Este hecho que sucedió en Huánuco
está para meme y quedaría así:
Los vecinos del centro poblado Llicua
(Amarilis, Huánuco) protestaban porque la Municipalidad Distrital de Amarilis,
Huánuco, desvió la ruta de los camiones que pasaban por la carretera Central
hacia una vía que colinda con las viviendas de los manifestantes. Como suele
pasar en casi todas las vías rurales (que no están asfaltadas) los vecinos
tragaban todo el polvo que levantaban los vehículos al transitar.
Él es el alcalde de Amarilis,
Robinson Aguirre. Imagen: Municipalidad Distrital de Amarilis
Después de seis meses de quejas sin
respuestas, los vecinos decidieron cerrar el paso a los vehículos y devolverlos
a la carretera Central. La Policía se
apareció para meterles palo desalojarlos, y el funcionario de la Defensoría del
Pueblo, Pier Paolo Marzo, llegó para convocar a las autoridades municipales y
arribar a una solución. Lo que no imaginó es que la Policía se lo llevaría como
a pulpín en marcha de Repartija.
Según contó el funcionario, que ya
fue liberado, lo detuvieron porque su presencia era un acto de incitación a la
violencia y a la toma de la carretera:
Incluso el comisario (Carlos) Huachín
Gómez me imputa no despejar la carretera, como si yo estuviera organizando la
actividad. Parece que hubiera querido dar un mensaje de que la ley está por
debajo de él.
La Policía ya solicitó la
intervención de la Inspectoría General de la Policía para que realice las
investigaciones. Lo que buscaba Marzo era justamente evitar que la protesta
escalara a un conflicto. Solo en agosto de este año, a nivel nacional,
surgieron dos nuevos conflictos sociales más en comparación a julio: 208
conflictos.
Jefecito, acuérdese cómo acaban las
protestas que no se controlan a tiempo:
FUENTE: Andy Livise
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