HA REPRODUCIDO EL PENTÁGONO DEL TASK FORCE ES “GRUPO DE TRABAJO
Grupo de Tarea de Internet para Cuba:
La agresión continúa
Entrevista concedida por Rosa Miriam
Elizalde, Dra. en Ciencias de la Comunicación, al programa Enlace_Cuba, de
Cubavisión Internacional
¿Por qué Task Force o Grupo de Tarea?
La traducción oficial que ha
reproducido el Pentágono del Task Force es “Grupo de Trabajo”.
Así se ha divulgado en los grandes
medios de prensa, pero en realidad enmascara el origen de esa estructura o
trata de presentarla como si fuera un grupo de filántropos interesados en
ayudar a Cuba, a conectarnos a Internet y apoyar a “medios independientes”,
cuando en realidad la traducción oficial de este concepto hasta el otro día era
“Grupo de Tareas”, “Fuerza de Tareas” o “Grupo Operativo”. Viene de la
nomenclatura militar y fue inicialmente introducido por la Armada de los
Estados Unidos. El concepto lo heredaron los cuerpos represivos aliados de ese
país, incluida la OTAN. Estos grupos siempre han sido encabezados por un
oficial del más alto rango, por un General.
No te olvides, por ejemplo, del
famoso Grupo de Tareas de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), en
Argentina, que asimila esta nomenclatura. El Grupo de Tareas de la ESMA, como
todo el mundo sabe, fue aquel grupo represor que desapareció o torturó a más de
5 mil argentinos durante la dictadura en la década del 70 del siglo pasado.
Este concepto ha sido moneda corriente en las estructuras cuasi-militares del
Departamento de Estado, para las actividades temporales que son realidazadas
por comités ad hoc y que involucran a agencias gubernamentales y no
gubernamentales, incluidas la Academia y la empresa privada.
En el año 2006, durante la
administración de Bush y siendo secretaria de Estado Condoleezza Rice, crearon
un Grupo de Tareas, llamado y traducido oficialmente así, Grupo de Tareas para
Libertad de la Internet Global (Global
Internet Freedom Task Force), dedicado a monitorear a tres países fundamentalmente
China, Irán y Cuba, después incluyeron un cuarto: Rusia. ¿Por qué Grupo de
Tareas? Porque es una institución paramilitar dirigida desde el Departamento de
Estado, institución del Ejecutivo que se ocupa, oficialmente, de las acciones
hacia el exterior y no requiere de la supervisión de otras agencias. En el
Ejército y en el Departamento de Estado las Task Force se establecen sobre un
área geográfica o una base funcional cuando la misión tiene un objetivo
específico limitado y no requiere el control general centralizado de la logística.
Con enormes presupuestos, tiene una
capacidad muy grande para movilizar y articular expertos militares, científicos
y operativos dondequiera que estén, en función de objetivos muy concretos. En
el 2006, el Grupo de Tareas dirigido por Condoleezza Rice surgió de igual forma
que ahora, con muy pocas transparencia y muchísima retórica libertaria. Nunca
se supo quiénes eran los integrantes operativos. Si tú lees la nota oficial que
anunció la constitución del Grupo de Tareas de la Internet para Cuba, el pasado
7 de febrero, no sabemos cuáles son los nombres de los integrantes, solo
algunas de las organizaciones que están ahí, entre ellas la USAID y Freedom
House, que siempre están en cualquier conciliábulo en el que se reparta dinero
para el cambio de régimen en Cuba.
¿Qué sabemos de ese Grupo que se creó
en el 2006? Casi nada. Se anunció y luego salió a la palestra pública. Pero
nadie duda de que tuvo una capacidad ejecutiva extraordinaria para armar
proyectos, algunos descabellados, como por ejemplo, el gusano informático
Stuxnet, el primer gusano conocido que espía y reprograma sistemas industriales
y que atacó la infraestructura del programa de desarrollo nuclear iraní. Con
Irán no podían utilizar la retórica que utilizan contra Cuba de “llevar la internet
a los ciudadanos” o “desarrollar medios independientes” -que sabemos que no son
independientes en lo absoluto-, por una sencilla razón: para llegar a la
población china o iraní tienen que pasar por la gran muralla china y persa del
idioma; por lo tanto, se adaptan a las condiciones histórica de cada lugar, y a
partir de ahí desarrollan sus proyectos. No son estúpidos y pretenden la máxima
eficiencia de sus proyectos, y siguen la máxima del Ejército Ciberespacial de
los Estados Unidos: “No apto para aficionados”.
Son realmente grupos con una
estructura y un alcance y que viene de la tradición militar y que utiliza como
pasarela el Departamento de Estado, porque es quien oficialmente se ocupa de lo
la llamada “diplomacia pública”, que no es más que imponer los intereses y
valores norteamericanos, y subvertir aquellos países que no le son cómodos.
¿Que cambia en el contexto actual?
Lo que cambia ahora es que se
reactivó un Grupo de Tareas dedicado exclusivamente para Cuba y que operará en
el escenario digital. Si necesitamos explicar en una frase lo que estamos
hablando y lo pueda entender el pueblo de Cuba, diríamos: este es la versión de
Radio y TV Martí para Internet dedicado exclusivamente a producir las 24 horas
del día noticias falsas, o como ahora se le llama, “Fake news”, adaptadas a las
condiciones particulares de Cuba en el espacio público digital del país. Y es
tan ilegal e injerencista como Radio y TV Martí.
Sin embargo, este es un Grupo creado
desde una visión a la defensiva. El gobierno de Estados Unidos, después de todo
un periodo en que nos criticaban porque teníamos las cifras más bajas de acceso
a Internet, de pronto se ha quedado sin pretextos para sostener esa retórica.
En dos años ha ocurrido un salto espectacular del desarrollo de la
infraestructura de acceso con millones de cubanos en Internet. Según fuentes
internacionales, te hablo del informe divulgado en el 2017 por América Society
y el Council of América, se registraron 2,7 millones de nuevos usuarios cubanos
en las redes sociales ese año, y de hecho fue el país que más creció en el uso
de esas plataformas. Es decir, Cuba registró el mayor crecimiento en el mundo
tanto en el total de usuarios de redes sociales (368%) como en los usuarios de
redes sociales móviles (385%) con respecto al año anterior.
No es cualquier país el que aumenta
su presencia en las redes, sino uno altamente preparado para el uso de las tecnologías
de la información y la comunicación. Se ha producido lo que en innovación se
conoce como “salto de rana”, es decir, que se pasa de una tecnología más vieja
a otra de última generación, sin utilizar las intermedias. Eso está ocurriendo
en Cuba. Estados Unidos está al tanto de esa realidad y yo creo que están
tratando de buscar la manera de impedir el desarrollo de una infraestructura
soberana, generar incertidumbre dentro de los que impulsan esos planes de
desarrollo en el país e intervenir en esa realidad con fines de subversión pero
también defensivamente.
¿Qué distingue a Cuba?
Repito, creo que es una táctica
defensiva del gobierno de los Estados Unidos, porque Cuba se está desplazando
en el ciberespacio con una propuesta diferencial en la estrategia de acceso e
intervención en la llamada Sociedad de la Información. A fines de los 90 ya
vimos a Estados Unidos actuar de esta manera, cuando Fidel encabezó la batalla
de ideas y se adelantaron proyectos muy novedosos en la época para el acceso
masivo de los cubanos al uso y desarrollo de la informática.
¿Qué hizo el gobierno de Estados
Unidos entonces? En febrero de 2001, George Tenet y Thomas Wilson, entonces
jefes de la CIA y la DIA (Agencia de Inteligencia de la Defensa), acusaron a
Cuba como país “ciberterrorista” ante el Comité Selecto de Inteligencia del
Senado. Un hecho insólito. Cuba fue el primer país acusado de ciberterrorismo
en la historia de la humanidad, cuando toda la Isla tenía tanto acceso a
Internet como un hotel en Miami. Había cero capacidad de conexión para atacar a
otro país por las redes, pero el estamento militar estaba muy preocupado por la
manera en que Cuba enfocaba su entrada a la Sociedad de la Información con la
masificación de los estudios de la informática y los planes para la producción
y la investigación en esta área. No había una estrategia similar en América
Latina y solo muy pocos países se planteaban en simultáneo dos procesos
imprescindibles en este escenario: el acceso a las redes y el acceso en
profundidad, es decir la apropiación del conocimiento para poder gestionar y
convertir la Internet en una oportunidad de desarrollo y de apropiación
cultural.
Recuerda que Cuba, bajo la conducción
de Fidel, amplió y desarrolló los Joven Club de Computación; creó la Red
Infomed con miles de profesionales de la salud conectados a repositorios con la
información científica en este campo más actualizada del planeta; abrió la
Universidad de Ciencias Informáticas, una ciudad inteligente para la docencia,
la investigación y la producción, etc. Se universalizaron, desde la primaria hasta
la Universidad, los estudios de informática. Todo eso explica por qué Cuba es
uno de los países que según la Unión Internacional de Telecomunicaciones ha
encabezado las listas de los países con mayores habilidades para el uso de
estas tecnologías.
Ahora estamos en un momento similar.
Se han multiplicado las facilidades de acceso y hay un resurgimiento de los
proyectos para la producción nacional de contenidos, servicios y hasta de
procesadores. Cuba tiene una población altamente preparada para sacarle un gran
partido al desarrollo a estas tecnologías y creo que Estados Unidos tiene temor
de que esta realidad se les vaya de las manos.
Retos y Desafíos: ¿Cómo distinguir
entre la verdad y la mentira?
Fidel lo vio muy claro: el asunto
está en la cabeza de las personas y por eso habló de batalla de ideas. Hay una
falsa discusión sobre la brecha digital reducida a brecha económica. Los pobres
de este mundo tienen en sus manos teléfonos inteligentes, pero eso no los hace
menos pobres ni les da mayor acceso al conocimiento ni convierte a los
artefactos por sí mismos en herramientas para el desarrollo. La tecnología no
es el artefacto; la tecnología es un saber. Una receta de cocina es una
tecnología; el alfabeto es una tecnología. La apropiación cultural depende de
las posibilidades que el individuo tenga de convertir un artefacto, cualquiera
que este sea, en una herramienta para mejorarse como ser humano, para
apropiarse de nuevos saberes, para cultivar su dignidad. El ser humano es el
centro, el corazón del modelo de sociedad en Cuba, y ese es su valor
diferencial en el mundo en que vivimos, donde todo el tiempo escuchamos un
discurso instrumental de las llamadas nuevas tecnologías.
Fidel lo tenía clarísimo, el tema de
la batalla de ideas él la concibe justamente para que en medio del ruido
universal que genera mucha gente conectada a Internet, utilizando la red para
lo bueno y para lo mano, el ser humano tenga capacidad de discernimiento
critico, y pueda percibir donde está la verdad y donde está la mentira, qué
apuntala sus valores sociales y qué no.
El gran problema hoy es que muchas de
las plataformas tecnológicas encierran a los seres humanos en burbujas que le
impiden ver mas allá de las cámaras de eco construidas contra nuestros países.
Es impresionante, por ejemplo, la campaña mediática contra Venezuela entre
otras cosas porque los venezolanos que estaban viviendo allí en el momento de
las Guarimbas del 2017 -las acciones violentas promovidas por la oposición de
abril a julio en la que se produce la elección Constituyente-, no podían
entender por qué se mentía con tanto desenfado y por qué tanta gente fuera de
Venezuela se creía una versión de la realidad que estaba muy lejos de ser
cierta, y que se multiplicaba a la velocidad de un clic. Y es por las características
que tienen estas tecnologías de encerrar a la gente en espacios donde solo
interactúan con las personas que tienen intereses afines, mientras los
algoritmos refuerzan esa capacidad de aislamiento y de crear entornos de
confort que instintivamente construye el ser humano. Entonces, tiene que haber
una voluntad crítica para poder trascender los discursos que se imponen y
construir alternativas a la ola satanizadora de los proyectos contrahegemónicos
contemporáneos.
El Grupo de Tareas que ha creado
Estados Unidos tiene una misión difícil, sino imposible, si intenta cambiar las
percepciones y sobre todo el sedimento patriótico y antiimperialista de los
cubanos. La prueba es la famosa campaña sobre los supuestos ataques acústicos,
que ni un solo cubano se la creyó. Caminó fuera de Cuba, en audiencias que no
nos conocen y están encerradas en esas burbujas, rehenes de la cámara de eco
contra Cuba creada por el gobierno de los Estados Unidos. Pero aquí es muy
difícil que eso penetre. Porque nadie se cree el cuento de que puede haber
alguien desde el gobierno cubano apuntando con una pistola mágica a
determinados oídos y no a otros. Mi teoría es que esta fue una operación para
probar cómo funcionaba un “Fake news” como ese. No pudieron penetrar en las mentes
de los cubanos, pero sí engañaron a mucha gente fuera de la Isla que viven bajo
el bombardeo sistemático de esas cámaras de eco. En otras palabras, tienen el
poder de aislar a los pueblos y reducir a nuestros países a una serie de
estereotipos que después son los que utilizan para construir los cercos
diplomáticos, políticos y mediáticos internacionales que justifiquen agresiones
de todo tipo, incluidas las militares. Lo hemos visto en Venezuela, Bolivia,
Argentina y otros países. Y para esto se destinan enormes sumas de dinero.
Conversando hace unos meses con
Tristán Bauer, quien fue el jefe de comunicación del gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner, me decía que durante la etapa final de la campaña
presidencial de Mauricio Macri se invirtieron más de 200 mil dólares diarios en
medios de comunicación, fundamentalmente en redes sociales. Entonces estamos
hablando de enormes sumas de dinero y de grandes laboratorios tecnocientíficos
que están utilizando gran capacidad de cómputo y técnicas de big data y de la
inteligencia artificial para modelar escenarios políticos, bajo el amparo
plataformas que concentran a miles de millones de individuos, que no son
neutrales y que se rigen por las leyes norteamericanas.
Esos son los riesgos, pero lo más
importante es que mientras haya revolución en Cuba se va a seguir haciendo lo
que se ha hecho en los últimos 60 años: pensar en los seres humanos que
necesitan de la infraestructura de telecomunicaciones hoy para el acceso al
conocimiento. Seguirá preparando a la gente para lidiar en esos nuevos
escenarios con visiones criticas; seguirá ampliando el acceso a sus bases
sociales, al pueblo en general que es nuestra gran muralla china, y tendrá a
sus expertos trabajando para desarrollar los caminos de la Internet a favor de
las ciencias y del bien común, y claro, se preparará para esta guerra.
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