Desde agosto de 1999, tras la captura
de “Feliciano” (14/07/99), los elementos residuales del senderismo que
siguieron operando en el Vraem bajo la férula de éste se desprendieron de la
corriente “Proseguir” y dejaron definitivamente, a Sendero Luminoso (SL) de
Abimael Guzmán.
Ante el fin de la corriente
“Proseguir” (1993-1999) y la adopción de la “lucha política a los problemas
derivados de la guerra” por el PCP-SL de Guzmán, esos residuos bajo la férula
de Víctor Quispe Palomino alías “José”, tomó su propio camino en el contexto de
un nuevo ciclo del narcotráfico.
¿Cuál ha sido el camino que siguió
los resultados exsenderistas con “José” a la cabeza? Del 2000 al 2001,
empezaron a cobrar “cupos” (plata) a los madereros en la selva central donde
subsistirán hambrientos.
El 2002, los hermanos Quispe Palomino
(“José”, “Raúl” y “Gabriel”) decidieron trasladarse casi totalmente del Sector
1 (Alto Anapati) a Vizcatán. Allí, la primera decisión fue cobrar cupos a los
“mochileros”, jóvenes que trasladan droga (de 10 a 20 kilos) en mochilas por el
VRAEM.
El 2003, decidieron varias cosas.
Uno, ordenó sembrar chacras de coca (estás las cultivaron en el actual distrito
de Vizcatán del Ene). Dos, tener pozas de maceración de PBC, que funcionaron
hasta el 2008; tres, instalar 2 laboratorios de refinamiento de cocaína, uno de
una mafia colombiana y el otro del primo “Lucho”.
Eso no fue todo. Cuarto, crearon un
sistema de traslado de droga formado por 99 mujeres con un “burro” (hombre)
adelante que llevaba entre 1500 a 1800 kilos de droga. La plata que recibían la
entregaban a “José”. Ese sistema duro hasta 2009.
Quinto, a la par del cobro a los
traqueteros por pasar por Vizcatán, también desde 2003 las columnas armadas
daban seguridad a los grupos de “mochileros”. “José” cobraba por hombre y arma
(fusil AKM o Galil).
Tres años después, el 2006, se
instala el tercer laboratorio de cocaína en un lugar llamado el “rincón” de
Vizcatán, en el corazón del Vraem. Este laboratorio fue una organización
criminal brasileña. Los insumos químicos ingresaban por las entradas a
Vizcatán.
Algo más: Los hermanos Quispe
Palomino lavaron activos por 100 millones de soles en una familia de Ica. Ese
caso, pese al testimonio del que entregó los fajos de dinero) fue muy
rápidamente archivado.
Así, entre 2002 al 2009, por siete
años, el clan Quispe Palomino se incorporó a toda la cadena productiva de la
droga (coca, pasta, cocaína, distribución y lavado de activos). Se convirtió en
una firma armada del narcotráfico.
Esa es el grupo armado del clan
Quispe Palomino, no porque haya sido -y siga siendo – controlado por “José”,
sino porque se integró orgánicamente al narcotráfico. Y no, como sostiene la
narrativa fujimorista, que solo cobraban por el paso de los mochileros y daban
protección armada.
A contrapelo de esos hechos, sin
embargo, las FFAA, la Dircote, el fujimorismo y los medios de comunicación le
siguieron llaman Delincuentes Terroristas de SL (DDTT-SL). O “senderistas”. El
2008, los militares lo llamarán momentánea “narcoterroristas”.
¿En qué sustentaban, y siguen
basándose, para llamarlos “senderistas” o “terroristas”? En el discurso
“ideológico” y la autodenominación como el “militarizado partido comunista del
Perú”. Eso es el barniz. Los hechos demuestran que son narcos que operan en el
Vraem.
Es el “Sendero Luminoso” de las FFAA,
la Dircote y el fujimorismo. Los medios de comunicación alimentaron esa
narrativa. Lo utilizan para “terruquear” y cuando necesitan de una emboscada a
militares y policías. La masacre en Vizcatán del Ene, el 23 de mayo de 2022,
fue para favorecer la candidatura de Fuerza Popular.
La masacre de 7 policías, a minutos
de Natividad, en el distrito de Pichari, este 11 de febrero, es lo más seguro,
será utilizado para levantar el fantasma del terrorismo y para “terruquear” a
escala nacional.
Por Jaime Antezana Rivera
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