LA
IZQUIERDA PERUANA ES UN "CADÁVER VIVIENTE": ES LA HORA DE ASONADA
POPULAR.
MARISA
GLAVE PIDE DEJAR ATRÁS AL FANTASMA DE LA IZQUIERDA UNIDA
Llega el momento de cambiar, cuando los
métodos son ineficaces y en las actividades públicas políticas solo asisten los
mismos de siempre, urge el momento de cambiar nuestros método, de actualizarlo
con conocimiento técnicos nuevos, es hora de actualizar nuestros métodos……..es
la hora ante todo de la asonada.
Marisa Glave dijo que es necesario dejar la
discusión interna en la izquierda, para empezar a discutir aspectos mucho más
relevantes. “O nos olvidamos de los ochenta y de lo que fue Izquierda Unida o
no vamos a lograr salir de ese fantasma
LA UNIDAD NO ES UNA NOSTALGIA
Si lo
único que hemos aprendido de la historia de la izquierda es que, cerca de las
elecciones, los partidos deben coordinarse, valerse de una inscripción y de
algún candidato que jale la maquinaria y esperar los votos luego de una pequeña
campaña, tiene razón Marisa Glave cuando dice que de ese tipo de izquierda,
llena de cálculos y silencios deberíamos olvidarnos.
Lo que
catapultó a la izquierda a poco más diez años de fortaleza electoral y
presencia política en el país, era la potencia con la qué el gobierno de
Velasco sacudió el país y generó actores políticos nuevos, que la IU recogió
por el camino, y encajó a través de luchas políticas y sociales, casi sin darse
cuenta, de donde venía el impulso.
Eso ya no
es posible porque los escenarios han variado diametralmente. Tito Flores
Galindo, el gran historiador, lo expresó en su lecho de muerte, a pocos meses
de la elecciones de 1990, cuando todavía no existía el “fenómeno Fujimori”, al
resumir que la izquierda erradamente había creído que lo votos del pueblo eran
propios y que podían pelear para quitárselos entre ellos. La izquierda fracasó
en los 90, porque algunos se burlaron de la unidad, por haberse quedado con el
mejor candidato y los otros no pudieron separarse de la imagen de la división.
Si bien el
tema de la unidad no es siempre el mismo, la división todo el tiempo es
entendida de la misma manera: estos no quieren pelear por el poder sino por un
sitio en el sistema. El peor error de IU fue que se constituyó como una
coordinadora de partidos, altamente enfocados en asuntos administrativos, y sin
voluntad de actuar como dirección política del día a día, y proyecto de largo
plazo.
Eso no
quiere decir que los partidos, sus parlamentarios, sus dirigentes de masas, no
la pelearan y muchas veces de muy buena forma; el hecho es que siendo la mayor
instancia “una coordinadora”, no dirigía los procesos concretos y ahondaba la
idea de que era un frente frágil por la alturas, aunque por las bases era un
torrente en ebullición.
Hoy ya no
se trata de nostalgias de la izquierda de los 60 hasta los 2000, aunque eso no
niegue lo mucho que hay que aprender de ella. Ahora estamos en tiempos del
llamado cambio generacional, que hace aparecer nuevos líderes, nuevos discursos
y a veces repeticiones con envolturas diferentes. Incluso el Frente Amplio, se
fundó con la vieja idea de la coordinadora, que derivó que los coordinados se
escindieran al primer desacuerdo electoral. Un solo componente, el de la
inscripción, se ha quedado con el nombre y es el frente menos amplio que se ha
visto hasta la fecha.
Pero lo
peor es ese discurso de “la unidad no importa”, “el resultado electoral ya se
sabe”, y otras frases por el estilo que circulan de un lado a otro, que parecen
decir a las masas que ellas son las que no importan.
FUENTE: Raúl
Wiener
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