LUCHO
SABE TODO
Claro, cómo no lo habíamos
pensado, los murales artísticos, varios de ellos dedicados a temas históricos,
no van con el centro histórico que declaró la Unesco. Y más aún el amarillo que
se usa para cubrirlos no tiene nada que ver con el amarillo del partido de
Castañeda. Es una mera coincidencia que el color más “histórico” que la
Municipalidad haya podido encontrar coincida con el que el ahora alcalde usó en
la campaña y rellena en cuanto local municipal tiene al frente. Y como somos
tontos, saca 71% en las encuestas. Y todos contentos.
Cierto, hay algo de autoritario
que un solo tipo decida lo que va y no va, o nos diga que así es la estética
del centro histórico y no de otra manera. Pero los que votaron abrumadoramente
por el mudo, tenían que saber que tras sus silencios había una estrategia
autoritaria que consistía en asumir que el alcalde lo decide todo. ¿Quieren más
obras? Yo diré cuáles son. ¿No estaban de acuerdo con la gestión anterior? Pues
yo borraré lo que quede de ella. Y hay un periodista, uno de los promotores de
“la cofradía”, el centro de las relaciones entre las grandes empresas y la
prensa, que dice que Castañeda ya ganó, que no se quejen los que perdieron
porque tiene derecho a ejecutar su programa[1].
Ah, así era la cosa. Porque en el
2011, lo que Valdivia y su mancha decían era que Humala no podía ejecutar su
programa, que no tenía el derecho de salirse del modelo económico, que el voto
recibido significaban bien poco, quizás un cambio de personas y una buena
cuadrada de prensa. Pero lo más gracioso es que Castañeda no tiene ningún
programa, ni bueno ni malo, sino nada. Por eso se le ocurre empezar por los
murales y la pintura de edificios, para decir que aquí está y hace que le da la
gana.
Si ese es un programa, bueno
entonces si hay que convenir que la ciudad está sufriendo una confusión
inesperada. Nadie sabe lo que pasará en el transporte, mientras Orión y Cía.,
van ganando espacios y mostrándose más agresivas con el público y hasta con los
medios de prensa. Nadie tiene una idea de cómo se resolverá lo que quedó
pendiente de la vieja Parada: construcciones en el nuevo mercado, parque del
Migrante, ambulantes en varias calles aledañas, etc. ¿Quién entiende por qué se
priorizan unas vías sobre otras? Y muchas cosas más. Falta de objetivos, en una
sola frase.
Y, claro, si le preguntan algo,
el hombre contesta, aburrido, como si todos tuvieran que saber lo que él ya
sabe, eso va y esto no va. Todo un programa. De lo que no debemos quejarnos,
porque no ganamos las elecciones, según Valdivia. Que destruya la ciudad pero
todos en silencio.
FUENTE: Raúl Wiener Periodista, Analista Político y Económico peruano.
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