El segundo mes del tercer año de la
gestión de Luis Castañeda empezó con un huaico que casi casi llega a puertas de
la Municipalidad de Lima. No estamos exagerando:
En medio del huaico, 3 eventos que
dejaron mal parado (sí, más) a Lucho sucedieron, pero fueron opacados por la
coimaza del ‘Sano y sagrado’. Aquí los enumeramos para recordar que además del
huaico del Huaycoloro, a Lucho también se le vino el huaico de la
impopularidad.
1. La denuncia de los muros
La revista Híldebrandt en sus trece
reveló que Lucho y sus regidores se opusieron a que la municipalidad invirtiera
40 millones de soles en la edificación de los muros de contención y reforzar
los ya existentes. En su lugar, “prefirió gastar 40 millones de soles para
edificar “casas solidarias”.
Sí, las mismas casas que llevan el
color del partido político del alcalde y un nombre derivado del nombre de su
partido: Solidaridad Nacional:
“Sólo en San Juan de Lurigancho,
ahora jaqueado por los desbordes del Huaycoloro, Castañeda invirtió 3’363,000
soles para inaugurar 10 casas solidarias”.
El alcalde contestó que son partidas
presupuestales totalmente diferentes, que una iba a la región y la otra, a la
Municipalidad:
“Para hacer esto [los muros], se ha
tenido que hacer los estudios y recién se ha asignado ese dinero, o ea, para
ejecutarlo este año. No se podía ejecutar antes”.
¡Ah, pero si fuera para un bypass!
Hasta manda Whatsapp y correos para cambiar el presupuesto…
2. En bronca con el distrito más grande
Los vecinos de San Juan de
Lurigancho, el distrito con mayor población de Lima, fueron afectados por el
huaico del Huaycoloro. El mismo que pudo prevenirse con la construcción de
muros de contención. Más de uno mostró su enojo por la falta de apoyo de las
autoridades. No supieron entender que Lucho estaba trabajando arduamente por
ellos como lo muestra esta foto del alcalde en el lugar de los hechos:
En coordinación con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones instalaremos un puente metálico tipo Bailey en la autopista Ramiro Prialé que restituirá el tránsito en las zonas afectadas tras crecida del río Huaycoloro.
Atrás quedaron los años en los que
Lucho coordinaba todo con su pataza Carlos Burgos. El nuevo alcalde de San Juan
de Lurigancho, Juan Navarro, le ha saltado al cuello a Lucho y reclamó por el
poco apoyo de la comuna limeña:
“Vagabundo”. Uhm… Bueno, lo importante es que el mensaje se entiende. Imagen: Perú21
“Le pedimos a [el alcalde] Castañeda
que deje de vagar, porque es un vagabundo prácticamente que no hace
absolutamente nada y se está dedicando a venir a tomarse la foto como si él
fuera el héroe y no hace absolutamente nada”.
La respuesta de Lucho fue un
calificativo que sus seguidores y sus
troll utilizan cotidianamente en contra de todo aquel que critica la gestión
solidaria:
“Que no sea vago y trabaje”.
Eso fue lo que replicó cuando le
informaban que Navarro organizaría una marcha contra Lucho. Ya sabemos quién
fue el creador del calificativo contra Susana Villarán.
3. El huaico de la impopularidad
Pero el alcalde más chamba de los
tiempos tendrá que ponerse a trabajar el doble, porque su popularidad sigue
cayendo más rápido que el huaico del Huaycoloro.
La última
encuesta de GFK para La República, publicada el 30 de enero, revela que la
aprobación de Lucho ha caído 19 puntos desde setiembre de 2016 hasta enero del
2017. En setiembre del 2016, el 67% aprobaba su gestión, y a fines de enero de
este año, solo la aprueba el 48%.
La otra encuesta de Pulso Perú para
Perú 21 muestra una escena parecida:
Aprobación:
Noviembre 2016: 68%
Febrero 2017: 42%
Desaprobación:
Noviembre 2016: 28%
Ambas encuestas fueron realizadas
antes del huaico que llegó hasta el Rímac. Iremos guardando esta imagen
porsiaca:
FUENTE: Andy Livise
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