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jueves, 30 de septiembre de 2021

LOS LIBERALES Y LOS NEOLIBERALES MENCIONAN LA IMPORTANCIA DEL CONSENSO CUANDO TIENEN EL CONTROL DE UN DETERMINADO ORDEN ECONÓMICO Y POLÍTICO, COMO HA SUCEDIDO EN EL PERÚ EN LOS ÚLTIMOS TREINTA AÑOS. PERO CUANDO SE SEÑALA QUE POR VOLUNTAD POPULAR HAY UN NUEVO PUNTO DE PARTIDA, ENTONCES CLAMAN QUE HAY “DICTADURA”


 


¿Consenso o hegemonía?

La desesperación de las huestes fujimoristas en los últimos días, que los hacen recurrir crecientemente a la violencia, es una muestra de que sus reclamos por un supuesto fraude electoral, ha sido derrotados y el país se acerca a la proclamación de Pedro Castillo como presidente electo. En este momento el tema es la formación del nuevo gobierno y al respecto parece que hubiera dos principios en pugna para ese propósito: ¿consenso o hegemonía?

 

El consenso como confluencia o acuerdo entre diferentes actores políticos es fundamental para el funcionamiento de una democracia. Sin embargo, se llega siempre a consensos políticos de gobierno a partir de que haya acuerdos sobre temas mayores como la legitimidad del Estado y del régimen político mismo. Ambas cuestiones han sido han sido destruidas por el neoliberalismo en el Perú, dejándonos luego de treinta años de dominio económico y político, un Estado aún más ajeno a la población del que existía y un régimen en crisis profunda que padece de la aguda desconfianza de los ciudadanos. Por estas carencias de legitimidad surge exitosa la figura de Pedro Castillo, que reclama precisamente instituciones en las que la gente pueda creer

 

En estas condiciones hay que reconstruir los acuerdos mayores sobre el régimen político y el Estado para a partir de ellos construir consensos para gobernar el Perú. En los debates de los últimos años en América Latina esto se llama promover un proceso de construcción hegemónica nacional y popular, que lleve al desarrollo de un nosotros colectivo, nacional o plurinacional según los diferentes criterios al respecto, que avance en la identidad entre los ciudadanos el y Estado. El proceso de construcción hegemónica necesita un liderazgo que lo impulse, es este caso el triunfo electoral ha llevado al profesor Pedro Castillo, que levanta banderas programáticas de cambio constitucional y cambio del modelo neoliberal, a su partido Perú Libre y a sus aliados, a jugar este papel.

 

El consenso entonces debe desarrollarse a partir de este liderazgo y el porvenir inmediato depende de la capacidad, personal y programática de los actores de cambio, para llevarlo adelante. Plantear el consenso a secas, sin referencia a liderazgo alguno y ajeno al proceso de construcción hegemónica señalado, es quedarnos en el orden económico y político actual que ha sido rechazado mayoritariamente por la población.

 

El consenso, sin referencia alguna, es un elemento clave de la ideología liberal que se pretende neutro y ajeno a las contradicciones que atraviesan la vida social y política. Los liberales y para nuestro caso también los neoliberales mencionan la importancia del consenso cuando tienen el control de un determinado orden económico y político, como ha sucedido en el Perú en los últimos treinta años. Desde allí quisieran acordar con los demás, pero cuando se señala que por voluntad popular hay un nuevo punto de partida, entonces claman que hay “dictadura”. No caigamos en la seducción de los consensos sin hegemonía, porque son consensos falsos que protegen el orden actual y no nos lleven sino a más de lo mismo.

 

La tarea de Pedro Castillo y su equipo es, por ello, potenciar el proceso de construcción hegemónica, que movimientos sociales partidos progresistas han iniciado en los últimos años para enfrentar la crisis de régimen, para a partir de allí congregar una mayoría ciudadana duradera que abra un nuevo camino de democratización y transforme el Perú.

 

Publicado originalmente en Otra Mirada


FRENTE A LOS LIBERALES Y LOS NEOLIBERALES ESTÁ LA POLÍTICA CONSTITUYENTE

 




Los términos de la política: liberales, neoliberales y constituyentes

Los términos en los que se hace la política son fundamentales para saber cuál es el futuro de un país, de allí el agudo conflicto que desatan los intentos de cambiarlos. En la actualidad en el Perú tenemos tres perspectivas en competencia. La más notoria es la del continuismo neoliberal, pero también asoma la liberal que ha vivido los últimos treinta años subordinada a la primera y la constituyente, que es la visión del cambio democratizador.

 

El continuismo neoliberal entre nosotros entiende la política como represión y clientelismo. Agrega el prefijo neo a liberal para resaltar su preferencia por las libertades de mercado a la democracia y reafirma la dependencia de nuestro país de los centros del capitalismo financiero mundial. No, por casualidad, empezó con golpe de estado y dictadura, pero supo darse continuidad con la constitución írrita de 1993, que consagró en su capítulo económico el derecho absoluto a la propiedad privada, y luego extender un vasto aparato clientelista que sobreviviría su gobierno autoritario. El continuismo neoliberal tomó formas democráticas de la transición del 2000 en adelante, pero manteniendo el modelo económico primario exportador, criminalizando la protesta y haciendo cada vez más difícil el registro de nuevos partidos.

 

Su trayectoria nos hace ver que no trepidó en cambiar de ropaje cada vez que le convino a sus intereses. De la democracia a la dictadura, de allí a la corrupción, la tortura y el asesinato y nuevamente a la democracia. Ya en esta ha procedido, en sus diferentes versiones, a la compra de electores y de elegidos, a la pataleta cuando las cosas no le salen como querían y a la oferta de mano dura como programa de futuro para el Perú.

 

La política liberal, por su parte, sueña el supuesto bien perdido de conjugar todas las libertades y predica cuando ha podido, el acuerdo imposible entre democracia y neoliberalismo que a la postre ha terminado siendo la reedición de diversas versiones del uso privado de los recursos públicos. Esta política liberal en el Perú no se ha distinguido, por ello, de su pariente neoliberal. Permaneció a su sombra durante buena parte de estos treinta años, no pudo o no se atrevió a cambiar la constitución de 1993 durante el gobierno de transición (2000-2001), ni tampoco contó con los arrestos necesarios para aprobar las reformas que promovió Henry Pease el 2003. El 2011, en la versión vargasllosiana de este liberalismo, le dio su primer certificado de buena conducta a Ollanta Humala, iniciando un camino que terminaría llevándolo a brazos neoliberales. Sólo resucita el 2018, con la iniciativa de reforma política de Martín Vizcarra, ya sumidos en la actual crisis de régimen. Esta iniciativa de reforma, que hubiera podido convertirse en una antesala de cambios mayores, tampoco logra vencer la resistencia neoliberal, naufragando al poco tiempo de plantearse.

 

En los últimos años, quizás si su mayor logro hegemónico, ha sido incursionar ideológicamente en predios progresistas, persuadiendo a algunos políticos e intelectuales de las bondades de un acuerdo bajo premisas liberales, es decir, de una reforma del modelo y de un régimen político basado en la competencia y el acuerdo entre notables como salida a la crisis. Curiosamente los liberales, que les encanta degustar tolerancia y apertura, no han tenido problemas para convivir bajo hegemonía neoliberal con sus parientes autoritarios o subordinando ellos a otros sectores progresistas, pero parece que no soportan el camino de una mayor democratización social y política. Hoy, este sector liberal busca extender su hegemonía sobre Pedro Castillo, aceptando su victoria en la segunda vuelta y embarcándose en un proyecto de “captura” del candidato, casi presidente electo. Cuán exitoso será en su propósito es muy temprano para decirlo.

 

Frente a liberales y neoliberales está la política constituyente, es decir, la voluntad de iniciar un proceso hegemónico alternativo de democratización social y política, que establezca una nueva institucionalidad por la vía de una Asamblea Constituyente que apruebe una Nueva Constitución. Esta aparece como la forma de desbloquear los límites de la institucionalidad neoliberal en funciones, cuyos candados están puestos, precisamente, para mantener el orden dictado por el golpe de estado del cinco de abril de 1992. Los acontecimientos de la segunda vuelta señalan que el conflicto a resolver es entre la continuidad del orden neoliberal, representado por Keiko Fujimori y el cambio constituyente que expresa Pedro Castillo.

 

La opción intermedia en la que insisten los liberales luego de haber perdido en las urnas, solo nos llevará al ahondamiento de la crisis de régimen sin solución a la vista. Esta solución intermedia plantea afrontar los problemas inmediatos, centrados en las necesidades urgentes de la pandemia y el hambre, antes que en el proceso constituyente. Este último sería la negación de lo primero. Grave error, el camino constituyente es precisamente la convergencia de lo inmediato con los histórico, pensarlo disociado es no haber entendido o no querer entender ni lo uno ni lo otro, porque oponerlos es negarlos. La tarea hoy no es el consenso, que nos deja en el pasado, sino la hegemonía que nos permite avanzar al futuro.

 

La política constituyente, sin embargo, no significa ceguera constituyente. Por una parte, está la promesa de Pedro Castillo de una Nueva Constitución. Si Castillo no cumple se convertirá en un Humala más de este mundo. Por ello, debe buscar la manera de convocar a un referéndum constituyente, el primer paso concreto hacia la Asamblea, en el tiempo más corto posible. Ahora bien, se trata de ampliar la para incluir en ella a la mayor cantidad de sectores democráticos, trascendiendo a los que hayan votado por alguna alternativa de izquierda o centro en las recientes elecciones y demostrando que es una convocatoria para refundar el Perú cuyos límites son la corrupción, la sobreexplotación y el entreguismo.

 

De triunfar, como se espera, el referéndum le dará el respaldo para convocar a la Asamblea Constituyente que se ocupe de redactar la nueva carta. Los neoliberales dicen que el mecanismo no está en la Constitución de 1993, pero esta carta tampoco estaba en ninguna parte, sino que la impusieron Fujimori y Montesinos a punta de golpe y fraude o sea que es tiempo ¡treinta años después! de poner las cosas en su sitio.

 

La política constituyente se plasmará así en acción constituyente, es decir en dar pasos concretos en el proceso que nos lleve a la instalación de una Asamblea Constituyente. Con esa orientación es que se deben dar los demás pasos del gobierno de Castillo, lo que lo acerque o lo aleje de ese propósito será lo que contribuya al éxito o derrota del mismo.

 

La gramática política, es decir la forma de lucha por el poder en el próximo período, será entonces una gramática constituyente. Las gramáticas del pasado, la neoliberal que está condenada por sus antecedentes y la liberal por sus miedos, no tienen futuro como gramáticas democráticas. Solo cabría que los liberales asuman que no es su tiempo y se integren a una política constituyente.

 

Escrito por: Nicolás Lynch.


EL GRITO DE “COMUNISMO”, POR LA DERECHA AL GOBIERNO DE PEDRO CASTILLO RESURGE COMO ESTIGMA, TRAYENDO UN FANTASMA DEL PASADO QUE YA NO EXISTE, PERO DICHO CUENTO ASUSTA A DETERMINADOS SECTORES SOCIALES DE LA POBLACION PERUANA

 



Los usos indiscretos del comunismo en el Perú.

Hemos escuchado en las últimas semanas la mención o más bien el grito de “comunismo”, por parte de la oposición de derecha al gobierno de Pedro Castillo, tanto en el debate público como en la manifestación callejera. Ha sido una incursión en el túnel del tiempo. Los mayores recordarán que la última vez de un uso tan repetido del término fue en la década de 1970, cuando los voceros de la vieja oligarquía despotricaban malheridos contra las reformas velasquistas. Posteriormente, ni con Alfonso Barrantes se atrevieron y eso que el doctor, puertas adentro y afuera, se reclamaba marxista-leninista. En la época de la guerra interna incluso se hacía la diferencia entre terrorismo y comunismo, quizás por respeto a los dos partidos comunistas que actuaban dentro de la legalidad y la democracia como miembros de la Izquierda Unida: el Partido Comunista-Unidad y el Partido Comunista-Patria Roja, diferenciándolos así de Sendero Luminoso, que, aunque se llamase también comunista desdecía con su conducta terrorista de todos sus nombres.

 

Sin embargo, entre los que se llamaban comunistas y/o marxistas-leninistas cuarenta años atrás lo que existía era, más que el establecimiento de una sociedad sin clases, el establecimiento de una sociedad justa, democrática e igualitaria; donde comunismo y/o marxismo-leninismo eran una marca de consecuencia en el mundo de la entonces Guerra Fría. Esto se hizo más claro luego de la caída del muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética, ocurridos por si no se acuerdan, entre 1989 y 1991. La izquierda, en sus diversos matices, pasó de postular la toma del poder por la vía del asalto armado al estado burgués, a señalar la necesidad de conseguir el cambio por la vía de la democratización de la sociedad y el estado. Ello, por supuesto, llevó a una renovación ideológica que con sus más y sus menos ha atravesado a casi todas las fuerzas de izquierda.

 

La democracia fue así la bandera para enfrentarse a la dictadura de Fujimori y Montesinos y la democracia ha sido también la bandera para enfrentar la criminalización de la protesta y el gobierno de élites del régimen neoliberal. El término, sin embargo, toma un nuevo significado en esta coyuntura de crisis del régimen que se impuso con el golpe del cinco de abril. Lo que se llamó con esperanza democracia a partir de la transición del 2000-2001 ha sido una gran frustración. Por ello, ya no se trata solo de competir en los parámetros de ese pasado sino de plantear una nueva relación entre derechos e instituciones, redefiniendo ambos, que nos permita dar un salto en la democratización, es decir plantear una nueva constitución.

 

Así, si la palabra comunismo alude todavía a un imaginario prohibido del pasado, no permitamos que nuestro significado actual de democracia, la nueva constitución, aluda a un imaginario prohibido del presente. Esta es quizás una de las luchas ideológicas postreras que nos plantea el neoliberalismo y debemos ganarla.

 

Por eso digo que comunismo resurge como estigma, trayendo un fantasma del pasado para calificar algo que ya no existe, pero que por asociación o cuento podría asustar a determinados sectores sociales. Lo que en realidad se teme por parte de quienes inventan la campaña es la democratización, tanto de la sociedad, porque no quieren la consideración del otro como igual, como del estado, ya que rechazan dejar o incluso compartir lo que han manejado como su chacra en las últimas décadas.

 

Pero los estigmas en su ridiculez revelan también su carácter efímero. Más y más sectores de la población se dan cuenta que no estamos ante dilemas del pasado sino ante definiciones fundamentales para nuestro porvenir como nación. Lo han demostrado millones de peruanos con su votación en las pasadas elecciones y ojalá que, en el futuro muy próximo, desde la calle y desde el gobierno del profesor Pedro Castillo, los peruanos tengamos todas las razones para poner al Perú en un camino democrático distinto al neoliberal.

 

Publicado originalmente en Otra Mirada


domingo, 26 de septiembre de 2021

EL PRESIDENTE MANATIENE SU APROBACIÓN Y SUS MINISTROS SUPERAN SU APROBACIÓN, ES UNA SEÑAL QUE SI HAY ACIERTOS EN EL GOBIERNO DE PEDRO CASTILLO

 

El gabinete ministerial juró el último 29 de julio. Foto: difusión




El presidente Castillo sigue en un nivel de aprobación similar al de agosto (38% vs. 40% en este mes). Lo mismo sucede con el primer ministro Bellido, con 33% de aprobación. Los ministros en su conjunto, con 38% de aprobación, superan las cifras del primer ministro, mas no las del presidente. Sin embargo, tres ministros por los que se pregunta individualmente: Salud, Economía y Justicia, superan la aprobación del presidente y del premier.

 

El ministro de Salud tiene una aprobación similar a la de su antecesor (67%), el de Justicia tiene 49% de aprobación. El ministro de Economía cuenta con 54% de aprobación, mayor que la de su antecesor y que la del ministro de Economía del gobierno de Kuczynski en septiembre del 2016 (42% de aprobación según datos de La República-GfK).

 

Y esto se da pese a que la percepción del manejo de la economía por parte del Gobierno no es tan buena, solo 20% cree que es muy/algo bueno y 41% regular. Más allá de una lectura entre lo radical versus lo moderado en el gabinete, parece que estamos en un escenario de solvencia versus mediocridad. Los tres ministros evaluados no han tenido tantos cuestionamientos como otros.

 

Se mantiene, aún, una mejor valoración del personaje de Pedro Castillo en términos de su preocupación por los pobres y por representar a “gente como uno” que en su capacidad para gobernar. Si bien sigue siendo importante ese capital que viene desde las elecciones, se puede ir diluyendo tanto por su inacción como por la actuación de sus ministros. Como estamos viendo, hay algunos ministros que suman, mientras otros restan.


Análisis por Patricia Zárate, jefa de Estudios de Opinión del IEP

A 60 DÍAS DE GESTION: GUIDO BELLIDO CARGA EL PASIVO DEL GOBIERNO Y SALUD, ECONOMÍA Y JUSTICIA, ES UNA SEÑAL QUE SI HAY ACIERTOS EN EL GOBIERNO DE PEDRO CASTILLO

 

La aprobación a Castillo es más común fuera de Lima metropolitana. Foto: Presidencia



PEDRO CASTILLO SIGUE CON MAYOR RESPALDO FUERA DE LIMA METROPOLITANA, SEGÚN IEP

Estancamiento y valoración. Un 40% de los peruanos lo aprueba y un 42% lo desaprueba. En la capital, aprobación es de 25%, en el resto del país, 48%. Cevallos, Francke y Torres mejor que Bellido.

 

El presidente Pedro Castillo se estanca en su aprobación, con dos quintas partes del país a favor y algo similar en contra, pero aún más fuerte fuera de Lima, según la última encuesta nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), investigación para La República.

 

El estudio consultó a la población del 20 al 23 de setiembre reciente y tiene márgenes de error de 2,8 puntos por encima y debajo de cada resultado de representación nacional.

 

Aproximadamente, un 40% de los peruanos aprueba la forma como Castillo conduce su gobierno. Es decir, casi dos quintas partes de la ciudadanía la consideran buena o suficiente.

 

Al contrario, un 42% desaprueba cómo dirige su gestión. En tanto, un 18% -casi una quinta parte del país- no sabe o no precisa su posición.

 

La aprobación a Castillo es más común fuera de Lima metropolitana. Solo un 25% de los capitalinos lo favorece en esa evaluación, pero en el resto del país un 48% lo aprueba.

En las provincias del norte peruano, un 42% le da su aprobación; en las del centro, un 48%; en las sureñas, un 58%; y en las del oriente, un 43%.

 

Infografía - La República

Infografía - La República

Cerca de la mitad del país coincide en que Castillo, en mucho o en algo, se preocupa por los que menos tienen (un 53% lo cree) y que “representa a gente como uno” (un 51%). Algo menos de la mitad del Perú considera que, en mucho o en algo, tiene capacidad para gobernar (un 46%) y le inspira confianza (un 44%). En Lima, su imagen positiva es menor.

 

Infografía - La República


MINISTROS

Los titulares de Salud, Hernando Cevallos; Economía, Pedro Francke; y Justicia, Aníbal Torres, tienen mayor aprobación que el primer ministro, Guido Bellido. A Cevallos lo aprueba un 67% del país; a Francke, un 54%; y a Torres, un 49%. A Bellido, solo un 33%.

 

La vacunación contra el Covid-19 es lo más valorado: un 58% cree que Castillo y su equipo la vienen manejando bien o muy bien.

Infografía - La República


Infografía - La República


Infografía - La República 

Infografía - La República

Escrito por: David Pereda - 26 Set 2021 | 17:28 h

viernes, 17 de septiembre de 2021

PRORROGAN MODIFICACIONES PARA ELECCIONES DEL 2022


 

Con la finalidad de fomentar un proceso electoral seguro frente a la emergencia sanitaria de la COVID-19 y el adecuado ejercicio del derecho a sufragio de la ciudadanía, el Pleno del Congreso aprobó una prórroga de 30 días para evaluar modificaciones a las reglas electorales que regirán para los comicios regionales y municipales del 2022.

 

En efecto, durante la sesión plenaria, se debatió el dictamen recaído en los proyectos de ley 0113-2021, 0128 y 0136-CR, sobre normas electorales aplicables para la próxima elección de autoridades ediles y de los gobiernos regionales.

 

La legisladora Patricia Juárez Gallegos (FP), presidenta de la Comisión de Constitución, sustentó el dictamen en mayoría; sostuvo que se ha considerado la incorporación y la modificación de diversas disposiciones transitorias en la normativa electoral, específicamente en la Ley de Organizaciones Políticas, Ley 29084, así como en la Ley Orgánica de Elecciones, Ley 26859.

 

“La reforma tendrá como objetivo la suspensión de la aplicación de las normas que regulan las elecciones primarias con relación a las elecciones regionales y municipales del 2022, así como la inaplicación temporal de algunos artículos de las citadas leyes, con el objetivo de modificar determinados plazos administrativos a efectos de coadyuvar al pleno ejercicio del derecho de sufragio pasivo”, afirmó la congresista Juárez.

 

Asimismo, refirió que las medidas responden al actual contexto de emergencia nacional ocasionado por la crisis sanitaria y económica, también contempla otras modificaciones de plazos temporales como la afiliación de los ciudadanos que deseen ser candidatos, personas que militan, pero que participarían como invitados, afiliación de candidatos, entre aspectos vinculados al proceso y a la ley electoral para las elecciones municipales y regionales del 2022.

 

Finalmente, señaló que dicha medida no es nueva y que el año pasado se aplicó una extensión de seis meses, y que por el momento se pide solo por 30 días. No se propone suspender las elecciones primarias para las elecciones del 2022. “Creemos que en este momento se podría suspender temporalmente este proceso de elecciones primarias de los partidos políticos”, concluyó.

 

APROBACIÓN DE DICTAMEN EN MINORÍA

Una vez culminada la participación de la titular de la Comisión de Constitución, el congresista Enrique Jeri Oré (SP-PM) sustentó un dictamen en minoría señalando que la propuesta en mayoría no se ha medido en términos reales el impacto de los cambios para los procesos electorales.

 

“Este dictamen colisiona sustancialmente con muchas reformas que han sido aprobadas, aunque sea de carácter temporal no se mide realmente el impacto para los procesos electorales pendientes. Solicitamos un plazo de 30 días adicionales para poder reformar modificar y debatir con mayor amplitud la propuesta en mayoría”, manifestó.

 

La propuesta en mención contiene un artículo único, que propone la incorporación de la undécima disposición transitoria de la Ley 26859, Ley Orgánica de Elecciones, a través de una disposición transitoria final, que señala que para las elecciones del 2022 no será de aplicación lo contenido en el segundo y tercer párrafo del artículo 4 de la presente ley.

 

En ese sentido, las normas con rango de ley y normas reglamentarias, relacionadas con procesos electorales o de consulta popular y aprobadas por el Congreso de la República, serán de aplicación al día siguiente de su publicación en el diario oficial El Peruano. El plazo para aprobar dichas reformas será de tres (3) meses a partir del día siguiente de la fecha de publicación de la presente norma en dicho diario.

 

Además, el plazo para aprobar dichas reformas será de 30 días calendarios a partir del día siguiente de la fecha de publicación de la presente norma. Las normas reglamentarias para dicho proceso deberán publicarse hasta el 5 de febrero del 2022.

 

Luego intervinieron los congresistas de Acción Popular (AP) Elvis Vergara Mendoza, Luis Aragón Carreño y Darwin Espinoza Vargas, quienes dieron a conocer su disconformidad con el proyecto en mayoría, considerando que se quiere modificar las reglas electorales. “Tenemos que fortalecer los partidos políticos”, señaló Vergara Mendoza.

 

Por su parte, el legislador Enrique Wong Pujada (PP), segundo vicepresidente del Congreso, señaló que se debería reconocer al presidente Pedro castillo, por su atención al proceso de vacunación a favor de la población, a diferencia de otras gestiones el poder Ejecutivo. “En relación a la propuesta de modificar las reglas electorales, señaló que se debería cambiar los procesos internos y por la pandemia es muy delicado”

 

A su turno, Edgar Reymundo Mercado (JP) consideró que está a favor de las reformas, pero hay hechos como la pandemia, que afecta a la sociedad. “Tenemos que apostar por la vida y la salud de los peruanos, planteamos la necesidad de suspender temporalmente algunas disposiciones de las Ley de Organizaciones Políticas”, consideró.

 

Los parlamentarios de Perú Libre (PL) Víctor Cutipa Ccama y Flavio Cruz Mamani señalaron la necesidad de fortalecer a los partidos políticos y su institucionalidad, así como respetar la democracia y la vida orgánica de los partidos.

 

A su vez, Alex Paredes Gonzales (PL) refirió que la población está a la expectativa de las elecciones primarias.

 

Su colega, María Agüero Gutiérrez (PL), refirió que la política en el país está desprestigiada, por lo que se debe respetar la institucionalidad de los partidos. “Se quiere impedir la participación democrática de los jóvenes, mujeres y nuevos liderazgos”, consideró.

 

Mientras que el legislador Alejandro Muñante Barrios (RP) sostuvo que solo se está suspendiendo las elecciones primarias, mas no el proceso electoral programado para el 2022.

Su colega, Noelia Herrera Medina (RP), consideró que es un peligro realizar las elecciones primarias por la pandemia, por tanto, solicitó respetar la vida.

 

Al término de la participación de los representantes, el legislador Eduardo Salhuana Cavides (APP) planteó una cuestión previa para que se vote por separado parte de la propuesta de ley, que fue rechazada por mayoría.

 

Durante la votación para la aprobación del dictamen en mayoría, esta fue rechazada por la mayoría de los representantes. Por tanto, seguidamente se procedió a la votación del dictamen en minoría, expuesto por el congresista Jeri Oré (SP-PM), cuya norma fue aprobada con 68 votos a favor, 33 en contra y 14 abstenciones.

 

OFICINA DE COMUNICACIONES


INVESTIGAN A 14 INTEGRANTES DEL GRUPO EXTREMISTA LA RESISTENCIA (ORGANIZACIÓN PROFUJIMORISTA) SERAN INVESTIGADOS POR EL MINISTERIO DEL INTERIOR

 

La Resistencia apareció en 2018 y tiene entre sus principales rostros a Juan José Muñico Gonzales (45) y a Flor de los Milagros Contreras (44). Se hacen llamar defensores de la democracia bajo el lema “Dios, patria y familia”; y han venido captando más adeptos desde entonces.



Decisión. Por disposición del ministro del Interior, Juan Carrasco Millones, se ha formado un equipo especial de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional (Dirincri) que estará a cargo del violento grupo que ataca a opositores del fujimorismo y amenaza a los periodistas que investigan sus actividades ilegales.

 

Juan Muñico Gonzales estuvo implicado en un homicidio. Ahora lidera una agrupación de ultraderecha que amenaza y agravia impunemente. Foto: John Reyes/La República

Catorce personas que con más frecuencia aparecen en las acciones violentas que protagonizó la organización profujimorista La Resistencia serán parte de la primera fase de la investigación que ha anunciado el ministro del Interior, Juan Carrasco Millones.

 

De acuerdo con fuentes del Mininter, serían el notorio líder de la agrupación, Juan Muñico Gonzales, “Jota Maelo”, y sus más cercanos seguidores, Mary Cabrera Valdivia, Roger Ayachi Soria, Flor Contreras León, José García Danuso, Mary Vela Gamero, Zósimo Negreiros Ponte, José Sánchez Escalante, Edith Galarza Gerónimo, Vilma Gonzales Vidal y Elvis Occ Montano.

 

También han sido incluidos Álvaro Subiria Alegría, de Los Combatientes de La Resistencia, conocido como “Thor”. El dirigente profamilia José Linares Cerón, que apoyó la candidatura de Keiko Fujimori, y Alberto Bendezú Torres. Todos aparecen registrados en filmaciones efectuadas por los propios elementos de La Resistencia, por los medios de comunicación y por ciudadanos de a pie que colaboran con la identificación de los extremistas de derecha.

 

La decisión de abrir pesquisas a La Resistencia la tomó el ministro del Interior por la reciente escalada de acciones de violencia de sus integrantes: el intento de toma del local de la morgue del Callao, donde se encuentra el cadáver de Abimael Guzmán Reinoso; la convocatoria por redes sociales para agredir al periodista de Radioprogramas del Perú, Jaime Chincha Ravines; y las declaraciones que Juan Muñico ofreció al portal de noticias Epicentro.

 

“Jota Maelo” expresó que algunos de los militantes son miembros de empresas de seguridad y que cuentan con armas de fuego, lo que implica una virtual amenaza, indicaron las fuentes del Mininter.

 

“Nosotros vamos a morir matando”, afirmó el líder más visible de La Resistencia, que durante el último proceso electoral tuvo intensa actividad, sumándose a la campaña de Keiko Fujimori para denunciar un falso fraude.

 

Militantes de La Resistencia –unos 200, según la versión de Muñico– hostilizaron las viviendas del jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto Salinas, y del presidente del Jurado Nacional de Elecciones (ONPE), Jorge Salas Arenas. Y cuando se declaró el triunfo de Pedro Castillo, intentaron incursionar a la fuerza en Palacio de Gobierno.

 

“Yo soy un hombre de extrema derecha”, dijo Muñico, quien no solo se reconoció como seguidor de Alberto Fujimori. También lo visitó en el penal de la Diroes, en Ate.

 

En las redes sociales, Juan Muñico y sus seguidores azuzan a actuar contra sus víctimas, agraviándolas, difamándolas, insultándolas. En varios casos, se presentan en grupo y las hostilizan físicamente.

 

La narrativa de La Resistencia se basa en mentiras. Afirma que los enemigos, los opositores, los que rechazan al fujimorismo, son comunistas, izquierdistas, terroristas. Con ocasión de la agresión al exfiscal Avelino Guillén Jáuregui, Muñico tuiteó: “Empezó la campaña: Chapa tu caviar filoterruco y hazlo mierda”.

 

El grupo extremista empezó en el 2018 con agresivas manifestaciones contra los medios de comunicación que investigan al fujimorismo, como La República, El Comercio e IDL-Reporteros. Este último portal reveló que Juan Muñico estuvo implicado en el asesinato de un exsoldado.

 

Una de las primeras actuaciones fue en respaldo al ex fiscal de la Nación Pedro Chávarry Vallejos, recientemente condenado por su vergonzosa parcialización en beneficio del fujimorismo.

 

Foto: captura Twitter Jota Maelo

 

También en reiteradas oportunidades hicieron demostraciones en agravio del fiscal José Domingo Pérez, encargado de la investigación por lavado de activos contra Keiko Fujimori, hija del líder inspirador de Muñico. Sin embargo, “Jota Maelo” aseguró que no tiene vinculación con Fuerza Popular.

 

Las recientes declaraciones del dirigente de La Resistencia, sobre la existencia de integrantes de dicha agrupación que cuentan con armamento, gatillaron la decisión del ministro del Interior para comenzar una investigación.

 

“Necesitamos un gobierno radical de derecha”, sostuvo Juan Muñico.

 

La investigación incluirá el levantamiento del secreto de las comunicaciones y también el bancario, con la finalidad de determinar los nexos del grupo y rastrear el origen de los fondos con los que financia sus actividades, indicaron fuentes del Ministerio del Interior.

 

Por intermedio de las redes sociales, La Resistencia recibe muestras de apoyo de simpatizantes del fujimorismo o de sectores de extrema derecha. Recientemente, uno de estos sujetos demandó actuar a La Resistencia contra el periodista de Radioprogramas Jaime Chincha: “Averigua su dirección de Jaime Chincha por difamar al colectivo La Resistencia, que siempre para en la lucha. Para ir a asustarlo un rato”. Otro respondió: “A ver si lo buscan a Jaime Chincha para darle una buena pateadura. (...) Hace rato que está buscando una buena sacada de mierda”.

 

Bajo el lema “Dios, patria y familia” –que caracteriza a las agrupaciones de extrema derecha y fascistas–, “Juan Maelo” señaló que simpatizan con el exvocal supremo de filiación fujimorista Javier Villa Stein; con el abogado del fujimorista Jaime Yoshiyama Tanaka, Humberto Abanto Verástegui, y con la excongresista fujimorista Rosa Bartra.

 

Muñico relató que evitan la infiltración de otras personas para espiarlos mediante un riguroso sistema de vigilancia. Según sus dichos, hay personas que los adiestran en labores de inteligencia.

 

Para las fuentes del Ministerio del Interior, el colectivo ultraderechista La Resistencia se ha convertido en una verdadera amenaza no solo para los ciudadanos que se oponen al fujimorismo sino también para las autoridades que toman decisiones que desagradan a los extremistas. Si no son intervenidos y controlados a tiempo, sus actos podrían derivar en conductas mucho más violentas y probablemente criminales.

 

La Digimin y la Dirin también participarán

Agentes especializados de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin) y de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional (Dirin) se sumarán a las pesquisas de la Dirincri al colectivo extremista de derecha conocido como La Resistencia.

 

Las fuentes del Mininter dijeron que los esfuerzos se concentran en estos momentos en la revisión de centenares de horas de filmaciones y de numerosas publicaciones en redes sociales, sobre las actividades de La Resistencia con el objetivo de identificar a más integrantes del colectivo de ultraderecha y eventualmente determinar la existencia de delitos.

 

Por lo tanto, no se descarta que en los próximos días el número de investigados aumente considerablemente. A esto se suman las denuncias que se han acopiado en contra de los integrantes de La Resistencia.

 

Todos están filmados

1. Flor Contreras León.

 

2. José García Danuso.

 

3. Mary Cabrera Valdivia.

 

4. Roger Ayachi Soria.

 

5. Mary Vela Gamero.

 

6. Vilma Gonzales Vidal.

 

7. Edith Galarza Gerónimo.

 

8. José Linares Cerón.

 

9. Alberto Bendezú Torres.

 

10. Álvaro Subiria Alegría.

 

11. Elvis Occ Montano.

 

12. Jorge Sánchez Escalante.

 

13. Zósimo Negreiros Ponte.


Infografía-La República

 

Escrito por: Doris Aguirre

NO PASÓ INTENTO DE EVITAR LAS ELECCIONES PRIMARIAS EN EL 2022 POR EL CONGRESO


 

Maniobras. Sin embargo, congresistas aprobaron extensión del plazo que impedía hacer cambios en leyes electorales.

 

Con 45 votos a favor, 71 en contra y 2 abstenciones, el pleno del Congreso de la República rechazó la propuesta de ley en mayoría que establecía modificaciones aplicables a las elecciones regionales y municipales del 2022, teniendo como motivación la pandemia de la COVID-19. El principal cambio, por ahora trunco, estaba referido a las elecciones primarias.

 

Patricia Juárez, presidenta de la Comisión de Constitución, argumentaba que se obligaría a que 25 millones de personas salgan a emitir su voto para elegir a los candidatos de los partidos políticos, lo cual –según ella– pondría en riesgo la salud de los votantes. “Existen en este momento 9 partidos y 160 movimientos regionales que se van a mover a nivel regional, provincial y distrital, y se puede obviar para que no se den tres momentos en que toda la población tenga que movilizarse”, alegó. La congresista fujimorista no sustentó científicamente ni tomó en cuenta que las elecciones del 2021 no generaron contagios.

 

Durante el debate, el congresista Elvis Vergara Mendoza (AP) se pronunció en contra de la propuesta y sostuvo que hay quienes intentar flexibilizar la norma para acomodarse y atentar contra la institucionalidad y el fortalecimiento de los partidos. “Deberían entender que el país necesita de partidos sólidos y eso no se logra si flexibilizamos la norma para calzar a nuestro antojo. Hay partidos con dueño y otros democráticos. Nosotros defendemos la institucionalidad de los partidos”, afirmó.

 

En la misma línea se pronunció el parlamentario Víctor Cutipa Ccama (Perú Libre). Él precisó que el pueblo no cree que se suspendan las elecciones primarias por la COVID-19.

 

Al final, lo que sí se aprobó es la posibilidad de cambiar las leyes electorales, al extender el plazo para ello.

 

Politica_LR: 17/09/2021

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