No existe posibilidad alguna de
estabilizar la región de Oriente Medio sin que la presencia y la voz del Eje de
la Resistencia, sea considerada y esté presente en la mesa de cualquier
negociación.
El Eje de la Resistencia es una
creación vital en Oriente Medio, conformado por la República islámica de Irán,
el Movimiento Libanés Hezbolá, el Gobierno sirio, el Movimiento Yemení Ansarolá
y otros grupos aliados en la lucha contra la entidad sionista y la injerencia
occidental en Oriente Medio. Este Eje y los objetivos que persigue, van en el
camino de ampliarlo al conjunto de la región y formar parte de las prioridades
del mundo islámico, teniendo como centro a Palestina, la resistencia
antiimperialista y la seguridad ante las agresiones de la entidad sionista.
El Triunfo de Hezbolá Contra el
Sionismo Marca el inicio
Un Eje de la Resistencia, que tiene
su génesis en el triunfo de las fuerzas de Hezbolá, que se enfrentaron con
éxito a las fuerzas israelitas que pretendieron invadir El Líbano en julio del
2006. Una victoria significativa que avergonzó a las que se creía eran las
invencibles fuerzas sionistas. Esto, unido a la participación en la defensa de
Siria, de las fronteras de El Líbano tras el inicio de las agresiones en marzo
del año 2011 y el apoyo decidido a la causa palestina muestra que “los logros
de los miembros del Eje de la resistencia son la consecuencia de la resistencia
y no rendirse ante los complots de los enemigos”, según sostiene Seyed Kamal
Jarazi, Presidente del Consejo Estratégico de la diplomacia de Irán.
Hoy en un escenario donde la agresión
de occidente – Washington, París y Londres principalmente - con la
participación activa de sus aliados regionales – Turquía, Israel, Arabia Saudí
y las Monarquías Ribereñas del Golfo Pérsico – se hace visible contra la
República Árabe de Siria, contra Irak, Yemen, Baréin y Palestina, es
imprescindible que el Eje de la Resistencia continúe su labor de defensa de las
sociedades de Siria e Irak, que sume en esa defensa a las fuerzas
aeroespaciales rusas, mantenga presente el apoyo en instancias internacionales
a la lucha del pueblo palestino, que condene la agresión saudí contra Yemen y
apoye activamente a los movimientos que buscan una salida al actual conflicto
en ese país. Un Eje que día a día ofrece nuevos elementos, que simbolizan un
trabajo de unión y búsqueda de perspectivas para los pueblos que lo conforman
pero con un claro llamado a su ampliación.
La firma del Acuerdo nuclear o Plan
integral de Acción Conjunta – JCPOA por sus siglas en inglés – entre Irán y el
G5+1 en julio del año 2015 constituyó un enorme triunfo para el resguardo de la
soberanía y la dignidad de Irán pero, al mismo tiempo reforzó las capacidades
del eje de la resistencia, pues cambió considerablemente la postura que
occidente tenía respecto a Irán y el cumplimiento de lo que se definió como la
línea roja de su gobierno, amplificando sensiblemente el aumento de las capacidades
de los países y movimientos que conforman este Eje, que se ha ampliado a partir
de las acciones de defensa de su integridad por parte del gobierno iraquí y
movimientos populares y organizaciones político-militares de este país, sumando
a organizaciones palestinas, que demuestran su capacidad de adaptación y visión
estratégica respecto al combate a las fuerzas terroristas takfiries y aquellos
que las avalan.
El trabajo del eje de la resistencia
es enorme, primero, pues se trata de combatir la hegemonía crónica de
occidente, que se ha instalado en Oriente Medio en la búsqueda de satisfacer
sus apetitos políticos y económicos. Como también, combatir el sionismo y sus
afanes colonialistas, racistas y criminales contra el pueblo palestino y sus
acciones desestabilizadoras permanentes. Se suma a ello la lucha contra las
bandas terroristas, que con sus acciones han asesinado a cientos de miles de
personas, desplazados millones de seres humanos, destruido ciudades e
infraestructura vital de los países agredidos y al mismo tiempo sirven como
excusa para presentar a quienes combaten el terror como los culpables de la
situación de inestabilidad de Oriente Medio. La república de Irán y los
componentes del Eje de la Resistencia han demostrado, a lo largo de estos
últimos cinco años, que son los verdaderos garantes de una integración regional
independiente del imperialismo y sus aliados sionistas y wahabitas.
A pesar del intenso bloqueo, un
política de sanciones y cerco a Irán, que abarcó incluso el financiamiento de
una guerra de agresión por parte del Irak dirigido, en ese entonces, por el
fallecido Saddam Husein, que dejó cientos de miles de muertos. Intentos de
desestabilización a través de las llamadas revoluciones de colores, el trabajo
sistemático de originar caos y destrucción por parte de los organismos de
seguridad de occidente, el asesinato de científicos nucleares iraníes y otra
serie de tácticas criminales, Irán logró potenciarse y avanzar en forma
autónoma desarrollando una industria nacional en todos los ámbitos, incluso el
militar, que la tiene convertida hoy en una potencia regional con la que se
debe contar sí o sí.
Es esta situación la que permitió a
Siria, organizaciones populares palestinas y libanesas como el Movimiento
Hezbolá crear una alianza político-militar que, dentro de sus mayores éxitos,
estuvo en el derrotar al ejército sionista en El Líbano el año 2006. Que
adiciona el tremendo trabajo destinado a combatir a Daesh, Fath al Sham, Ahrar
al Sham, Al Qaeda y otros grupos terroristas salafistas. En el caso específico
de Hezbolá, su combate decidido contra las posiciones terroristas ha impedido a
estos grupos entrar en El Líbano, cortando sus líneas de apoyo logístico y
asumiendo la defensa activa del territorio libanés, impidiendo el éxito de los
planes sionistas de establecer una zona “tampón” desde el cual, con apoyo
israelí las bandas takfirí atacarían la capital Siria. Hezbolá hoy, para el
sionismo es una piedra en el zapato, un actor relevante que en modo alguno debe
subestimar, so pena de encontrarse con una sorpresa mayor. El sionismo sabe
eso, como también que junto a Irán son contendientes con los cuales tienen
pesadillas.
Occidente y especialmente Israel
temen la estatura militar, política y moral que ha alcanzado Irán en la región
en su defensa de Siria, Irak y El Líbano, unido a su trabajo político
permanente de defensa del pueblo palestino. Las autoridades de Teherán han
sostenido, en todos los foros en que su voz se deja sentir, que están en
condiciones de redoblar sus esfuerzos para impulsar planes de integración
regional en la idea de construir estados soberanos, que política y
culturalmente sean independientes de occidentes. Una idea, un llamado que deja
fuera sólo a la entidad sionista. Objetivos que emplea sus fuerzas en la clara
defensa de sus intereses, que impulsan a otorgar este apoyo decidido al
gobierno de Bashar al Assad pues bien saben que si cae Siria los próximos en el
objetivo de agresión son El Líbano, Irán y las acciones para seguir
desestabilizando a Rusia, de allí la decisión de esta Federación de entrar de
lleno en la guerra con el apoyo de sus fuerzas aeroespaciales cambiando la
correlación de fuerzas en la región.
Estados Unidos, la OTAN y sus aliados
incondicionales de Oriente Medio, ante esta amenaza a su dominio se han
embarcado en una política de “demonizar a Irán” de catalogar a los miembros del
Eje de la resistencia como entidades terroristas, con esa doble moral tan
propia de la hipocresía de un occidente que se niega a perder sus privilegios a
través de la acción de la Coalición árabe-occidental liderada por Estados
Unidos y que cuenta con el apoyo de Estados Europeos, Turquía, Israel, Arabia
Saudí y las Monarquías feudales del Golfo Pérsico. Una Coalición responsable
del origen de la crisis en la región, de su prolongación, el aval y
financiamiento de los grupos terroristas. Una Coalición cuyas acciones de
combate contra el terrorismo takfirí han sido un fiasco, parte d una charada
destinada a esconder sus verdaderos propósitos de desestbilización de los
Estados árabes independientes.
Palestina Es el Eje de la Resistencia
Si bien es cierto la defensa de Siria
e Irak contra la agresión terrorista y de la Coalición internacional, a lo que
se une el apoyo a los movimientos populares en Yemen parecen ser el centro de
la actual situación en Oriente Medio. Irán ha dejado claro que Palestina es y
seguirá siendo el Eje de la Resistencia y ello no es negociable, en un marco
donde varios de los países árabes que solían apoyar la causa palestina se han
plegado a los objetivos de agresión de occidente, traicionado a sus propios
pueblos, que ven en la resistencia palestina su propio esfuerzo personal de
lucha contra los poderes de regímenes monárquicos corruptos y la presencia de
un occidente que desprecia los valores y principios del Islam.
En la conmemoración del Día Nacional
de Al Quds el pasado mes de julio, el presidente iraní, Hasan Rohani señaló
“Nos han distanciado del ideal de la liberación de Palestina mediante la
creación de discordias entre el mundo islámico, así como con el surgimiento de
los grupos terroristas y Takfiríes en la región”, añadiendo que no existe otra
opción más que la unidad y la resistencia, y la lucha contra los grupos
Takfiríes. Esta conmemoración, cuyo origen se remonta al nacimiento mismo de la
revolución iraní, por mandato del fallecido Ayatola Jomenini, ha permitido a
millones de hombres y mujeres mantener viva la llama de la autodeterminación
del pueblo palestino y al mismo tiempo levantar el nombre del Eje de la
resistencia hasta las alturas que tiene hoy.
Un objetivo que año a año incrementa
su llamado a unir las fuerzas de la resistencia contra el imperialismo, el
sionismo y las doctrinas que traicionan el islam y a los pueblos. Esto, bajo la
máxima, que “la única vía para hacer frente de manera victoriosa al régimen
criminal e ilegitimo de Israel es seguir el modelo de resistencia de Hezbolá y
Hamas y extender el discurso y la acción de la Intifada por toda la geografía
palestina, en especial a Cisjordania, además de ofrecer apoyo material y
psicológico a la resistencia antisraelí”.
Hoy, con un Israel definitivamente
embarcado en una política de ocupación, sin vuelta atrás, ampliando sus
asentamientos, asesinando al pueblo palestino, violando las leyes
internacionales; una solución basada en la falsa idea de una entente cordial
entre Palestina y la entidad sionista es simplemente una utopía, una trampa que
busca garantizar la continuidad de la ocupación colonialista y criminal israelí
en la tierras palestinas. En ese marco, el Eje de la resistencia tiene un papel
fundamental de apoyar la lucha, por todos los medios, del pueblo palestino,
como lo hace hoy por el pueblo de El Líbano, la sociedad siria, el pueblo de
Irak y el apoyo a los esfuerzos del movimiento Ansarolá.
En una reunión efectuada en los
campamentos de refugiados palestinos en El Líbano Mohamed Sadeq Jarazi, alto
funcionario de la Vicepresidencia de Irán sostuvo ante miembros de la
resistencia y ciudadanos palestinos residentes en El Líbano que el pueblo y las
autoridades iraníes, particularmente Seyed Alí Jamenei consideran la
resistencia palestina como una línea roja y una cuestión innegociable y que
significa ayudar con todos los medios a la resistencia palestina”.
¿Significa ello que Irán podría
incluso proveer armas a los palestinos en los territorios ocupados? Para el ex
Ministro de Defensa Iraní, Ahmad Vahidi “se podría, fácilmente armar a
palestinos en la Cisjordania Ocupada. La dotación de armas podría mejorar la
eficacia de los ataques de represalia que realizan los palestinos sobre los
israelíes e infligir más daño sin tener que sacrificarse. Somos testigos de una
agresión sionista permanente donde el pueblo palestino, por carecer de medios y
debido a las presiones trata de atropellar con sus vehículos a los invasores o
se lanzan con cuchillos de cocina contra soldados y colonos armados hasta los
dientes”. El militar de alto rango del Cuerpo de los Guardianes de la
Revolución Islámica de Irán (CGRI) afirmó que el pueblo palestino tiene
suficientes motivos para llevar a cabo ataques de represalia contra los
israelíes en una Intifada intensa donde los esfuerzos sionistas por someterla y
silenciarla han fracasado.
Las declaraciones iraníes, en el
sentido que Eje de la resistencia tiene en su centro a Palestina y que se está
dispuesto y en condiciones de apoyarlo en su lucha contra el sionismo son de
gran importancia. Ello, en momentos que gran parte de los gobiernos de los
países árabes – comprometidos con occidente – en lugar de apoyar a sus hermanos
palestinos, avalan, apoyan y financian a grupos terrorista takfirí y se
embarcan ellos mismos en guerras contra pueblos árabes como Yemen, Siria e
Irak. Esos gobiernos árabes en lugar de ayudar al pueblo palestino se han
sometido al sionismo, apoyándolos abiertamente en la represión de las
aspiraciones de autodeterminación del pueblo palestino. Eso es una vil
traición. Hoy, sólo el eje de la resistencia ofrece un norte de dignidad frente
a tanto atropello y tanta traición.
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