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TRADUCCIÓN A OTROS IDIOMAS - TRANSLATION TO OTHER LANGUAGES

domingo, 15 de marzo de 2015

EL AUTORITARIO QUE UN SOLO TIPO DECIDA LO QUE VA Y NO VA, O NOS DIGA QUE ASÍ ES LA ESTÉTICA DEL CENTRO HISTÓRICO Y NO DE OTRA MANERA




LUCHO SABE TODO

Claro, cómo no lo habíamos pensado, los murales artísticos, varios de ellos dedicados a temas históricos, no van con el centro histórico que declaró la Unesco. Y más aún el amarillo que se usa para cubrirlos no tiene nada que ver con el amarillo del partido de Castañeda. Es una mera coincidencia que el color más “histórico” que la Municipalidad haya podido encontrar coincida con el que el ahora alcalde usó en la campaña y rellena en cuanto local municipal tiene al frente. Y como somos tontos, saca 71% en las encuestas. Y todos contentos.

Cierto, hay algo de autoritario que un solo tipo decida lo que va y no va, o nos diga que así es la estética del centro histórico y no de otra manera. Pero los que votaron abrumadoramente por el mudo, tenían que saber que tras sus silencios había una estrategia autoritaria que consistía en asumir que el alcalde lo decide todo. ¿Quieren más obras? Yo diré cuáles son. ¿No estaban de acuerdo con la gestión anterior? Pues yo borraré lo que quede de ella. Y hay un periodista, uno de los promotores de “la cofradía”, el centro de las relaciones entre las grandes empresas y la prensa, que dice que Castañeda ya ganó, que no se quejen los que perdieron porque tiene derecho a ejecutar su programa[1].     

Ah, así era la cosa. Porque en el 2011, lo que Valdivia y su mancha decían era que Humala no podía ejecutar su programa, que no tenía el derecho de salirse del modelo económico, que el voto recibido significaban bien poco, quizás un cambio de personas y una buena cuadrada de prensa. Pero lo más gracioso es que Castañeda no tiene ningún programa, ni bueno ni malo, sino nada. Por eso se le ocurre empezar por los murales y la pintura de edificios, para decir que aquí está y hace que le da la gana.

Si ese es un programa, bueno entonces si hay que convenir que la ciudad está sufriendo una confusión inesperada. Nadie sabe lo que pasará en el transporte, mientras Orión y Cía., van ganando espacios y mostrándose más agresivas con el público y hasta con los medios de prensa. Nadie tiene una idea de cómo se resolverá lo que quedó pendiente de la vieja Parada: construcciones en el nuevo mercado, parque del Migrante, ambulantes en varias calles aledañas, etc. ¿Quién entiende por qué se priorizan unas vías sobre otras? Y muchas cosas más. Falta de objetivos, en una sola frase.

Y, claro, si le preguntan algo, el hombre contesta, aburrido, como si todos tuvieran que saber lo que él ya sabe, eso va y esto no va. Todo un programa. De lo que no debemos quejarnos, porque no ganamos las elecciones, según Valdivia. Que destruya la ciudad pero todos en silencio.

   FUENTE: Raúl Wiener Periodista, Analista Político y Económico peruano.


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