–
La política pública para pueblos indígenas ha sido ineficaz e ineficiente. Los
indígenas siguen siendo los más pobres entre los pobres. Guerrero, Oaxaca y
Chiapas siguen siendo los estados con mayor pobreza en México, advierte
investigador Marcos Matías Alonso.
Un
descarnado análisis sustentado en cifras compartió Marcos Matías Alonso,
investigador titular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social (CIESAS) quién afirmó que la política pública en México
para pueblos indígenas ha sido ineficaz e ineficiente.
“Los
indígenas siguen siendo los más pobres entre los pobres. Guerrero, Oaxaca y
Chiapas siguen siendo los estados con mayor pobreza en México” aseveró Matías
Alonso.
“Este es
el México de los pobres y de las grandes desigualdades sociales; donde las
políticas públicas han fracasado. Un país con un panorama oscuro. Una nación
que sigue en deuda con sus pueblos indígenas” prosigue Matías Alonso en un
artículo donde reflexiona sobre las promesas incumplidas para con los pueblos
indígenas.
A
continuación compartimos el artículo completo de Marco Matías Alonso:
Día
Internacional de los Pueblos Indígenas: promesas incumplidas
Por
Marcos Matías Alonso*
27 de agosto, 2015.- Desde 1994,
año en que el sistema de la ONU instauró el 9 de agosto como el Día
internacional de los Pueblos Indígenas, varios jefes de Estado y de gobierno,
las agencias de cooperación internacional, el sistema de las Naciones Unidas y
los pueblos indígenas de diversas regiones del mundo celebran año con año dicha
efemérides. Las celebraciones son múltiples y diversas.
Año con
año es relevante el mensaje del Secretario General de la ONU. En su alocución
del 9 de agosto pasado, Ban Ki-moon declaró: “Este Día Internacional estamos
centrando la atención en la salud y el bienestar de los pueblos indígenas del
mundo…, comprometámonos a esforzarnos más para mejorar la salud y el bienestar
de los pueblos indígenas y que no queden a la zaga…”.
No es la
primera vez que la máxima autoridad de la ONU lanza un exhorto a la comunidad
internacional. Desde 1994 se realiza este protocolo. En 1986 se dio a conocer
el Estudio del Problema de la Discriminación Contra las Poblaciones
Indígenas (E/CN.4/Sub.2/1986/7 y Add. 1-4). Los resultados del primer
estudio de la ONU fueron alarmantes: grandes rezagos sociales en áreas de
salud, vivienda, educación, lengua, cultura, trabajo, procuración de justicia y
derechos humanos.
Tres
décadas después el rezago social continúa siendo alarma mundial. La salud y el
bienestar social de los pueblos indígenas es una de tantas promesas
incumplidas.
Los
esfuerzos de la comunidad internacional han sido insuficientes. Por ello, el 10
de agosto pasado, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, presentaron
la “Agenda después de 2015: garantizar la salud y el bienestar de los pueblos
indígenas”. La prioridad de la agenda en salud muestra los limitados avances en
las décadas recientes. Crece el rezago, la desigualdad se agiganta y aumenta
pavorosamente la pobreza indígena en el mundo.
Al igual
que en la esfera mundial, el pronóstico regional y nacional es desalentador. México
no es la excepción. Lejos de avanzar hay regresión en varios rubros. Las cifras
y la reciente estadística muestran un panorama preocupante.
El mes
pasado, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
(CONEVAL) presentó el inventario de la pobreza en México; sus conclusiones no
son nada halagadores. La política social del gobierno de Enrique Peña Nieto
(EPN) no ha mejorado las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos.
Entre 2012 al 2014, la población pobre creció en dos millones de personas, al
pasar de 53.3 millones de mexicanos (45%) a 55.3 millones (46.2%).
Los datos
son contundentes. De acuerdo al estudio del CONEVAL, crece la pobreza en
México. Más de la mitad de la población se encuentra en situación de pobreza, es
decir, 63 millones 800 mil mexicanos sobreviven en condiciones precarias. El
secretario ejecutivo de CONEVAL indicó que entre 1992 a 2014 la pobreza es la
misma (Jornada, 26/VIII/15).
El
diagnóstico adverso en el país indica el fracaso de la política social y el
fracaso del combate a la pobreza. Los indicadores sociales, lejos de mejorar,
empeoran. Tan solo en el 2014 se destinaron aproximadamente 457 mil millones de
pesos para política social del gobierno federal. Se dilapidaron recursos
financieros del país sin obtener resultados óptimos.
Guerrero,
Oaxaca y Chiapas siguen siendo los estados con mayor pobreza en el país. En el
2014 Chiapas fue de las entidades más beneficiadas por la Cruzada Nacional
contra el Hambre. Recibió 2 mil 358 millones de pesos del Programa Prospera,
2 mil millones de pensiones 65 y más, 319 millones en
tarjetas Sin Hambre y 179 millones de Diconsa,
entre otros subsidios gubernamentales.
Antes del
levantamiento del EZLN, Chiapas era el estado más pobre del país. El que tenía
mayor grado de analfabetismo, carencia de electricidad, con más hacinamiento,
donde se ganaba menos de un dólar al día.
Hoy
Chiapas es más pobre y con más hambre que en 1994. Chiapas tiene más habitantes
sin primaria terminada que antes del levantamiento zapatista. Es la entidad con
mayor analfabetismo en el país. El porcentaje de personas que no saben leer y
escribir es de 21%, muy por encima del 9% nacional. A pesar de todo, Chiapas
dejó de ser el más pobre del país. Fue superado por Guerrero, que tiene los indicadores
sociales con mayor atraso.
Ante este
desastre nacional, son responsables todas las dependencias del gobierno
federal, estatal y municipal. Sin embargo, la SEDESOL y La Cruzada
Nacional contra el Hambre son quienes cargan con la mayor responsabilidad
social.
En el
panorama social de los pueblos indígenas del país tampoco hay avances
significativos. Revisemos las cifras relevantes:
En los
últimos 8 años, el gobierno federal destinó 453 mil millones de pesos
destinados para el desarrollo integral de los pueblos y comunidades indígenas.
De éstos, 73 mil millones fueron ejercidos por la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). Ver cuadro 1 de estas inversiones.
Cuadro. 1
Erogaciones para el desarrollo integral de los pueblos y comunidades indígenas.
Año
|
Presupuesto
Transversal
|
Presupuesto
CDI
|
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Total
|
31 mil
millones
38 mil
millones
44 mil
millones
49 mil
millones
68 mil
millones
74 mil
millones
72 mil
millones
77 mil
millones y medio
453 mil
millones y medio
|
7 mil
millones
7 mil
millones y medio
7 mil
millones y medio
9 mil
millones y medio
10 mil
millones
10 mil
millones
10 mil
millones y medio
11 mil
millones
73 mil
millones
|
A pesar
de esta derrama millonaria, la política pública para pueblos indígenas ha sido
ineficaz e ineficiente. Sustento mi afirmación con los siguientes datos de
CONEVAL.
De
acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del 2010, el volumen de la
población indígena era de 18 millones de ciudadanos indígenas, que representa
el 16% de la población total del país.
En el
reciente estudio de CONEVAL se estimó que las tres cuartas partes de la
población indígena se encuentra en situación de pobreza. Es decir, más de 13
millones de indígenas viven en situaciones de pobreza. Los indígenas siguen
siendo los más pobres entre los pobres. La política social no ha logrado
mejorar el nivel de vida de los pueblos indígenas. La CDI, como organismo
rector en materia de desarrollo integral de los pueblos indígenas, tiene que
rendir cuentas a la nación de este fracaso inocultable.
Entre el
2012 y el 2014, la tasa de pobreza extrema entre los indígenas se incrementó de
1.2% a 31.8% de la población, más de cuatro veces la tasa de pobreza en la
población no indígena. En este mismo período, el porcentaje de población
indígena en pobreza pasó de 72.3 a 73.2%. En promedio, un incremento de 8
millones y medio de indígenas pobres. Este es el saldo de la política indígena
que impulsa el gobierno de EPN.
La
situación de pobreza entre los pueblos indígenas es más grave de la que
prevalece en la población en general. El CONEVAL alerta: “La población con
algún rasgo de pertenencia étnica se encuentra en mayor precariedad que las
personas que no lo presentan. Entre más ‘estructural’ sea el rasgo que da la
pertenencia étnica, mayor es la pobreza”.
Crece el
rezago social en indicadores como alimentación, vivienda, educación,
electrificación, salud, desnutrición, carreteras, analfabetismo, agua potable,
producción agrícola, migración, discriminación y acceso a la justicia. En estos
rubros los porcentajes se elevan y, de seguir en la tendencia actual, en el
futuro próximo la población indígena empeorará aún más.
Comparto
otro dato alarmante. En fecha reciente, la Secretaría de Gobernación elaboró un“Estudio
de la Minería en México”. Sus conclusiones sobre la intromisión minera
en los últimos 20 años son de alta preocupación nacional. De 1993 a 2012 “se
han otorgado 43 mil 675 concesiones mineras que representa una superficie
territorial de 95 millones, 765 mil 800 hectáreas, lo que significa casi la
mitad del país”.
Las
concesiones mineras han sido entregadas al capital transnacional: Canadá (74%),
Estados Unidos de Norteamérica (15%) y China (8.3%). En la práctica, el Estado
mexicano no está dispuesto a cumplir el derecho a la consulta bajo
consentimiento libre, previo en informado ni otras disposiciones jurídicas que
dimanan de convenios y tratados internacionales del sistema de la ONU. La
inversión extranjera viola disposiciones constitucionales al amparo de la ley.
Este es
el México de los pobres y de las grandes desigualdades sociales; donde las
políticas públicas han fracasado. Un país con un panorama oscuro. Una nación
que sigue en deuda con sus pueblos indígenas. Una República en donde las
reformas constitucionales en esta materia han sido insuficientes para mejorar
la situación social de sus pueblos indígenas. Las promesas se han incumplido
tanto en el ámbito nacional como en la esfera internacional.
—
*Marco Matías Alonso es investigador titular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
*Marco Matías Alonso es investigador titular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
FUENTE: Marcos
Matías Alonso*
No hay comentarios:
Publicar un comentario