TRADUCCIÓN A OTROS IDIOMAS - TRANSLATION TO OTHER LANGUAGES
lunes, 27 de febrero de 2023
domingo, 26 de febrero de 2023
JUBILADO ES VÍCTIMA DE FRAUDE BANCARIO Y PIERDE MÁS DE S/ 48 MIL EN EL BANCO DE LA NACIÓN)
Merker Molina es un anciano de 80
años que ha perdido más de S/ 48 000 por un fraude bancario en una de las sedes
del Banco de la Nación ubicada en Comas.
El anciano detalló que se percató de
la pérdida de su dinero cuando acudió el 28 de diciembre de 2022 a la agencia
de este banco para retirar su gratificación por Navidad. En ese momento, le
indicaron que ya no tenía fondos.
Antes de esa fecha, el señor Molina
había acudido el 14 de diciembre para retirar su pensión de S/ 650 en la
ventanilla de esta agencia como todos los meses. El anciano recordó que, en esa
oportunidad, la cajera le pidió su tarjeta y le devolvió otra.
El adulto mayor no denunció el cambio
de su tarjeta por desconocimiento. Sin embargo, ahora sospecha de la
trabajadora porque, desde esa fecha, iniciaron los retiros y compras por
internet. Además, esta cajera dejó de trabajar en el Banco de la Nación.
Maritza Molina, hija de la víctima de
fraude bancario, contó que en un plazo menor de 15 días se realizaron retiros
en cajeros automáticos por S/3 000 diarios. Asimismo, se realizaron compras por
internet y pagos con POS.
"Mi papá nunca ha hecho eso. Con
la justas hacia retiros por ventanilla, pero desde ese día [14 de diciembre] empezaron
los retiros y las compras", indicó a Exitosa.
El anciano ha presentado tres
reclamos al Banco de la Nación. Sin embargo, la entidad bancaria ha pedido un
plazo de 30 días para realizar las investigaciones. Cabe precisar que ya
pasaron tres meses de la denuncia, pero el banco aún no brinda información ni
datos del nombre de la cajera, las cámaras de seguridad de la agencia y tampoco
ha facilitado información de quien realizó los retiros en los cajeros
automático.
La familia también ha presentado una
queja en Indecopi y ha formalizado una denuncia ante la Policía Nacional del
Perú (PNP), pero no obtienen respuesta.
"Todos dicen que hay que
esperar, pero ya nos vamos por el tercer mes y no hay respuesta", agregó
Maritza.
No es la única denuncia en el Banco
de la Nación
Jonathan Velázquez es otro usuario
del Banco de la Nación que perdió S/2 600. El adulto mayor vive en la ciudad de
Abancay, en Apurímac, pero registra retiros de su dinero en el distrito del
Rímac y Comas, en la ciudad de Lima.
"Yo me encontraba en mi centro
de trabajo en Antabamba (Apurímac), eso es demostrable. También tengo imágenes
donde corto mi tarjeta en frente de la señorita que atiende en el Banco de la
Nación", sostuvo.
El adulto mayor presentó una denuncia
ante la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Banco de la Nación. Sin embargo,
solo ha recibido una carta de respuesta del banco en donde le piden 30 días más
para investigar su caso.
"Hasta la fecha ya va ser un año
y no tengo ningún tipo de respuesta", señaló en Exitosa. Indicó también
que el administrador del Banco de la Nación de Abancay le aseveró que "no
tiene nada que ver" con su caso.
Merker Molina es un anciano de 80
años que ha perdido más de S/ 48 000 por un fraude bancario en una de las sedes
del Banco de la Nación ubicada en Comas.
El anciano detalló que se percató de
la pérdida de su dinero cuando acudió el 28 de diciembre de 2022 a la agencia
de este banco para retirar su gratificación por Navidad. En ese momento, le
indicaron que ya no tenía fondos.
Antes de esa fecha, el señor Molina
había acudido el 14 de diciembre para retirar su pensión de S/ 650 en la
ventanilla de esta agencia como todos los meses. El anciano recordó que, en esa
oportunidad, la cajera le pidió su tarjeta y le devolvió otra.
El adulto mayor no denunció el cambio
de su tarjeta por desconocimiento. Sin embargo, ahora sospecha de la
trabajadora porque, desde esa fecha, iniciaron los retiros y compras por
internet. Además, esta cajera dejó de trabajar en el Banco de la Nación.
Maritza Molina, hija de la víctima de
fraude bancario, contó que en un plazo menor de 15 días se realizaron retiros
en cajeros automáticos por S/3 000 diarios. Asimismo, se realizaron compras por
internet y pagos con POS.
"Mi papá nunca ha hecho eso. Con
la justas hacia retiros por ventanilla, pero desde ese día [14 de diciembre]
empezaron los retiros y las compras", indicó a Exitosa.
El anciano ha presentado tres
reclamos al Banco de la Nación. Sin embargo, la entidad bancaria ha pedido un
plazo de 30 días para realizar las investigaciones. Cabe precisar que ya
pasaron tres meses de la denuncia, pero el banco aún no brinda información ni
datos del nombre de la cajera, las cámaras de seguridad de la agencia y tampoco
ha facilitado información de quien realizó los retiros en los cajeros
automático.
La familia también ha presentado una
queja en Indecopi y ha formalizado una denuncia ante la Policía Nacional del
Perú (PNP), pero no obtienen respuesta.
"Todos dicen que hay que
esperar, pero ya nos vamos por el tercer mes y no hay respuesta", agregó
Maritza.
No es la única denuncia en el Banco
de la Nación
Jonathan Velázquez es otro usuario
del Banco de la Nación que perdió S/2 600. El adulto mayor vive en la ciudad de
Abancay, en Apurímac, pero registra retiros de su dinero en el distrito del
Rímac y Comas, en la ciudad de Lima.
"Yo me encontraba en mi centro
de trabajo en Antabamba (Apurímac), eso es demostrable. También tengo imágenes
donde corto mi tarjeta en frente de la señorita que atiende en el Banco de la
Nación", sostuvo.
El adulto mayor presentó una denuncia
ante la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Banco de la Nación. Sin embargo,
solo ha recibido una carta de respuesta del banco en donde le piden 30 días más
para investigar su caso.
"Hasta la fecha ya va ser un año
y no tengo ningún tipo de respuesta", señaló en Exitosa. Indicó también
que el administrador del Banco de la Nación de Abancay le aseveró que "no
tiene nada que ver" con su caso.
Por Exitosa Noticias / Actualidad /
Actualizado al 26/02/2023
Merker Molina es un anciano de 80
años que ha perdido más de S/ 48 000 por un fraude bancario en una de las sedes
del Banco de la Nación ubicada en Comas.
El anciano detalló que se percató de
la pérdida de su dinero cuando acudió el 28 de diciembre de 2022 a la agencia
de este banco para retirar su gratificación por Navidad. En ese momento, le
indicaron que ya no tenía fondos.
Antes de esa fecha, el señor Molina
había acudido el 14 de diciembre para retirar su pensión de S/ 650 en la
ventanilla de esta agencia como todos los meses. El anciano recordó que, en esa
oportunidad, la cajera le pidió su tarjeta y le devolvió otra.
El adulto mayor no denunció el cambio
de su tarjeta por desconocimiento. Sin embargo, ahora sospecha de la
trabajadora porque, desde esa fecha, iniciaron los retiros y compras por
internet. Además, esta cajera dejó de trabajar en el Banco de la Nación.
Maritza Molina, hija de la víctima de
fraude bancario, contó que en un plazo menor de 15 días se realizaron retiros
en cajeros automáticos por S/3 000 diarios. Asimismo, se realizaron compras por
internet y pagos con POS.
"Mi papá nunca ha hecho eso. Con
la justas hacia retiros por ventanilla, pero desde ese día [14 de diciembre] empezaron
los retiros y las compras", indicó a Exitosa.
El anciano ha presentado tres
reclamos al Banco de la Nación. Sin embargo, la entidad bancaria ha pedido un
plazo de 30 días para realizar las investigaciones. Cabe precisar que ya
pasaron tres meses de la denuncia, pero el banco aún no brinda información ni
datos del nombre de la cajera, las cámaras de seguridad de la agencia y tampoco
ha facilitado información de quien realizó los retiros en los cajeros
automático.
La familia también ha presentado una
queja en Indecopi y ha formalizado una denuncia ante la Policía Nacional del
Perú (PNP), pero no obtienen respuesta.
"Todos dicen que hay que
esperar, pero ya nos vamos por el tercer mes y no hay respuesta", agregó
Maritza.
No es la única denuncia en el Banco
de la Nación
Jonathan Velázquez es otro usuario
del Banco de la Nación que perdió S/2 600. El adulto mayor vive en la ciudad de
Abancay, en Apurímac, pero registra retiros de su dinero en el distrito del
Rímac y Comas, en la ciudad de Lima.
"Yo me encontraba en mi centro
de trabajo en Antabamba (Apurímac), eso es demostrable. También tengo imágenes
donde corto mi tarjeta en frente de la señorita que atiende en el Banco de la
Nación", sostuvo.
El adulto mayor presentó una denuncia
ante la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Banco de la Nación. Sin embargo,
solo ha recibido una carta de respuesta del banco en donde le piden 30 días más
para investigar su caso.
"Hasta la fecha ya va ser un año
y no tengo ningún tipo de respuesta", señaló en Exitosa. Indicó también
que el administrador del Banco de la Nación de Abancay le aseveró que "no
tiene nada que ver" con su caso.
Merker Molina es un anciano de 80
años que ha perdido más de S/ 48 000 por un fraude bancario en una de las sedes
del Banco de la Nación ubicada en Comas.
El anciano detalló que se percató de
la pérdida de su dinero cuando acudió el 28 de diciembre de 2022 a la agencia
de este banco para retirar su gratificación por Navidad. En ese momento, le
indicaron que ya no tenía fondos.
Antes de esa fecha, el señor Molina
había acudido el 14 de diciembre para retirar su pensión de S/ 650 en la
ventanilla de esta agencia como todos los meses. El anciano recordó que, en esa
oportunidad, la cajera le pidió su tarjeta y le devolvió otra.
El adulto mayor no denunció el cambio
de su tarjeta por desconocimiento. Sin embargo, ahora sospecha de la
trabajadora porque, desde esa fecha, iniciaron los retiros y compras por
internet. Además, esta cajera dejó de trabajar en el Banco de la Nación.
Maritza Molina, hija de la víctima de
fraude bancario, contó que en un plazo menor de 15 días se realizaron retiros
en cajeros automáticos por S/3 000 diarios. Asimismo, se realizaron compras por
internet y pagos con POS.
"Mi papá nunca ha hecho eso. Con
la justas hacia retiros por ventanilla, pero desde ese día [14 de diciembre]
empezaron los retiros y las compras", indicó a Exitosa.
El anciano ha presentado tres
reclamos al Banco de la Nación. Sin embargo, la entidad bancaria ha pedido un
plazo de 30 días para realizar las investigaciones. Cabe precisar que ya
pasaron tres meses de la denuncia, pero el banco aún no brinda información ni
datos del nombre de la cajera, las cámaras de seguridad de la agencia y tampoco
ha facilitado información de quien realizó los retiros en los cajeros
automático.
La familia también ha presentado una
queja en Indecopi y ha formalizado una denuncia ante la Policía Nacional del
Perú (PNP), pero no obtienen respuesta.
"Todos dicen que hay que
esperar, pero ya nos vamos por el tercer mes y no hay respuesta", agregó
Maritza.
No es la única denuncia en el Banco
de la Nación
Jonathan Velázquez es otro usuario
del Banco de la Nación que perdió S/2 600. El adulto mayor vive en la ciudad de
Abancay, en Apurímac, pero registra retiros de su dinero en el distrito del
Rímac y Comas, en la ciudad de Lima.
"Yo me encontraba en mi centro
de trabajo en Antabamba (Apurímac), eso es demostrable. También tengo imágenes
donde corto mi tarjeta en frente de la señorita que atiende en el Banco de la
Nación", sostuvo.
El adulto mayor presentó una denuncia
ante la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Banco de la Nación. Sin embargo,
solo ha recibido una carta de respuesta del banco en donde le piden 30 días más
para investigar su caso.
"Hasta la fecha ya va ser un año
y no tengo ningún tipo de respuesta", señaló en Exitosa. Indicó también
que el administrador del Banco de la Nación de Abancay le aseveró que "no
tiene nada que ver" con su caso.
Por Exitosa Noticias / Actualidad /
Actualizado al 26/02/2023
73% DE LOS ENCUESTADOS CONSIDERA QUE DINA BOLUARTE DEBE RENUNCIAR A LA PRESIDENCIA Y 90% DESAPRUEBA AL CONGRESO
La encuesta de Instituto de Estudios
Peruanos (IEP) dio a conocer, el día de hoy, la apreciación de los ciudadanos
peruanos frente a temas políticos coyunturales como la renuncia de la
presidenta Dina Boluarte, la aprobación del Congreso, entre otros de interés
nacional.
Al respecto del primer eje, el 73% de
la ciudadanía consideró que la actual mandataria debería de dejar el cargo; en
esa línea, su desaprobación abarca el 77% de los encuestados, dejando a relucir
solo el 15% a favor de su gestión.
Mientras tanto, en lo que se refiere
al Legislativo, un total del 90% de peruanos, indica su desaprobación. En ese
sentido, la muestra encuestada en un 33% indica que los congresistas tienen la
intención de quedarse hasta el 2026.
En lo referente a un escenario de
"posible adelanto de elecciones", el 52% de la ciudadanía indicó que
es necesario un nuevo Gobierno y Congreso para terminar con la crisis política
actual; mientras que, solo un 28% indica que el contexto seguiría igual como
hasta ahora.
En esa línea, un 69% de los
encuestados indicó que las elecciones deberían darse, sin falta, para este año
2023, y un 13% para que los comicios electorales sean en el 2024.
En torno, a un tema debatido en estos
últimos meses, sobre si en nuestro país existe democracia, los encuestados señalan
en un 55% que sí se está viviendo de esa forma. Por otro lado, un 41%, indica
lo contrario. Opiniones dividas.
Sobre el cambio de Constitución, un
36% considera que se debe cambiar radicalmente la Carta Magna (un retroceso de
4 puntos porcentuales en relación a la encuesta del mes anterior); mientras
que, un 47% apunta a que solo se debiera hacer algunos cambios en la misma.
Por otro lado, en lo referido a
posibles candidatos para nuevos comicios electorales, el 58,8% de los
encuestados indican que no saben quién podría ser ese "buen
candidato"; solo un 24% sí se atreve a mencionar a un postulante para las
nuevas elecciones, en ese caso se refieren, en mayoría, al rector de la UNI
Alfonso López-Chau con un 4,5%, seguido por Hernando de Soto (4,2%), Rafael
López Aliaga (2,8%), entre otros, con un menor porcentaje.
Por último, se encuestó a la ciudadanía sobre qué personajes deberían retirarse de la política, en ese caso, la muestra de encuestados indicó en un 31,6% que Keiko Fujimori debería hacerlo, le sigue un 20,7% que no tiene idea de quiénes pueden hacerlo; un 13,5% señalan que "todos", Dina Boluarte con 7,3%; 4,8% indican que todos los congresistas y Alberto Otárola con 2,4%. Le siguen congresistas que han mostrado rechazo de los peruanos en los últimos meses.
Por
MANIFESTANTES BLOQUEAN TRAMO DE LA CARRETERA CENTRAL EN CHACLACAYO Y SE DECLARAN EN INSURGENCIA
Un grupo de manifestantes bloquearon
un tramo de la Carretera Central este jueves 23 de febrero al promediar las
cinco de la mañana. Los hechos se registraron en el kilómetro 20, en el
distrito de Chaclacayo.
Los vecinos precisaron que los
protestantes arrojaron piedras y quemaron llantas en ambas vías, que permiten
en el paso al distrito de Chosica y el paso a la ciudad de Lima.
En horas de la madrugada se reportó
gran congestión de vehículos. Aproximadamente a las seis de la mañana se acercó
personal de la municipalidad de Chaclacayo para iniciar las acciones de
limpieza.
Miembros de la Policía Nacional de la
comisaría de Chaclacayo también se acercaron a la zona para liberar la vía que
había sido tomada.
Cabe precisar que las personas que
bloquearon la vía no se quedaron en el lugar. Según testigos, este grupo de
alrededor de 20 personas se dirigió con dirección al río Rímac antes de que
llegaran las autoridades locales.
Manifestantes contra el Gobierno
Los residentes de la zona indicaron
que, cerca a la zona del bloqueo, encontraron pintas en las paredes que señalan
lo siguiente: "Gobierno usurpador, pueblo en insurgencia".
Hasta el momento, se desconoce quiénes
son los sujetos que iniciaron el bloqueo. Por el momento, el tránsito vehicular
ha sido reestablecido y la vía se encuentra totalmente despejada.
Publicado: 23/02/2023 / Exitosa
Noticias / Actualidad / Actualizado al 26/02/2023
lunes, 13 de febrero de 2023
MULTITUDES PROVINCIANAS HOY PROTESTAN Y MARCHAN EN LIMA Y PROVINCIAS ENTRE LA ESPERANZA Y EL DESPRECIO
"Nunca antes había sucedido en
nuestro país un fenómeno social de tal magnitud, ni con tales caracteres. Lejos
de la capacidad de organización de los partidos políticos. Y más lejos aún de
las posibilidades de agitación de los innumerables grupos y sectas pretendidamente
izquierdistas"}
De pronto, en apariencia súbitamente,
las multitudes populares comenzaron a salir a las calles y caminos en muchos
lugares del Perú a protestar, como un movimiento que se comunicaba de un sitio
a otro. La respuesta de los titulares del gobierno fue tratar de pararlos a
balazos y abatieron a unos 55 jóvenes.
Pero las multitudes no se calmaron ni
acorbadaron. Al contrario, sin perder la serenidad continuaron su protesta en
las calles, plazas y carreteras. Y luego, innumerables delegaciones de ellas se
embarcaron en cuanto vehículo pudieron o se desplazaron a pie por las
carreteras en dirección a Lima. Una vez en la Capital, marcharon por las calles
y avenidas hasta que fueron contenidas por miles de policías de choque y
bombardeos con gases lacrimógenos. Tal cantidad de policías en las provincias y
Lima le permitió a la ciudadanía enterarse que está cercada por un régimen
policiaco, como en un campo de concentración.
Nunca antes había sucedido en nuestro
país un fenómeno social de tal magnitud, ni con tales caracteres. Lejos de la
capacidad de organización de los partidos políticos. Y más lejos aún de las
posibilidades de agitación de los innumerables grupos y sectas pretendidamente
izquierdistas. Incluso si se hubieran unido. A lo más, algunos de sus miembros
sensibilizados y hasta probablemente sorprendidos se unieron a esos
manifestantes.
Dos preguntas suscita este fenómeno
social: cuáles son sus causas y cuáles las causas de la mortífera réplica de
los titulares del gobierno.
La primera interrogante da lugar a
dos niveles de respuesta: uno inmediato y otro profundo.
En el nivel inmediato, las
motivaciones de las protestas son políticas. Las multitudes populares protestan
1) contra el golpe de Estado parlamentario del 7 de diciembre que depuso al
Presidente de la República y lo encarceló, violando la Constitución y las
leyes, culminando una campaña de hostigamiento desde antes que asumiera la
presidencia; 2) porque ellas eligieron a ese maestro de escuela, hombre del
pueblo, trabajador y mestizo; 3) porque ese hombre les había conferido la
dignidad de que, luego de doscientos años de vida republicana, uno de los suyos
llegase a la primera magistratura de la Nación; y 4) porque en su mensaje del 7
de diciembre, reproduciendo lo que ellos querían, había dicho que cerraría el
Congreso de la República, un antro de comechados para ellos, y que procedería a
reorganizar el Ministerio Público, el Poder Judicial y la Junta Nacional de
Justicia.
En el nivel profundo, estas protestas
multitudinarias expresan: 1) el sentir y la voluntad de vastos sectores de las
clases trabajadoras que han comenzado a comprender que tienen derecho a un
trato económico equitativo, a ingresos más elevados, a servicios públicos
eficientes y oportunos y a que sus hijos reciban una mejor educación, puesto
que son ellas las que crean la riqueza con su trabajo; 2) a que acabe de una
vez la discriminación contra ellas por tener la tez india o mestiza; y 3) que
van perdiendo el temor a la represión y a las balas.
En otros términos, en los hombres y
mujeres de las clases trabajadoras y campesinas, de la artesanía, de la pequeña
producción y el comercio, y en los estudiantes y profesionales salidos de esos
grupos va surgiendo la conciencia de su identidad social y de su importancia
como fuerza económica y política y, con ella, la aptitud a asimilar la
ideología que los lleve a otro estadio histórico del cual ellos sean una fuerza
protagónica.
La segunda interrogante, el por qué
de la represión y las muertes, tiene varias respuestas. Son: 1) el desprecio de
los grupos blancos con poder económico y sus auxiliares en el gobierno por las
gentes del pueblo (que se patentiza en la frase: “a esos cholos que protestan
en las calles hay que enseñarles quién manda”); 2) el miedo a las multitudes
populares (“son peligrosas, sobre todo cuando entienden”); y 3) el deseo
obsesivo de escarmentarlas (“para que nunca más vuelvan a hacerlo y ya no se
les ocurra volver a creer que todos los hombres y mujeres son iguales ante la
ley”).
Por consiguiente, sin ningún reparo
legal, dispusieron que las fuerzas
policiales y del Ejército salieran a reprimir y disparar, sin contemplaciones.
Los policías y soldados que ejecutaron esas órdenes no tuvieron en cuenta para
nada que la ciudadanía no les ha entregado las armas y les paga para que acaben
con la vida de los manifestantes y los derechos humanos; sino, al contrario,
para que los defiendan. Esa represión y esas muertes son inimaginables en
barrios blancos de Lima (“a ellos no se los toca ni con el pétalo de una
rosa”).
Recordemos que, en julio de 1949, el
gobierno de facto de Manuel Odría expidió el decreto ley de “Seguridad Interior
de la República” por el cual estableció la pena de muerte por terrorismo. Y
aunque nunca la aplicó, sus esbirros Pips mataron a unas diez personas en
operativos contra apristas (que no eran peligrosos para ellos) y comunistas
(sus verdaderos objetivos).
Ahora la pena de muerte ha sido
decretada, informalmente se diría. Y les ha sido aplicada a unos 55 jóvenes del
pueblo que salieron a las calles a protestar. De ellos, la prensa y ciertas
oficinas policiacas inconstitucionales han dicho ya, para justificarlas sin
fundamento, que actuaban movidos por el terrorismo. Como parte del operativo
represivo del gobierno, los fiscales han acusado a más de 600 personas
detenidas en las manifestaciones. No sería raro que también denuncien a los que
cayeron por las balas y los notifiquen y busquen allí donde están ahora.
La señora rectora de la Universidad
de San Marcos ¿estuvo también pensando en que la pena de muerte debería serles
aplicada a los estudiantes congregados en el campus universitario para atender
a los manifestantes de provincias que habían sido hospedados allí cuando pidió
la intervención de la policía para sacarlos? Felizmente, esos estudiantes,
intuyendo lo que podría sucederles si resistían, se comportaron prudentemente.
Pero igual, las fuerzas policiales los vejaron desde que rompieron una puerta
con una tanqueta. Los hicieron recostarse en el suelo, como a reclusos de
Lurigancho y El Frontón bajo los gobiernos de García y Fujimori antes de
matarlos. Los enmarrocaron y los condujeron a una prisión local. No fue solo
una metida de pata hasta el bikini. De no haber habido periodistas ¿qué habría
sucedido?
Mientras tanto, la señora Presidenta,
autora mediata de las ejecuciones de la gente en las calles, sigue en Palacio,
asistida por los grupos golpistas del Congreso, de derecha, centro y pretendida
izquierda que vacaron ilegítimamente al presidente Castillo, con la intención,
al parecer, de quedarse todos hasta julio de 2026. El artículo 115º de la
Constitución dispone que por impedimento permanente del vicepresidente en
ejercicio de la presidencia, asume sus funciones el presidente del Congreso. Y
convoca de inmediato a elecciones.
Ese impedimento sobrevendría si la
Presidenta renunciara. Y así se resolvería la crisis política generada por el
golpe de Estado del Congreso. Si no renuncia, se tendría que modificar la
Constitución con 87 votos en dos legislaturas seguidas para convocar elecciones
en el plazo que ellos quieran. Pero todo indica que esa mayoría nunca podría
alcanzarse. A esos grupos les es necesario, por lo tanto, mantener a Dina
Boluarte en la presidencia para quedarse.
Dina Boluarte fue elegida por el voto
de los electores de los departamentos que ahora la rechazan. Está por lo tanto,
totalmente desautorizada. Y su presencia en la Presidencia es la causa
inmediata de la actual crisis política de nuestro país.
Por Jorge Rendón Vásquez
EL RACISMO SIGUE MUY PRESENTE EN AMÉRICA LATINA Y ES EL ‘APARTHEID’ DE FACTO ESTÁ ARRAIGADO EN LOS HÁBITOS MENTALES QUE NO NECESITA LEYES PARA EXISTIR
“En 1517 el padre Bartolomé de las Casas tuvo mucha piedad de los indios que se extenuaban en los infiernos de las minas de oro antillanas, y recomendó al emperador Carlos V la importación de negros que se extenuaran en los infiernos de las minas de oro antillanas”.
Jorge Luis Borges, Historia Universal de la Infamia (1935).
Racismo: ¿una patología latinoamericana?
El racismo sigue muy presente en
América Latina y se puede considerar que el ‘apartheid’ de facto está tan
arraigado en los hábitos mentales que no necesita leyes para existir. Se han
visto algunos avances judiciales y políticos para tratar de revertir la
situación, pero aún está lejos de ser resuelta.
Andrés Manuel López Obrador, en una de sus recientes “mañaneras” acusó a las élites peruanas del “acoso y discriminación” que habrían forzado a Pedro Castillo a tomar decisiones que derivaron en su destitución por el Congreso. También reveló algunas de las conversaciones que tuvo con él en los 16 meses que gobernó en la Casa de Pizarro. En una de ellas, el exmaestro rural le contó que las señoras de la pituquería limeña se tapaban la nariz cuando pasaba a su lado.
López Obrador –nacido y formado en
Tabasco, por lo que muchos mexicanos le tratan de naco, un mexicanismo
despectivo para gente de origen indígena–, le replicó que, en sus tiempos, a
Benito Juárez, oaxaqueño de ascendencia zapoteca, las señoronas de la
oligarquía criolla solían decir que “iban al Juárez”, por decir el baño.
Cholos y pitucos
Desde que Castillo lanzó su campaña,
que sorpresivamente le llevó a la segunda vuelta y que ganó en junio de 2021
con un 0,4% de diferencia de votos, se aprovechó de la imagen de campesino
cholo, provinciano y sindicalista. Lo hizo en contraposición a la pituquería
limeña racista que le impedía
gobernar.
Los corresponsales en Lima perciben
de inmediato que la demanda étnica que agita Castillo no es gratuita en un país
construido sobre una gran fractura: la que separa la serranía andina, de
mayoría quechua y aimara, de la costa criolla que mira al Pacífico.
México tiene la población indígena
más numerosa de la región, y, aunque solo representa un 12%-15% del total, su
gravitación en el imaginario del nacionalismo mexicano es mucho mayor. En su
felicitación por año nuevo, en un tuit con su foto ante una pirámide maya en
Palenque, López Obrador señaló que fue construida 1.000 años antes de que
“llegaran los europeos a invadirnos”. Como los liberales juaristas
decimonónicos, venía a decir que la
nación mexicana cayó luchando contra Cortés y tardó tres siglos en curar las
heridas.
Fracturas internas por racismo
En Guatemala, Ecuador, Perú y Bolivia
la población indígena es mayoría, sobre todo en zonas rurales, donde las
fisuras – geográficas, raciales, culturales– generan fricciones con frecuencia
violentas. En las actuales protestas peruanas, en las que la represión policial
se ha cobrado 30 vidas, los grandes medios limeños solo ven vándalos,
terroristas y narcotraficantes.
«La
demanda étnica que agita
Castillo
no es gratuita en un país
construido
sobre una gran fractura:
la que
separa la serranía andina, de
mayoría
quechua y aimara, de la
costa
criolla que mira al Pacífico»
Pedro Angulo, el fugaz primer
ministro de la presidenta Dina Boluarte, denunció que las protestas manipulaban
a “las personas de las alturas que hablan quechua o aimara”. Según escribe
Cecilia Méndez en La República, el apartheid de facto está tan arraigado en los
hábitos mentales que no necesita leyes para existir: “El país no puede
continuar en esta trayectoria infame sin deshumanizarnos a todos”.
En El Comercio, Gonzalo Banda señala
que el establishment peruano parece vivir en un país que solo existe en los
documentales de Netflix, en los que los peruanos con ponchos y trajes típicos
solo son buenos “si forman parte del paisaje, pero que ni se les ocurra
protestar”.
Reliquias del pasado
Según escribe Enrique Moradiellos en
El Holocausto y la España de Franco (2022), la verdad en la historia no se
refiere tanto al pasado en sí, esencialmente incognoscible, como a “las
reliquias” que de él se preservan en el presente: los relatos históricos más
verosímiles son los que más pruebas verificables tienen.
De su primer viaje al Perú en 1979,
el historiador mexicano Enrique Krauze recuerda que percibió que la “herida
abierta de la conquista” era más tangible que en México, lo que explicaba el
carácter “desgarrado y fértil” de su indigenismo.
En las obras de José María Arguedas y
Ciro Alegría virtuosos campesinos resisten heroicamente a gamonales que reinan
desde tiempos inmemoriales en haciendas inexpugnables apoyados por militares,
jueces y curas venales.
Para acabar con las formas de
servidumbre feudal en las haciendas serranas, la reforma agraria del general
Velasco Alvarado (1968-75) las expropió y repartió sus tierras, un cambio en la
historia andina que algunos sociólogos equiparan a la abolición de la
esclavitud en las Américas entre 1810 y 1888
Hasta entonces, en la Sierra peruana
las haciendas no valían por su extensión sino por el número de pongos (criados
indígenas, una palabra de origen quechua) que vivían en ellas. En Los rostros
de la plebe (1984) Alberto Flores Galindo describió ese orden arcaico como uno
de “hombres de a pie y
hombres de a caballo; unos descalzos
y otros con altas botas”.
Muros y estigmas
El caso peruano no es único. En Río
de Janeiro, Caracas o Guayaquil es fácil también distinguir por el color de
piel predominante en las calles cuando se cruza de un barrio alto a una favela.
En Lima, el Tribunal Constitucional ordenó hace poco el derribo del llamado
“muro de la vergüenza” de 10
kilómetros que separa desde los años
ochenta el distrito de La Molina, donde abundan mansiones, de las chabolas de
adobe de Villa María del Triunfo, donde las calles son de tierra y no hay agua
corriente ni alcantarillas.
Según la sentencia, el muro, coronado
de alambradas, era discriminatorio e inadmisible en una democracia. La Molina
no descarta llevar el asunto a los tribunales internacionales.
Aunque nadie admite ser racista, el
sesgo sale a la luz en grupos cerrados, en el espacio de confidencias y bromas.
Declararse mestizo significa muchas veces asumir una máscara circunstancial y
de conveniencia en países en los que los códigos raciales son ubicuos, aunque
no estén escritos.
«En Río de Janeiro, Caracas o
Guayaquil es fácil distinguir por el
color de piel predominante en las
calles cuando se cruza de un barrio
alto a una favela»
En Brasil, que recibió el 45% de los
esclavos llevados al Nuevo Mundo, unos 4,8 millones, y el Caribe, donde fueron
a parar otros 2,7 millones, predominan los prejuicios contra la negritud. En
Guatemala, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico atribuyó “al racismo”
la saña de los operativos militares contra las comunidades indígenas durante la
guerra que sufrió el país centroamericano durante 36 años y que se cobró las
vidas de más de 200.000 personas, un 83% de ellas mayas-quiché.
Limpieza de sangre o racismo
Si hay una forma segura de repetir
los viejos ciclos de violencia, es seguir impidiendo que verdades incómodas
salgan a flote. La identidad, al fin y al cabo, no es un imperativo étnico,
histórico o lingüístico. El problema es hacerlo en sociedades a las que resulta
muy traumático reconocer su racismo. En Castro, los negros y África (1988),
Carlos Moore, escritor afrocubano, denunció la dificultad de combatir las
discriminación en un país que niega su existencia. En 2000 el ejército tenía
cuatro generales negros de
un total de 95.
En Cuba los expedientes de limpieza
de sangre no se suprimieron hasta 1870. Aunque para entonces habían perdido
utilidad legal, revelaban que la sociedad colonial aceptaba las desigualdades
raciales como naturales. En 1841, negros y esclavos libres –mandingas, lucumís,
carabalís…– eran la mayoría: 58,5%.
Durante los virreinatos, la sociedad
blanca vivía obsesionada con títulos nobiliarios, pergaminos y escudos de armas
en los que se gastaba fortunas porque nobleza y poder político iban de la mano.
En el siglo XIX, las elites criollas adoptaron con entusiasmo el llamado
racismo científico de moda que sostenía que la “mala calidad” étnica obstruía
el camino del progreso.
Cuando Arthur de Gobineau, autor de
Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas (1855), fue miembro de la
delegación diplomática francesa en Río de Janeiro, escribió que todos los
brasileños excepto su amigo, el emperador Pedro II y su corte, tenían sangre
negra, “la depravada ralea del
género humano”.
Poblar para civilizar
En Argentina y Chile, el lema
republicano fue “poblar para civilizar”. Pero solo hasta cierto punto. Poblar
es “embrutecer” cuando se puebla con chinos, indios o negros, escribió Juan
Bautista Aberdi, inspirador de la constitución argentina de 1853. Hasta hoy,
los apellidos de los terratenientes se reconocen en jueces, congresistas,
militares y banqueros del Cono Sur.
Entre 1979 y 1983 las comunidades
mapuches chilenas reconocidas disminuyeron de 3.000 a 300 por las políticas de
parcelación del régimen militar. Según Elisa Loncón, expresidenta mapuche de la
Convención Constitucional, el nuevo proceso de redacción de una propuesta
constitucional supone un retroceso político al siglo XIX. “Ya resolvieron sin
nosotros que Chile es una nación única”, dijo.
Fin de los tabúes sobre racismo
El nombramiento de la vicepresidenta
afrocolombiana Francia Márquez como ministra de Igualdad y Equidad y de la
afrobrasileña Anielle Franco como ministra de Igualdad Racial muestran que el
silencio está llegando su fin. En su reciente discurso de toma de posesión,
Lula dijo que enterrar “la trágica herencia de nuestro pasado esclavista” sería
una de sus prioridades. En Brasil el 75% de los pobres y el 76% de los que
mueren de forma violenta son pretos (negros). Tras ganar el mundial de 2022 con
la canarinha, Ronaldo Nazario dijo “yo antes era negro, pero ya no”.
Una nación es, en cierto modo, una
saga genealógica: un relato sobre quienes son sus antepasados. Ante el Foro
Permanente de Afrodescendientes de la ONU en Ginebra, Márquez, elegida por el
Financial Times como una de las 25 mujeres del año, pidió a la ONU que
establezca mecanismos de “reparación histórica” a las víctimas del esclavismo.
«Tras
ganar el mundial de 2022 con ‘la canarinha’, Ronaldo Nazario dijo ‘yo antes era
negro, pero ya no’»
Barbados, que se proclamó república
independiente en noviembre de 2021, planea demandar a los descendientes
británicos de los dueños de plantaciones de algodón y azúcar. Entre ellos el
actor Benedict Cumberbatch, que dio vida al dueño de una de ellas en Nueva
Orleans en 12 años de
esclavitud (2013). Aceptó el papel,
dijo, para tratar de saldar el daño cometido por un antepasado suyo que
adquirió en 1728 una plantación en Barbados. Esta llegó a poseer 250 esclavos y
estuvo en manos de su familia durante casi un siglo.
‘Café com leite’
El problema es que calificar
racialmente implica ir en contra del valor de igualdad. Según ese discurso, el
racismo sería solo una ilusión o un espejismo: el deseo de ver discriminación
racial donde solo hay desigualdad económica.
Como en otros terrenos, Brasil está
tomando la iniciativa a través de medidas de discriminación positiva, siguiendo
el modelo de la affirmative action de EEUU. Entre 2003 y 2010, los gobiernos de
Lula sacaron adelante leyes para que pretos y pardos tuvieran cuotas fijas de
acceso a la administración. Y a las universidades públicas. La Universidad del
Estado de Río de Janeiro les asignó un 40% de sus vacantes. Con eso triplicó su
número en las facultades de medicina y derecho, pero también las demandas
judiciales de quienes se sintieron perjudicados.
Era inevitable en un país de 210
millones de habitantes en el que casi todos reconocen tener ancestros de
diferentes razas. Y en el que censo incluye decenas de clasificaciones
determinadas por el color de la piel, entre ellas café com leite.
América Latina es ahora consciente de
esos problemas, pero está aún lejos de saber cómo resolverlos.
Por Esteban Gonzales Manrique