En comparación con los activos financieros
tradicionales, el retorno de las inversiones proveniente de las plantaciones
forestales todavía es competitivo en la región latinoamericana. Foto:
wikicommons.
Subvencionada
por la Madre Naturaleza, la sociedad ha consumido, por varias razones y durante
siglos, grandes cantidades de madera extraída de bosques tropicales primarios.
Los bosques no fueron plantados ni cuidados. Y, por lo general, las empresas
alquilaban las tierras forestales que tanto necesitaban del gobierno, a bajos
precios durante largos periodos de tiempo.
Sin
embargo, este capital natural se está agotando. En promedio, solo cerca del 50%
de la madera extraída de un bosque que no había sido aprovechado anteriormente,
podrá ser aprovechado en cosechas futuras, espaciadas por décadas si realmente
existe una preocupación por la sostenibilidad. Entre tanto, continúa la
deforestación tropical sin interrupción y persisten prácticas no sostenibles de
aprovechamiento.
No debe
sorprender, por lo tanto, que un reciente análisis sugiera que la oferta global
de madera de los bosques tropicales ya había comenzado a declinar en 1989.
Al mismo
tiempo, las plantaciones forestales para leña, pulpa y madera ocupan parte
importante de la cobertura terrestre de muchos países; se estima que la madera
proveniente de plantaciones provee cerca de un tercio de la demanda industrial
a nivel global y se proyecta que este porcentaje aumente con el tiempo.
Adiós a
las bondades de la naturaleza.
Las
empresas se ven ahora obligadas a adquirir tierras, establecer viveros,
fertilizar la tierra, mantener cortafuegos y, en ocasiones, instalar sus
propios aserraderos.
MENSAJES
CLAVES PARA AMÉRICA LATINA
Si bien
es posible vender más árboles por unidad de tierra, en comparación con la
madera extraída selectivamente de bosques primarios, las decisiones de
inversión para establecer plantaciones forestales de gran escala necesitan un
cuidadoso escrutinio.
Centrándose
en países clave de América Latina, donde la forestería de plantaciones es ya
algo común, un estudio reciente identificó las principales ventajas y
limitaciones a las inversiones en plantaciones forestales, el grado en que los
factores institucionales y políticos afectan estas inversiones y cómo los
precios de la tierra y los riesgos de las inversiones inciden en estas
decisiones.
Utilizando
índices diferentes pero complementarios para medir el desempeño de las
inversiones para el periodo 2005-2011, el estudio presenta algunos mensajes
clave.
Si se
excluyen los costos referidos a la tierra, el retorno financiero neto de la
inversión en prácticamente toda la región latinoamericana sobrepasó el 10%, lo
cual aplica a los inversionistas que adquirieron tierra a precios baratos
décadas atrás. Si se desea adquirir tierras nuevas, y teniendo en cuenta las
regulaciones ambientales que limitan la disponibilidad de tierra productiva, el
retorno es más bajo, aunque aún potencialmente atractivo. Estos cálculos se
basan en la plantación de eucaliptos y pinos, de lejos las especies preferidas
para plantaciones de gran escala.
El
estudio también muestra que Chile y México presentaron los riesgos
macroeconómicos más bajos para las inversiones forestales, teniendo en cuenta
las políticas y regulaciones gubernamentales existentes, así como el ambiente
empresarial, mientras que Argentina y Venezuela se encontraban al extremo
opuesto del espectro.
El
informe del PROFOR concluye que la inversión directa extranjera se está
desplazando rápidamente desde los países desarrollados a los países en
desarrollo”
Brasil
contaba con mejores mercados para la madera, pero su facilidad para hacer
negocios y cumplir con las regulaciones ambientales era menor. Uruguay y
Colombia, por otro lado, presentaban mejores condiciones y ambiente empresarial
y ambos países aún buscan atraer nuevas inversiones.
Sin
embargo, la tierra en las cercanías de los mercados de madera es escasa y
representa un factor limitante en muchos países. Si bien es posible adquirir
tierra barata más lejana y utilizarla para el establecimiento de plantaciones
forestales, los compradores deben ser optimistas en que una vez las
plantaciones se establezcan, se desarrolle en paralelo la capacidad de
procesamiento del producto.
Los
autores concluyen que, en comparación con los activos financieros tradicionales,
el retorno de las inversiones proveniente de las plantaciones forestales
todavía es competitivo en la región latinoamericana.
NUEVA
FUENTE DE FINANCIAMIENTO
No es de
extrañar entonces que las inversiones internacionales en forestería de
plantaciones hayan surgido como una nueva fuente de financiamiento, tanto en
países en desarrollo como aquellos con economías emergentes.
Se
calcula que estas inversiones podrían ascender a USD80 mil millones a nivel
global, estando la mayor parte de las mismas concentradas en América Latina
según un informe del Programa sobre Bosques (PROFOR) del Banco Mundial
publicado el año pasado. Cerca del 78% (18,7 millones de hectáreas) del área
total de las plantaciones forestales comerciales en América Latina son de
propiedad privada, aunque están concentradas en un puñado de países.
El
informe del PROFOR concluye que la inversión directa extranjera se está
desplazando rápidamente desde los países desarrollados a los países en
desarrollo.
Aunque
esto podría ser considerado como una tendencia prometedora, el informe menciona
además que existen importantes brechas de información sobre los costos
involucrados en el desarrollo de infraestructura forestal, el procesamiento de
madera y los flujos financieros, tanto en mercados de madera nacionales como
internacionales, y que se presentan en la mayor parte de países
latinoamericanos analizados en el estudio.
Esto
añade incertidumbre en lo que respecta a la posible rentabilidad de las
inversiones en plantaciones forestales y aumenta también los costos de arranque
para desarrollar proyectos de inversión. La confianza de los inversionistas
descansa en información confiable.
Si los
gobiernos esperan que el sector privado desempeñe un rol importante en América
Latina invirtiendo responsablemente en el sector forestal, es fundamental que
la información de base y la calidad de los datos relevantes sean fortalecidos.
Manuel Guariguata es científico, para ponerse
en contacto con él, sírvase escribir a m.guariguata@cgiar.org
FUENTE: MANUEL
GUARIGUATA
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