Un
mosaico de líquenes, musgos, lianas, orquídeas y grandes árboles. Anfibios y
aves de mil colores, perezosos, osos hormigueros, felinos, primates y millones
de especies de insectos.
Consideraciones
sobre el ecosistema más rico en especies de nuestro planeta.
El
bosque tropical se extiende como un cinturón siempre verde alrededor de la
Tierra por la línea del ecuador. En la Amazonía, en la cuenca del Congo y en el
sudeste de Asia subsisten las áreas más extensas de bosque tropical. Estas
cubren como máximo el 5% de las superficie de tierra y a pesar de ello sirven
de hábitat a millones de especies, regulan el equilibrio hídrico y el clima,
almacenan carbono y previenen la erosión del suelo. La gran biodiversidad es
posible gracias a la intensidad del sol, las altas temperaturas y al menos dos
mil litros de lluvia por metro cuadrado al año.
Países
con gran megadiversidad son entre otros Brasil, Indonesia, Colombia, Ecuador,
Australia, México, Madagascar, Perú, China, Filipinas e India. Pero en todos
ellos se siguen talando selvas a un ritmo desenfrenado. Más de la mitad de los
bosques tropicales ya han sido arrasados, otras áreas están severamente dañadas
o aisladas y divididas en muchas pequeñas zonas de bosques remanentes. Cada
árbol centenario es el hábitat de otros cientos de animales y plantas. A las
poblaciones humanas, las selvas y bosques les proporcionan desde siempre
elementos para la supervivencia como alimentos, madera y otros productos no maderables,
medicina o actividades espirituales y hasta recreativas. Unas 60 millones de
indígenas o pueblos campesinos y originarios viven y dependen de las selvas
para su existencia. Con cada árbol caído todos estos beneficios desaparecen y
el equilibrio entre poblaciones, animales y plantas se destruye. Los bosques
tienen un límite.
Con
la presión de los intereses comerciales y mercantiles la relación con el bosque
deja de ser de intercambio y se convierte en explotación. El pulmón verde está
severamente amenazado por la tala maderera y la expansión de la frontera
agrícola para los agronegocios ganaderos y de la palma y la soja, carreteras,
infraestructuras, proyectos petroleros o mineros de oro o cobre entre otros.
Los esfuerzos para disminuir el ritmo de destrucción de las selvas no tienen un
efecto satisfactorio. Cada año desaparecen 10,4 millones de hectáreas de
bosques tropicales, de las que 6,3 millones son bosques primarios. Cada minuto
desaparece una superficie de bosques del tamaño de 40 campos de fútbol, víctima
de las motosierras, los bulldozers o los incendios.
Orangutanes,
tigres y tucanes necesitan la selva para vivir. Con cada parcela de selva
deforestada mueren con toda seguridad y sin retorno algunas especies animales y
vegetales -se estima que cada día desaparecen 150 especies.
En
muchos casos, son los mismos pueblos originarios quienes se convierten en
defensores de la biodiversidad, frente a los embates de la "modernidad
desarrolladora". Así por ejemplo se enfrentan a empresas madereras,
palmicultoras o petroleras. Pero no sólo para ellos significa un drama y un
peligro la pérdida de las superficies de bosques. Todos perdemos con la
destrucción de los pulmones verdes del planeta. Como almacén de CO2,
necesitamos los bosques para regular el clima mundial. Su desaparición y la
creciente desertificación se dejan sentir en todas partes. La humanidad en su
conjunto pierde un tesoro incalculable con cada especie animal o vegetal que
desaparece. La extinción de especies es un problema ambiental irreversible y no
tiene solución.
Salva
la Selva
Salva
la Selva se compromete desde 1986 con la defensa y conservación de este
ecosistema único. Queremos defender la selva y sus habitantes -personas,
animales y plantas- de los intereses a corto plazo de diferentes industrias.
Por eso trabajamos junto con grupos y organizaciones de base en diferentes
países, que se comprometen con la defensa de las selvas y los derechos de sus
habitantes.
Con
las campañas y ciberacciones de protesta de Salva la Selva en contra de la tala
y la deforestación y en defensa de los derechos fundamentales informamos a la
opinión pública sobre los problemas de primera mano, ayudamos a crear
conciencia y exigimos responsabilidad y cambios políticos con la entrega de las
firmas recogidas. Con donaciones apoyamos la compra y conservación d
superficies de bosques, así como para dar los pasos jurídicos necesarios para
la protección de los bosques. Realizamos trabajo de investigación sobre la
participación de España y otros países europeos en la destrucción de las selvas
tropicales, mostramos las causas y nombramos a los responsables. A compradores
y consumidores procuramos mostrar las consecuencias de un consumo desinformado
y poco consciente y les incitamos a concienciarse y preguntarse sobre la
procedencia de los productos que demandan.
¿QUÈ PODEMOS HACER NOSOTROS?
Informe
a amigos, conocidos y familia sobre la importancia de las selvas tropicales y
todo tipo de bosques. Llame la atención sobre el trabajo de Salva la Selva.
Invite
a todos sus contactos a participar de las ciberacciones de protesta de Salva la
Selva -¡toda persona puede involucrarse fácilmente!
Apoye
el trabajo de Salva la Selva con una donación periódica o única.
Organice
jornadas informativas sobre los diferentes temas y amenazas de la selva
tropical y sus habitantes. Así contribuirá a generar un debate público sobre la
desaparición de las selvas tropicales y los mecanismos de defensa.
Para
mayor información visite nuestras páginas temáticas y lea las noticias que
publicamos regularmente.
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