La destrucción de eucaliptos
transgénicos por campesinas brasileñas que ocuparon el 5 de marzo las
instalaciones de la empresa biotecnológica Suzano-Futura Gene, puso en alerta
la situación que se vive en los demás países de América en relación a los
Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y sus efectos ambientales.
Las razones por las cuales
científicos, agricultores y residentes en torno a estos monocultivos los
rechazan, se concentra en la destrucción del medio ambiente, la contaminación y
el dramático aumento del consumo de agua, lo que ocasiona una inminente sequía.
En la vasta bioma pampeana que
ocupa grandes extensiones de Brasil, Uruguay y Argentina, los gauchos llaman a
las plantaciones de monocultivos de árboles, ?desierto verde, donde nada vive?.
Cuando en 2011, la empresa UPM
Forestal se instaló con viveros de eucalipto transgénico en Uruguay, a 12
kilómetros de Guichón, prometió un aumento del 30 por ciento en la producción,
según el medio OLCA, asegurando que para mantener las calderas usaría como
combustible su propia madera, pero sus representantes no aclararon el tema del
agua y de los agrotóxicos que se utilizarían.
Hoy, FuturaGene, propiedad de la
empresa de papel y celulosa Suzano, promete en Brasil a través de su portal y
en Youtube, un aumento del 20 por ciento de producción de eucalipto con los
transgénicos, asegurando que este beneficio es un beneficio económico socio
ambiental.
Pero la realidad es diferente
según el reporte de Paolo Giardelli, en el film divulgado por la Organizacao e
Filmagens en 2012:
Ø El árbol
de eucalipto consume aproximadamente 30 litros de agua por día, causando la
erosión y salinización del suelo?.
Ø Se puede
concluir que el eucalipto transgénico clonado consumirá del 20 a 30 por ciento
más de agua al día.
Ø Una única
fábrica [de eucalipto] consume al día ?una inmensa cantidad de agua y emite
gases nocivos para las personas y el medio ambiente?.
Ø No hay
nada vivo o natural en las plantaciones de monocultivos. ?No producen
absolutamente nada que tenga conexión con la naturaleza y sus especies?, según
la bióloga María Carmen Sastrem Bastos de InGá.
Ø La
bióloga afirmó que en el año 2012, se introdujo el eucalipto transgénico y que
sus consecuencias adicionales -al ya efecto nocivo de los monocultivos- es impredecible.
Ø Como es
imposible atravesar las extensiones de kilómetros de árboles pegados uno al
lado de otro, las especies de animales desaparecen porque no hay alimentos en
esos lugares.
Ø Todo
proceso químico es altamente residual y eso inquina a la naturaleza y elimina
las especies?, según Serdio Reis, del Movimiento World Rainforest.
Ø Pese a
los intentos de mantener cultivos en los alrededores de las plantaciones, en
sus entornos, la realidad de destrucción medioambiental es evidente, sumado a
otras actividades del hombre.
Ø Los
eucaliptos transgénicos, plantados uno al lado de otro no producen flores en la
parte baja, y son grandes problemas, ?es un riego muy grande?, aseguró la
especialista (ver galería de imágenes).
Ø Se
aplican herbicidas en árboles enteros, destaca Enio Paiva, técnico forestal,
por lo que después de cortado no brotan más.
Por el conflicto en Brasil, el
Movimiento World Rainforest destacó los siguientes riesgos del eucalipto
transgénico el pasado 27 de febrero, en una apelación al gobierno de Brasil
para evitar la liberación legal oficial de estos productos:
Ø Se
perdería el importante sector de la economía de miel orgánica, libre de
transgénicos. Al respecto explicó que los estudios científicos presentados son
insuficientes. ?La producción de miel actual de Brasil es de más de 40.000
toneladas al año, y el sector abarca 500.000 productores de miel,
principalmente agricultores familiares de pequeña escala, y dos millones de
colmenas?.
Ø Se
declara una alerta por la aplicación a gran escala de los agrotóxicos usados en
estos árboles, ?y el voraz consumo de agua por monocultivos de eucalipto en un
país que enfrenta en estos momentos una de las crisis más graves de agua?.
Ø La
inserción de eucaliptos transgénicos en este modelo no aliviará, y sólo
empeorará los impactos sobre el medio ambiente, la biodiversidad y las
comunidades indígenas y locales
Ø Las
condiciones de vida de las comunidades rodeadas de operaciones de Suzano se han
destruido hasta el punto de que ahora están luchando para garantizar su
soberanía alimentaria y están cada vez más en riesgo de perder sus
territorios?.
Ø El
impacto a las abejas polinizadoras afecta a toda la agricultura.
Una manera que utilizan las
comisiones legislativas para aprobar las plantaciones transgénicas es omitir
los estudios ambientales que demuestran los riesgos, destacó hace un par de
semanas el director de la Asociación Soil, Peter Melchett, al referirse al caso
del Reino Unido, donde un grupo de parlamentarios busca liberar los productos
anunciando sólo los beneficios económicos para las empresas emprendedoras.
Malcon Mallison, en el reporte de
Transgénicos en Sudamérica de 2011, explicó que ?en Sudamérica los primeros
cultivos transgénicos a nivel comercial se empezaron a sembrar en suelo
argentino en el año 1996 usando semillas de soya transgénica (Soya RR). Casi
simultáneamente se introdujeron de manera ilegal en el Estado de Rio Grande do
Sul en Brasil y desde allí pasaron a Paraguay y Bolivia?.
A nivel legal, Mallison destacó
que las medidas de autorización, fueron tomadas, en general, por los Poderes
Ejecutivos de los gobiernos a través de decretos supremos o acuerdos
ministeriales, con cláusulas de confidencialidad en los expedientes, justificadas
por razones comerciales.
FUENTE: Anastasia Gubin
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