables grupos y sectas pretendidamente izquierdistas. Incluso si se hubieran unido. A lo más, algunos de sus miembros sensibilizados y hasta probablemente sorprendidos se unieron a esos manifestantes.

 

Dos preguntas suscita este fenómeno social: cuáles son sus causas y cuáles las causas de la mortífera réplica de los titulares del gobierno.

 

La primera interrogante da lugar a dos niveles de respuesta: uno inmediato y otro profundo.

 

En el nivel inmediato, las motivaciones de las protestas son políticas. Las multitudes populares protestan 1) contra el golpe de Estado parlamentario del 7 de diciembre que depuso al Presidente de la República y lo encarceló, violando la Constitución y las leyes, culminando una campaña de hostigamiento desde antes que asumiera la presidencia; 2) porque ellas eligieron a ese maestro de escuela, hombre del pueblo, trabajador y mestizo; 3) porque ese hombre les había conferido la dignidad de que, luego de doscientos años de vida republicana, uno de los suyos llegase a la primera magistratura de la Nación; y 4) porque en su mensaje del 7 de diciembre, reproduciendo lo que ellos querían, había dicho que cerraría el Congreso de la República, un antro de comechados para ellos, y que procedería a reorganizar el Ministerio Público, el Poder Judicial y la Junta Nacional de Justicia.

 

En el nivel profundo, estas protestas multitudinarias expresan: 1) el sentir y la voluntad de vastos sectores de las clases trabajadoras que han comenzado a comprender que tienen derecho a un trato económico equitativo, a ingresos más elevados, a servicios públicos eficientes y oportunos y a que sus hijos reciban una mejor educación, puesto que son ellas las que crean la riqueza con su trabajo; 2) a que acabe de una vez la discriminación contra ellas por tener la tez india o mestiza; y 3) que van perdiendo el temor a la represión y a las balas.

 

En otros términos, en los hombres y mujeres de las clases trabajadoras y campesinas, de la artesanía, de la pequeña producción y el comercio, y en los estudiantes y profesionales salidos de esos grupos va surgiendo la conciencia de su identidad social y de su importancia como fuerza económica y política y, con ella, la aptitud a asimilar la ideología que los lleve a otro estadio histórico del cual ellos sean una fuerza protagónica.

 

La segunda interrogante, el por qué de la represión y las muertes, tiene varias respuestas. Son: 1) el desprecio de los grupos blancos con poder económico y sus auxiliares en el gobierno por las gentes del pueblo (que se patentiza en la frase: “a esos cholos que protestan en las calles hay que enseñarles quién manda”); 2) el miedo a las multitudes populares (“son peligrosas, sobre todo cuando entienden”); y 3) el deseo obsesivo de escarmentarlas (“para que nunca más vuelvan a hacerlo y ya no se les ocurra volver a creer que todos los hombres y mujeres son iguales ante la ley”).

 

Por consiguiente, sin ningún reparo legal, dispusieron  que las fuerzas policiales y del Ejército salieran a reprimir y disparar, sin contemplaciones. Los policías y soldados que ejecutaron esas órdenes no tuvieron en cuenta para nada que la ciudadanía no les ha entregado las armas y les paga para que acaben con la vida de los manifestantes y los derechos humanos; sino, al contrario, para que los defiendan. Esa represión y esas muertes son inimaginables en barrios blancos de Lima (“a ellos no se los toca ni con el pétalo de una rosa”).

 

Recordemos que, en julio de 1949, el gobierno de facto de Manuel Odría expidió el decreto ley de “Seguridad Interior de la República” por el cual estableció la pena de muerte por terrorismo. Y aunque nunca la aplicó, sus esbirros Pips mataron a unas diez personas en operativos contra apristas (que no eran peligrosos para ellos) y comunistas (sus verdaderos objetivos).

 

Ahora la pena de muerte ha sido decretada, informalmente se diría. Y les ha sido aplicada a unos 55 jóvenes del pueblo que salieron a las calles a protestar. De ellos, la prensa y ciertas oficinas policiacas inconstitucionales han dicho ya, para justificarlas sin fundamento, que actuaban movidos por el terrorismo. Como parte del operativo represivo del gobierno, los fiscales han acusado a más de 600 personas detenidas en las manifestaciones. No sería raro que también denuncien a los que cayeron por las balas y los notifiquen y busquen allí donde están ahora.

 

La señora rectora de la Universidad de San Marcos ¿estuvo también pensando en que la pena de muerte debería serles aplicada a los estudiantes congregados en el campus universitario para atender a los manifestantes de provincias que habían sido hospedados allí cuando pidió la intervención de la policía para sacarlos? Felizmente, esos estudiantes, intuyendo lo que podría sucederles si resistían, se comportaron prudentemente. Pero igual, las fuerzas policiales los vejaron desde que rompieron una puerta con una tanqueta. Los hicieron recostarse en el suelo, como a reclusos de Lurigancho y El Frontón bajo los gobiernos de García y Fujimori antes de matarlos. Los enmarrocaron y los condujeron a una prisión local. No fue solo una metida de pata hasta el bikini. De no haber habido periodistas ¿qué habría sucedido?

 

Mientras tanto, la señora Presidenta, autora mediata de las ejecuciones de la gente en las calles, sigue en Palacio, asistida por los grupos golpistas del Congreso, de derecha, centro y pretendida izquierda que vacaron ilegítimamente al presidente Castillo, con la intención, al parecer, de quedarse todos hasta julio de 2026. El artículo 115º de la Constitución dispone que por impedimento permanente del vicepresidente en ejercicio de la presidencia, asume sus funciones el presidente del Congreso. Y convoca de inmediato a elecciones.

 

Ese impedimento sobrevendría si la Presidenta renunciara. Y así se resolvería la crisis política generada por el golpe de Estado del Congreso. Si no renuncia, se tendría que modificar la Constitución con 87 votos en dos legislaturas seguidas para convocar elecciones en el plazo que ellos quieran. Pero todo indica que esa mayoría nunca podría alcanzarse. A esos grupos les es necesario, por lo tanto, mantener a Dina Boluarte en la presidencia para quedarse.

 

Dina Boluarte fue elegida por el voto de los electores de los departamentos que ahora la rechazan. Está por lo tanto, totalmente desautorizada. Y su presencia en la Presidencia es la causa inmediata de la actual crisis política de nuestro país.

 

Por Jorge Rendón Vásquez

EL RACISMO SIGUE MUY PRESENTE EN AMÉRICA LATINA Y ES EL ‘APARTHEID’ DE FACTO ESTÁ ARRAIGADO EN LOS HÁBITOS MENTALES QUE NO NECESITA LEYES PARA EXISTIR

 


“En 1517 el padre Bartolomé de las Casas tuvo mucha piedad de los indios que se extenuaban en los infiernos de las minas de oro antillanas, y recomendó al emperador Carlos V la importación de negros que se extenuaran en los infiernos de las minas de oro antillanas”.

Jorge Luis Borges, Historia Universal de la Infamia (1935).

 


Racismo: ¿una patología latinoamericana?

El racismo sigue muy presente en América Latina y se puede considerar que el ‘apartheid’ de facto está tan arraigado en los hábitos mentales que no necesita leyes para existir. Se han visto algunos avances judiciales y políticos para tratar de revertir la situación, pero aún está lejos de ser resuelta.

 

Andrés Manuel López Obrador, en una de sus recientes “mañaneras” acusó a las élites peruanas del “acoso y discriminación” que habrían forzado a Pedro Castillo a tomar decisiones que derivaron en su destitución por el Congreso. También reveló algunas de las conversaciones que tuvo con él en los 16 meses que gobernó en la Casa de Pizarro. En una de ellas, el exmaestro rural le contó que las señoras de la pituquería limeña se tapaban la nariz cuando pasaba a su lado.

 

López Obrador –nacido y formado en Tabasco, por lo que muchos mexicanos le tratan de naco, un mexicanismo despectivo para gente de origen indígena–, le replicó que, en sus tiempos, a Benito Juárez, oaxaqueño de ascendencia zapoteca, las señoronas de la oligarquía criolla solían decir que “iban al Juárez”, por decir el baño.

 

Cholos y pitucos

Desde que Castillo lanzó su campaña, que sorpresivamente le llevó a la segunda vuelta y que ganó en junio de 2021 con un 0,4% de diferencia de votos, se aprovechó de la imagen de campesino cholo, provinciano y sindicalista. Lo hizo en contraposición a la pituquería limeña racista que le impedía

gobernar.

 

Los corresponsales en Lima perciben de inmediato que la demanda étnica que agita Castillo no es gratuita en un país construido sobre una gran fractura: la que separa la serranía andina, de mayoría quechua y aimara, de la costa criolla que mira al Pacífico.

 

México tiene la población indígena más numerosa de la región, y, aunque solo representa un 12%-15% del total, su gravitación en el imaginario del nacionalismo mexicano es mucho mayor. En su felicitación por año nuevo, en un tuit con su foto ante una pirámide maya en Palenque, López Obrador señaló que fue construida 1.000 años antes de que “llegaran los europeos a invadirnos”. Como los liberales juaristas

decimonónicos, venía a decir que la nación mexicana cayó luchando contra Cortés y tardó tres siglos en curar las heridas.

 

Fracturas internas por racismo

En Guatemala, Ecuador, Perú y Bolivia la población indígena es mayoría, sobre todo en zonas rurales, donde las fisuras – geográficas, raciales, culturales– generan fricciones con frecuencia violentas. En las actuales protestas peruanas, en las que la represión policial se ha cobrado 30 vidas, los grandes medios limeños solo ven vándalos, terroristas y narcotraficantes.

 

«La demanda étnica que agita

Castillo no es gratuita en un país

construido sobre una gran fractura:

la que separa la serranía andina, de

mayoría quechua y aimara, de la

costa criolla que mira al Pacífico»

 

Pedro Angulo, el fugaz primer ministro de la presidenta Dina Boluarte, denunció que las protestas manipulaban a “las personas de las alturas que hablan quechua o aimara”. Según escribe Cecilia Méndez en La República, el apartheid de facto está tan arraigado en los hábitos mentales que no necesita leyes para existir: “El país no puede continuar en esta trayectoria infame sin deshumanizarnos a todos”.

 

En El Comercio, Gonzalo Banda señala que el establishment peruano parece vivir en un país que solo existe en los documentales de Netflix, en los que los peruanos con ponchos y trajes típicos solo son buenos “si forman parte del paisaje, pero que ni se les ocurra protestar”.

 

Reliquias del pasado

Según escribe Enrique Moradiellos en El Holocausto y la España de Franco (2022), la verdad en la historia no se refiere tanto al pasado en sí, esencialmente incognoscible, como a “las reliquias” que de él se preservan en el presente: los relatos históricos más verosímiles son los que más pruebas verificables tienen.

 

De su primer viaje al Perú en 1979, el historiador mexicano Enrique Krauze recuerda que percibió que la “herida abierta de la conquista” era más tangible que en México, lo que explicaba el carácter “desgarrado y fértil” de su indigenismo.

 

En las obras de José María Arguedas y Ciro Alegría virtuosos campesinos resisten heroicamente a gamonales que reinan desde tiempos inmemoriales en haciendas inexpugnables apoyados por militares, jueces y curas venales.

 

Para acabar con las formas de servidumbre feudal en las haciendas serranas, la reforma agraria del general Velasco Alvarado (1968-75) las expropió y repartió sus tierras, un cambio en la historia andina que algunos sociólogos equiparan a la abolición de la esclavitud en las Américas entre 1810 y 1888

 

Hasta entonces, en la Sierra peruana las haciendas no valían por su extensión sino por el número de pongos (criados indígenas, una palabra de origen quechua) que vivían en ellas. En Los rostros de la plebe (1984) Alberto Flores Galindo describió ese orden arcaico como uno de “hombres de a pie y

hombres de a caballo; unos descalzos y otros con altas botas”.

 

Muros y estigmas

El caso peruano no es único. En Río de Janeiro, Caracas o Guayaquil es fácil también distinguir por el color de piel predominante en las calles cuando se cruza de un barrio alto a una favela. En Lima, el Tribunal Constitucional ordenó hace poco el derribo del llamado “muro de la vergüenza” de 10

kilómetros que separa desde los años ochenta el distrito de La Molina, donde abundan mansiones, de las chabolas de adobe de Villa María del Triunfo, donde las calles son de tierra y no hay agua corriente ni alcantarillas.

 

Según la sentencia, el muro, coronado de alambradas, era discriminatorio e inadmisible en una democracia. La Molina no descarta llevar el asunto a los tribunales internacionales.

 

Aunque nadie admite ser racista, el sesgo sale a la luz en grupos cerrados, en el espacio de confidencias y bromas. Declararse mestizo significa muchas veces asumir una máscara circunstancial y de conveniencia en países en los que los códigos raciales son ubicuos, aunque no estén escritos.

 

«En Río de Janeiro, Caracas o

Guayaquil es fácil distinguir por el

color de piel predominante en las

calles cuando se cruza de un barrio

alto a una favela»

 

En Brasil, que recibió el 45% de los esclavos llevados al Nuevo Mundo, unos 4,8 millones, y el Caribe, donde fueron a parar otros 2,7 millones, predominan los prejuicios contra la negritud. En Guatemala, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico atribuyó “al racismo” la saña de los operativos militares contra las comunidades indígenas durante la guerra que sufrió el país centroamericano durante 36 años y que se cobró las vidas de más de 200.000 personas, un 83% de ellas mayas-quiché.

 

Limpieza de sangre o racismo

Si hay una forma segura de repetir los viejos ciclos de violencia, es seguir impidiendo que verdades incómodas salgan a flote. La identidad, al fin y al cabo, no es un imperativo étnico, histórico o lingüístico. El problema es hacerlo en sociedades a las que resulta muy traumático reconocer su racismo. En Castro, los negros y África (1988), Carlos Moore, escritor afrocubano, denunció la dificultad de combatir las discriminación en un país que niega su existencia. En 2000 el ejército tenía cuatro generales negros de

un total de 95.

 

En Cuba los expedientes de limpieza de sangre no se suprimieron hasta 1870. Aunque para entonces habían perdido utilidad legal, revelaban que la sociedad colonial aceptaba las desigualdades raciales como naturales. En 1841, negros y esclavos libres –mandingas, lucumís, carabalís…– eran la mayoría: 58,5%.

 

Durante los virreinatos, la sociedad blanca vivía obsesionada con títulos nobiliarios, pergaminos y escudos de armas en los que se gastaba fortunas porque nobleza y poder político iban de la mano. En el siglo XIX, las elites criollas adoptaron con entusiasmo el llamado racismo científico de moda que sostenía que la “mala calidad” étnica obstruía el camino del progreso.

 

Cuando Arthur de Gobineau, autor de Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas (1855), fue miembro de la delegación diplomática francesa en Río de Janeiro, escribió que todos los brasileños excepto su amigo, el emperador Pedro II y su corte, tenían sangre negra, “la depravada ralea del

género humano”.

 

Poblar para civilizar

En Argentina y Chile, el lema republicano fue “poblar para civilizar”. Pero solo hasta cierto punto. Poblar es “embrutecer” cuando se puebla con chinos, indios o negros, escribió Juan Bautista Aberdi, inspirador de la constitución argentina de 1853. Hasta hoy, los apellidos de los terratenientes se reconocen en jueces, congresistas, militares y banqueros del Cono Sur.

 

Entre 1979 y 1983 las comunidades mapuches chilenas reconocidas disminuyeron de 3.000 a 300 por las políticas de parcelación del régimen militar. Según Elisa Loncón, expresidenta mapuche de la Convención Constitucional, el nuevo proceso de redacción de una propuesta constitucional supone un retroceso político al siglo XIX. “Ya resolvieron sin nosotros que Chile es una nación única”, dijo.

 

Fin de los tabúes sobre racismo

El nombramiento de la vicepresidenta afrocolombiana Francia Márquez como ministra de Igualdad y Equidad y de la afrobrasileña Anielle Franco como ministra de Igualdad Racial muestran que el silencio está llegando su fin. En su reciente discurso de toma de posesión, Lula dijo que enterrar “la trágica herencia de nuestro pasado esclavista” sería una de sus prioridades. En Brasil el 75% de los pobres y el 76% de los que mueren de forma violenta son pretos (negros). Tras ganar el mundial de 2022 con la canarinha, Ronaldo Nazario dijo “yo antes era negro, pero ya no”.

 

Una nación es, en cierto modo, una saga genealógica: un relato sobre quienes son sus antepasados. Ante el Foro Permanente de Afrodescendientes de la ONU en Ginebra, Márquez, elegida por el Financial Times como una de las 25 mujeres del año, pidió a la ONU que establezca mecanismos de “reparación histórica” a las víctimas del esclavismo.

 

«Tras ganar el mundial de 2022 con ‘la canarinha’, Ronaldo Nazario dijo ‘yo antes era negro, pero ya no’»

 

Barbados, que se proclamó república independiente en noviembre de 2021, planea demandar a los descendientes británicos de los dueños de plantaciones de algodón y azúcar. Entre ellos el actor Benedict Cumberbatch, que dio vida al dueño de una de ellas en Nueva Orleans en 12 años de

esclavitud (2013). Aceptó el papel, dijo, para tratar de saldar el daño cometido por un antepasado suyo que adquirió en 1728 una plantación en Barbados. Esta llegó a poseer 250 esclavos y estuvo en manos de su familia durante casi un siglo.

 

‘Café com leite’

El problema es que calificar racialmente implica ir en contra del valor de igualdad. Según ese discurso, el racismo sería solo una ilusión o un espejismo: el deseo de ver discriminación racial donde solo hay desigualdad económica.

 

Como en otros terrenos, Brasil está tomando la iniciativa a través de medidas de discriminación positiva, siguiendo el modelo de la affirmative action de EEUU. Entre 2003 y 2010, los gobiernos de Lula sacaron adelante leyes para que pretos y pardos tuvieran cuotas fijas de acceso a la administración. Y a las universidades públicas. La Universidad del Estado de Río de Janeiro les asignó un 40% de sus vacantes. Con eso triplicó su número en las facultades de medicina y derecho, pero también las demandas judiciales de quienes se sintieron perjudicados.

 

Era inevitable en un país de 210 millones de habitantes en el que casi todos reconocen tener ancestros de diferentes razas. Y en el que censo incluye decenas de clasificaciones determinadas por el color de la piel, entre ellas café com leite.

 

América Latina es ahora consciente de esos problemas, pero está aún lejos de saber cómo resolverlos.


Por Esteban Gonzales Manrique