El Presupuesto General de la
República revela en gran medida la naturaleza política de todo gobierno porque
detalla las preferencias y la concepción de desarrollo nacional que manejan los
que lo formulan (MEF) siguiendo o no, la ideología de los gobernantes. A partir
de 1990, tras el desastre económico del primer gobierno aprista el Fondo
Monetario Internacional- FMI, ofreció su ayuda financiera para salir de la
crisis bajo la condición de que el gobierno siga disciplinadamente sus recetas
económicas, no pudiendo tomar decisiones económicas sin su aprobación.
A partir de entonces el
neoliberalismo se posesionó del MEF convirtiéndolo en un superministerio por
encima de los demás. Es el que maneja la economía por encima del Presidente de
la república y maneja el presupuesto como una sucursal del FMI. Puede darle
algunos gustitos al presidente para que haga sus programas menudos pero la
plata la manejan los burócratas neoliberales del MEF siguiendo las pautas
políticas del FMI. Si algún ministerio, gobierno regional y local quiere hacer
obras, se lo tiene que pedir al MEF con ruegos de atención. Nada se puede hacer
si el MEF se opone.
Como se recordará, en el gobierno
anterior el ex presidente del Consejo de ministros César Villanueva creyó estar
por encima de su ministro de economía y fue obligado a retirarse con el rabo
entre las piernas por atreverse a opinar al margen del MEF. Su poder es supremo
y es el que decide las prioridades gubernamentales, cuánto para cada sector y
para qué. El MEF está por encima de la Constitución pues aunque esta ordene dar
trato preferencial al agro, hacen caso omiso de este mandato (Artículo 88°.-
Régimen Agrario El Estado apoya preferentemente el desarrollo agrario).
Este gobierno empieza ofreciendo
hasta lo ilógico y el gabinete ministerial hizo su presentación con bombos y
platillos dándole en la yema del gusto a la derecha parlamentaria para obtener
su aprobación. La expectativa por esta presentación fue inmensa, con una
cobertura total de la prensa, comentaristas e infinidad de artículos analistas.
Sin embargo, tal espectáculo de coristas bailarinas de cancán fue solo para la
diversión política porque lo que vale realmente es el proyecto de presupuesto
que se aprobará por ley.
Allí estarán definidas las verdaderas
intenciones de este gobierno, pero este asunto pasará desapercibido para el
pueblo y quizá nadie lo comente como sucede todos los años. ¿Por qué la
aprobación del presupuesto no tiene la misma o más cobertura mediática que la
presentación del gabinete? Es nuestra plata la que se distribuye pero nadie
dice nada. ¿Por qué el pueblo es indiferente si con el presupuesto público se
decide nuestro destino en gran parte? Tratamos de administrar de la mejor
manera los ingresos del hogar mirando el futuro de nuestros hijos pero lo que
hacemos a nivel familiar lo hace el Estado (MEF) con 32 millones de peruanos.
Entonces, si los ingresos del
gobierno son a costa nuestra, que pagamos impuestos además de otras
contribuciones y ese dinero pertenece a toda la nación, no hay razón para
desatendernos de su uso pues de ello depende la suerte de todos los peruanos y
el futuro de las nuevas generaciones. El futuro nacional no depende de las
promesas políticas sino del presupuesto y de la manera como se maneja las
cuentas públicas incluyendo el valor de nuestra moneda. Pero ocurre que nuestro
pueblo ni siquiera se entera de nada respecto al presupuesto. Los neoliberales
deciden sin importarles los dramas sociales.
¿Y cuantos en la izquierda conocen y
manejan esta información? El uso de los fondos públicos nos afecta
considerablemente pero nadie reclama y con ello favorece los malos manejos, la
corrupción y los negociados de quienes lucran saqueando los recursos estatales.
Declaramos estar contra la corrupción pero son solo palabras porque nadie
vigila y nuestra plata se la llevan los corruptos en maletas, en carretillas,
inflando costos, sobrevaluando obras, presupuestando proyectos antojadizos. No
hay plata para ayudar a la población rural pero sí, para elefantes blancos.
¿Por qué será?
Si tenemos que decidir sobre nuestro
presupuesto familiar fijamos prioridades cubriendo primero nuestra
alimentación, gastos escolares, salud, vivienda, servicios de luz, agua,
teléfono, vestimenta y si nos sobra dinero ahorramos para un negocio, para un vehículo
o para una casa propia. Pero si lo despilfarramos en diversiones, alcohol y
vanidades estamos poniendo en riesgo el futuro familiar y nuestra vejez.
Entonces tenemos que pensarlo bien y tomar decisiones sabiendo que las
privaciones de hoy serán nuestra salvación en el mañana.
Esta misma lógica vale para los
gobernantes que tiene que administrar el dinero estatal a fin de dar mejores
condiciones de vida a millones de peruanos. Lo ideal es que se haga una
distribución equitativa compensando desigualdades, pero si no se maneja bien
nuestros ingresos, el gobierno podría llevarnos a la ruina o beneficiar solo a
unos cuantos en perjuicio de las mayorías cometiendo claras injusticias.
Entonces se presentan casos como los siguientes:
El gobernante tiene que decidir por
ejemplo, si al país le conviene destinar más recursos en producir alimentos o
en gastos militares. En el primer caso es una inversión de apoyo a la
agricultura que a los seis meses devolverá el capital más la rentabilidad. En
el segundo caso es un gasto neto en gran parte no durable como el consumo de
proyectiles, combustible, uniformes, etc. Pregunto: ¿A cuál de los dos ramos
deberíamos asignar mayor presupuesto?
Por su puesto que las compras
militares y policiales se prestan a muchas sospechas. Pero también sucede con
la promoción de obras de infraestructura para beneplácito de las constructoras.
Se justifican construcciones elevadas como una necesidad perentoria pensando en
los “diezmos” y se programan prioritariamente aunque la población rural padezca
de anemia y desnutrición. Sin embargo, hay que tener en cuenta lo que indica el
siguiente gráfico:
Fuente: “Trazos para una República
Equitativa”- M Ruiz
El gráfico nos muestra que a mayores
gastos militares y policiales quedan menores recursos presupuestales para
destinarlos al desarrollo nacional. Pero podemos ser más explicativos
utilizando las coordenadas cartesianas (eje de abscisas/horizontal y eje de
ordenadas/vertical), que nos ilustran sobre lo que podría pasar según las
prioridades en el manejo presupuestal.
En el punto A, el país crece y el
presupuesto nacional cubre sus gastos con equilibrio presupuestal sin déficit
(3/3=0 déficit). En el punto B, el país no crece pero sus necesidades se han
duplicado teniendo un déficit presupuestal de 3/6= 50%, mientras que en el
punto C el país decrece, tiene muy bajo presupuesto y no cubre sus necesidades,
las mismas que se han incrementado. Se gasta por encima de los ingresos y se
recurre a las deudas. Los males sociales se multiplican.
Este mismo gráfico nos sirve para
visualizar una situación con respecto a gasto militares y policiales versus
producción de alimentos. En el punto A, los gastos militares y policiales están
en equilibrio guardando una proporción con el gasto en la producción de alimentos.
En el punto B, el presupuesto
destinado a la producción de alimentos se mantiene igual pero se han duplicado
sus gastos militares y policiales, ocasionando un desbalance del 50%, en tanto
que en el punto C, por razones represivas, se ha extremado el presupuesto
militar policial teniéndose que reducir el presupuesto para la producción de
alimentos a un nivel muy bajo, lo que ocasiona hambre y pobreza extrema,
aumenta la delincuencia y arrecian las protestas, teniendo que recurrirse a una
espiral de mayores presupuestos represivos.
Aunque los ejemplos son simplistas
por razones didácticas, por lo menos nos dicen que, un diseño presupuestal
equivocado y un mal manejo de la caja fiscal pueden traer malas consecuencias
para la sostenibilidad del país y desgracias para los más indefensos.
Pero así como estos criterios, hay
muchos otros como por ejemplo ¿A qué región asignarle más recursos entre la
costa, sierra y selva? ¿A qué criterio responde el hecho de hacer grandes
irrigaciones solo en la costa? ¿Con qué criterio los neoliberales del MEF hacen
el presupuesto general dela república? ¿No les parece que este asunto merece el
debate nacional abierto y no a espaldas del pueblo? El proyecto de presupuesto
2017 ya está en el Parlamento y los congresistas del frente Amplio bien podrían
darlo a conocer y ponerse a debate por lo menos entre sus partidarios.
Para el 2016, el presupuesto ascendió
a S/ 138,491 millones, aumentando en 6,6% respecto al 2015 y un 57% más
respecto a los inicios del gobierno de Humala. Los presupuestos vienen
aumentando cada año como se muestra en el siguiente gráfico pero si el país no
crece al mismo ritmo, lo que tenemos es déficit fiscal que se agranda cada año.
Queda por ver si el proyecto de
presupuesto neoliberal para el 2017, tendrá el mismo molde de la administración
cesante aunque las cantidades varíen según las prioridades del nuevo gobierno
en saneamiento, educación, salud, seguridad ciudadana. El nuevo titular del MEF
desconfía de algunos burócratas que proceden de la administración anterior pero
repite constantemente la consigna del FMI de que es necesario reformas
estructurales que no son contra los ricos sino contra los trabajadores. Queda
ratificado así. que la nueva administración no cuestiona el modelo neoliberal
vigente y que solo se trata de un cambio de estilo (como ya estaba previsto).
Por lo pronto el Parlamento
derechista ya ha dado su aprobación unánime para continuar con los déficits
presupuestales hasta el 2021 pero habrá que ver si la Comisión de Presupuesto
en manos fujimoristas cuestiona o no, el proyecto de presupuesto 2021. Podría
ser que no dejen pasar lo que favorece políticamente al Ejecutivo y exigir
cambios que favorezcan políticamente al fujimorismo. O quizá, compartan
intereses como derecha única. Veremos. Entre tanto, continuaré dando a conocer
en próxima entrega, algunos detalles del presupuesto vigente.
FUENTE: Milcíades Ruiz
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