¿CAIGA QUIEN CAIGA?
El debate por la vacancia del
presidente lobista y probadamente corrupto nos ha mostrado la conducta política
de ciertos congresistas cuando hay que tomar decisiones cruciales. Algunos no
pudieron evitar que descubriéramos sus dos caras, su indignidad e hipocresía
política. Toda actuación se juzga por sus resultados y lo que han obtenido los
que sabotearon la vacancia no solo ha sido la continuidad del corrupto sino
además el indulto a Fujimori. No solo los delincuentes comunes son productos
del sistema. Todos somos hechura de la sociedad en que vivimos pero mientras
unos mueren heroicamente luchando por el cambio estructural otros no quieren
desprenderse de nada porque el sistema los beneficia.
¿Cómo creer en las personas que
dijeron que hay que luchar contra la corrupción “CAIGA QUIEN CAIGA” pero a la
hora de la sentencia se retiran para no votar y así evitar que el
norteamericano corrupto no caiga? ¿Cómo creer en los que dicen ser
antimperialistas y se rasgan las vestiduras para rechazar a Fujimori pero en la
votación por la vacancia se ausentan permitiendo que los corruptos se salgan
con la suya? ¿Cómo creer en aquellos que teniendo como blanco de tiro el pedido
de vacancia del gringo, apuntaron a otro blanco?
¿Cómo creer en un partido cuya
lideresa en febrero pasado dijo: “No queremos más corrupción, no queremos que
la plata que los peruanos necesitamos para escuelas, hospitales, obras de agua
potable, termine en negociados y corruptelas” pero que a la hora de la verdad,
su bancada se ausentó precisamente para no votar contra el corrupto y sabotear
la vacancia? ¿Cómo creer en congresistas que justificaron al Congreso
derechista venezolano en su intento de vacar a Maduro mientras que aquí hacen
todo lo contrario? A Maduro sí, pero al gringo no.
“Fuera Odebrecht y las demás empresas
corruptas del país” dijeron en comunicado del 13 de junio pasado los miembros
del bloque parlamentario de Nuevo Perú pero a la hora de vacar al gringo del
bailecito, se fueron en tropel ignorando los vínculos de la empresa de este,
con la red de corrupción. ¿No era que estaban contra la impunidad? Dijeron que
vacar al presidente sería dejar que Galarreta nos gobierne mientras se convoca
a nuevas elecciones. ¿Esto es más importante que el voto de consciencia? O
quizá, oculte el temor de perder el status en nuevas elecciones al no ser
electos por su ineptitud e inconsecuencia.
¡Que se vayan todos! dijo el pueblo
pero esos parlamentarios se hicieron los sordos y no quisieron escuchar el
clamor popular al que dicen representar. Esa es la clase de gente que dice ser
izquierdista. ¿Para esto fueron elegidos? ¿Cómo defender a la izquierda peruana
si sus representantes se comportan igual que la derecha? ¿Nos sentimos
representados por estos parlamentarios? Aunque digamos no, ellos seguirán
negociando y traficando en nombre nuestro.
Justificarán de algún modo su nefasta
actuación y hasta dirán en falsa autocrítica que fue un error involuntario pero
una izquierda que favorece a los corruptos se convierte en cómplice. Seguirán
en las mismas buscando aliarse con otros oportunistas con miras a las próximas
elecciones y así seguirán traficando con la fe popular engatusando incautos.
Entonces, no nos queda sino hacer la revolución dentro de la izquierda
cambiando todo para una renovación total. Es indispensable una poda total de
rejuvenecimiento cuyo brote sea una planta nueva libre de contaminaciones y de
plagas.
FUENTE DE INFORMACIÓN: Milcíades Ruiz
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