MENÚ DESPLEGABLE

TRADUCCIÓN A OTROS IDIOMAS - TRANSLATION TO OTHER LANGUAGES

miércoles, 20 de julio de 2016

LO QUE SIGNIFICA ZAVALA



No fue una sorpresa para el mundo político el anuncio dado ayer por el presidente electo Pedro Pablo Kuzcynski: Fernando Zavala Lombardi será su primer Presidente del Consejo de Ministros.

No lo era por dos motivos. El primero, es que era un secreto a voces dentro de los corrillos políticos. Como mencionó ayer Augusto Álvarez Rodrich en su columna, Zavala fue convocado el 18 de junio a la casa de PPK para que le ofrecieran el cargo y su nombre ya era el más mentado para ocupar este sector. Este blog confirmó el viernes por la tarde que el hoy exgerente general de Backus pasaría a ser el número dos del gobierno.

El segundo es la confianza que le tiene Kuczynski. Hace casi once años, PPK le puso a Toledo como condición que Zavala fuera su reemplazo en el Ministerio de Economía y Finanzas para él aceptar la PCM, dada la crisis generada por el nombramiento de Fernando Olivera en la Cancillería. Zavala cumplió con creces.

¿Qué significa el nombramiento de Zavala al frente de la PCM?

En primer lugar, significa el empoderamiento de lo que, en ciencia política, se conoce como “tecnopols”. Estamos aquí ante personas con un alto nivel de especialización y estudios, el mismo que constituye la base de su poder, el mismo que puede ser ejercido tanto en contextos democráticos como autoritarios, así como en mayor o menor apertura de mercado. Su legitimidad está en la obtención de resultados y en su experiencia técnica. Pero, a su vez, también comparten atributos políticos importantes: son líderes que se encuentran en posiciones de influencia, colocan su experiencia en distintos sectores del Estado, participan activamente en la vida política y contemplan que una buena política no solo es aquella que cumple criterios técnicos, sino que también resulta viable en términos políticos.

Una anécdota del gobierno de Alejandro Toledo, que tiene a PPK y Zavala como protagonistas, apunta en esta línea. Así arrancaba un artículo de Caretas a finales de aquel periodo:

Alejandro Toledo tiene sentados al frente a sus ministros Pedro Pablo Kuczynski y Fernando Zavala. “¡Si hubiera tenido menos tecnócratas insensibles me hubiera ido mejor!”, exclama gesticulante.

PPK pasa la lengua por el labio inferior. “Los tecnócratas insensibles”, ironiza el premier, “te dieron 6.5% de crecimiento”. El titular de Economía sonríe cómplice. “El modelo ha funcionado, Presidente”, tercia.

“Así que no jodas”, cochinea Kuczynski cuando la azafata del avión presidencial ingresa a la cabina del jefe de Estado para pedirles a los periodistas ir a sus puestos. El avión está a punto de despegar y el premier ríe a sus anchas.

En segundo lugar, el nombramiento de Zavala marca el perfil de su gabinete: ministros técnicos con una buena comunicación e imagen pública. De allí las probables ratificaciones de Jaime Saavedra (Educación) y Paola Bustamante (MIDIS). De acuerdo a la información de la que disponemos, un perfil similar se busca para el sector Salud. Si se suma en ello a Alfredo Thorne (Economía) y al hecho que la Cancillería tendrá a un embajador de carrera con varias millas de kilometraje, el perfil resulta nítido. (Más sobre los posibles jales en este post de Laura Grados)

En tercer lugar, las declaraciones de Zavala apuntan a prioridades más o menos claras. seguridad, crecimiento económico más alto, formalización, reforma del sistema pensionario y mejores servicios a los ciudadanos. De allí que se vuelva bastante clave quien sea nombrado como ministro del Interior y el equipo que lo acompañará. En esa misma línea, PPK ha señalado que pedirán facultades con miras a hacer una reestructuración policial a fondo, algo que estaba ya contemplado en el plan de gobierno. Esta medida, sin duda, resulta vital para el sector, pero se requiere que su ejecución sea hecha por alguien con pulso político en dicha cartera.

En cuarto lugar, supone una apuesta con ciertos límites. No solo se trata, como se señala desde varios sectores, de los peligros de las “puertas giratorias” (pasar del sector privado al público y viceversa con suma rapidez) o de las cuestiones vinculadas al lobby, sino también a la mirada que se tiene sobre el Estado. Así la caracterizó Alberto Vergara, al comentar el libro de dos tecnócratas metidos a ministros: Piero Ghezzi y José Gallardo Ku.

Seguramente es deseable tener más profesionales con PhD en el Estado, pero sobre todo necesitamos rehabilitar la relación entre Estado y ciudadanía de tal manera que las políticas económicas exitosas de los últimos veinte años tengan continuidad en el tiempo mediante pactos que involucren a la sociedad y sus representantes políticos y no que prosigan por la mera imposición de sectores sociales o tecnocráticos sin legitimidad electoral. Nuestro sistema carece de la legitimidad (y, por tanto, de la estabilidad) que nace cuando se encuentran ciudadano y política pública por la vía de la política y sus representantes. Somos una democracia representativa, si acaso hace falta recordarlo. Es esta carestía la que nos pone al borde de patear de tablero cada cierto tiempo. Los tecnócratas no construyen legitimidad.


Finalmente, queda por ver la madera política de Zavala en un escenario complejo. Fuerza Popular y el Frente Amplio serán aliados y rivales, respectivamente, en distintos momentos. A su vez, ambas bancadas, las mayores dentro del Congreso, tendrán que superar dificultades internas propias de sus propias características (alta cantidad de invitados en el fujimorismo, tensiones sobre el carácter del frente de izquierda). Y, al interior del partido de gobierno, también existen pugnas y divisiones entre varios grupos, aunque las mismas probablemente se calmen durante los primeros meses de gobierno. Es allí y frente a los conflictos sociales donde se verá el talante real del presidente del Consejo de Ministros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario