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miércoles, 1 de abril de 2015

ESTRATEGIAS Y COALICIONES LIBERALES




A propósito de la multitudinaria Marcha por la Vida realizada el sábado, vuelvo a una columna de Fernando Vivas escrita en El Comercio este miércoles: ¿por qué el lobby conservador tiene más peso que el liberal en el Perú?

Vivas apuesta por tres respuestas: a) Porque saben que el Perú es uno de los pocos bastiones duros que le quedan en América Latina y, por tanto, apuestan por concentrar fuerzas para contrarrestar cualquier política liberal; b) por la importante cantidad de dinero que estos sectores - sobre todo evangélicos - están poniendo en campañas políticas cada vez más caras (a cambio de contar con representantes de sus consignas en el Congreso); y c) porque el sector liberal aun no logra ver que, en estos temas, el Congreso de la República no se mueve en sentido monolítico y, por tanto, requiere afinar una estrategia.

Añado un tema más: populismo. El sector conservador sabe perfectamente que buena parte de nuestro elenco parlamentario, a pesar de su poca capacidad de reelección (tenemos la tasa más baja de América Latina), siempre va a jugar a la carta de la popularidad e ir por donde la corriente va. De hecho, así de explícita ha sido Diana Seminario, columnista de El Comercio (y cercana al Opus Dei), al señalar hoy que “En períodos electorales, es muy común escuchar decir a los candidatos –cuando los sondeos no les favorecen–, que la verdadera encuesta es la de la calle. Entonces, sería bueno que le echen una mirada a la multitud y a los números del sábado”.

Por ello, conviene que el sector más liberal (tanto de izquierda, centro y derecha) tenga en claro lo siguiente:

1. Las iglesias son la red social real más amplia y con mayor capacidad de convocatoria: Como indicó el año pasado Carlos Meléndez, es fácil contar con amplia cantidad de personas en una movilización como la “Marcha por la Vida” cuando se tiene colegios religiosos y parroquias en todo el país. No bastan las redes sociales (que ayudan mucho para una convocatoria importante y para impactar en líderes de opinión), sino que se requiere ir armando redes reales. Los colectivos LGTB, al menos durante los últimos dos años, se han comenzado a percatar de este tema y a comenzar a tejer alianzas que vayan más allá de un like en Facebook.

2. Saber que un importante sector de peruanos es conservador: Sea por convicción pura y dura, por temores o por no quedar mal con la mayoría, hay una buena parte de compatriotas que sigue adscrito a una visión de familia “bien constituida” al menos en el discurso. Los políticos lo saben. Como dijo Rosa María Palacios, una posible hipótesis sobre la ausencia de pronunciamiento de Ollanta Humala y Nadine Heredia sobre la Unión Civil se debe a que piensan utilizar en campaña el tema de la “familia nuclear” para contrarrestar a Alan García. Es cierto, en un país más abierto con estos temas, esto sería secundario, pero en el Perú no lo es. Por tanto, conviene saber que terreno se está pisando y entender porque.

3. Ir hacia los indecisos, sobre todo en sectores populares: Si bien conviene seguir denunciando las pachotadas que profieren los líderes más conservadores tanto dentro como fuera del Congreso, también conviene tener en cuenta que no todo parlamentario o ciudadano en contra de la Unión Civil es el enemigo en potencia. Una campaña que se acerque al sector que duda entre seguir una tradición religiosa o adherirse a una causa liberal, sobre todo en los estratos más populares, es el principal reto que tiene el sector que desea impulsar agendas como las de la Unión Civil, el matrimonio igualitario, una legislación contra los crímenes de odio, la posibilidad de la eutanasia o la despenalización de algunos o todos los supuestos del aborto.

4. Tener empatía: Sin duda, el gran defecto de los sectores conservadores es que no se colocan en el lugar del otro. Hablan de la familia bien constituída, pero no demuestran ni un gramo de química hacia personas homosexuales. Mientras que, en el caso del aborto, la mujer que es violada y que no quiere tener al hijo producto de tan execrable acto es vista como una pecadora peor que María Magdalena. Incluso estos sectores tampoco impulsan una legislación que haga más fácil la adopción. Este es un ángulo que el sector más liberal debería explotar más.

5. Impulsen congresistas propios, en varios partidos: Si lo hace el rival, ¿por qué no ustedes? Es la forma más clara de comenzar a forjar coaliciones más claras a favor de la agenda que buscan impulsar. Es lo que normalmente se hace en Estados Unidos. Y ello implica recursos, tiempo y respaldo técnico a estos parlamentarios.

En varios países, estas coaliciones conservadoras han conseguido ser derrotadas o, al menos, llegar a una situación de empate. Quienes apuestan por una agenda liberal deben tener en cuenta que su camino no se agota en marchas o movilizaciones, sino que requiere un trabajo de redes reales que acompañe sus campañas virtuales. Y sobre todo, dirigidas a vencer el miedo que una movilización como la del sábado puede generar en varios congresistas y ciudadanos.




FUENTE: José Alejandro Godoy        (Foto: Exitosa Diario)

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