IMPERIO
SIONISTA NORTEAMERICANO HACE EL RIDÍCULO INTERNACIONAL AL HABER CATALOGADO A
VENEZUELA DE AMENAZA PARA LA SEGURIDAD NACIONAL Y RECULAR AL POCO TIEMPO AL
DETECTAR QUE SU INFAME MEDIDA HA RESULTADO SER UN FRACASO Y UN FORTALECIMIENTO DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
Venezuela
no constituye amenaza alguna para la seguridad de los Estados Unidos, ha
afirmado Ben Rhodes, asesor de Seguridad Nacional del presidente
estadounidense, Barack Obama.
EEUU
no cree que “Venezuela represente alguna amenaza a nuestra seguridad nacional.
Pero es el marco en el que se plantean estas medidas en EEUU y tenemos muchas
en diferentes partes del mundo. Esto no es contra el gobierno de Venezuela en
general, ni representa un cambio dramático”, ha precisado Rhodes durante una
conferencia de prensa conjunta con el asesor del presidente para el Hemisferio
Occidental en el Consejo Nacional de Seguridad de EEUU (CNS), Ricard Zúñiga.
La
alusión a esa “amenaza” (es decir, Venezuela), precisa Rhodes, se hizo de
manera protocolaria, pues las leyes de EEUU exigen el uso de esa palabra o
similares para invocar poderes que permitan sancionar a personas específicas en
otros países.
Washington,
aduce Rhodes, secunda la vía del diálogo con el país bolivariano, y, de hecho,
el Gobierno estadounidense seguirá respaldando los esfuerzos regionales
encaminados a acercar a la oposición y al Gobierno.
Zúñiga,
por su parte, alega que Washington tiene interés en “el éxito y la estabilidad
de Venezuela”, ya que la crisis económica y política de Venezuela podría tener
un impacto regional y extrarregional, y eso preocupa a EEUU y a otros países de
la región.
Finalmente
ambas autoridades norteamericanas han hecho hincapié en que los Estados Unidos
no tratan de desestabilizar al Gobierno de Nicolás Maduro.
En
contradicción con lo dicho, el Gobierno venezolano acusa abiertamente a
Washington de injerencias en sus asuntos internos, de apoyar los planes
desestabilizadores de la oposición y de ser en gran parte responsable de los
problemas económicos y políticos de Venezuela.
El
pasado 9 de marzo, el presidente estadounidense, Barack Obama, emitió una orden
ejecutiva que declara el Gobierno venezolano “una amenaza inusual y
extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de los Estados
Unidos”, además de sancionar a otros siete funcionarios del país sudamericano.
Ante
este medida, tachada por el presidente Maduro de agresión a la soberanía
nacional de su país y al pueblo venezolano, el Gobierno bolivariano lanzó una
campaña de recolección de firmas exigiendo la derogación del decreto de Obama y
las medidas unilaterales y violatorias del derecho internacional y los
principios y propósitos de la carta de las Naciones Unidas.
Hasta
el momento, la campaña ha recogido más de 11 millones de firmas: seis millones
en Venezuela y más de cinco en el resto del mundo.
A
su vez, muchos países y diversos foros, como por ejemplo la Unión de Estados
Suramericanos (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(Celac), han manifestado abiertamente su oposición a la acción ejecutiva de
Obama contra Venezuela.
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