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viernes, 24 de julio de 2015

LA IMPORTANCIA DE LAS ELECCIONES DEL 2016




                        LA IMPORTANCIA DE LAS ELECCIONES DEL 2016                                                        (para su análisis y difusión en redes sociales)

 En el pasado mes continuaron como temas importantes en la agenda pública el acoso mediático a la pareja presidencial y la inseguridad ciudadana.  A ellos se agregaron la polémica en torno al veredicto de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el caso Chavín de Huantar y los presidenciables del 2016 que ya están en campaña.  Sobre Chavín de Huantar ya se ha dicho bastante, por lo que nos parece útil centrar nuestro artículo en torno al tema electoral, destacando la importancia de la misma, el perfil del elector peruano y alguna información sobre los candidatos que ya están en carrera. De los otros hablaremos en futuras entregas.

IMPORTANCIA DE LAS ELECCIONES

En los últimos años en el país ha habido un desprestigio muy grande de la  política. Este desprestigio no es casual, ha sido alimentado por una propuesta de organización de la sociedad que sostiene que todos los problemas que tenemos  son problemas técnicos, es decir, que hay que dejárselos a los especialistas, y que cuando los políticos intervienen malogran todo. Y también por el comportamiento de buena parte de nuestros políticos. El resultado de ello es que los ciudadanos y ciudadanas cada vez nos sentimos más alejados de la política.

Pero ese es un problema. ¿Por qué? Porque en realidad la política de lo que trata es de la administración de los bienes de todos en un determinado país.Permítanme explicar: los estados han  ido construyendo a través del tiempo una serie de instituciones que le permiten organizar su vida en común.  Necesitamos cuidar nuestras fronteras, para eso tenemos las Fuerzas Armadas. Necesitamos también cuidar que los enemigos de lo ajeno no nos quiten lo que con mucho esfuerzo hemos logrado tener, para eso tenemos la Policía. También necesitamos llevar la atención de salud y de educación a todos, para eso tenemos los Ministerios de Educación y Salud. Y para las otras tareas tenemos los otros ministerios.

Pero también necesitamos ponernos de acuerdo en qué es legal y qué no es legal en el país, y para eso está el Congreso, donde están representadas las diversas miradas que tenemos sobre el país. También necesitamos ordenar nuestras vidas en el nivel local, para eso son los gobiernos locales.  A veces entre nosotros surgen disputas, en las zonas de Sierra y de Amazonía, por ejemplo, son muy comunes las disputas por linderos, por terrenos.  Para resolver esas disputas vamos a los tribunales, está todo lo que es el sistema de justicia.  Para que un Estado funcione requiere dinero, y entonces tenemos la SUNAT, cuya labor es lograr que cumplamos con la obligación de tributar para que el estado pueda funcionar.

Lo que nosotros hacemos en las elecciones es simple y llanamente decidir quién va a administrar todos estos bienes, recursos e instituciones (llamado técnicamente el aparato del Estado). Cada cuatro años elegimos a los gobiernos locales, provinciales (los Municipios), y regionales.  Y cada cinco años elegimos al Parlamento o Congreso y al Gobierno Nacional o Ejecutivo.  Lo que nosotros decidimos en las elecciones es quién va a administrar el conjunto de estos recursos (instituciones y dinero) para que el Perú progrese. Pero si no elegimos bien, en lugar de progresar retrocedemos o nos estancamos. 

Todas las decisiones que se toman en el espacio de la política afectan nuestra vida cotidiana.  Por eso, tenemos que recuperar la idea que de la política y de los administradores del aparato del Estado va a depender que  progresemos o nos estanquemos.  Pero no sólo por eso es importante el proceso electoral.  También es importante porque es uno de los pocos momentos donde nosotros tenemos poder, no sólo nos escuchan, sino decidimos. ¿Por qué? Porque quién va a acceder al Congreso, quién va a ser Presidente, no depende sino de un factor: de nuestro voto.  

Y eso nos permite también poner en agenda los temas que nos interesan, como fue el caso en procesos electorales anteriores con temas como la necesidad de descentralizar el país (regionalización) y se sacó compromisos a quienes iban a asumir la administración del Estado en que lo sacarían adelante y hoy es una  realidad. Algo similar pasó con el tema de derechos humanos, la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) etc. Y también podrían servir estos procesos para impulsar valores, si nos lo proponemos. Nuestro voto puede premiar a los políticos que realmente trabajen por el bien común y castigar a los corruptos o a los que solo buscan aprovecharse de la política para sus propios fines.


FUENTE: Pilar Arroyo R. P. - Instituto Bartolomé de las Casas 

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