"EE. UU. es un país que no está en paz si no está en guerra", afirma en 'Entrevista' de RT, Miguel d’Escoto Brockmann, político y sacerdote nicaragüense, un hombre que ha sido testigo de la historia contemporánea. El padre recuerda cómo con sus propias manos ayudó a construir la paz en Nicaragua y su nombramiento como representante de Libia ante la ONU por Gaddafi. Además, reflexiona sobre qué será de la especie humana teniendo en cuenta la "obsesión de EE.UU. por dominarlo todo". Véalo en RT.
Nacido en 1933 en Los Ángeles (EE.UU.),
el diplomático, político y sacerdote nicaragüense Miguel d'Escoto Brockmann es
un hombre que ha dedicado toda su vida a luchar por la verdad, la justicia
social, la dignidad y la paz en todo el mundo. En la década de los 70 se unió
al movimiento político de izquierdas del Frente Sandinista.
"Me uní al Frente Sandinista
porque debía estar entre los que luchan por un mundo diferente y de
justicia", explica d’Escoto. "Mi conciencia me dijo que tenía que
apoyar a mi pueblo en una lucha por la paz verdadera", añade.
D'Escoto gozó durante años de la
confianza de exlíder libio, Muammar Gaddafi, quien le designó representante de
Libia ante la ONU, nombramiento al que Washington se opuso enérgicamente.
"EE.UU. siempre ha creído que yo soy muy insolente e irrespetuoso porque
digo la verdad", aclara el diplomático nicaragüense. "Gaddafi no
aceptaba la imposición hegemónica de EE.UU., por lo que era un problema que no
obedeciese", recuerda.
Para el sacerdote nicaragüense, el
deseo de EE.UU. de dominar el mundo entero supone una amenaza para la
supervivencia de la humanidad. "Algunos dicen que que ya estamos en guerra
y esa es la guerra de EE.UU. contra todos", señala d'Escoto.
EE.UU. "es un país que no está
en paz, si no en guerra", agrega. "Tenemos que lograr la paz entre
todos, porque si viene la guerra, también desapareceremos todos", apunta
el político político y sacerdote nicaragüense.
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