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domingo, 12 de abril de 2015

PSEUDOGENES, ESOS TROZOS DE GENES "INACTIVOS" CAUSAN CÁNCER AGRESIVO



Imagen de una “hélice de ADN”, vía Shutterstock

Pseudogenes, esos genes degradados descritos cómo “chatarra” o basura genética están demostrando ser responsables de cánceres agresivos, tales como algunos linfomas, según nuevas pruebas presentadas por un extenso equipo científico liderado por el Instituto de Investigación del Cáncer del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC).

Estos pseudogenes son descritos como una subclase de ARN (Ácido ribonucleico) no codificante, es decir que perdió su capacidad para producir algún tipo específico de proteína necesario para el ser viviente. Se pueden generar a partir de 20.000 genes codificadores de proteínas del genoma.

“Estas "reliquias evolutivas" no codificantes en realidad tiene un papel en el desarrollo del cáncer”, indicó el reporte de BIDMC.

En su nuevo estudio en animales vivos, publicado en la revista Cell el 4 de abril, los científicos informan de que, “independientemente de cualquier otro tipo de mutación, las cantidades anormales de pseudogenes [del tipo] BRAF condujeron al desarrollo de una enfermedad similar a un linfoma agresivo”.

Ellos eligieron a los pseudogenes BRAF, debido a su potencial capacidad para regular los niveles de la proteína BRAF, un conocido proto-oncogén (generador de cáncer), relacionado con numerosos tipos de cáncer; que se conoce que existe en los seres humanos y también en los ratones, que analizaron en su experimento.

Los resultados sugieren que “los pseudogenes pueden jugar un papel principal en una variedad de enfermedades”.

“Es importante destacar que el nuevo descubrimiento también sugiere que con la adición de esta vasta "materia oscura" -de pseudogenes- al genoma funcional, éste podría ser enormemente más grande de lo que se pensaba: triple o cuádruple de su actual tamaño conocido”, explicó el estudio, según BIDMC.

Los autores hicieron notar que con frecuencia, en múltiples cánceres humanos, incluyendo los linfomas de células B, se observan aberraciones de la transcripción genómica del BRAFP1.

El descubrimiento analiza un concepto de competencia en el ARN endógeno, al que llaman CERNA, una capacidad funcional de los pseudogenes descrita por el científico Pier Paolo Pandolfi hace unos cinco años, quien también forma parte del estudio actual.

El informe señala que Pandolfi descubrió que los pseudogenes y otros ARNs no codificantes eran potenciales "señuelos" para desviar y secuestrar pequeñas piezas de ARN conocidos como microARNs, alejándolos de sus homólogos, que tienen el papel de codificar ciertas proteínas.

El descubrimiento reveló que el ARN mensajero, más allá de servir como intermediario genético en el proceso de fabricación de proteínas, en realidad podría en cierta manera regular la correcta expresión de las proteínas a través de este nuevo y sofisticado “lenguaje CERNA” de competencia, que había explicado Pandolfi.

El equipo demostró en un experimentos de cultivo celular que cuando un microRNAs se ve obstaculizado en el cumplimiento de su función reguladora, podría causar consecuencias graves, incluyendo que las células del cáncer se vuelven más agresivas.

En el nuevo estudio los autores querían saber si este efecto CERNA visto en las células, se podía probar en un organismo vivo, y si daría lugar a consecuencias similares.

"Hemos investigado si este pseudogene ejerce funciones críticas en el contexto de un organismo completo y si su interrupción contribuye al desarrollo de la enfermedad”, dijo Florian Karreth, quien llevó a cabo este trabajo en el laboratorio con Pandolfi.

Las consecuencias fueron evidentes. Su experimento realizado en ratones, demostró el desarrollo de una enfermedad similar a un linfoma muy agresivo.



El genoma humano se demuestra siempre muy preciso y cualquier modificación genética produce un desbalance que puede tener graves consecuencias.


FUENTE: Anastasia Gubin

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