Honramos a nuestros padres fallecidos
porque valoramos su esfuerzo, dedicación y amor que nos dispensaron desde
nuestro nacimiento. Honramos a los héroes de nuestra patria porque murieron
defendiéndola hasta morir por ella. Honramos a Túpac Amaru II por su gesta de
lucha contra la opresión colonial. Pero también es nuestro derecho honrar a
nuestros fraternales compañeros socialistas que lucharon hasta morir por
ideales que compartimos. Esto es: La liberación de nuestra patria y de la
humanidad entera de toda opresión esclavizante. Honrar a nuestros paradigmas,
es una manifestación biológica intrínseca en la naturaleza humana.
La brutal dominación virreinal
prohibió drásticamente a la población nativa venerar a los incas y a sus
paradigmas ancestrales, destruyendo no solamente sus santuarios y tumbas sino
también las momias. Este aberrante proceder es oprobioso en el siglo XXI y
aunque los inhumanos partidarios de la opresión capitalista tergiversen
nuestros sentimientos no puedo dejar de cumplir un deber de consciencia de
rendir homenaje a quienes dieron sus vidas por los ideales socialistas de
justicia social para nuestra patria y para la humanidad entera.
Se van a cumplir 50 años de la gesta
guerrillera que protagonizaron los socialistas en Bolivia, junto al heroico
comandante Ernesto “Che” Guevara. Entre ellos, los peruanos que ofrendaron su
vida queriendo alcanzar nuestro sueño de una nueva sociedad sin explotados ni
explotadores. Olvidar lo que de buena fe hicieron por nosotros sería
denigrante. Por eso me permito hacerles llegar estas líneas recordatorias de la
citada gesta heroica que culminó con el asesinato del Che y de Juan Pablo Chang
el 9 de octubre de 1967.
Sin mayor comentario, rindo homenaje
a nuestros compañeros, transcribiendo las palabras textuales del Che y Fidel
con relación a los peruanos que participaron en la campaña. Solo he insertado
notas aclaratorias entre paréntesis con color marrón, con referencia a los
peruanos involucrados algunos de los cuales aún los tenemos entre nosotros. Con
ello me sumo a los esfuerzos de todos aquellos que vienen organizando actos
cívicos alusivos. Entre ellos el recital y homenaje programado en Lima el día 7
a las 7 en el local sindical CINATBAN frente al parque de las aguas.
Anotaciones del comandante Ernesto
“Che” Guevara en su diario de campaña. Gesta guerrillera en Bolivia 1966/ 1967
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2 de diciembre 1966 (Campamento de
Ñancahuazú)
(…) Temprano llega el Chino (Juan P.
Chang), muy efusivo. Nos pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e
informará personalmente de la situación, dentro de dos meses podrán
incorporarse 5 peruanos, es decir, cuando hayamos comenzado a actuar; por ahora
vendrán dos, un técnico en radio y un médico que estarán algún tiempo con
nosotros (antes de reintegrase al ELN en Perú). Pidió armas y accedí a darle
una Bz, algunos mausers, y granadas y comprar M-1 para ellos (se refiere a los
del ELN de Perú). También decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a
establecer enlace para pasar las armas a una región cercana a Puno, del otro
lado del Titicaca. Me contó de sus cuitas en el Perú, incluso un audaz plan
para liberar a Calixto (Héctor Béjar) que me parece un poco fantasioso. Cree
que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona
(Ayacucho), pero no lo saben a ciencia cierta pues no pudieron llegar hasta la
zona (Chungui). Lo demás de la conversación fue anecdótico. Se despidió con el
mismo entusiasmo partiendo para la Paz; lleva fotos nuestras. Coco tiene
instrucciones de preparar contactos con Sánchez (Julio Dagnino Pacheco) (a quien
veré posteriormente) y de contactar al jefe de informaciones de la presidencia,
que se ha brindado para darlas pues es cuñado de Inti. La red todavía está en
pañales.
Enero 1967:
… Con Sánchez, precisamos sus tareas
y resolvimos a dejar en la Paz a Rodolfo, Loyola. Mito (Máximo Núñez del ELN
peruano), viajará por la zona de Sucre para ver donde se podría instalar.
Sánchez contactará a Guevara para tener una entrevista con él.
10 enero 1967
… Se recibió un mensaje de La Habana
en que se anuncia que el Chino sale el 12, con el Médico ( José R. Cabrera
Flores, “Negro”) y el radiotécnico (Lucio Galván Hidalgo -“Eustaquio”) y Rea el
14. ..
19 marzo
Decidí seguir hasta el arroyo de todas
maneras, pero andaba volteando una avioneta que no presagiaba nada bueno y,
además, me tenía preocupado la falta de noticias de la base. Pensaba que la
tirada sería más larga pero, a pesar del desgano de la gente, llegamos a las
17.30. Allí nos recibió el médico peruano, Negro, que ha venido con el Chino y
el telegrafista. …. Están ahora en la base el francés, (periodista Debray), el
Chino, sus compañeros, el Pelado, Tania y Guevara con la primera parte de su
grupo.
21 marzo
(…) Me pasé el día en charlas y
discusiones con el Chino, precisando algunos puntos, ….
23 marzo
(…) También recibo una comunicación
de Sánchez donde informa sobre las posibilidades de establecer a Mito en
algunos puntos.
Abril 1967- Resumen del mes
(…) El estatus del Chino ha cambiado
y será combatiente hasta la formación de un segundo o tercer frente
Fidel Castro: Texto introductorio del
Libro: “Diario del Che en Bolivia” (Junio 1968)
Una introducción necesaria
(…)
“Se ha podido precisar que el Che
estuvo combatiendo herido hasta que el cañón de su fusil M-2 fue destruido por
un disparo, inutilizándolo totalmente. La pistola que portaba estaba sin
“magazine”. Estas increíbles circunstancias explican que lo hubiesen podido
capturar vivo. Las heridas de las piernas le impedían caminar sin ayuda, pero
no eran mortales. Trasladado al pueblo de Higueras permaneció con vida
alrededor de 24 horas. Se negó a discutir una sola palabra con sus captores, y
un oficial embriagado que intentó vejarlo recibió una bofetada en pleno rostro.
Reunidos en La Paz, Barrientos,
Ovando y otros altos jefes militares, tomaron fríamente la decisión de
asesinarlo. Son conocidos los detalles de la forma en que procedieron a cumplir
el alevoso acuerdo en la escuela del pueblo de Higueras.
El mayor Miguel Ayoroa y el coronel
Andrés Selich, rangers entrenados por los yanquis, instruyeron al sub-oficial
Mario Terán para que procediera al asesinato. Cuando éste, completamente
embriagado, penetró en el recinto, Che -que había escuchado los disparos con
que acababan de ultimar a un guerrillero boliviano y otro peruano (J. P.
Chang)- viendo que el verdugo vacilaba le dijo con entereza: “¡Dispare! ¡No
tenga miedo!” Éste se retiró, y de nuevo fue necesario que los superiores
Ayoroa y Selich le repitieran la orden, que procedió a cumplir, disparándole de
la cintura hacia abajo una ráfaga de metralleta.
Ya había sido dada la versión de que
el Che había muerto varias horas después del combate y por eso los ejecutores
tenían instrucciones de no disparar sobre el pecho ni la cabeza, para no
producir heridas fulminantes. Esto prolongó cruelmente la agonía del Che, hasta
que un sargento -también ebrio- con un disparo de pistola en el costado
izquierdo lo remató. Tal proceder contrasta brutalmente con el respeto del Che,
sin una sola excepción, hacia la vida de los numerosos oficiales y soldados del
ejército boliviano que hizo prisioneros”
FUENTE: Milciades Ruiz
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