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domingo, 31 de julio de 2016

LA CONTAMINACIÓN SONORA AFECTA LA SALUD DE LAS PERSONAS



Informe presentado en el XIX Congreso Internacional sobre Acústica, realizado en Madrid (España), ……………………..

Asimismo, se comprobó que circulan vehículos con tubos de escape modificados y que los choferes hacen uso excesivo del claxon. Otra fuente de contaminación por ruidos es la causada por el transporte aéreo, debido a la proximidad del aeropuerto a la zona urbana.

Por otro lado, las actividades sociales en las zonas más humildes de las ciudades suelen utilizar equipos de sonido a gran volumen, causando molestias a los habitantes de las viviendas cercanas.

Los megáfonos utilizados por el comercio ambulatorio también causan una gran contaminación por ruidos, los motores y maquinaria (al interior de las industrias), construcciones arquitectónicas y reparaciones de carreteras (taladros, neumáticos, grúas, mezcladoras, etc.), música estrepitosa (discotecas, fiestas, vendedores ambulantes, etc.), aparatos domésticos, explosiones (minería, petróleo, construcción civil, etc.).

Como respuesta a los problemas existentes sobre ruidos a nivel nacional, se ha aprobado el Decreto Supremo Nº 085-2003-PCM, donde se establece el Estándar Nacional de Calidad Ambiental para Ruido y define los lineamientos para no excederlos con el objetivo de proteger la salud, mejorar la calidad de vida de la población y promover el desarrollo sostenible.

Ruidos

Las informaciones recientes señalan que Lima, es una de las ciudades con mayor crecimiento de agentes productoras de sonidos y ruidos, y que éstos tienen una variedad, intensidad y perdurabilidad. Todos ellos constituyen una forma de contaminación física.

Las principales actividades económicas con un correlato de generación de ruidos, son:

· El transporte
· La industria
· La actividad de la construcción.

Tal vez esta última es una de las más importantes en la economía del país, pero también una importante consumidora de recursos, fuente de residuos y de contaminación acústica. Es por eso que el vertiginoso proceso de urbanización ha acrecentado una nueva preocupación ambiental: el ruido.

El aumento sistemático de la actividad de la construcción en nuestro país, en respuesta al crecimiento demográfico, con la consiguiente demanda de servicios públicos, transporte y la pérdida de áreas verdes; genera impactos nocivos en la calidad de vida de sus habitantes.

Tradicionalmente el ruido era considerado como la fuente de contaminación más inofensiva, ya que, a diferencia de otros agentes, sólo se percibe por un sentido y sus efectos son menos inmediatos. Es, sin embargo, uno de los contaminantes más invasivos que se encuentran en la atmósfera.

La contaminación acústica posee en ella misma una serie de inconvenientes que dificultan su control. Los expertos coinciden al afirmar que es muy difícil escapar a su nocividad y a los desequilibrios que comporta. En el ámbito urbano, rural, laboral, social, educativo e incluso en el hogar, la contaminación acústica consigue interferir en la vida del ser humano provocándole dificultades de atención y de concentración, sin olvidar su contribución al estrés nervioso y a la alteración del sueño, entre otros efectos auditivos y extra auditivos.

En la construcción de infraestructuras y edificios tanto públicos como privados se olvidan, con frecuencia, las medidas necesarias para reducir al mínimo posible el impacto acústico. Así, no se introducen los oportunos controles de niveles de ruido durante la fase de construcción o demolición de edificios, para reducir al mínimo las molestias. Sobre todo si la construcción se realiza en horario nocturno, donde para zonas de protección especial, residencial, oficinas, centros de investigación debe estar prohibido.

Efectos en la salud de las personas

El oído humano está constituido de tal manera que sólo puede soportar sin daño una carga acústica que se encuentre dentro de unos parámetros muy determinados. Sin embargo, uno de los problemas de la contaminación sonora es que cuando detectamos los primeros síntomas de daños, ya se han producido trastornos en nuestro organismo.

La sordera o hipoacusia

Aparece con niveles de 90 dB y superiores mantenidos. Una razón por la cual la gente no nota el daño que el ruido produce es porque la exposición excesiva al ruido causa pocos síntomas. La pérdida de la audición rara vez es dolorosa. Pero si el daño continúa, la audición disminuye aún más y los sonidos de tono bajo se vuelven difíciles de entender.

Las pérdidas de audición ocasionadas por el ruido constituyen los efectos más conocidos de éste sobre la salud humana. El problema se produce cuando la exposición a niveles sonoros excesivos se repite de manera que el oído no puede descansar; es decir, no tiene tiempo de recuperarse entre una exposición y la siguiente.

Si esta situación se mantiene durante un tiempo prolongado, generalmente del orden de años, llega a aparecer una lesión irreversible en el oído, lo que se denomina hipoacusia. El riesgo de daño auditivo se considera existente a partir de exposiciones mantenidas a niveles por encima de 75 dB, por sonidos de corta duración de más de 110dBA, o bien, por acumulación de fatiga auditiva sin tiempo suficiente de recuperación (García 2002).

Como se señaló anteriormente, en el desplazamiento temporal de lumbral auditivo aún no hay lesión. La recuperación es normalmente casi completa al cabo de dos horas y completa a las 16 horas de cesar el ruido, sólo si se permanece en un estado de confort acústico (menos de 50 dB en vigilia o de 30 dB durante el sueño.

Por otro lado, hasta un 82 por ciento de las personas que han estado en una discoteca con mucho ruido experimenta desplazamientos del umbral auditivo y nota cómo su capacidad de audición se ha deteriorado. Y un 76 por ciento de las personas que acuden a discotecas menos ruidosas también experimenta síntomas similares (Tin y Lim 2000).

Otros efectos o consecuencias que produce el ruido sobre la salud además de los auditivos incluyen: trastornos psicológicos (conductas de irritabilidad y agresividad, estrés); fisiológicos (aumento de la frecuencia cardiaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria); alteraciones del sueño y del descanso, lo que conduce a la falta de atención y aprendizaje, somnolencia diurna, cansancio y bajo rendimiento.

La perturbación del sueño con sus consecuencias notables en la actividad diaria es uno de los principales efectos de este problema en la calidad de vida de la población de Lima.

La sensación de malestar

Procede no sólo de la interferencia con la actividad en curso o con el reposo, sino también de otras sensaciones menos definidas pero a veces muy intensas de estar siendo perturbado.Las personas afectadas hablan de intranquilidad, inquietud, desasosiego, depresión, desamparo, ansiedad o rabia.

El nivel de malestar no varía solamente en función de la intensidad del ruido, sino también de factores tales como miedos asociados a la fuente del ruido o el grado de legitimación que el afectado atribuya a la misma. Si el ruido es intermitente influyen también la intensidad máxima de cada episodio y el número de éstos (Hansen, 1996; Pereira, 2002).

El nivel de presión sonora que genera una conversación moderada, a un metro del locutor, es entre 50 dB y 55 dB. Hablando a gritos se puede alcanzar a 75 dB(A) u 80 dB(A). Por otro lado, para que un mensaje oral posea una inteligibilidad del 80% se requiere que éste supere en alrededor de 12 dB al ruido de fondo (Meyer Sound, 2006).
Un ruido de fondo con niveles superiores a 40 dB provocará dificultades en la comunicación oral que sólo podrán resolverse, parcialmente, elevando el tono de voz. A partir de 65 dB de ruido, la conversación se torna extremadamente difícil. Por ejemplo, en establecimientos educacionales cercanos a vías con un alto tránsito vehicular, aeropuertos o zonas industriales, se ha detectado un retraso en el aprendizaje de la lectura. Además, en ciertos casos las consecuencias serán duraderas, por ejemplo, los niños sometidos a altos niveles de ruido durante su edad escolar no sólo aprenden a leer con mayor dificultad sino que también tienden a alcanzar grados inferiores de dominio de la lectura (Tolosa 2003).

Para lograr una buena comunicación entre el profesor y los alumnos, es básico que el ruido de fondo no supere los 55 dB; sin embargo, este nivel suele ser superado ampliamente (colegios ubicados en el centro de la capital están expuestos a 60 dB y, en algunos casos, a 70 dB.

Todo ello, contribuye también, al desgaste de las cuerdas vocales, sordera por exposición acumulativa al ruido y síntomas relacionados con el estrés, la irritabilidad, pérdida de concentración y fatiga en los profesores (Lacaste, 2005).

Los trastornos del sueño

Los efectos del ruido sobre el sueño se pueden clasificar en tres grupos principales, según su momento de aparición:

· En primer lugar, el ruido puede producir interferencias sobre el mecanismo normal del sueño en términos de dificultad para su inicio, alteraciones del patrón o intensidad del sueño e interrupciones del mismo. Este conjunto de efectos se denominan alteraciones primarias del sueño.

Se incluyen también otros efectos primarios de naturaleza nerviosa vegetativa, tales como aumento de la presión arterial, aumento del ritmo cardiaco, arritmia cardiaca, vaso constricción, cambios en la frecuencia respiratoria y movimientos corporales.

· Los efectos que aparecen la mañana o el día después de la exposición al ruido durante el sueño se denominan alteraciones secundarias, e incluyen reducción en la calidad percibida del sueño, fatiga, modificaciones del carácter y el comportamiento y alteración del bienestar y de la actividad general.

· Por último, se ha señalado también la posible existencia de efectos a largo plazo, menos conocidos, que pueden manifestarse después de largos periodos de exposición al ruido durante el sueño. Potencialmente, puede ser la aparición de enfermedades funcionales que con el tiempo pueden llegar a establecerse como enfermedades orgánicas progresivas e irreversibles. En relación con todo ello, se ha recomendado que durante la noche los niveles sonoros equivalentes (Leq) exteriores no deben sobrepasar los 45 dB (García, 2002).

El estrés

Es una reacción inespecífica ante factores agresivos del entorno físico, psíquico y social. En principio, se trata de una respuesta fisiológica normal del organismo para defenderse ante posibles amenazas.

Sin embargo, si esta reacción se repite o resulta sistemáticamente inefectiva puede llegar a agotar los mecanismos normales de respuesta, produciéndose un desequilibrio en los mismos que, con el tiempo, puede manifestarse en forma de diferentes alteraciones de la salud.

Se han relacionado con la reacción del estrés, diversas enfermedades cardiovasculares, alteraciones del aparato digestivo, alteraciones del sistema inmunitario de defensa o del sistema de reproducción, por citar sólo algunos ejemplos.

El ruido ambiental puede actuar como cualquier otro agente estresante. Aunque se han estudiado diferentes efectos del ruido mediados por la reacción de estrés, varios grupos científicos coinciden en el reconocimiento del ruido como un factor más de riesgo cardiovascular, como pudieran ser otros agentes tales como el tabaco o la dieta.
Se ha estimado que los trabajadores expuestos permanentemente a niveles de ruido elevados (>85 dB) presentan un mayor riesgo de padecer afecciones cardiovasculares que los no expuestos.

Una exposición a niveles menores (>65 dB) en determinadas condiciones (por ejemplo, mientras se intenta descansar o concentrarse) puede también desencadenar una reacción de estrés en el individuo, aunque los efectos a largo plazo de esta reacción son menos conocidos (Hansen 1996, García 2002).

Por último, cabe mencionar que la combinación de todos los factores anteriormente descritos ha convertido en inhóspitas muchas ciudades, deteriorando en ellas fuertemente los niveles de comunicación y las pautas de convivencia. En consecuencia, hay baja productividad laboral, la disminución de los ingresos por turismo de ciertas ciudades históricas, los daños materiales producidos en edificios por sonidos de baja frecuencia y vibraciones, etc. (Tolosa 2003)


INFORME OBTENIDO DEL DOCUMENTO: Diagnóstico Técnico Participativo del Plan Regional de Desarrollo Concertado de Lima al 2025

INDEPENDENCIA VECINOS EXIGEN QUE NO SE VENDA LA ALAMEDA LOS INCAS

NOTA: Según los estudios publicados, la "Alameda de los Incas" de la Urbanización Tahuantisnuyo, cumple la función de amortiguamiento ante la contaminación sonora: El metropolitano, la utopista Tupac Amaru etc..., sin ella los vecinos de la zona sufrirían serios problemas de Salud Acústicos. Exhortamos al Alcalde del Distrito de Independencia desestime dicho proyecto, porque afectaría su salud acústica, por ser vecino cercano a la Alameda.

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