Ciencia del Clima, Conciencia y Soluciones, Columbia University Earth Institute, Nueva York, NY10115, USA E-mail: jeh1@columbia.edu
Palabras
clave: migración, calentamiento global, clima regional, política climática,
combustibles fósiles
Resumen
El
calentamiento global en las últimas décadas es ahora lo suficientemente grande
como para que el cambio emerja por encima del ruido de la variabilidad natural,
especialmente en el verano en latitudes medias y durante todo el año en
latitudes bajas. A pesar de la pequeña magnitud del calentamiento en relación
con las fluctuaciones climáticas, los efectos del calentamiento ya tienen
impactos sociales y económicos notables. Calentamiento global =2°C relativo a
la era preindustrial cambiaría la 'curva campana' definiendo cambios en las
anomalías de temperatura en un factor tres veces más grande que lo observado
desde mediados del siglo XX, con graves consecuencias. Existe una sorprendente
incongruencia entre la distribución global de las naciones responsables de
emisiones de CO2, principalmente por quema de combustibles fósiles, que se
sabe son la principal causa del cambio, y las regiones más afectadas por el
calentamiento, hecho que tiene importantes consecuencias para Políticas mun-
diales de energía y clima.
El
calentamiento global desde la época preindustrial, apenas 1.2°C, es pequeño en com- paración con las
fluctuaciones climáticas, pero Anomalías de la temperatura estacional media
son ahora lo
suficientemente grandes, en la
mayoría de los casos, como para cargar los "dados climáticos". El
público nota que el clima está cambiando, porque el calentamiento de las
últimas décadas ha cambiado la "Curva cam- pana ", que describe la
temperatura estacional media local, en el hemisferio en verano, con anomalías
de cerca de una Desviación están- dar (Hansen et al 2012). Las que eran condiciones de calor inusuales son ahora frecuentes, y los
eventos calientes extremos, ahora son más extremos que antes. Sin
embargo, la magnitud del cambio varía en todo el mundo.
Encontramos
que el calentamiento reciente durante el verano en las regiones subtropicales
áridas y semiáridas como el Mediterráneo y Oriente Medio es por lo menos dos
desviaciones estándar, superando ampliamente la variabilidad natural. El
calentamiento es igualmente grande en todas las estaciones del trópico.
Diffenbaugh y Scherer (2011) y Mahlstein et al (2011, 2012) informan sobre un
gran calentamiento a baja latitud. Sumado a la aridez sub- tropical natural y
a las altas temperaturas en latitudes bajas, este gran calentamiento contribuye a la intensificación de sequías subtropicales y dificulta las
condiciones de vida y de tra- bajo en latitudes bajas. Algunos trabajos sugieren que: las temperaturas más altas afectan la producción económica,
contribuyen a los problemas de salud, e incrementan conflictos hu- manos,
aumentando presiones para la migra- ción, pero principalmente señalamos la
necesidad
de investigación sobre estos temas. Por el contrario, podemos ser cuantitativos
en la actualización de las responsabilidades nacionales por emisiones de CO2,
por quema de los combustibles fósiles, que como se sabe, son la principal causa del calentamiento
global.
Al
actualizar los resultados para las áreas terrestres del Hemisferio Norte y
Sur (figura 1), se divide el período de 66 años de 1950-2015 en seis períodos
de 11 años, por lo que los períodos tienen igual significación estadística.
Para mayor claridad no todos los períodos de 11
años se incluyen en nuestras cifras. El calentamiento es mayor en invierno
que en ve- rano (Hansen et al 2010, IPCC 2013), pero la variabilidad de
temperatura de un año a otro es mucho mayor en invierno (ver mapas globales de
desviación estándar interanual de la temperatura media estacional en la
figura 2 de Han- sen et al 2012). Así, el cambio de la "curva
campana" (distribución de Anomalías de la temperatura en unidades de
desviación están- dar) es mayor en verano que en invierno (figura 1),
lo que implica que el cambio climático es más fácil de detectar en verano que
en in- vierno. Sin embargo, la variación estacional del desplazamiento de la
curva de campana (figura 1)
es pequeña en el Hemisferio Sur, porque una gran fracción de la tierra del Hemisferio
Sur se encuentra en latitudes bajas donde el cambio estacional es pequeño y
porque la dominancia del área oceánica en el hemisferio sur, modera el cambio
de estacionalidad.
Calculamos
el 'corrimiento' y la 'anchura' de la curva campana para cada período de 11
años con relación al período base 1951-1980, encontrando
que los μ y σ proporcionan el mejor ajuste
cuadrático mínimo de los datos a exp[-(x–μ)2/2σ2 ]/[σ√(2π)].
Calculamos
el 'corrimiento' y la 'anchura' de la curva campana para cada período de 11
años con relación al período base 1951-1980, encontrando que los μ y σ
proporcionan el mejor ajus- te cuadrático mínimo de los datos a exp[-(x–μ)2/2σ2
]/[σ√(2π)].
El
"corrimiento" para cualquier período de 11 años es la diferencia entre
la temperatura me- dia estacional durante ese período de 11 años y el período
climatológico (1951-1980) en unidades de la desviación estándar de la
tempera- tura media estacional durante 1951-1980. La "anchura" es
la proporción de
la desviación estándar en
períodos de 11 años 1951-1980. Anchura y corrimiento para las curvas de cam-
pana 2005-2015, se da en la esquina superior derecha de los gráficos.
El
corrimiento de la temperatura media estacional, en unidades de la desviación
estándar, útilmente caracteriza el cambio climático local, ya que mide el
cambio en relación con la gama de condiciones a las que se adaptan los seres
humanos y otras especies en esa localidad. A pesar de la variabilidad regional
del Holoceno (Mayewski et al 2004), en la mayoría de las regiones el
calentamiento adicional llevará la temperatura a niveles no experimentados des-
de al menos los periodos
inter-glaciales pre- vios, hace más de 100 000 años. Una cuestión de
interés es por tanto, cuán grande es el cam- bio de temperatura en relación con
la variabilidad histórica en ese lugar.
La
anchura de la curva de campana aumenta con el calentamiento global, y la curva
tiende a ser ligeramente asimétrica con una cola cada vez más larga en el lado
"caliente". La curva campana se convertiría en una distribución
normal casi simétrica, si definimos anomalías con
respecto a las décadas más recientes, en lugar de 1951-1980 (Rhines y Huybers
2013, Hansen et al 2013c), pero resulta apropiado definir las anomalías, con respecto
a un tiempo anterior a la fuerte tendencia al calentamiento, por las razones
antes expuestas.
Nuestro
análisis es de la temperatura media
estacional, pero la aparición del ruido en los extremos estacionales y diarios,
está estrechamente acoplada con el cambio estacional que precede al cambio
diario (King et al 2015). Nuestro análisis (figura 1) coincide en conclusión
con Seneviratne et al (2014) y Sillmann et al (2014) de que la tendencia hacia
extremos cada vez más intensos, ha continuado en la década más reciente, a
pesar de la evidencia de una desaceleración o un hiato en el calentamiento
global de la superficie (Meehl et al 2011,
IPCC 2013). La existencia de un hiato de calentamiento global también ha sido
cuestio- nada (Karl et al 2015).
Ahora examinamos los cambios
de la curva campana en varias regiones geográficas
(figura 2).
Las curvas se vuelven "ruidosas" a medida que las regiones se hacen
más pequeñas, sin embargo el efecto del calentamiento es fácil- mente
discernible.
Las
curvas campana en verano para los Esta- dos Unidos y Europa (Norte y Central)
se co- rren más de una desviación estándar (1σ), mientras que el cambio en el
invierno es apro- ximadamente sólo la mitad de una desviación estándar. El
cambio en verano +2σ es suficien- te para aumentar la frecuencia de veranos más
cálidos de menos del 1% a más del 10%. El público perceptivo puede ser capaz de
notar este
grado de cambio, pero hay una variación geográfica de la señal dentro de los
Estados Unidos, como discutiremos.
El cambio en la curva de campana en el invierno es
demasiado pequeño para ser notado fácilmente. Los cambios en Europa son sólo
ligeramente mayores que los de Estados Unidos.
Los
corrimientos en la curva campana son mayores en China y la India, siendo
alrededor de una y media desviación estándar en verano, y una desviación
estándar en invierno. La zona empleada para la región de la India incluye a los
países vecinos de Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka, reduciendo así el ruido
mediante el logro de un área de
alrededor del 0,7% del mundo. Estos cambios en la curva campana deben ser
notorios y tener efectos prácticos, que discutiremos.
Esta
señal de cambio climático, medida en unidades de la variabilidad normal, se
vuelve aún más fuerte en latitudes más bajas, a medida que avanzamos hacia
las zonas subtropicales y tropicales (figura 3). El corrimiento de la curva
campana en verano es + 2.4σ en la re- gión
Mediterránea y Oriente
Medio, significa que casi cada
verano es más cálido que las condiciones promedio de 1951 -1980, y la mayoría
de los veranos son al menos + 2σ con respecto al clima de 50 años antes.
El
calentamiento en el Sahara y el Sahel es similar al
del Mediterráneo y Oriente
Medio, aunque más ruidoso debido a datos más limita- dos.
En
el Sudeste Asiático y el bosque tropical africano, regiones tropicales húmedas,
su curva de campana se corre hacia temperaturas más cálidas, que en
junio-julio-agosto superan + 2σ, es
decir, una señal de calentamiento tan gran- de como el cambio en el cinturón
seco subtro- pical y el desierto. Además, el corrimiento en estas regiones
tropicales es tan grande o casi tan grande en las otras estaciones, como se
muestra para diciembre-enero-febrero (figura 3)
No
se ilustran los resultados de las tres regio- nes individuales en el hemisferio
sur (Australia, América del Sur y el sur de África) porque en- contramos que la
anchura de las curvas cam- pana y su corrimiento para las tres regiones, son
muy similares para las tres áreas juntas. Los resultados para estas áreas se
describen adecuadamente por la mitad inferior de la figura 1.
El
calentamiento global que conduce al gran corrimiento de las curvas de campana
regionales se ha asociado definitivamente con el aumento de gases de efecto
invernadero atmosféricos GHG, principalmente el CO2 proveniente de la
quema de combustibles
fósiles (IPCC 2013,
Hansen et al 2013b). Aunque el calentamiento global esta sólo cerca a 1.2°C,
las cur- vas de campana regionales revelan que la se- ñal de calentamiento ha
surgido enfáticamente en escalas regionales. Diffenbaugh y Scherer (2011) y
Mahlstein et al (2011, 2012) ya habían llegado a la conclusión de que la señal
debía emerger primero en las latitudes bajas en verano.
Las
curvas de campana regionales, además de ser 'ruidosas' debido a ser áreas
pequeñas, son afectadas más por fenómenos dinámicos como El Niño / Oscilación
Austral (Rasmusson y Wa- llace 1983) y Oscilación del Atlántico Norte (Hurrell
1995). Así, el cambio década a década de la curva de campana, es más irregular
para regiones, que para un hemisferio. Por esta razón, enfatizamos el cambio
total desde el período base hasta la
década más reciente, minimizando
el efecto de la dinámica regional.
La
información es proporcionada por mapas globales del cambio de temperatura, que
dan lugar al corrimiento de curvas de campana.
Los
datos de temperatura que empleamos son el análisis de temperatura superficial
de la NASA / GISS (Hansen et al 2010) sobre áreas terrestres a una resolución
de 250 km (figura 4).
Este análisis se basa en los últimos datos de
GHCN (Global Historical climatology Net- work) obtenidos
de NOAA, GHCN
versión
3.3.0.
Observamos que los datos de la tierra de
GHCN
han sido muy estables en actualizaciones sucesivas, y por lo tanto las
actualizaciones no alteran nuestros análisis previos. Los datos de
temperatura superficial del mar (SST) han
experimentado mayores
cambios en los últimos años, pero los datos de SST no se
emplean en nuestro presente estudio.
El
calentamiento en 2005-2015 no sólo en el Mediterráneo, Medio Oriente, Sahara,
también en el desierto de Gobi y el suroeste de los Es- tados Unidos. El
calentamiento es ampliado en las regiones desérticas (Cook y Vizy 2015) con
tendencia a que las olas de calor y las fuertes sequías coincidan (Mazdiyasni y
Agha-Kouchak 2015) son
consecuencias esperadas del aumento del calentamiento global.
Generalmente, a medida que aumenta el calentamiento global, las regiones
húmedas climatológicamente tien- den a que las regiones más húmedas y secas se
vuelvan más calientes y secas (figura 2.33 en IPCC 2013). La amplificación
polar del calentamiento superficial, es también aparente (figura 4) pero el calentamiento
que ocurre cuando, el clima interanual tiene variabilidad muy grande, hace que la relación
señal-ruido, y los cambios de la curva de campana, sean más pequeños en
latitudes altas.
A
continuación, basándonos en estudios disponibles revisados por pares,
revisamos breve- mente los impactos
prácticos que se espera resulten de los cambios en curvas campana de temperatura
discutidas anteriormente.
Las
condiciones de vida se afectan por temperaturas más elevadas y humedad
absoluta aso- ciada, especialmente en latitudes con condiciones que ya están
cerca del límite de tolerancia para el trabajo al aire libre, ya que más de la
mitad de horas de trabajo no domésticas ocu- rren al aire libre (OIT 2013, IPCC
2014, sección 13.2).
Los países en desarrollo en los trópicos se ven afectados de manera
desproporcionada (Dunne et al., 2013,
Lundgren et al., 2013), pero los trabajadores en lugares como
el sur de Estados Unidos y el este de China, también se ven afectados por el
aumento de la temperatura y
la humedad absoluta
(Luginbuhl et al 2008).
La
salud humana se ve afectada por una mayor temperatura a través de impactos en
las olas de calor, sequías, incendios, inundaciones y tormentas, e
indirectamente por alteraciones ecológicas provocadas por el cambio climático,
incluyendo cambios en los patrones de enfermedades (Lafferty 2009, IPCC
2014,).
Las enfermedades transmitidas por vectores, que suelen afectar a las
infecciones transmitidas por los mosquitos o las garrapatas, son sensibles al
cambio climático (IPCC 2014, sec- ción 11.5). Otros factores afectarán la
incidencia futura de
la enfermedad, pero se puede concluir que las temperaturas más altas
permiten la propagación de algunos vectores de enfermedades a mayores
altitudes y latitudes más altas (IPCC 2014, sección 11.5).
Las
responsabilidades nacionales por el calentamiento global pueden ser asignadas
bajo la premisa de que, emisiones de CO2 por quema de combustibles fósiles, son
el principal problema para el calentamiento a largo plazo. La deforestación y
las actividades agrícolas también contribuyen al CO2 atmosférico, pero la
restauración potencial del carbono en el suelo y la biosfera tiene magnitud
comparable;
De
hecho, la asunción de tal restauración a
través de mejores prácticas agrícolas y foresta- les, Incluyendo la
reforestación de tierras de valor marginal para los cultivos, es necesaria si
se busca estabilizar el clima a un nivel cercano al rango de temperaturas del
Holoceno (Han- sen et al
2008, National Research
Council 2015).
En cambio, el carbón liberado en la quema de combustibles fósiles no se
eliminará naturalmente del sistema climático durante milenios (Archer 2005,
IPCC 2013, ch 6). CH4, N2O, O3 y otros gases también contribuyen al cambio
climático causado por el hombre, pero el CO2 contribuye con el 80% del aumento
del forzamiento climático de GEI en las últimas dos décadas (véase la figura 5
de Hansen et al 2013 d)
y gran parte del aumento del otro 20% está relacionado con la extracción de
combus- tibles fósiles o el uso de combustibles fósiles.
Las
actuales emisiones de CO2 de combustibles fósiles se muestran en la figura 5
(a). Chi- na es la mayor fuente de emisiones actuales, con los Estados Unidos
en segundo lugar y la India en tercer lugar con un crecimiento rápido. Sin embargo, el cambio climático es exactamente
proporcional a las emisiones acumula- das (Hansen et al 2007, Matthews et al
2009), mostradas en la figura 5 (b). Estados Unidos y Europa, incluyendo sus
emisiones aéreas y de los buques, son responsables de más de una cuarta parte
del cambio climático, China alrededor del 10% y la India alrededor del 3%. La
contabilidad de las emisiones basada en el consumo (Peters, 2008) aumenta esta
disparidad entre la responsabilidad de emisiones de los países desarrollados
y los países en desarrollo.
Las
emisiones percápita de combustibles fósiles (figura 6 (a)) y las emisiones
acumuladas (figura 6 (b)) ofrecen una perspectiva útil sobre las
responsabilidades en materia de emisiones. A pesar de las altas emisiones
actuales de China, percápita permanecen más bajas que muchas naciones
occidentales y ligeramente más grandes que el promedio mundial. Las
emisiones percápita
acumuladas por China son un orden de magnitud menor que las
emisiones estadounidenses, y las emisiones per cápita de la India son aún más
pequeñas.
Se
han reportado resultados similares a los de las figuras 5 y 6 en muchos
lugares. Nuestras cifras, disponibles en
www.columbia.edu/~mhs119/CO2Emissions/, se
actualizan normalmente anualmente utilizando
las fuentes indicadas. Las incertidum- bres en las emisiones chinas
incluyen una pro- bable sobrestimación de los factores de emisión de carbón
(Liu et al 2015) y posible infrautilización del uso del carbón (Buckley
2015).
Hay
notable incongruencia entre las ubicaciones con mayor cambio climático y las
fuentes de emisión por quema de combustibles fósiles, como lo señalan
Diffenbaugh y Scherer (2011) y Mahlstein et al (2011, 2012). El corrimiento de
la curva campana más grande es en el bosque lluvioso tropical, el sudeste
asiático, el Sahara y el Sahel (figura 3). El mayor cambio de temperatura, en
unidades de su variabilidad natural, no implica necesariamente mayor impacto en
los habitantes locales. Sin embargo, el hecho de que los cambios más grandes
ocurren en lugares que ya están cerca de los límites de la tolerancia al calor
humano sugiere que el calor añadido
puede ser un problema. Las emisiones de combustibles fósiles de naciones en
estas áreas son muy pequeñas (Boden et al 2015).
La
única nación en estas regiones con emisiones actuales tan grandes como la
media mundial (figura 6 (a)) es Malasia, con emisiones percápita actuales
alrededor de 2 ton.s por año / persona.
Sin
embargo, las emisiones acumuladas de estas naciones son muy pequeñas en comparación con las naciones desarrolladas, con las emisiones africanas aún menos
que la de la India, figura 6 (b)). En otras palabras, las naciones que
experimentan cambios más gran- des, al clima normal previo, llevan una responsabilidad insignificante por causar el cambio climático.
Un cambio climático igualmente grande está ocurriendo en la región del Mediterráneo
+ Oriente Medio. El gran corrimiento se limita a prolongar la estación cálida,
cuando las temperaturas ya están cerca del límite de la tolerancia al calor
humano. Como mínimo, el calor añadido hace la vida más difícil en el verano y
redu- ce la productividad; Sino, también intensifica condiciones de sequía
como las de Siria en los últimos años, si no es la causa principal de la sequía
(Kelley et al., 2015).
En
cuanto a la responsabilidad por las emisiones, a diferencia de la mayor parte
de África y Asia sudoriental, las emisiones percápita procedentes del
Oriente Medio se encuentran en- tre las más grandes del mundo (gráfico 6 a)) y
de crecimiento más rápido, muchos países a través de
subsidios gubernamentales. Qatar,
Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Ara- bia Saudita tienen emisiones percápita entre 12 y
5 toneladas de carbono por persona y año, cifras mayores que las emisiones percápita en Estados Unidos (gráfico 6 a)). Las emisiones acumuladas percápita de
los países del Medio Oriente, no son tan grandes como los países que se
desarrollaron anteriormente, pero son más grandes que la media mundial (gráfico
6 b)).
Los corrimiento en la
curva campana T° de 2005-2015
son sólo cerca de un tercio del corrimiento que ocurrirá con 2°C de
calentamiento global. (Aunque el calentamiento de las áreas en tierra de
2005-2015 es ~0.8°C, la figura 4, el calentamiento medio global es solamente
~0.6 ° C
relativo a 1951-80; Hansen et al (2010), por lo que el calentamiento de 2 ° C
por encima de la era
pre-industrial implica 1.7°C
relativo a 1951-1980.)
Dada la linealidad aproximada entre el aumento de la temperatura media y el
corrimiento de la campana, el calentamiento global a 2 ° C daría lugar a un
corrimiento de aproximadamente seis
desviaciones estándar durante el
verano en regiones del Mediterráneo, Oriente Medio, Sáhara y Sahel y, un cambio similar en todas las estaciones
en el bosque tropical africano y el sudeste asiático.
Las
implicaciones de estos cambios climáticos regionales son múltiples. Observamos
varias consecuencias centradas en el impacto geográficamente desigual,
especialmente la diferencia entre países en desarrollo en latitudes bajas y
naciones más desarrolladas del norte. Son ejemplos y no una revisión de estas
áreas de investigación florecientes, pero son suficientes para introducir:
discusión de la relevancia de estos cambios regionales y la cuestión del cambio
climático peligroso causado por el ser humano.
Hsiang
et al (2013) reúnen los resultados de 60 estudios cuantitativos, de la relación
entre el cambio climático y los conflictos humanos, que abarcan los últimos 10
000 años y todas las principales regiones del mundo. Ellos encuentran que la
violencia interpersonal aumenta en un
4% y los
conflictos intergrupales en un 14%,
por cada corrimiento igual a una desviación estándar en la temperatura, hacia
temperaturas más cálidas. Estos hallazgos no constituyen leyes naturales,
pero proporciona una estimación empírica útil de los impactos, que puede
utilizarse para al menos un rango limitado
de aumento de temperatura. Los aumentos que inferimos de 2-6 desviaciones
estándar con 2 °
C de calentamiento global, implican efectos significativos en todas las
regiones, pero con efectos mayores en latitudes más bajas. Los conflictos a su
vez tienden a provocar migraciones con efectos tanto en las poblaciones desplazadas
como en poblaciones de acogida (McMichael et al 2012).
La
elevación de las temperaturas en sí misma, impone un efecto fuerte
desproporcionadamente grande en países de latitud baja. Pal y Eltahir (2016)
toman nota que emisiones de combusti- bles fósiles, como siempre, hacen que
algunas regiones de Oriente Medio se vuelvan prácticamente inhabitables a
finales de este siglo, cuando la temperatura del bulbo húmedo se aproxime al
nivel al que el cuerpo humano no puede
enfriarse en condiciones al aire
libre,
Incluso bien
ventiladas (Sherwood y
Huber 2010).
La distribución actual de la temperatura mundial, tiene un notable efecto no
lineal sobre la productividad económica (Burke et al 2015). Los países de
latitud media tienen una temperatura casi óptima y un impacto limitado,
debido al cambio de temperatura proyectado, pero en cambio los países más
cálidos como Indonesia, India y Nigeria están en pendiente pronunciada, con una
rápida disminución de la productividad a medida que aumenta la temperatura
(Burke et al. 2015).
Estas
consecuencias regionales del calentamiento van acompañadas de la amenaza que
el aumento del nivel del mar plantea a las costas globales, creando así
conjuntamente la necesidad de acciones rápidas y fuertes para evitar resultados
trágicos.
La
historia de la Tierra sugiere que el calentamiento de incluso 1°C por encima
de los nive- les preindustriales podría eventualmente conducir a un aumento
del nivel del mar de 6-9 m (Dutton et al 2015). El IPCC (2013) calcula que
alrededor de 1m o menos de aumento del nivel del mar ocurriría en 2100, pero
Hansen et al (2015) argumentan que las retroalimentaciones amplificadoras hacen
una respuesta altamente no lineal probablemente con potencial para varios
metros de nivel del mar este siglo.
Los
Modelos exploran mecanismos que pueden contribuir al rápido colapso de la capa
de hielo (Pollard et al 2015).
Si
el océano continúa acumulando calor y au- mentando el derretimiento de
plataformas de hielo con terminación marina, de la Antártida y Groenlandia, se
puede llegar a un punto en el que es imposible evitar la desintegración de la
capa de hielo a gran escala. Dado que la mayo- ría de las grandes ciudades
mundiales se encuentran en las costas, el aumento del nivel del mar supondría
otra fuente de presión migratoria.
La
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992
(UNFCCC 1992)
estableció su objetivo como: "Estabilización de las concentraciones de
GEI en la atmósfera a un nivel que evitaría interferencias antropogénicas
peligrosas en el sistema climático". La 15ª COP Conferencia de las
Partes (Acuerdo de Copenhague de 2009) cambió el enfoque a un objetivo de
reducir las emisiones mundiales para mantener el aumento de la temperatura
global por debajo de 2°C, °K y la
21ª
Conferencia de las Partes agregó un objeti- vo de aspiraciones Por debajo de
1,5°C (Da- venport 2015). Sin embargo, sugerimos que el objetivo de CMNUCC
(1992), para estabilizar las concentraciones de GEI es fundamental y da una
clara información sobre requisitos de política.
La
cantidad de CO2 atmosférico, en particular, es un gran reto para limitar la
concentración de GEI. La historia
paleo-climática de la Tierra, especialmente la sensibilidad del
nivel del mar a la temperatura global (Dutton et al 2015) y el conocimiento del
ciclo del carbono de la Tierra (Archer 2005, IPCC 2013, ch 6), constituyen una
fuerte restricción (Hansen et al) para Inferir que el CO2 debe ser restaurado a
un nivel no mayor de ~ 350 ppm, con una restauración lo suficientemente rápida
para evitar el calentamiento prácticamente irreversible de los océanos y la
desintegración de la capa de hielo. Esta estimación para el techo de CO2 se
con- firmó mediante medidas precisas del desequilibrio energético actual de
la Tierra (Hansen et al 2011,
von Schuckmann et al 2016).
La
restauración del CO2 a un nivel igual o infe- rior a 350 ppm en un siglo,
incluso con suposi- ciones optimistas sobre la restauración del carbono
biosférico y del suelo, requeriría re-
ducciones de las emisiones de
combustibles fósiles entre un 5% y un 7% al año si se co- mienzan
prontamente las reducciones (Hansen et al. Al 2013b). Si no se logra tal
reducción, se producirá un desequilibrio continuo a largo plazo de
la energía, donde
la superficie y el
océano de la Tierra continuarán calentándose, creciendo los impactos climáticos regionales,
acelerando la desintegración de
la capa de hielo y aumentando más rápidamente el
nivel del mar. Como evidencia la situación y las con- secuencias crecen, puede
haber cada vez más llamadas a la "geo-ingeniería" del clima (Royal
Society 2009) con consecuencias desconocidas (Sillmann et al
2015).
Los
objetivos país por país, el enfoque de la 21ª Conferencia
de las Partes
(Davenport 2015),
no conducirán al equilibrio planetario de la energía y la estabilización
climática si los combustibles fósiles son la energía más barata.
Es
necesario incluir los costos "externos" para la sociedad en el precio
del combustible fósil, especialmente los costos del cambio climático y la
contaminación del aire y del agua (Ackerman y Stanton 2012), para que las
energías libres de carbono y la eficiencia energética puedan suplantar
los combustibles fósiles más rápida- mente .
Este
tipo de precios inclusivos de los combusti- bles fósiles, hace las economías
más eficientes y reduce las dificultades económicas netas, si la cuota de
carbono, recolectada de las empre- sas de combustibles fósiles en minas
domésti- cas y puertos
de entrada, aumenta gradual-
mente y, si los fondos se distribuyen uniforme- mente entre el público (Hansen
2015).
Una
cuota de carbono puede ser iniciada por algunas
potencias económicas
importantes y extenderse a la
mayoría de las
naciones, a través de impuestos de frontera sobre produc- tos derivados de
combustibles fósiles de nacio- nes no participantes, y reembolsos de tarifas a
fabricantes nacionales por bienes enviados a naciones no participantes (Hsu
2011).
Las
cuestiones planteadas por la "cooperación coercitiva" implícita en
los ajustes fronterizos (Bohringer et al 2012) se someterán, una vez que la gravedad
y urgencia de la amenaza climática sea ampliamente apreciada, al darse cuenta
de que los combustibles fósiles no pue- den ser eliminados si algunos países
pueden exportar Productos hechos con combustibles fósiles no gravados.
Los
países en desarrollo tienen derechos reco- nocidos en el concepto de
responsabilidades comunes pero diferenciadas y apalancamiento para lograr
asistencia económica, que debe estar vinculada a las mejores prácticas agríco-
las y forestales necesarias para limitar emisio- nes de gas y almacenar más
carbono en el suelo y la biosfera. Por último, se necesita cooperación
internacional para generar ener- gías
libres de carbono más
accesibles, o el desarrollo
económico en muchos países conti- nuará basándose en los combustibles fósiles,
a pesar de la contaminación y los impactos climá- ticos.
Reconocimientos
Agradecemos
a dos árbitros anónimos por re- señas que mejoraron notablemente nuestro
trabajo. Agradecemos mucho el apoyo de la familia Durst, la Fundación Grantham
para la Protección del Medio Ambiente, Jim y Krisann Miller, Gerry Lenfest, la
Fundación Flora Fa- mily, Alexander Totic y Hugh Perrine por apo- yar nuestro
programa de Ciencia Climática, Conciencia y Soluciones.
FUENTE: James Hansen y Makiko Sato
FUENTE: James Hansen y Makiko Sato
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