Uno de los impulsoras de éste vicio
electoral es el fujimorismo, cuya cabecilla es Keiko Fujimori, acostumbrada a
lo fácil, utiliza dinero de origen sin probanza legal, polladas millonarias,
“donaciones” de gente sin recursos o del
narcotráfico y lo utiliza en ésta actividad; lo cierto es que corre
mucho dinero en ese partido, lo más probable es de los US $ 6,000 millones de
dólares que desapareció su padre en los
10 años de gobierno. Al observar si tiene dignidad o no la candidata,
encontramos que no tiene. Es ambiciosa y necia, niega que su madre fue
torturada, arguye que “la justicia archivo ese caso” pero Susana Higuchi mostró
las huellas de la tortura. Además, su ambición por el poder la hizo abandonar a
su madre. Más le interesó gozar del poder del padre y de Montesinos al cariño
de su madre. Es mentirosa y desleal, mintió para evadir el pago de su educación
y miente culpando a montesinos de los
“errores”. Se olvidó que su padre gobernó en alianza con ese indeseable
imponiendo el delito y la corrupción. Es sin duda la candidata ideal para el
“lumpen lentejero”.
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