Para el
fraile dominico brasileño, Frei Betto, una de las causas principales de los
retrocesos en gobiernos progresistas en América Latina es el descuido en la
formación ideológica de la sociedad.
A su
juicio, no se trata de un fenómeno nuevo ni propio del continente, pues ya se
había dado en la antigua Unión Soviética y en el resto de Europa del Este.
Durante
su participación en la II Conferencia Internacional Con todos y para el bien de
todos, dedicada a José Martí, Betto defendió esos criterios a la luz del
pensamiento político y antimperialista martiano.
Señaló
que la región avanzó mucho en los últimos años, se logró elegir jefes de Estado
progresistas, conquistar conexiones continentales importantes como la alianza
bolivariana, Celac, Unasur, pero se cometieron errores.
Precisó
que uno de ellos fue descuidar la organización popular, el trabajo de educación
ideológico y "allí entra en juego José Martí porque él siempre se preocupó
por el trabajo ideológico", agregó.
Según el
teólogo de la liberación, los retrocesos en una sociedad desigual significan
que hay una permanente lucha de clases. "No podemos engañarnos, pues no se
garantiza el apoyo popular a los procesos dando al pueblo sólo mejores
condiciones de vida, porque eso puede originar en la gente una mentalidad
consumista", aseveró.
El
problema está -afirmó Betto- en que no se politizó a la nación, no se hizo el
trabajo político, ideológico, de educación, sobre todo en los jóvenes, y ahora
la gente se queja porque ya no puede comprar carros o pasar vacaciones en el
exterior.
En su
opinión, hay un proceso regresivo porque no se ha desarrollado una política
sostenible, no hay una reforma estructural, agrarias, tributarias,
presidenciales, políticas. "Encauzamos una política buena pero cosmética,
carente de raíz, sin fundamentos para su sustentabilidad".
Al
referise a Brasil, espera que no pase lo peor, el regreso de la derecha al
poder. Según su análisis, eso depende mucho de Dilma en los próximos dos o tres
años. "Pero lamentablemente, por lo pronto, no hay señal de que va a
cambiar la política económica que hace daño a los más pobres y favorece a los
más ricos", afirmó.
Aseveró
que el consumismo y la corrupción están matando la utopía en pueblos de nuestra
América, como Argentina y otros, porque -señaló- la gente no tiene perspectivas
de sentido altruista, solidario, revolucionario, de la vida, se va hacia el
consumismo, y eso afecta toda perspectiva socialista y cristiana, que es
desarrollar en la gente valores solidarios. "La solidaridad es el valor
mayor tanto del socialismo como del cristianismo", subrayó.
Betto
insistió en que en eso radica la falla en gobiernos progresistas. En su opinión
no se hizo un trabajo de base, de formación ideológica de la gente.
Agregó
que la educación para el amor, para la solidaridad, es un proceso que hay que
desarrollar pedagógicamente, y como eso no se cuidó desde un primer momento,
ahora se afrontan las consecuencias lamentablemente.
Al
abordar el proceso de distopía, es decir, los intentos de presentar la utopía
como algo del pasado, reiteró que en los países como Brasil o Venezuela, los
gobiernos se equivocaron al creer que garantizar los bienes materiales
equivalía a garantizar condiciones espirituales, y no es así.
Betto -en
el caso de Cuba- expresó que el gobierno revolucionario, que ha hecho un
trabajo ideológico de educación política con el pueblo, ha sido demasiado
paternalista.
Explicó
que la gente ha mirado a la revolución como "una gran vaca que le da leche
a cada boca", pero con eso no se moviliza a la gente para un trabajo más
efectivo en la consolidación ideológica relacionada, por ejemplo, con la
producción agrícola e industrial.
Consideró
que, aunque admite poder equivocarse, la dependencia de la Unión Soviética
llevó a Cuba a acomodarse un poco, y hoy importa del 60 al 70 por ciento de
productos especiales de consumo y eso convirtió prácticamente en una nación que
exporta servicios médicos, educadores, profesionales e importa turistas para
conseguir más divisas.
Educación
política, participación, compromiso efectivo con la lucha, adecuación de la
teoría y la práctica, es lo correcto y ahí están los ejemplos de Martí, de
Fidel Castro que han vivido dentro del monstruo, como el caso de Martí, y el de
Fidel que proviene de una familia latifundista y se convirtió en
revolucionario.
¿Qué pasó
en la conciencia de José Martí y de Fidel Castro, quienes tenían la oportunidad
de hacerse un lugar en la burguesía, pero tuvieron una dirección evangélica
para los pobres y asumieron la causa de la liberación?, se preguntó.
La
respuesta es la que va a indicarnos el camino que vamos a seguir para evitar
que el futuro de América Latina sea de nuevo un lugar de mucha desigualdad, de
mucha pobreza, porque corremos el riesgo de ser de nuevo neocolonia de Estados
Unidos y de Europa Occidental.
Enfatizó
que no es fácil vivir en un mundo en el que el neoliberalismo proclama que la
utopía está muerta, que la historia ha terminado, que no hay esperanza ni
futuro, que el mundo siempre va a ser capitalista, que siempre va a haber
pobres, miserables, y ricos, y que, como en la naturaleza, siempre va a haber
día y noche y eso no se puede cambiar.
Betto
señaló que la derecha se une por interés, y la izquierda por principios, y
cuando la izquierda pierde los principios. Y agregó: Cuando la izquierda viola
el horizonte de los principios y va por los intereses, le hace el juego a la
derecha.
La tarea
de la izquierda es movilizarse en la línea de una alta formación política y por
ese camino es que debemos trabajar, sentenció.
Sobre las
restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos,
expresó que la Isla debe lograr cómo establecer buenas relaciones con Estados
Unidos y administrar bien la suspensión del bloqueo sin tornarse vulnerable a
la seducción capitalista.
Mostró su
preocupación cuando ve a los jóvenes cubanos irse del país para aprovechar la
ley de ajuste porque es señal de que la gente está corriendo contra el tiempo
para tornarse ciudadano de Estados Unidos, "porque en el momento en que
termine el bloqueo esa ley va abajo". Pero Cuba tiene que preguntarse por
qué jóvenes formados en la revolución quieren ser ciudadanos de Estados Unidos?
"El
peligro que hay aquí, dice, es que la revolución la ven esos jóvenes como un
hecho del pasado y no un desafío del futuro, y cuando la gente la ve como un
hecho del pasado ya mira las cosas no por sus valores, por su horizonte
revolucionario, sino por el consumismo".
El
socialismo, aseguró, ha cometido el error de socializar los bienes materiales,
y no socializó suficientemente los bienes espirituales, porque un pequeño grupo
podía tener sueños de cosas distintas que se podían hacer, y los demás los han
tenido que aceptar.
"El
capitalismo lo hizo al revés, socializó los sueños para privatizar los bienes
materiales... Y ahí llega el sufrimiento de los jóvenes que ponen en su vida
cuatro cosas: dinero, fama, poder y belleza, y cuando no alcanzan ninguno de
esos parámetros van siempre a los ansiolíticos, las drogas, viene la
frustración de los falsos valores, la cual viene siempre desde donde hemos
puesto nuestra expectativa", concluyó.
FUENTE: Al
Mayade en TV Español
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