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lunes, 20 de marzo de 2017

CAMBIO CLIMÁTICO REGIONAL Y RESPONSABILIDADES NACIONALES




Ciencia del Clima, Conciencia y Soluciones, Columbia University Earth Institute, Nueva York, NY10115, USA   E-mail: jeh1@columbia.edu
                                               

Palabras clave: migración, calentamiento global, clima regional, política climática, combustibles fósiles

Resumen

El calentamiento global en las últimas décadas es ahora lo suficientemente grande como para que el cambio emerja por encima del ruido de la variabilidad natural, especialmente en el verano en latitudes medias y durante todo el año en latitudes bajas. A pesar de la pequeña magnitud del calentamiento en relación con las fluctuaciones climáticas, los efectos del calentamiento ya tienen impactos sociales y económicos notables. Calentamiento global =2°C relativo a la era preindustrial cambiaría la 'curva campana' definiendo cambios en las anomalías de temperatura en un factor tres veces más grande que lo observado desde mediados del siglo XX, con graves consecuencias. Existe una sorprendente incongruencia entre la distribución global de las naciones responsables de emisiones de CO2, principalmente por quema de combustibles fósiles, que se sabe son la principal causa del cambio, y las regiones más afectadas por el calentamiento, hecho que tiene importantes consecuencias para Políticas mun- diales de energía y clima.

El calentamiento global desde la época preindustrial, apenas   1.2°C, es pequeño en com- paración con las fluctuaciones climáticas, pero Anomalías de la temperatura estacional media son  ahora  lo  suficientemente grandes, en  la mayoría de los casos, como para cargar los "dados climáticos". El público nota que el clima está cambiando, porque el calentamiento de las últimas décadas ha cambiado la "Curva cam- pana ", que describe la temperatura estacional media local, en el hemisferio en verano, con anomalías de cerca de una Desviación están- dar (Hansen et al 2012). Las que eran condiciones de calor inusuales son ahora frecuentes, y  los  eventos calientes extremos, ahora son más extremos que antes. Sin embargo, la magnitud del cambio varía en todo el mundo.

Encontramos que el calentamiento reciente durante el verano en las regiones subtropicales áridas y semiáridas como el Mediterráneo y Oriente Medio es por lo menos dos desviaciones estándar, superando ampliamente la variabilidad natural. El calentamiento es igualmente grande en todas las estaciones del trópico. Diffenbaugh y Scherer (2011) y Mahlstein et al (2011, 2012) informan sobre un gran calentamiento a baja latitud. Sumado a la aridez sub- tropical natural y a las altas temperaturas en latitudes bajas, este gran calentamiento contribuye a la intensificación de sequías subtropicales y dificulta las condiciones de vida y de tra- bajo en latitudes bajas. Algunos trabajos sugieren que: las temperaturas más altas afectan la producción económica, contribuyen a los problemas de salud, e incrementan conflictos hu- manos, aumentando presiones para la migra- ción, pero principalmente señalamos la necesidad de investigación sobre estos temas. Por el contrario, podemos ser cuantitativos en la actualización de las responsabilidades nacionales por emisiones de CO2, por quema de los combustibles fósiles, que como se sabe,   son la principal causa del calentamiento global.

Al actualizar los resultados para las áreas terrestres del Hemisferio Norte y Sur (figura 1), se divide el período de 66 años de 1950-2015 en seis períodos de 11 años, por lo que los períodos tienen igual significación estadística. Para mayor claridad no todos los períodos de 11 años se incluyen en nuestras cifras. El calentamiento es mayor en invierno que en ve- rano (Hansen et al 2010, IPCC 2013), pero la variabilidad de temperatura de un año a otro es mucho mayor en invierno (ver mapas globales de desviación estándar interanual de la temperatura media estacional en la figura 2 de Han- sen et al 2012). Así, el cambio de la "curva campana" (distribución de Anomalías de la temperatura en unidades de desviación están- dar) es mayor en verano que en invierno (figura 1), lo que implica que el cambio climático es más fácil de detectar en verano que en in- vierno. Sin embargo, la variación estacional del desplazamiento de la curva de campana (figura 1) es pequeña en el Hemisferio Sur, porque una gran fracción de la tierra del Hemisferio Sur se encuentra en latitudes bajas donde el cambio estacional es pequeño y porque la dominancia del área oceánica en el hemisferio sur, modera el cambio de estacionalidad.

Calculamos el 'corrimiento' y la 'anchura' de la curva campana para cada período de 11 años con relación al período base 1951-1980, encontrando que los μ y σ proporcionan el mejor ajuste cuadrático mínimo de los datos a exp[-(x–μ)2/2σ2 ]/[σ√(2π)].



Calculamos el 'corrimiento' y la 'anchura' de la curva campana para cada período de 11 años con relación al período base 1951-1980, encontrando que los μ y σ proporcionan el mejor ajus- te cuadrático mínimo de los datos a  exp[-(x–μ)2/2σ2 ]/[σ√(2π)].

El "corrimiento" para cualquier período de 11 años es la diferencia entre la temperatura me- dia estacional durante ese período de 11 años y el período climatológico (1951-1980) en unidades de la desviación estándar de la tempera- tura media estacional durante 1951-1980. La "anchura"  es  la  proporción  de  la  desviación estándar en períodos de 11 años 1951-1980. Anchura y corrimiento para las curvas de cam- pana 2005-2015, se da en la esquina superior derecha de los gráficos.

El corrimiento de la temperatura media estacional, en unidades de la desviación estándar, útilmente caracteriza el cambio climático local, ya que mide el cambio en relación con la gama de condiciones a las que se adaptan los seres humanos y otras especies en esa localidad. A pesar de la variabilidad regional del Holoceno (Mayewski et al 2004), en la mayoría de las regiones el calentamiento adicional llevará la temperatura a niveles no experimentados des- de al menos los periodos   inter-glaciales pre- vios, hace más de 100 000 años. Una cuestión de interés es por tanto, cuán grande es el cam- bio de temperatura en relación con la variabilidad histórica en ese lugar.

La anchura de la curva de campana aumenta con el calentamiento global, y la curva tiende a ser ligeramente asimétrica con una cola cada vez más larga en el lado "caliente". La curva campana se convertiría en una distribución normal casi simétrica, si definimos anomalías con respecto a las décadas más recientes, en lugar de 1951-1980 (Rhines y Huybers 2013, Hansen et  al  2013c), pero resulta  apropiado definir las anomalías, con respecto a un tiempo anterior a la fuerte tendencia al calentamiento, por las razones antes expuestas.

Nuestro análisis es de la  temperatura media estacional, pero la aparición del ruido en los extremos estacionales y diarios, está estrechamente acoplada con el cambio estacional que precede al cambio diario (King et al 2015). Nuestro análisis (figura 1) coincide en conclusión con Seneviratne et al (2014) y Sillmann et al (2014) de que la tendencia hacia extremos cada vez más intensos, ha continuado en la década más reciente, a pesar de la evidencia de una desaceleración o un hiato en el calentamiento global de la superficie (Meehl et al 2011, IPCC 2013). La existencia de un hiato de calentamiento global también ha sido cuestio- nada (Karl et al 2015).

Ahora  examinamos los  cambios  de  la  curva campana en varias regiones geográficas (figura 2). Las curvas se vuelven "ruidosas" a medida que las regiones se hacen más pequeñas, sin embargo el efecto del calentamiento es fácil- mente discernible.
  


Las curvas campana en verano para los Esta- dos Unidos y Europa (Norte y Central) se co- rren más de una desviación estándar (1σ), mientras que el cambio en el invierno es apro- ximadamente sólo la mitad de una desviación estándar. El cambio en verano +2σ es suficien- te para aumentar la frecuencia de veranos más cálidos de menos del 1% a más del 10%. El público perceptivo puede ser capaz de notar este grado de cambio, pero hay una variación geográfica de la señal dentro de los Estados Unidos, como  discutiremos. El  cambio en  la curva de campana en el invierno es demasiado pequeño para ser notado fácilmente. Los cambios en Europa son sólo ligeramente mayores que los de Estados Unidos.

Los corrimientos en la curva campana son mayores en China y la India, siendo alrededor de una y media desviación estándar en verano, y una desviación estándar en invierno. La zona empleada para la región de la India incluye a los países vecinos de Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka, reduciendo así el ruido mediante el logro de  un área de alrededor del 0,7% del mundo. Estos cambios en la curva campana deben ser notorios y tener efectos prácticos, que discutiremos.

Esta señal de cambio climático, medida en unidades de la variabilidad normal, se vuelve aún más fuerte en latitudes más bajas, a medida que avanzamos hacia las zonas subtropicales y tropicales (figura 3). El corrimiento de la curva campana en verano es + 2.4σ en la re- gión  Mediterránea  y  Oriente  Medio,  significa que casi cada verano es más cálido que las condiciones promedio de 1951 -1980, y la mayoría de los veranos son al menos + 2σ con respecto al clima de 50 años antes.


El calentamiento en el Sahara y el Sahel es similar  al  del  Mediterráneo y  Oriente  Medio, aunque más ruidoso debido a datos más limita- dos.

En el Sudeste Asiático y el bosque tropical africano, regiones tropicales húmedas, su curva de campana se corre hacia temperaturas más cálidas, que en junio-julio-agosto superan + 2σ, es decir, una señal de calentamiento tan gran- de como el cambio en el cinturón seco subtro- pical y el desierto. Además, el corrimiento en estas regiones tropicales es tan grande o casi tan grande en las otras estaciones, como se muestra para diciembre-enero-febrero (figura 3)

No se ilustran los resultados de las tres regio- nes individuales en el hemisferio sur (Australia, América del Sur y el sur de África) porque en- contramos que la anchura de las curvas cam- pana y su corrimiento para las tres regiones, son muy similares para las tres áreas juntas. Los resultados para estas áreas se describen adecuadamente por la mitad inferior de la figura 1.

 El calentamiento global que conduce al gran corrimiento de las curvas de campana regionales se ha asociado definitivamente con el aumento de gases de efecto invernadero atmosféricos GHG, principalmente el CO2 proveniente de  la  quema  de  combustibles  fósiles  (IPCC 2013, Hansen et al 2013b). Aunque el calentamiento global esta sólo cerca a 1.2°C, las cur- vas de campana regionales revelan que la se- ñal de calentamiento ha surgido enfáticamente en escalas regionales. Diffenbaugh y Scherer (2011) y Mahlstein et al (2011, 2012) ya habían llegado a la conclusión de que la señal debía emerger primero en las latitudes bajas en verano.

Las curvas de campana regionales, además de ser 'ruidosas' debido a ser áreas pequeñas, son afectadas más por fenómenos dinámicos como El Niño / Oscilación Austral (Rasmusson y Wa- llace 1983) y Oscilación del Atlántico Norte (Hurrell 1995). Así, el cambio década a década de la curva de campana, es más irregular para regiones, que para un hemisferio. Por esta razón, enfatizamos el cambio total desde el período base hasta la  década más  reciente, minimizando el efecto de la dinámica regional.

La información es proporcionada por mapas globales del cambio de temperatura, que dan lugar al corrimiento de curvas de campana.

Los datos de temperatura que empleamos son el análisis de temperatura superficial de la NASA / GISS (Hansen et al 2010) sobre áreas terrestres a una resolución de 250 km (figura 4). Este análisis se basa en los últimos datos de  GHCN  (Global  Historical climatology Net- work)  obtenidos  de  NOAA,  GHCN  versión
3.3.0. Observamos que los datos de la tierra de

GHCN han sido muy estables en actualizaciones sucesivas, y por lo tanto las actualizaciones no alteran nuestros análisis previos. Los datos de temperatura superficial del mar (SST) han  experimentado mayores  cambios  en  los últimos años, pero los datos de SST no se emplean en nuestro presente estudio.



El calentamiento en 2005-2015 no sólo en el Mediterráneo, Medio Oriente, Sahara, también en el desierto de Gobi y el suroeste de los Es- tados Unidos. El calentamiento es ampliado en las regiones desérticas (Cook y Vizy 2015) con tendencia a que las olas de calor y las fuertes sequías coincidan (Mazdiyasni y Agha-Kouchak 2015)  son  consecuencias esperadas  del  aumento del calentamiento global. Generalmente, a medida que aumenta el calentamiento global, las regiones húmedas climatológicamente tien- den a que las regiones más húmedas y secas se vuelvan más calientes y secas (figura 2.33 en IPCC 2013). La amplificación polar del calentamiento superficial, es también aparente (figura 4) pero el calentamiento que ocurre cuando, el  clima  interanual tiene  variabilidad muy grande, hace que la relación señal-ruido, y los cambios de la curva de campana, sean más pequeños en latitudes altas.

A continuación, basándonos en estudios disponibles revisados por pares, revisamos breve- mente los  impactos prácticos que  se  espera resulten de los  cambios en curvas campana de temperatura discutidas anteriormente.


Las condiciones de vida se afectan por temperaturas más elevadas y humedad absoluta aso- ciada, especialmente en latitudes con condiciones que ya están cerca del límite de tolerancia para el trabajo al aire libre, ya que más de la mitad de horas de trabajo no domésticas ocu- rren al aire libre (OIT 2013, IPCC 2014, sección 13.2). Los países en desarrollo en los trópicos se ven afectados de manera desproporcionada (Dunne et  al.,  2013,  Lundgren et  al.,  2013), pero los trabajadores en lugares como el sur de Estados Unidos y el este de China, también se ven afectados por el aumento de la temperatura  y  la  humedad  absoluta  (Luginbuhl  et  al 2008).

La salud humana se ve afectada por una mayor temperatura a través de impactos en las olas de calor, sequías, incendios, inundaciones y tormentas, e indirectamente por alteraciones ecológicas provocadas por el cambio climático, incluyendo cambios en los patrones de enfermedades (Lafferty 2009, IPCC 2014,).

Las  enfermedades transmitidas por  vectores, que suelen afectar a las infecciones transmitidas por los mosquitos o las garrapatas, son sensibles al cambio climático (IPCC 2014, sec- ción 11.5). Otros factores afectarán la incidencia  futura  de  la  enfermedad, pero se  puede concluir que las temperaturas más altas permiten la propagación de algunos vectores de enfermedades a mayores altitudes y latitudes más altas (IPCC 2014, sección 11.5).

Las responsabilidades nacionales por el calentamiento global pueden ser asignadas bajo la premisa de que, emisiones de CO2 por quema de combustibles fósiles, son el principal problema para el calentamiento a largo plazo. La deforestación y las actividades agrícolas también contribuyen al CO2 atmosférico, pero la restauración potencial del carbono en el suelo y la biosfera tiene magnitud comparable;

De hecho, la  asunción de tal restauración a través de mejores prácticas agrícolas y foresta- les, Incluyendo la reforestación de tierras de valor marginal para los cultivos, es necesaria si se busca estabilizar el clima a un nivel cercano al rango de temperaturas del Holoceno (Han- sen  et  al  2008,  National  Research  Council 2015). En cambio, el carbón liberado en la quema de combustibles fósiles no se eliminará naturalmente del sistema climático durante milenios (Archer 2005, IPCC 2013, ch 6). CH4, N2O, O3 y otros gases también contribuyen al cambio climático causado por el hombre, pero el CO2 contribuye con el 80% del aumento del forzamiento climático de GEI en las últimas dos décadas (véase la figura 5 de Hansen et al 2013 d) y gran parte del aumento del otro 20% está relacionado con la extracción de combus- tibles fósiles o el uso de combustibles fósiles.

Las actuales emisiones de CO2 de combustibles fósiles se muestran en la figura 5 (a). Chi- na es la mayor fuente de emisiones actuales, con los Estados Unidos en segundo lugar y la India en tercer lugar con un crecimiento rápido. Sin  embargo, el cambio climático es exactamente proporcional a las emisiones acumula- das (Hansen et al 2007, Matthews et al 2009), mostradas en la figura 5 (b). Estados Unidos y Europa, incluyendo sus emisiones aéreas y de los buques, son responsables de más de una cuarta parte del cambio climático, China alrededor del 10% y la India alrededor del 3%. La contabilidad de las emisiones basada en el consumo (Peters, 2008) aumenta esta disparidad entre la responsabilidad de emisiones de los países desarrollados y los países en desarrollo.



Las emisiones percápita de combustibles fósiles (figura 6 (a)) y las emisiones acumuladas (figura 6 (b)) ofrecen una perspectiva útil sobre las responsabilidades en materia de emisiones. A pesar de las altas emisiones actuales de China, percápita permanecen más bajas que muchas naciones occidentales y ligeramente más grandes que el promedio mundial. Las emisiones  percápita  acumuladas  por  China son un orden de magnitud menor que las emisiones estadounidenses, y las emisiones per cápita de la India son aún más pequeñas.

Se han reportado resultados similares a los de las figuras 5 y 6 en muchos lugares. Nuestras cifras, disponibles en www.columbia.edu/~mhs119/CO2Emissions/, se actualizan normalmente anualmente utilizando  las  fuentes indicadas. Las  incertidum- bres en las emisiones chinas incluyen una pro- bable sobrestimación de los factores de emisión de carbón (Liu et al 2015) y posible infrautilización del uso del carbón (Buckley 2015).

Hay notable incongruencia entre las ubicaciones con mayor cambio climático y las fuentes de emisión por quema de combustibles fósiles, como lo señalan Diffenbaugh y Scherer (2011) y Mahlstein et al (2011, 2012). El corrimiento de la curva campana más grande es en el bosque lluvioso tropical, el sudeste asiático, el Sahara y el Sahel (figura 3). El mayor cambio de temperatura, en unidades de su variabilidad natural, no implica necesariamente mayor impacto en los habitantes locales. Sin embargo, el hecho de que los cambios más grandes ocurren en lugares que ya están cerca de los límites de la tolerancia al calor humano sugiere que el calor añadido puede ser un problema. Las emisiones de combustibles fósiles de naciones en estas áreas son muy pequeñas (Boden et al 2015).

La única nación en estas regiones con emisiones actuales tan grandes como la media mundial (figura 6 (a)) es Malasia, con emisiones percápita actuales alrededor de 2 ton.s por año / persona.

Sin embargo, las emisiones acumuladas de estas naciones son muy pequeñas en comparación con las naciones desarrolladas, con las emisiones africanas aún menos que la de la India, figura 6 (b)). En otras palabras, las naciones que experimentan cambios más gran- des, al clima normal previo, llevan una responsabilidad insignificante por causar el cambio climático.

Un  cambio climático  igualmente grande  está ocurriendo en la región del Mediterráneo + Oriente Medio. El gran corrimiento se limita a prolongar la estación cálida, cuando las temperaturas ya están cerca del límite de la tolerancia al calor humano. Como mínimo, el calor añadido hace la vida más difícil en el verano y redu- ce  la  productividad; Sino,  también intensifica condiciones de sequía como las de Siria en los últimos años, si no es la causa principal de la sequía (Kelley et al., 2015).

En cuanto a la responsabilidad por las emisiones, a diferencia de la mayor parte de África y Asia sudoriental, las emisiones percápita procedentes del Oriente Medio se encuentran en- tre las más grandes del mundo (gráfico 6 a)) y de crecimiento más rápido, muchos países a través  de  subsidios  gubernamentales. Qatar, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Ara- bia Saudita tienen emisiones percápita entre 12 y 5 toneladas de carbono por persona y año, cifras mayores que las emisiones percápita en Estados Unidos (gráfico 6 a)). Las emisiones acumuladas percápita de los países del Medio Oriente, no son tan grandes como los países que se desarrollaron anteriormente, pero son más grandes que la media mundial (gráfico 6 b)).

Los  corrimiento en  la  curva  campana T°  de 2005-2015 son sólo cerca de un tercio del corrimiento que ocurrirá con 2°C de calentamiento global. (Aunque el calentamiento de las áreas en tierra de 2005-2015 es ~0.8°C, la figura 4, el calentamiento medio global es solamente ~0.6 ° C relativo a 1951-80; Hansen et al (2010), por lo que el calentamiento de 2 ° C por encima de la  era  pre-industrial  implica  1.7°C  relativo  a 1951-1980.) Dada la linealidad aproximada entre el aumento de la temperatura media y el corrimiento de la campana, el calentamiento global a 2 ° C daría lugar a un corrimiento de aproximadamente seis  desviaciones  estándar durante el verano en regiones del Mediterráneo, Oriente Medio, Sáhara y Sahel   y, un cambio similar en todas las estaciones en el bosque tropical africano y el sudeste asiático.

Las implicaciones de estos cambios climáticos regionales son múltiples. Observamos varias consecuencias centradas en el impacto geográficamente desigual, especialmente la diferencia entre países en desarrollo en latitudes bajas y naciones más desarrolladas del norte. Son ejemplos y no una revisión de estas áreas de investigación florecientes, pero son suficientes para introducir: discusión de la relevancia de estos cambios regionales y la cuestión del cambio climático peligroso causado por el ser humano.

Hsiang et al (2013) reúnen los resultados de 60 estudios cuantitativos, de la relación entre el cambio climático y los conflictos humanos, que abarcan los últimos 10 000 años y todas las principales regiones del mundo. Ellos encuentran que la violencia interpersonal aumenta en un  4%  y  los  conflictos  intergrupales  en  un 14%, por cada corrimiento igual a una desviación estándar en la temperatura, hacia temperaturas más cálidas. Estos hallazgos no constituyen leyes naturales, pero proporciona una estimación empírica útil de los impactos, que puede utilizarse para al menos un rango limitado de aumento de temperatura. Los aumentos que inferimos de 2-6 desviaciones estándar con 2 ° C de calentamiento global, implican efectos significativos en todas las regiones, pero con efectos mayores en latitudes más bajas. Los conflictos a su vez tienden a provocar migraciones con efectos tanto en las poblaciones desplazadas como en poblaciones de acogida (McMichael et al 2012).

La elevación de las temperaturas en sí misma, impone un efecto fuerte desproporcionadamente grande en países de latitud baja. Pal y Eltahir (2016) toman nota que emisiones de combusti- bles fósiles, como siempre, hacen que algunas regiones de Oriente Medio se vuelvan prácticamente inhabitables a finales de este siglo, cuando la temperatura del bulbo húmedo se aproxime al nivel al que el cuerpo humano no puede  enfriarse  en  condiciones al  aire  libre,

Incluso  bien  ventiladas  (Sherwood  y  Huber 2010). La distribución actual de la temperatura mundial, tiene un notable efecto no lineal sobre la productividad económica (Burke et al 2015). Los países de latitud media tienen una temperatura casi óptima y un impacto limitado, debido al cambio de temperatura proyectado, pero en cambio los países más cálidos como Indonesia, India y Nigeria están en pendiente pronunciada, con una rápida disminución de la productividad a medida que aumenta la temperatura (Burke et al. 2015).

Estas consecuencias regionales del calentamiento van acompañadas de la amenaza que el aumento del nivel del mar plantea a las costas globales, creando así conjuntamente la necesidad de acciones rápidas y fuertes para evitar resultados trágicos.

La historia de la Tierra sugiere que el calentamiento de incluso 1°C por encima de los nive- les preindustriales podría eventualmente conducir a un aumento del nivel del mar de 6-9 m (Dutton et al 2015). El IPCC (2013) calcula que alrededor de 1m o menos de aumento del nivel del mar ocurriría en 2100, pero Hansen et al (2015) argumentan que las retroalimentaciones amplificadoras hacen una respuesta altamente no lineal probablemente con potencial para varios metros de nivel del mar este siglo.

Los Modelos exploran mecanismos que pueden contribuir al rápido colapso de la capa de hielo (Pollard et al 2015).

Si el océano continúa acumulando calor y au- mentando el derretimiento de plataformas de hielo con terminación marina, de la Antártida y Groenlandia, se puede llegar a un punto en el que es imposible evitar la desintegración de la capa de hielo a gran escala. Dado que la mayo- ría de las grandes ciudades mundiales se encuentran en las costas, el aumento del nivel del mar supondría otra fuente de presión migratoria.

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992 (UNFCCC 1992) estableció su objetivo como: "Estabilización de las concentraciones de GEI en la atmósfera a un nivel que evitaría interferencias antropogénicas peligrosas en el sistema climático". La 15ª COP Conferencia de las Partes (Acuerdo de Copenhague de 2009) cambió el enfoque a un objetivo de reducir las emisiones mundiales para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2°C, °K y la

21ª Conferencia de las Partes agregó un objeti- vo de aspiraciones Por debajo de 1,5°C (Da- venport 2015). Sin embargo, sugerimos que el objetivo de CMNUCC (1992), para estabilizar las concentraciones de GEI es fundamental y da una clara información sobre requisitos de política.

La cantidad de CO2 atmosférico, en particular, es un gran reto para limitar la concentración de GEI. La  historia paleo-climática de  la  Tierra, especialmente la sensibilidad del nivel del mar a la temperatura global (Dutton et al 2015) y el conocimiento del ciclo del carbono de la Tierra (Archer 2005, IPCC 2013, ch 6), constituyen una fuerte restricción (Hansen et al) para Inferir que el CO2 debe ser restaurado a un nivel no mayor de ~ 350 ppm, con una restauración lo suficientemente rápida para evitar el calentamiento prácticamente irreversible de los océanos y la desintegración de la capa de hielo. Esta estimación para el techo de CO2 se con- firmó mediante medidas precisas del desequilibrio energético actual de la Tierra (Hansen et al 2011, von Schuckmann et al 2016).

La restauración del CO2 a un nivel igual o infe- rior a 350 ppm en un siglo, incluso con suposi- ciones optimistas sobre la restauración del carbono biosférico y del  suelo, requeriría re- ducciones de  las  emisiones de  combustibles fósiles entre un 5% y un 7% al año si se co- mienzan prontamente las reducciones (Hansen et al. Al 2013b). Si no se logra tal reducción, se producirá un desequilibrio continuo a largo plazo  de  la  energía,  donde  la  superficie  y  el océano de la Tierra continuarán calentándose, creciendo los  impactos climáticos regionales, acelerando  la  desintegración  de  la  capa  de hielo y aumentando más rápidamente el nivel del mar. Como evidencia la situación y las con- secuencias crecen, puede haber cada vez más llamadas a la "geo-ingeniería" del clima (Royal Society 2009)  con  consecuencias desconocidas (Sillmann et al 2015).

Los objetivos país por país, el enfoque de la 21ª  Conferencia  de  las  Partes  (Davenport 2015), no conducirán al equilibrio planetario de la energía y la estabilización climática si los combustibles fósiles son la energía más barata.

Es necesario incluir los costos "externos" para la sociedad en el precio del combustible fósil, especialmente los costos del cambio climático y la contaminación del aire y del agua (Ackerman y Stanton 2012), para que las energías libres de carbono y la eficiencia energética puedan suplantar los combustibles fósiles más rápida- mente .

Este tipo de precios inclusivos de los combusti- bles fósiles, hace las economías más eficientes y reduce las dificultades económicas netas, si la cuota de carbono, recolectada de las empre- sas de combustibles fósiles en minas domésti- cas  y  puertos  de  entrada, aumenta gradual- mente y, si los fondos se distribuyen uniforme- mente entre el público (Hansen 2015).

Una cuota de carbono puede ser iniciada por algunas  potencias  económicas importantes  y extenderse a  la  mayoría  de  las  naciones, a través de impuestos de frontera sobre produc- tos derivados de combustibles fósiles de nacio- nes no participantes, y reembolsos de tarifas a fabricantes nacionales por bienes enviados a naciones no participantes (Hsu 2011).

Las cuestiones planteadas por la "cooperación coercitiva" implícita en los ajustes fronterizos (Bohringer et al 2012) se someterán, una vez que la gravedad y urgencia de la amenaza climática sea ampliamente apreciada, al darse cuenta de que los combustibles fósiles no pue- den ser eliminados si algunos países pueden exportar Productos hechos con combustibles fósiles no gravados.

Los países en desarrollo tienen derechos reco- nocidos en el concepto de responsabilidades comunes pero diferenciadas y apalancamiento para lograr asistencia económica, que debe estar vinculada a las mejores prácticas agríco- las y forestales necesarias para limitar emisio- nes de gas y almacenar más carbono en el suelo y la biosfera. Por último, se necesita cooperación internacional para  generar  ener- gías  libres  de  carbono más  accesibles, o  el desarrollo económico en muchos países conti- nuará basándose en los combustibles fósiles, a pesar de la contaminación y los impactos climá- ticos.

Reconocimientos


Agradecemos a dos árbitros anónimos por re- señas que mejoraron notablemente nuestro trabajo. Agradecemos mucho el apoyo de la familia Durst, la Fundación Grantham para la Protección del Medio Ambiente, Jim y Krisann Miller, Gerry Lenfest, la Fundación Flora Fa- mily, Alexander Totic y Hugh Perrine por apo- yar nuestro programa de Ciencia Climática, Conciencia y Soluciones.


FUENTE: James Hansen y Makiko Sato

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