“Es hora
de dibujar una nueva izquierda, pero esto no se dará de un día para otro, será
parte de un proceso de encuentros y fricciones en sus formas y contenidos.
Será un
camino de propuestas y no de
imposiciones de un grupo de iluminados. Será un camino pedregoso, que dependerá
de la audacia y coraje que le coloquemos a nuestro andar. Será un camino de
tristezas y alegrías, de derrotas y triunfos, de sacrificios que al final nos
darán la victoria. Nuestro principal sello será la porfía de que estamos
seguros que Chile puede ser distinto”,
Movimientos Libres del Sur de Chile.
Las
elecciones presidenciales del 2016, se va dar en un contexto internacional
especial: la decadencia del capitalismo como forma de organización económica
y social, y la tarea que se ha dado
EE.UU. de recuperar a los países que se han salido de su patio trasero. Ya lo
consiguió con Honduras y Paraguay, derrocando a sus presidentes progresistas.
De la misma manera quiere hacerlo con
Venezuela, al cual, a través de sus esbirros empresariales, le ha
declarado una guerra económica para tumbar al gobierno bolivariano. Viendo
esto, EE.UU. no va permitir, de ninguna
manera, que en el Perú gane un movimiento de izquierda, aun así fuera moderado.
LA
IZQUIERDA QUE LA DERECHA NECESITA PARA CONVIVIR
Un sector
de la izquierda, encabezado por Yehude de Simon Munaro, en su afán de participar en las elecciones
presidenciales del 2016 ha lanzado un frente político de centro-izquierda, su
apuesta es humanizar a la bestia indomable del capitalismo que, cada vez, se
torna más represivo y sanguinario contra los pueblos que no se subyugan a su
imperio por defender sus recursos naturales.
Lo que no
pudo Susana Villarán en las elecciones municipales pasadas, 2014, de unir a la izquierda y el centro
derecha, Yehude quiere reeditarlo. En ese entonces, Susana, mandó al diablo al Frente Amplio que
estaba en formación desde las bases con el slogan de un “militante, un voto”.
Con un sector de la izquierda (PCP, Patria Roja, Tierra Libertad, PS) se fue a
buscar el apoyo del centro derecha (Somos Perú, Acción Popular, Perú Posible).
Solamente consiguió el apoyo de Perú Posible. Tierra y Libertad se desmarcó de
Susana por no estar de acuerdo con hacer alianza con Toledo por estar implicado
con la corrupción. De la misma manera
Patria Roja, pues no estaba conforme en la confección de la lista de regidores
de Lima, donde se le ninguneo.
“La izquierda ha perdido credibilidad porque
ésta suele adoptar una práctica política muy poco diferenciada de la práctica
habitual de los partidos tradicionales, sean de derecha o de centro. La gente
común y corriente está harta del sistema político tradicional y quiere cosas
nuevas, quiere cambios, quiere una nueva
forma de hacer política, quiere una
política sana, quiere transparencia y participación, quiere recuperar
confianza”, Martha Harnecker.
Yehude
Simon se ha dado la tarea de formar un
frente de centro-izquierda para
enfrentar a Alan y Keiko candidatos de la derecha económica, y no para
confrontar abiertamente al modelo
económico neoliberal que viene empobreciendo cada vez más al pueblo peruano y
depredando aceleradamente el medio ambiente, a tal punto que ya estamos a
puertas de un colapso ecológico. Como vemos, el capitalismo, sin cortapisa,
viene deshumanizando al hombre y destruyendo la naturaleza.
Yehude
piensa que por tomar una posición tibia o condescendiente con el capitalismo la
derecha económica le va dejar gobernar, si gana. ¡Falsas ilusiones! La derecha,
no quiere más otro Ollanta. Este, a pesar que gobierna a favor de la gran empresa,
no proviene de sus canteras. Los poderes
económicos no quiere otro presidente surgido del voto antisísmico.
Como el
pueblo se viene soliviantando cada vez más por los efectos devastadores del modelo económico neoliberal,
los poderes económicos, requiere de un
presidente como Oscar Valdez (Conga), donde las balas sea un interlocutor
válido. Estos para proteger sus
privilegios, a la larga o la corta, no
le queda otro camino de instalar un gobierno autoritario que linde con el
fascismo, como ya lo ha hecho sus pares
en otros países (Honduras, Guatemala, México…) para acallar y mantener
subyugado por la fuerza al pueblo. Los asesinatos a dirigentes en esos países
son el pan de cada día.
QUE
CAMINO DEBEMOS RECORRER
Los
partidos de izquierdas en el Perú, básicamente desde la década del 90, no ha
sido una alternativa política real al capitalismo, pues se adecuó al sistema.
Recordemos. Últimamente, los partidos
de izquierda en su conjunto, tuvo la oportunidad de tener PODER en el gobierno
de la municipalidad de Lima con Susana Villarán, sin embargo, se gobernó
distante de la población y no se pensó en forjar Poder Popular desde el seno
del pueblo, menos movilizarlo. Fue un gobierno pragmático, tecnocrático, no
hubo acción política. Con esos antecedentes nada se puede esperar de este
sector de la izquierda, donde su práctica política se diferencia muy poco de la
práctica habitual de los partidos de la derecha.
Teniendo
en cuenta que los partidos de izquierda no son organizaciones sólidas, ni
cuentan con movimientos sociales de alcance nacional. Como si lo tiene la
izquierda de Ecuador, Bolivia, Uruguay, Brasil. En el Perú, por las movilizaciones que se
viene dando de los sectores sociales contra el modelo económico neoliberal, se
está generando un escenario favorable de constituir un frente social
alternativo. Para ello, la izquierda (no necesariamente un partido, sino puede
ser un movimiento social que luche contra el capitalismo) debe ser un
instrumento aglutinador y promovedor de un
Frente Amplio de Masas. En ella deben estar integrados los partidos de
izquierda, los movimientos sociales,
personalidades progresistas y todos los afectados por el sistema capitalista.
La unidad tiene que ser principista y programática, donde la bandera principal
sea la defensa de la especie humana y la naturaleza. Es decir, se tiene que
contar con un programa anticapitalista.
El Programa debe elaborarse con
la participación del pueblo a través de
asambleas abiertas o utilizando la web.
Y como parte indispensable del programa unitario debe estar también la
defensa de Cuba, la solidaridad activa
con Venezuela Bolivariana y la identificación plena con el proceso emancipador
de América Latina del imperialismo norteamericano.
Finalmente,
la apuesta por la unidad debe ir más allá de las elecciones presidenciales, que no
se nos vaya la vida si no se participa en el 2016. La apuesta por la
unidad debe ser, más que nada, en
promover una resistencia organizada contra la agresividad del sistema
capitalista salvaje. Esta acción nos
permitirá seguir acumulando fuerza para tareas superiores.
FUENTE: Walter
Montañez Vargas
No hay comentarios:
Publicar un comentario