MENÚ DESPLEGABLE

TRADUCCIÓN A OTROS IDIOMAS - TRANSLATION TO OTHER LANGUAGES

viernes, 27 de febrero de 2015

Otra Política Social

COMPARTO CON USTEDES EL ARTICULO ESCRITO POR PEDRO FRANCKE, SOBRE LOS RESULTADOS DE LA POLÍTICA SOCIAL DEL GOBIERNO: MUY IMPORTANTE TOMAR EN CUENTA LA CONCLUSIÓN FINAL "Por eso, una nueva política social, alternativa a la de la suma de programas sociales focalizados subordinados al neoliberalismo económico, debe ser integral e incluir la economía y la participación ciudadana como cuestiones fundamentales, debe apuntar a la universalidad de la educación, la salud y la seguridad social, debe asegurar el cuidado de los vulnerables y debe estar guiada por los principios de Justicia Social y Derechos". Yo le agrego que ninguna política social puede tener éxito si a través de esta se personalizar a alguien que solo le interesa utilizar dichos programas (NADINE).
Agrego además que desde la izquierda es lo que mejor sabemos hacer: Programas Sociales guiados por los principios de Justicia Social y Derechos pero en su aplicación erramos como en la reciente gestión municipal metropolitana por el alto nivel sectario y arcano de los que se encargan de su implementación.



IMPERATIVO: OTRA POLÍTICA SOCIAL
Escribe Pedro Francke

Cuando empezó el gobierno de Humala, las palabras claves parecían ser “inclusión social”. ¿Lo recuerdan? Es necesario hacerlo, porque en los últimos 2 años la palabrita parece haber caído en el olvido. Pero si sonaba tan bien, ¿qué pasó?
LOS PROGRAMAS
Hagamos un recuento de la inclusión social impulsada por el gobierno. Se trató de una serie de programas sociales, algunos nuevos y otros reformateados con cambio de nombre, que se entregarían con una focalización individual, es decir, sólo para aquellos con carné de pobre. 
Un repaso de los programas es necesario.
Ø  Pensión 65 es un programa para dar un apoyo a los adultos mayores en zonas rurales de extrema pobreza, que se limitó a un monto muy reducido (125 soles mensuales) y una cobertura bastante menor a lo prometido en campaña. 
Ø  Juntos es un programa que viene del 2004 y que solo se amplió, e igual que antes entrega 200 soles bimestrales a mujeres pobres en zonas rurales.
- Cuna Más se anunció con mucho bombo pero en la práctica fue el antiguo Wawawasi al que se adosó otro programa existente para familias rurales.
Ø  Qali Warma es el nuevo nombre de un programa de desayunos y almuerzos escolares que existe hace décadas; el gobierno lo expandió y ha tenido problemas por comidas contaminadas en varios sitios.
Ø  El SAMU, que debía ser transporte de urgencias médicas, nunca despegó realmente debido a que era una promesa electoral separada de cualquier idea integral en salud pública.
Ø  Beca 18, un relanzamiento del programa de becas existente hace décadas, tiene un presupuesto fuerte, es una buena ayuda a los jóvenes que quieren seguir estudios superiores pero posterga las universidades públicas en beneficio de las privadas con fines de lucro.
LA TÉCNICA Y LA FALTA DE ELLA
La mirada supuestamente técnica de la inclusión social desde el MEF neoliberal ponía énfasis en 3 cosas: Una focalización estricta para controlar el presupuesto, la mayor privatización posible y el control de un equipo económico tecnocrático. Sin embargo, el sustrato real era un MEF preocupado por ganarse a Nadine y haciendo caso a todas sus ideas sin sustento, de tal manera que no respondía a prioridades bien sustentadas ni diseños bien pensados.
En algunos casos, como los desayunos escolares, la entrega a empresas privadas para que entreguen comidas preparadas ha sido desastrosa: precios triplicados y niños contaminados. El presupuesto aumentó enormemente para los colegios pero cortaron el presupuesto destinado a programas y refuerzo alimentario a niños menores de 3 años, que es donde se concentra la desnutrición y anemia. Resultado: la anemia crece y la desnutrición sigue altísima. El programa Juntos también debería haber ayudado a reducir este flagelo que es la desnutrición infantil pero ha tenido mínimo impacto por haberlo ignorado, limitándose al reparto de dinero. El sistema de focalización de hogares sigue siendo una caja negra llena de deficiencias, pero los pobres no reclaman temerosos desde la experiencia fujmorista de que si lo hacen, pueden perder toda posibilidad de recibir apoyo.
Los mejores programas no han venido del MEF ni menos de Nadine. Ahí está por ejemplo Haku Wiñay, un nuevo programa de Foncodes para promover productividad y mejores ingresos entre los campesinos, con capacitación de campesino a campesino. Es una metodología afinada en décadas de proyectos de ONGs en el campo que no estaba dentro del plan de gobierno y que llega a muy pocas familias rurales por falta de presupuesto porque no salió de la mente preclara de Nadine ni su creador fue tecnócrata del Banco Mundial o el BID.
UN “SOCIAL” MUY RESTRINGIDO
Una mirada más amplia es sin embargo necesaria. Porque si algo es obvio a estas alturas del gobierno, es que un listado de programas no configuran una política de inclusión social. Ni de lejos.
Porque mientras Nadine con su gran sonrisa inauguraba programas abrazando niños, la contaminación avanzaba afectando campesinos e indígenas en Espinar y en Loreto y sus reclamos y protestas eran respondidas no con diálogo sino con indiferencia o con balas.
Mientras se prometía inclusión se apoyaba que Yanacocha quitara sus lagunas y aguas a los campesinos y ronderos cajamarquinos. Y cuando el gobierno aprobó una ley de consulta previa a los pueblos indígenas, no esperó ni un mes para incumplirla, minimizarla y obviarla. La primera y mayor inclusión que hacía falta, la inclusión política, fue traicionada porque se optó por continuar con la política del “perro del hortelano” de Alan.
La política económica también ha sido tremendamente excluyente. La preferencia por la minería y el petróleo prioriza sectores que generan muy poco empleo, apenas el 1% de la PEA, dejando sin empleo a la enorme mayoría. El gobierno del MEF y la CONFIEP que tenemos hace 25 años, desde Fujimori, deja en el abandono a la agricultura familiar y llega al extremo de otorgar las tierras del proyecto Olmos subsidiado por el estado a la latifundista Gloria. En vez de apoyar a las cooperativas cafetaleras que son una buena experiencia de búsqueda de alternativas económicas desde abajo, el MEF buscó sabotearlas con un cobro de impuestos abusivos que solo fue detenido por su lucha.
Dejo para el final el tema de las políticas sociales, que han ido de tumbo en tumbo. Salud, por ejemplo, necesita una reforma, pero no una de privatización sino una orientada lograr que realmente haya servicios de calidad que lleguen a todos los peruanos y peruanas, combatiendo las enfermedades que más golpean a los pobres como la tuberculosis. Poco se ha hecho, y el que el gobierno prefiera gastar 27 millones de soles en un medicamento como el Atazanavir solo para favorecer a una trasnacional mientras Bolivia paga por cada pastilla similar la veinteava parte, es un escándalo.
¿SOLO NECESITAMOS INCLUSIÓN?
Un problema mayor, sin embargo, es que la exclusión no es el problema único y central del Perú de hoy. Entendámonos y precisemos. Excluidos son los que están fuera, fuera en este caso de relaciones y espacios importantes como puede ser el mercado de trabajo o la participación ciudadana. Es la situación de muchos pueblos indígenas.
Pero en el Perú hay millones que están incluidos pero discriminados, como las mujeres y los cholos que logran un trabajo formal pero por su condición ganan 15 a 35% menos que un hombre blanco. A los que están explotados se les quiere explotar más.
La lucha contra la ley Pulpín ha sido la lucha contra un intento de incluir, pero sobreexplotando y abusando. ¿No decían hasta el cansancio que la ley era para darle trabajo a los jóvenes que no lo tenían? Esto era solo demagogia mentirosa para buscar confundir a la opinión pública con un discurso de inclusión, con el argumento de que “si quieres que te incluyamos acepta ser sobreexplotado”, y si eres mujer y quieres trabajo e inclusión, acepta ser discriminada y acosada, y si vives cerca a la mina gana tu dinerito, acepta la contaminación y cállate la boca.
El gran problema de fondo, el concepto que une la lucha contra la exclusión, la discriminación y la explotación, es la Justicia Social. Eso queremos: un trato equitativo y justo entre los seres humanos. Derechos Sociales, para todos y todas, preservando la dignidad humana, cuidando a los débiles y frágiles, levantando a los oprimidos.
OTRA POLÍTICA SOCIAL
Se necesita otra política social. Esta debe incluir gerencias realmente técnicas, orientadas a resultados y basados en evidencias. Pero en políticas públicas, la gerencia y la técnica son instrumentos importantes pero no definitorios. Lo central es la política misma, es decir, la dirección por la cual quiere llevarse a la sociedad y las estrategias para lograrlo.
Por eso, una nueva política social, alternativa a la de la suma de programas sociales focalizados subordinados al neoliberalismo económico, debe ser integral e incluir la economía y la participación ciudadana como cuestiones fundamentales, debe apuntar a la universalidad de la educación, la salud y la seguridad social, debe asegurar el cuidado de los vulnerables y debe estar guiada por los principios de Justicia Social y Derechos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario