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domingo, 15 de marzo de 2015

AV. ZALAVERRY OBRA HECHA SIN UN ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL POR MTC SE EJECUTO LA OBRA SIN QUE SE EMITIERA ESTE DOCUMENTO



CASTAÑEDA Y LA AVENIDA SALAVERRY

Esta corrosiva imagen de Álvaro Portales fue dibujada a raíz de un episodio ocurrido cuando Luis Castañeda Lossio era alcalde, en agosto de 2009. Augusto Álvarez Rodrich reseñó así el evento en su columna diaria en La República:

Los que viven entre las cuadras 11 y 14 de la Av. Prolongación Paseo de la República despertaron anteanoche, a las dos de la mañana, creyendo que era viernes 13 y Jason Voorhees estaba suelto por Chorrillos con la motosierra buscando una nueva víctima.

No era, sin embargo, el homicida de las películas ‘Viernes 13’ el que andaba por el barrio, sino cuarenta obreros y 200 policías que el alcalde Luis Castañeda había enviado para tirarse 150 árboles –de entre 20 y 30 años de antigüedad– para reemplazarlos por un terminal de buses que algún día, solo Dios sabe cuándo, llegarán como parte del Cosac.

Augusto se refería a uno de los terminales del Metropolitano que se terminó de construir al año siguiente. Y como manifiesta en otros párrafos de su columna, el problema no solo estaba en el arbolicidio (que mereció una llamada de atención del Ministerio del Ambiente), sino en la falta de comunicación frente a un acto hecho de sorpresa, de madrugada y frente al cual el propio alcalde tuvo que reconocer que habían generado molestias en los vecinos.

Peor aún, como indicamos en este blog en aquel momento:

Como lo descubrió el Instituto Prensa y Sociedad, esta obra se ha hecho sin un estudio de impacto ambiental, dado que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones no dio certificación ambiental al Metropolitano ya que la Municipalidad Metropolitana de Lima inició la ejecución de la obra sin que se emitiera este documento. Peor aún, el MTC devolvió los expedientes a ProTransporte - entidad de la Municipalidad encargada del Metropolitano -, dado que ya se habían mandado a ejecutar la obra sin cumplir con un requisito fundamental. Amen de otras irregularidades que se han visto en el proyecto. (Como la grosera sobrevaloración de la obra, por ejemplo)

Seis años después, otra amenaza se cierne sobre otro punto de la ciudad. Ayer, en entrevista con El Comercio, el alcalde de Jesús María, Carlos Bringas, militante de Solidaridad Nacional, dio las siguientes declaraciones:

— ¿La avenida Salaverry está hecha para soportar la afluencia de vehículos que genera el centro comercial? (Real Plaza Salaverry, inaugurado hace algunos meses, nota de DTP)
Hemos conversado con el alcalde [Luis] Castañeda y estamos trabajando para incrementar a tres vías la Salaverry en sentido de ida y vuelta, con lo cual se aliviaría el tránsito. Él manifestó su interés en ello.

— Ello implicaría afectar al jardín central y la ciclovía.
Por los dos lados. [La ampliación] también puede ser por el lado de la vereda, depende del tramo. Hay sitios donde la vereda tiene 4 a 5 m de ancho.

— ¿No se plantea acabar la parte central de la vía entonces?
Vamos a tratar, en su mayoría, de no afectar las áreas verdes en esta vía de cerca de 4 km de largo.

Y si bien hoy Bringas ha querido poner paños fríos, la preocupación continúa, tanto por el arbolicidio posible (cualquiera que vaya por la Av. Salaverry aprecia en toda la vía una importante cantidad de árboles en una ciudad con escasez de áreas verdes), como por la insensatez que sería ampliar un carril más a una avenida que está congestionada, sobre todo, por la actuación de los automovilistas. La opinión del regidor Augusto Rey:

Aumentar la capacidad vial en zonas céntricas de la ciudad puede ser una solución en el corto plazo, pero a mediano y largo plazo solo agrava el problema. Construir un carril adicional motivará que quienes transitaban por otro lado, ahora lo hagan por la avenida ampliada: la vía colapsará nuevamente en muy poco tiempo y se requerirá una nueva ampliación; y así hasta ahogarnos en asfalto y humo.

Lima debería seguir el ejemplo de otras ciudades en las que la cantidad de autos también está creciendo y el espacio ya les queda chico. En lugar de aumentar la capacidad vial, se debe buscar implementar políticas que desincentiven o restrinjan el uso de autos. Más y mejor transporte público es el primer paso.

Y ya saben que acaba de hacer Castañeda con la reforma del transporte. Es decir, lo contrario a lo que se sugiere y a la línea en la que - parcialmente - iba la anterior gestión.

Desde un punto de vista técnico, Luciano Stucchi escribe en el blog Ingeniería y Negocios de la Universidad del Pacífico:

El otro fenómeno que trata Beaty es el de los cambios de carril, un fenómeno bastante conocido entre los expertos de ingeniería vial. Es sabido desde hace décadas que uno de los principales problemas por los cuales se producen embotellamientos es el incesantecambio de carriles que efectúan los automovilistas en una vía. Este cambio puede deberse a varios motivos, que van desde la idiosincracia hasta la necesidad. Parte del tema tratado en el artículo del inicio se fundamenta en este punto: cuantas más opciones sienta un conductor que tiene para desplazarse en una vía, mayor capacidad tendrá de buscar optimizar su beneficio propio. Y eso, superpuesto a centenas o miles de conductores,converge en un equilibrio de Nash. Al no haber ninguna garantía de que este equilibrio representa el óptimo general, lo que podemos terminar teniendo es un resultado torpe e ineficiente. Para evitar esa conclusión solo hay dos alternativas: se condiciona la circulación a través de la red, para no promover la búsqueda de óptimos individuales, o bien se cambia la idiosincracia de los elementos, para promover la búsqueda del óptimo general. Como se ve entonces, la solución nunca viene de priorizar al individuo particular, pues esta determinación lo que termina provocando es la subutilización de los recursos y una engañosa solución parcial.

En otras palabras, en términos racionales, ampliar una avenida para hacer un carril más es insensato.
Posible arbolicidio, terminar de colapsar una avenida que ya tiene problemas, soluciones que no son técnicas. El estilo Castañeda en su esplendor.

Vuelven las obras.


(Imagen: Álvaro Portales)  FUENTE: José Alejandro Godoy

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