Desde hace casi siete meses Alida
Masa Castillo busca a su hija de 13 años. El 9 de agosto pasado, cuando fue a
la comisaría de Zarumilla para denunciar su desaparición, no encontró respuesta
de la Policía. Dos semanas después, gracias a un video grabado por una cámara
de seguridad del puesto fronterizo de Aguas Verdes, se supo que la menor fue
secuestrada y llevada a la fuerza a Ecuador, al parecer para ser explotada
sexualmente.
Similar es el caso de la niña
piurana de solo cuatro años Luz Clarita Pintado Domínguez. La pequeña
desapareció el pasado 19 de diciembre de 2014, cuando recogía leña junto a su
abuela por el distrito de Lagunas, en Ayabaca. Desde entonces han transcurrido
más de 70 días y la familia de la niña, junto con las autoridades de la zona,
siguen su búsqueda sin rastro alguno.
El caso de Karina Bartolo Romero,
de 23 años, y de su hija Milagros, de solo dos, terminó diferente. Ellas
desaparecieron en Huaraz (Áncash), en abril del año pasado, cuando iban a una
fiesta infantil. Después de cuatro meses de búsqueda, los cuerpos de la joven
madre y de la menor fueron hallados en estado de descomposiciónen un desolado
paraje del distrito de Acopampa (Áncash).
La Policía determinó que ambas
fueron asesinadas por un sicariocontratado por el ex conviviente de la mujer y
padre de la menor, Edwin Figueroa, de quien la víctima se había separado porque
la maltrataba física y psicológicamente.
VÍCTIMAS MENORES DE EDAD
Estos son solo tres de los 1,468
casos registrados el año pasado. Según el portal peruanos desaparecidos, que
administra la Policía y la ONG CHS Alternativo, este año ya van 457 personas
desaparecidas. Aunque la cifra de adultos desaparecidos siempre es mayor,
preocupa que la cifra de menores de edad que se pierden esté aumentando año
tras año.
En 2012 el porcentaje de menores
perdidos era de 27.3%, en 2013 aumentó a 37.52%, el año pasado llegó a 38.84% y
en lo que va de 2015 va en un alarmante 52%.
Ricardo Valdés, director de CHS
Alternativo, señaló que desaparecen al menos seis personas al día, es decir una
cada cuatro horas. “Muchos de los desaparecidos son adultos mayores que tienen
problemas de salud mental, pero también hay personas que abandonan su hogar
tras un conflicto de pareja. Sin embargo, este año más del 50% de los casos
corresponde a adolescentes de menos de 18 años y la tendencia es que se
incremente”, manifestó.
Al respecto, Germán Guajardo
Méndez, director general de la Fundación ANAR –que ayuda a niños y adolescentes
en riesgo– refirió que de las llamadas que llegan al teléfono de emergencia de
la institución, de todo el país, revelan que la mayoría de menores que
desaparecen son adolescentes de entre 12 y 17 años, seguidos de jóvenes de 18 a
25 años, y en su mayoría mujeres.
Entre las razones de las
desapariciones, el 64% de los casos corresponde a fugas del hogar,
principalmente por problemas de violencia familiar, relaciones sentimentales no
consentidas por la familia o bajo rendimiento escolar. También hay casos de
trata de personas, secuestro, sustracción por uno de los progenitores o casos
sin resolver, aunque estos tienen menos proporción.
El jefe de la División de
Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional,
coronel Luis Sandívar Rojas, señaló que en Lima los distritos con más casos de
desapariciones sonCercado, San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres,
Surquillo, Pueblo Libre y Los Olivos.
En provincias los casos se
concentran en Cusco, Madre de Dios, Piura y Tumbes.
Según Sandívar, el 90% de los
casos se llega a resolver en tiempo promedio, pero hay un 10% que es más
difícil y requiere más investigación, pues muchas veces esconde un delito
doloso. “Para resolver estos casos necesitamos más personal, más inversión de
tiempo, más capacitaciones y más apoyo económico”, aseveró.
TRABA EN LA BÚSQUEDA
Pero esa no es la única
dificultad. Aunque existen leyes que regulan cómo se debe tramitar una denuncia
por la de-saparición de una persona, en el interior del país estas no se
cumplen. Gisella Vignolo, adjunta para los Derechos Humanos de la Defensoría
del Pueblo, refirió que en la práctica se confunde la Ley 29685, que establece
medidas especiales e inmediatas ante la desaparición de niños, adultos mayores,
personas con discapacidad física o sensorial.
“Esta ley dicta medidas
especiales para la búsqueda, localización y protección de este grupo de
personas. Sin embargo, para cualquier otro caso de personas que desaparecen y
no pertenecen a este grupono se debe esperar 24 o 48 horas para denunciar”,
explicó.
Al respecto, Sandívar aseveró que
es obligación de la Policía recibir todas las denuncias que se presenten sin
esperar a que se cumpla algún plazo. “Hay una mala costumbre, pero estamos
trabajando para revertirla y los agentes ya están advertidos”, subrayó.
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