El
sacerdote jesuita Francisco Muguiro Ibarra escribió un alegato a favor de las
rondas campesinas cuya labor jurisdiccional pretende ser eliminada en el nuevo
proyecto de Código Penal.
Se trata
del artículo titulado: No dejen a los pueblos sin su justicia, y que fue leído
como editorial en radio Marañón el día martes 9 de junio.
“Las
Rondas existen por la incapacidad del Estado de llegar a todas las zonas del
Perú, y el Estado peruano tiene mucho que agradecer a las Rondas por el servicio
eficaz y desinteresado que ofrecen” afirmó el conocido sacerdote Paco Muguiro.
Luego de
detallar la inmensa organización sectorial que poseen las rondas en las zonas
rurales se pregunta: “¿Cuánto le cuesta al Estado esta organización? Nada, ni
un céntimo, y el Congreso del Perú le va a quitar la facultad de administrar
justicia en casos de su competencia”.
El
congresista Juan Carlos Eguren Neuenschwander lidera la cruzada contra las
rondas campesinas. El es uno de los miembros de la bancada parlamentaria pro
minera que llegó al congreso con el apoyo de la oenegé Reflexión Democrática,
financiada con aportes de las empresas mineras.
Uno de
los promotores para eliminar la justicia es el congresista Juan Carlos Eguren
Neuenschwander, presidente de la Comisión de Justicia del Congreso de la
República, conocido por su posición pro-minera, quién sostiene el argumento de
que existe “duplicidad de funciones”.
Al
respecto el Padre Muguiro pide a los congresistas limeños que por favor miren
al Perú “aunque sea en un mapa y después decidan si quieren dejarnos sin la
única justicia que tenemos”.
A
continuación el artículo de Francisco Muguiro Ibarra.
NO DEJEN A LOS PUEBLOS SIN SU JUSTICIA
Parece
que la Comisión de Justicia del Congreso ha excluido a la Justicia Rondera de
un dictamen que busca crear un nuevo Código Penal. A los que vivimos en las
zonas rurales es como dejarnos sin justicia. Por eso el Poder Judicial teme que
se elimine este servicio desinteresado que dan las Rondas, y que signifique la
criminalización de las mismas. El Juez Duberlí Rodríguez Tineo, de la Sala
Penal Especial de la Corte Suprema, dice:
“Sería
lamentable que todo el camino que se ha avanzado se retrocediera para pasarlas
prácticamente a la ilegalidad, con lo cual vendría una persecución penal contra
las Rondas Campesinas, una criminalización.”(La República, 8 de Junio 2015)
Según los
datos estadísticos el 25% de los ciudadanos/as del Perú vive en zona rural.
Pero considerando que los pueblos de más de dos mil habitantes son considerados
urbanos, y hay muchos distritos rurales con esa cantidad de personas, podemos
considerar que hasta un 30% es población rural. Pero todos sabemos que el Perú
es más grande que el Estado Peruano, lo que quiere decir que el Estado no llega
físicamente a muchas zonas rurales, y lo que es peor que los problemas del Perú
superan con mucho al Estado peruano, como vemos ahora con la inseguridad
ciudadana. Hasta en Lima se está insinuando la idea de que una de las maneras
de controlar la inseguridad ciudadana podría ser las rondas barriales.
Las
Rondas existen por la incapacidad del Estado de llegar a todas las zonas del
Perú, y el Estado peruano tiene mucho que agradecer a las Rondas por el
servicio eficaz y desinteresado que ofrecen. Porque a nadie le gusta salir de
noche a controlar el abigeato, a nadie le gusta perseguir a los delincuentes, a
nadie le gusta acudir a reuniones todos los meses a dos o tres horas de camino.
Pero se hace porque les vale la pena, porque desde que hay ronda el campo se ha
ordenado: ya no hay robos de ganado, ni delincuentes sueltos haciendo daño o
asaltando. En todos los caminos que salen a los caseríos desde Jaén se
asaltaba, y más en la época de la cosecha del café. Basta que se pusieran las
garitas de la ronda y se terminaron los asaltos. Las Rondas han resguardado
incluso las elecciones generales en coordinación con los fiscales y la PNP,
para que no hubiera golondrinos, porque conocían quienes viven en sus caseríos
y quienes eran de otros lugares. En algunos lugares que no dejaron actuar a las
rondas hubo desmanes. En Chota puede usted dejar su carro abierto en la plaza
de armas que no le pasa nada.
No se lo
podrán creer pero en la provincia de Jaén hay 12 Federaciones distritales, una
por cada distrito, y cada una tiene de promedio unas cuatro sectoriales, y las
sectoriales cuentan con cinco o seis bases, no menos de cuatro, que así llaman
a los caseríos. Los distritos de San José del Alto y San Felipe son los que
menos sectoriales tienen, y cuentan con tres sectoriales, pero el distrito de
Colasay tiene siete y el Jaén ocho. En total 46 sectoriales por seis bases cada
una hacen 276 bases, por unos 20 ronderos en cada base, hacen 5.420 ronderos
organizados. ¿Cuándo va a llegar el Poder Judicial del Estado peruano a las
sectoriales? si ni siquiera llega a los distritos? La policía con las justas
está en los distritos y con no más de seis efectivos, para cuarenta o cincuenta
caseríos que tiene cada distrito. ¿Cuánto le cuesta al Estado esta
organización? Nada, ni un céntimo, y el Congreso del Perú le va a quitar la
facultad de administrar justicia en casos de su competencia. Y la razón más
fuerte, que da nuestro amigo Juan Carlos Eguren es porque se produce duplicidad
de funciones. ¿Habrán visto alguna vez los distritos de Cajamarca, mal
comunicados, a algún juez o algún fiscal? Nunca, sino para el levantamiento de
cadáveres. Así que Sres. Congresistas limeños, por favor miren al Perú, aunque
sea en un mapa y después decidan si quieren dejarnos sin la única justicia que
tenemos.
Jaén, 9 de
Junio del 2015
FUENTE: Paco
Muguiro Ibarra
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