El colapso del fútbol peruano, los clubes y su
privatización
Por Aldo Panfichi
La selección peruana de fútbol acaba
de ser nuevamente eliminada del torneo clasificatorio al próximo Mundial Brasil
2014. Con esto serán 32 años que el Perú no asiste a la mayor competencia
futbolera del mundo, y la decepción se procesa con virulencia entre los
aficionados que piden cambios radicales y “que se vayan todos”.
La eliminación va a acentuar sin duda
el intento de privatizar los clubes de fútbol, proceso que se inició en marzo
del 2012 cuando el gobierno intervino cinco clubes, a pedido del Sistema
Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), los sometió a proceso concursal,
suspendió la vigencia de sus dirigencias y nombró a empresas reestructuradoras
como administradores provisionales.
La intervención se dio a través de la
Ley 29862, denominada de “Reestructuración Económica de la Actividad
Futbolística del Perú”. Dieciséis meses más tarde, en julio del 2013, el
gobierno con el voto mayoritario de su bancada y grupos aliados aprobó la Ley
30064 “Complementaria para la Reestructuración Económica de la Actividad
Deportiva Futbolística”, con la que busca seguir creando las condiciones
favorables para avanzar en la privatización de los clubes.
Los clubes intervenidos Alianza Lima,
Universitario de Deportes, Sport Boys (Callao), Cienciano (Cusco) y Melgar FBC
(Arequipa) son significativamente los más populares del país. Sin embargo, al
momento de la intervención estos clubes se encontraban económica e
institucionalmente quebrados. Es decir, con enormes deudas tributarias, sin
recursos para cumplir con los pagos regulares a jugadores y empleados e incluso
con los servicios básicos de luz, agua, y telefonía cortados por deudas. Clubes
donde la informalidad campeaba en todos los ámbitos, con cuentas bancarias
embargadas por lo que el dinero se manejaba en las cuentas personales del
presidente y tesorero de turno sin entregar cuentas a nadie. Peor aún con
dirigentes acusados de corrupción pero aferrados a sus cargos, y grupos de
socios moralizadores que pugnan por derrocarlos a las buenas o a las malas.
Pero, ¿cómo se pudo llegar a esta
situación tan crítica? Creemos que aquí confluyen por lo menos dos procesos. De
un lado el deterioro institucional de los clubes de fútbol que pasan de ser
asociaciones civiles sin fines de lucro a espacios de disputa no-civiles, un
aspecto que no debe soslayarse por consideraciones emotivas u de otra índole. Y
de otro lado, por el avance de la prédica neoliberal que, aprovechando un ciclo
de crecimiento económico excepcional, avanza sobre espacios o formatos institucionales
que hasta el momento estaban fuera de su alcance, como es el tramado
institucional del fútbol en el Perú. Paradójicamente el gobierno de Ollanta
Humala que fue elegido con una agenda progresista, ha sucumbido a la prédica
liberal de sus ministros y asesores de economía, y ha tomado la decisión
política de privatizar el fútbol.
En suma, los clubes deportivos en
lugar de ser espacios de ejercicio y aprendizaje democrático, se han convertido
en espacios reproductores del autoritarismo social y el caudillismo arcaico. La
eliminación de la selección para asistir al próximo mundial es la oportunidad
propicia para que los esfuerzos privatizadores del gobierno continúen y tengan
éxito. Mientras tanto los socios e hinchas de los clubes aparecen desbordados y
desconcertados, aunque socios empresarios se aprestan a la disputa empresarial.
Todo parece indicar que grandes cambios se avecinan.
FUENTE: Aldo Panfichi
No hay comentarios:
Publicar un comentario