FIN
DEL ESTADO LAICO
Lo que se puede decir del
archivamiento del proyecto de la Unión Civil, es que triunfaron las ideas
religiosas más conservadoras (retrógradas, al decir de Bruce) y que contaron
con el apoyo disimulado del gobierno. A pesar del pronunciamiento de algunas
entidades oficiales (primera ministra, Justicia, Defensoría), los miembros de
Gana Perú que formaban parte de la Comisión de Justicia y los que fueron a
reforzarlos se alinearon en las posiciones más homofóbicas y prejuiciosas, sin
que saliera alguien de ese sector, a expresar un punto de vista diferente.
Incluso el fujimorismo se dividió entre los recalcitrantes (Rosas, Tubino y
otros) y los que salvaron la cara (Chacón y Spadaro).
Lo más notable, sin embargo, fue
el sonoro silencio de meses del presidente, a pesar del pronunciamiento de sus
ministros, incluida la premier Ana Jara que se ganó una serie de insultos por
solidarizarse con el reclamo de Unión Civil. Todo indica que el gobernante
habría llegado a algún acuerdo con las iglesias para dejar en el aire la
propuesta de ley y alinear lo que le queda de bancada, con la posición de los
pastores y obispos, que llevaron la manija del debate de estos días.
Claramente, el nacionalismo, fue el voto decisivo para el archivamiento. Y esto
aparece concatenado con una serie de movidas pragmáticas que se están produciendo
para ayudar al oficialismo a encarar las elecciones.
Claro que más allá de cálculos
políticos, la votación tiene una implicancia de conciencia que ha enfrentado a
los conservadores con los liberales, y ha acercado a estos últimos con la
mayoría de la izquierda que ha asumido una posición contra la homofobia.
Curiosamente los curas de derecha y los progresistas, han coincidido en
enfrentar con violencia verbal inesperada, en algunos casos, la pretensión de
darle legitimidad a la unión de homosexuales. La imagen de Bruce del brazo de
Verónika Mendoza, Beto Andrianzén, Mauricio Mulder y hasta la Chacón, sería
inimaginable para cualquier otro caso. Pero aquí se dio. Y uno tiene que
preguntarse cómo va influir en los programas de gobierno del 2016, para que sea
verdad la frase de que esta es solo una batalla, pero no se ha perdido la
guerra.
La celebración de la negación del
derecho al otro, la indiferencia ante el sufrimiento del que no se comprende,
parece muy poco cristiana. Pero mucho más grosero es que con citas del antiguo
testamento se quiera definir las cosas dentro de un Estado no confesional, y
cuyos integrantes no estamos obligados a creer lo que algunos creen. La excusa
del orden natural, para justificar la marginación de un sector de la sociedad
de los derechos reconocidos por la ley, es de un oscurantismo profundo. Tan
natural es un gay como un heterosexual. Ambos han existido toda la historia.
Pero me temo que la explicitación del poder de las iglesias sea un retroceso
más profundo que el que se ve a primera
vista.
FUENTE: Raúl Wiener Periodista,
Analista Político y Económico peruano.
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