No los quiero en el BCR, porque lo
primero que me salta a la cabeza es: solvencia moral.
Rafael Rey:
Excompañeros de su colegio
católico dicen que era “un delator” ante los curas, cosa que no viene a cuento.
Pero, su desprecio por los derechos humanos sí. “Decir que las esterilizaciones
forzadas fueron delito de lesa humanidad es una aberración” [La República,
2012] me hacen temer que -p.e.- ante la disyuntiva de bajar la tasa de
referencia BCR para trasladar mejor costo financiero de largo plazo a favor de
las PYMES, Rey podría decir “esto es una aberración”. Problema moral y de
desconocimiento de la realidad nacional ahí. Es “candidato” por el Apra.
José Chlimper:
Lo vimos manipulando audios
trucándolos a favor de la candidata Fujimori. Esto está pendiente aún de ser
investigado pero ya es un handicap moral esencial como aclara Semana Económica.
Además, somos testigos de parte cómo él pulverizó las compensaciones salariales
de los trabajadores del campo llamándolos -cuando ministro- “malnacidos” e hizo
amague de pasarlos por las armas. De nuevo, problema moral. Es “candidato” por
Fuerza Popular.
Elmer Cuba:
En los 60, Bedoya Reyes decía
algo cierto: “A los técnicos se les alquila”. Esto, más o menos, pasó con el
buen Elmer cuando -después de destrozar el plan de la candidata Fujimori- pasó
a engrosar las filas de ésta a cambio del Ministerio de Economía y Finanzas que
de acuerdo a medios, él estaba anunciado para ello. La frase que más destaca de
Cuba: “El plan [económico de Keiko] es ridículo” para luego él -meses más
tarde- trabajar a favor de aquel plan [Útero, 2016] y “No es momento para subir
el salario mínimo” [Económica, 2014]. El problema con Elmer es que
efectivamente “se alquila”: Paniagua, Castañeda Lossio, Julio Guzmán, Keiko,
etc. por todos ellos ha pasado Cuba. ¡Cuba no pongas por favor el BCR “for
rent” pues! Es “candidato” por Fuerza Popular.
~ Amiguito, el directorio del BCR
no es cualquier cosa. Una mala decisión, inmoral o amoral, puede hacer subir tu
hipoteca, crédito vehicular o maquinaria de tu empresa. Ojo.
Por Eduardo Recoba
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