Escribe: Milciades Ruiz
Desde
hace buen tiempo la indignación social se viene embalsando sin encontrar una
salida ordenada. El deterioro material y moral de la patria está agrietando la
estructura vigente y puede colapsar si el desborde social resulta incontenible.
No son los rebeldes sociales los culpables de las tendencias subversivas que el
sistema imperante genera. Es este, el que crea las condiciones objetivas y
subjetivas para la germinación y eclosión del Descripción: Descripción:
curiosidadesdescontento social.
El
conocimiento de la fisiología universal nos facilita el avizoramiento y
pronóstico de los fenómenos que son consecuencia de las interacciones previas
que muchas veces no las percibimos o las desdeñamos ganados por la coyuntura.
La configuración de una situación social, política, económica, cultural es
producto de un proceso acumulativo de las tendencias, las mismas que, pueden
estallar si han alcanzado un nivel explosivo.
Es así
como los agentes políticos pueden manejar una situación social aplicando una
certera estrategia que es desarrollada a la par con la fisiología universal y
no, como sucede muchas veces en que se actúa después que los hechos han
desbordado.
La
ineptitud política proviene de la poca preparación en el conocimiento y
ejercicio del análisis fisiológico del desarrollo social. Ante la falta del
debate ideológico los agentes políticos se dejan llevar por los focos de
atención coyuntural que lanza la prensa interesada, sin atinar a reaccionar
frente a la alienación soterrada.
En los
últimos tiempos, son los economistas los que se han posesionado mejor en el
protagonismo político, en el debate académico y las investigaciones del rubro,
alcanzando alto grado de influencia en las decisiones nacionales. Las ciencias
sociales se han venido a menos y no tenemos la ayuda de sus científicos y
filósofos de otros tiempos.
Pero el
desarrollo social sigue su curso inexorable como el reloj de la historia. Al
igual que el calentamiento global, el proceso social ha venido evolucionando en
gran parte, silenciosamente y la acumulación procesal en muchos aspectos es ya
irreversible. Imposible volver al pasado aunque muchos odien a Velasco por
acabar con la sociedad oligárquica feudal que estalló en guerrillas
precipitadoras de los cambios estructurales de la década de 1970.
Al ser
desactivado en sus inicios el proceso de reformas de 1968- 1974 se retornó al
viejo sistema político corrupto con las consecuencias que hoy vemos en la
degradación de nuestra sociedad y el carácter delincuencial de las
instituciones del Estado. Las tendencias políticas tomaron un rumbo diferente y
las perspectivas para el país cambiaron en sentido contrario.
Es que
las tendencias sociales e históricas configuran nuevas condiciones con nuevos
estallidos. La actual movilización juvenil masiva que ha desatado la inepta
política gubernamental es un indicio de la corriente social “subterránea” que
se ha venido incubando y que ahora está tomando fuerza contundente con el
triunfo alcanzado por la juventud peruana. Podemos abrigar la esperanza de un renacer
de las fuerzas revolucionarias con una generación de nuevos líderes sociales.
Son pues,
las interacciones de las fuerzas del desarrollo humano las que delinean el
curso histórico en cada periodo de tiempo. Los hechos históricos pueden ser de
diversa trascendencia en el corto, mediano y largo plazos pero estos no se
producen de forma aislada ya que, forman parte del proceso integral del
desarrollo social. Los hechos intrascendentes no cambian el curso histórico
pero hay hechos que acaban con la predominancia imperante dando paso a un cambio histórico.
El
sistema capitalista se gestó dentro del sistema monárquico al que le quitó
predominancia y se impuso al cambiar las desgastadas estructuras que
colisionaban con el nuevo sentir social. Nada pudo detener esta tendencia que
explotó con la revolución francesa de 1789 cuya trascendencia cambió la
realidad mundial, incluyendo la disolución de los virreinatos en nuestro
continente.
Los
hechos históricos ocurren pues, siguiendo un proceso cíclico de la fisiología
universal. Surgen, se desarrollan, alcanzan su esplendor y declinan hasta
fenecer inexorablemente. Este principio fisiológico es aplicable a todos los
procesos menores y mayores, nacionales y globales, locales y regionales en los
más diversos rubros y aspectos.
Por
ejemplo, las tendencias mundiales han generado desbarajustes en el predominio
de EE. UU. que lucha a muerte para mantener su hegemonía mundial de épocas
pasadas. Cada vez más se deteriora su poder por el avance de una tendencia de
liberación de los pueblos oprimidos. Está situación lo obliga a replantear su
estrategia de dominación retrocediendo en su tiranía como lo viene haciendo
frente a la férrea resistencia de la revolución cubana.
Todo esto
sucede porque el proceso de desarrollo social mundial avanza inexorablemente.
El deterioro de la atmósfera de vida planetaria ha generado una opinión mundial
adversa al modelo de producción industrial contaminante y pugna por poner
límites a la expansión de las grandes economías predominantes. El no poder ir
más allá de lo permitido frenará el poder de las mismas ocasionando un viraje
que afectará la predominancia vigente.
Además de
las tendencias globales que se han generado después de la caída del bloque
soviético y más recientemente, de la agresión imperialista a los países
musulmanes, las tendencias del desarrollo capitalista y la insurgencia de
nuevos bloques, podemos advertir cambios que influyen en nuestras vidas por las
consecuencias del proceso mundial de las tendencias.
El
deterioro económico de los países que nos tienen sometidos como satélites de
sus economías ha obligado al actual gobierno peruano a tomar medidas en
perjuicio del patrimonio nacional y de los derechos laborales, ocasionando con
ello el repudio generalizado del pueblo. Esta tendencia traerá consecuencias en
el ánimo social y en el desarrollo de opciones de lucha.
Las
torpezas gubernamentales pueden acelerar las condiciones de estallido social.
El pueblo es consciente de que el proceso electoral que se avecina no cambiará
en lo sustancial la situación actual y que los candidatos que se vienen
promocionando son indeseables. No hay una opción diferente y la pérdida de fe
en un cambio es ostensible.
A sí como
el movimiento juvenil insurge reclamando derechos, también ahora los líderes
campesinos hablan de defensa del medio ambiente y la ecología, cambio
climático, biodiversidad, defensa del agua, lobbies, neoliberalismo, derechos
humanos, derechos de género y otras banderas. Esto no sucedía en décadas pasadas.
Todas
estas tendencias van configurando una previsible situación de conflicto social
que puede estallar si la ebullición no encuentra otra salida. Las perspectivas
económicas son de mal tiempo y ya la devaluación corroe los salarios. Pero
también hay tendencias fisiológicas que ya han avanzado bastante generando
situaciones irreversibles. El abandono gubernamental del ámbito rural tras la
desactivación de la reforma agraria ha ocasionado un proceso migratorio de
desbalance en el desarrollo nacional.
Más del
50% de la población rural ha huido del campo pues este, no está en condiciones
de competir con los atractivos de la ciudad. En el último censo agropecuario se
encontró que muchos hogares habían migrado totalmente, en cientos de miles solo
encontraron a un anciano y parejas de ancianos porque toda la descendencia se
fue. En el resto de hogares rurales solo quedaban familias incompletas. Este
flujo social incontenible tiene sus efectos económico y sociales tanto en la
urbe como en el campo donde la escasez de mano de obra ha elevado los costos de
producción y mermado la rentabilidad.
Esta
tendencia ya resulta irreversible y sus consecuencias son previsibles en todos
los aspectos. Hay ciudades de la costa copadas y saturadas por la migración que
ha desplazado a las poblaciones tradicionales y las vienen transformando casi
totalmente tal como ocurre en Lima, Tacna, Arequipa, Trujillo, etc. Este
proceso tiene mucho que ver con las tendencias fisiológicas y el manejo del
desarrollo nacional. Todo conduce a una predominancia social de extracción
andina que tarde o temprano tendrá predominio político cuando los migrantes
hagan prevalecer sus derechos.
El
impacto de estas tendencias en la movilización social está marcando una nueva
realidad nacional en la economía, seguridad ciudadana, cultura y otros
aspectos. Gran parte de la población rural también ha emigrado a la selva a
depredar el bosque amazónico y sembrar coca para el narcotráfico. Pero hay
otras tendencias por analizar y hay que distinguir aquellas que son gravitantes
de las que no las son, las determinantes y las coyunturales. Del estudio de las
tendencias podemos extraer las probabilidades de los resultados y prepararnos
para las situaciones que vendrán en lo sucesivo.
Podríamos
seguir señalando otras tendencias pero no es el propósito de este artículo
sino, llamar a la reflexión a los revolucionarios para que se preparen a
liderar los acontecimientos venideros. Aunque muchos en la izquierda solo
piensan en la participación electoral del 2016 a la usanza tradicional habría
que preguntarse si en las condiciones actuales esta tendencia es determinante
para el cambio revolucionario que anhelamos.
El
anacrónico sistema eleccionario que se sustenta en la suplantación
representativa del pueblo mediante el dinero mal habido al amparo del actual
régimen electoral en el caduco sistema político vigente es ya insostenible. La
fraudulenta democracia representativa y la institucionalidad posesionada por la
corrupción ya no se corresponden con el desarrollo de las fuerzas sociales
nacionales, las mismas que repudian la designaciones electoreras que ocasiona
la degradación moral de nuestra patria.
Habría
que preguntarse si es más apropiado apelar al derecho de insurgencia del pueblo
y no sufragar en tanto no se hayan cambiado las condiciones eleccionarias que
garanticen un cambio en el sistema político de representatividad democrática.
Esto es básico para lograr una nueva Constitución emanada realmente de la
representación equitativa de los sectores socioeconómicos. De lo contrario,
serán los usurpadores de siempre los que accedan fraudulentamente a la asamblea
constituyente para emanar una Carta Magna que conviene al actual sistema de
dominación.
La
alternativa a la democracia del dinero es la representación directa de los
sectores socioeconómicos en proporción a sus masas de poblaciones como ya ha
sido propuesta en artículos anteriores, desarrollando una nueva
institucionalidad política en el ámbito nacional. Un nuevo rol de los partidos
políticos y una democracia más equitativa. Un proyecto de nueva ley electoral
equitativa es una tarea inmediata a trabajar. Así como se logró el voto para el
analfabeto, el derecho de voto para la mujer, también se puede lograr el voto
equitativo.
Buscar la
unidad solo con fines electoreros no tiene sostenibilidad. Más aún si en la
incertidumbre “nadie sabe para quién trabaja”. Encumbrar a dos o tres
congresistas para el provecho personal de los mismos solo será una victoria
pírrica intrascendente. En todo caso, hagamos la diferencia sustancial en
nuestros métodos democráticos acogiendo como nuestros, los candidatos emanados
del pueblo en las proporciones mencionadas antes que imponer el listado de las
repartijas de cúpula.
Una
estrategia como la indicada puede conducir a la recuperación del prestigio
perdido y a gestar un movimiento popular que adquiera capacidad predominante
como sustento de nuestra opción revolucionaria desde la misma base social
abriendo el espacio para un nuevo liderazgo. La crisis en Grecia y España han ocasionado un viraje a la izquierda con
nuevos liderazgos y de esa lección fisiológica debemos aprender.
En fin,
hay mucho que decir respecto de las tendencias fisiológicas sociales y sus
repercusiones pero la vía internet nos obliga a no ser extensos. Solo copio a
continuación un breve pasaje del libro: “Trazos para una República Equitativa”
que en su Tercera Parte trata sobre la fisiología universal, la fisiología
social, la fisiología política y la fisiología económica:
“LOS
PROCESOS INFINITOS
Toda
acción demanda energía, sin la cual no puede suceder, y como ya se dijo, la
energía es materia. No hay movimiento sin energía (materia). Los electrones son
materia, la luz solar que nos alumbra para decir que es de día, es materia,
tiene gravedad y es atraída por la gravedad de nuestro planeta.
El sol es
pura energía incandescente como lo fue nuestro planeta hasta que se fue
enfriando, transformándose en materia que todos vemos. Las plantas captan la
energía solar para generar energía química a partir de la cual se forma la
materia que constituye nuestro alimento. La suma de átomos forman las moléculas
y la suma de estas la materia en todas sus formas.
La
energía contenida en la materia que ingerimos es lo que nos hace crecer y
adquirir el peso que tenemos. Las células toman la energía para desarrollarse,
multiplicarse y formar los tejidos de los órganos de nuestro cuerpo. Una sola
célula se transforma en humano, en elefante, ballena, etc. Los seres vivos
insepultos llegan a estado fósil transformados en rocas muy similares a la de
los cerros. Una biomasa enterrada por siglos se transforma en energía
petroquímica.
Por eso
decimos que la materia no se crea ni se destruye. Sólo se transforma. Así lo
vemos cuando la madera usada como combustible se transforma en carbón y gases
que se evaporan. Las plantas vuelven a tomar los elementos de esa
descomposición para convertirlos nuevamente en madera, frutas, granos y otra
materia. Por consiguiente, siendo infinitas las interacciones, también lo es la
energía que las sustentan, que las movilizan. Si la energía es infinita,
también lo es la materia, que es su otra forma.
Los
procesos son cadenas de interacciones múltiples que están entrelazadas con
otros procesos. En tal virtud, los procesos se pierden en el infinito, en todas
direcciones. Por eso no hay consecuencia sin causa, pero también la
consecuencia se convierte en causa que trae otras consecuencias, y así
sucesivamente. La sucesión de procesos no termina nunca porque las acciones y
reacciones generan un movimiento infinito, un tiempo infinito, un espacio
infinito.
Por
consiguiente, el proceso histórico es una secuencia en un tiempo dado y en un
espacio determinado, Todo cambia a cada instante. Nada es igual en cada
instante. Todo es movimiento y no hay nada absolutamente estático. Hay procesos
que podemos ver a simple vista, pero otros son complejos, cuya visualización y
comprensión requieren de estudios profundos. Y sin embargo se rigen por la
misma fisiología.
El hecho
de que nuestra vida misma sea el resultado de un proceso lleno de interacciones
que no cesan ni con la muerte que pone fin a nuestro ciclo vital, nos dice que
nuestra conducta, salud, modo de vida, desarrollo intelectual y más, tienen
mucho que ver con la influencia de las interacciones genéticas, educativas,
laborales, culturales, etc.
Así como
las interacciones están presentes en cada individualidad, también están
presentes en los conjuntos, desde sociedades microscópicas hasta las sociedades
galácticas del infinito universo. Por supuesto que también en las sociedades
humanas, de manera material e intelectual. Toda esta dinámica puede ser
estudiada, comprendida y catalogada para extraer enseñanzas de gran utilidad
para nuestro desarrollo.
Se ha
llegado a la situación actual en el planeta a través del proceso histórico de
la humanidad, pero este proceso continúa y su final será también obra de la
evolución de ella, cuando llegue el momento en que el sistema imperante pierda
legitimidad, por ser ya incompatible con las condiciones de desarrollo humano.
Empezará entonces una nueva etapa social que superará los problemas que
actualmente afronta la humanidad, como sucedió con la monarquía, feudalismo,
esclavismo y primitivismo.
Mientras
tanto, tenemos que seguir luchando por ese cambio, que es una aspiración
profundamente humana. Por nuestra liberación individual y social de las cadenas
de opresión del sistema de dominación imperante en todo ámbito. Luchar por
nuestra patria sometida bajo el yugo del sistema de dominación planetaria.
La
historia nos enseña que a cada época de desarrollo social corresponde un tipo
de Estado. Cuando este se mantiene rígido mientras la sociedad evoluciona, se
producen colisiones por desajustes, y si esta discordancia no es corregida, la
desesperación social termina rompiendo violentamente las ataduras, derribando
las estructuras vigentes.
A esta
altura del proceso social es evidente que el viejo modelo capitalista
republicano ya no se ajusta a las nuevas condiciones del desarrollo social de
la humanidad. En nuestro país tenemos actualmente una república anacrónica,
repudiada por el pueblo, pese a lo cual se resiste al cambio.”
Enero 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario