Desigualdades y confusiones
Me tinca que el presidente
Humala tiene una extraordinaria confusión en la cabeza cuando declara: “el Perú
no puede hablar de crecimiento económico si no resuelve los problemas
estructurales de la desigualdad, que el crecimiento llegue a todos. Ese es el
gran reto que tenemos como Estado” (Cita Perú-España 27 de junio 2013).
El Perú, sin embargo, habla
y habla de crecimiento, y el propio Ollanta estaba en la reunión donde hizo
estas afirmaciones para convencer a los empresarios españoles que están
pesimistas de invertir en su país, para que lo hagan en el Perú, donde
realmente no hay peligro de que políticas públicas puedan afectar sus
expectativas de ganancia en algún esfuerzo por corregir la desigualdad.
La referencia entonces
resultaba vacía, sobre todo si la resolución de los problemas estructurales, se
convierte en el reto del Estado de “hacer que el crecimiento llegue a todos”.
Dos ideas saltan a la vista: de un lado que lucha contra la desigualdad es
igual a lo que ahora se llama inclusión social, es decir que a todos los toque
algo del crecimiento; de otro, que este es un asunto del que se ocupa el
Estado, sin que el modelo y sus gestores tengan de qué preocuparse.
El Perú que remodelaron más
de 20 años de neoliberalismo, rebosa de desigualdad, por ejemplo en velocidad
de crecimiento de las utilidades y los salarios reales; en el reparto de
recursos entre ciudad y campo; como equilibrio o desequilibrio entre regiones;
como ingresos generados entre la minería y el resto de la economía; como
productividad de las PYMES; como acceso a servicios públicos; etc. De una
sociedad muy desigual, nos hicimos una de desigualdad extrema, dizque para
concentrar los recursos de inversión.
Y el Estado no sólo fue
impasible, sino cómplice de estas nuevas estructuras injustas contra las que ha
reaccionado la gente de diversas formas en estos años, una de ellas votando por
Humala cuando se le veía como el candidato del cambio. El hecho es que el
presidente no ha querido mover un centímetro el ordenamiento económico
existente, y si ha respondido a algunas de las presiones que recibe ha sido
para que los inversionistas refuercen la idea de que el Estado trabaja para
ellos, como ha ocurrido con las recientes medidas en pro de la “confianza”.
En ese curso, ¿cómo es que
se resuelven los problemas estructurales de la desigualdad y no se camina a un
escenario de indignados como ya se ve en distintos países del mundo? En
realidad el gobierno sigue sin dar una respuesta, salvo la insistencia en
dividir responsabilidades entre un crecimiento basado en ventajas al gran
capital y un Estado ocupado de programas sociales para muy pobres. Si esta es toda la oferta política a la que
llega Humala, el margen de este gobierno va a ir quedando cada vez más corto.
29.06.13
Raúl Wiener Periodista,
Analista Político y Económico peruano. Fue periodista en el desaparecido diario
“El Observador” (1981-1984), jefe de la página económica, jefe de redacción y
subdirector. Dirigió la revista “Amauta” (1988-1992)y participó en otros
proyectos periodísticos. Actualmente es Jefe de la Unidad de Investigación del
diario “La Primera” .
No hay comentarios:
Publicar un comentario