“En Política, nada ocurre por casualidad;
cada vez que tiene lugar un acontecimiento puedes estar seguro que fue previsto
para que fuese llevado a cabo de esa manera”.
Franklin D. Roosvelt
Hace tan sólo unas horas que la opinión
pública mundial se ha visto convulsionada por el múltiple asesinato perpetrado
contra el semanario humorístico parisino Charlie Hebdo por tres hombres
fuertemente armados de sospechosa inspiración islamista, sospecha que, sin
embargo, al menos hasta este momento, no
prueba nada.
Aparte de manifestar públicamente mi condena
por un acto de semejante brutalidad, quiero plantear, en voz alta, varias
preguntas que se me plantean a colación de este nuevo acto de barbarie.
¿Es el derecho a la libertad de expresión un
derecho tan absoluto que incluso quepan en él la mofa, el ridículo o hasta la
difamación hacia creencias o sentimientos?¿dónde está el límite si es que lo hay?
¿Por qué tanta urgencia en reunirse las
cúpulas policiales de países como España o del Reino Unido por un suceso
acontecido en otro país como es el caso de Francia?
¿Hay mejor caldo de cultivo que un hecho como
éste para que tanto la prensa mediática pro sionista como profesionales de la política como el reaccionario alcalde
de Badalona García Albiol aprovechen la
ocasión para pedir públicamente que se revisen las condiciones de entrada y
permanencia en el país de todas las gentes de origen árabe?
¿Existe algún interés especial en propagar
una psicosis de miedo en las poblaciones occidentales a costa del islamismo,
quizá porque sean algunos de los países
que profesan esta creencia los únicos que
todavía resisten la idiosincrasia de sus identidades originarias frente
a la conquista globalizadora del neoliberalismo capitalista a diferencia de lo
que ha sucedido con China, La India o Rusia?
Hace tiempo que aprendí la lección de que las
cosas pueden ser casi todo menos lo que parecen ser, por eso, aunque los hechos
objetivos sean de una brutalidad nauseabunda y no admitan discusión, no puede
decirse lo mismo de quiénes sean realmente los autores intelectuales de esta
salvajada, de sus posibles connivencias
y de sus más que calculados y
psicópatas objetivos. VÍDEO A CONTINUACIÓN.
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