Al mismo estilo de la dictadura
peruana de Luis Miguel Sánchez Cerro o del régimen nazi de Adolfo Hitler, el
congresista electo de Renovación Popular, Jorge Montoya, asegura que promoverá
una ley para prohibir que ‘partidos comunistas’ participen en elecciones,
A través de sus redes sociales, el
virtual congresista del partido ultraconservador Renovación Popular, Jorge
Montoya, anunció que, cuando juramente como parlamentario, impulsará un ley
para que los ‘partidos comunistas’ no puedan participar en las contiendas
electorales. Un arma política que ha sido usada por gobiernos dictatoriales
para perseguir a sus opositores políticos.
En conversación con Wayka, el
historiador Juan Fonseca recordó que en 1933, Hitler declaró ilegal al Partido
Comunista de Alemania tras atribuirle, falsamente, el incendio del edificio del
Reichstag desde donde se comandaba el régimen nazi. Luego, esta prohibición se
extendió hacia otras corrientes políticas opositoras. Así, en junio de ese año,
el Partido Socialdemócrata también fue declarado ilegal.
Sin ir muy lejos, Perú también tiene
un pasado de persecución política a partidos de oposición. En 1932, un año
después del golpe militar de Luis Miguel Sánchez Cerro, se aprobó la Ley de
Emergencia que le dio el aval de perseguir al Partido Aprista Peruano, en ese
entonces, fuerza política opositora. Con este normativa, se prohibieron las
reuniones, acciones políticas y se apresó y desaforó a legisladores contrarios
a su régimen.
Un año después, en 1933, se aprobó
una nueva Constitución que especificaba en su artículo 53 que «El Estado no
reconoce la existencia legal de los partidos políticos de organización
internacional. Los que pertenecen a ellos no pueden desempeñar ninguna función
política», Vulnerando el derecho a la participación política del APRA, a quien
entonces llamaban ‘aprocomunistas’, y a los partidos socialistas.
El fantasma del Comunismo
La propuesta de Montoya se da en un
contexto electoral en el que la derecha ha iniciado una campaña del miedo
asociando la ideología comunista con Sendero Luminoso. Aprovechándose de esa
herida abierta en Perú por el terror vivido durante el conflicto armado
interno, el voceado como posible Presidente del Congreso vuelve a traer esta
herramienta de control político usado por dictaduras con el pretexto de salvar
la democracia.
«La muletilla de comunismo se ha
asociado a partidos que no necesariamente son comunistas, pero que de alguna
forma se oponen a los poderes establecidos. Los sectores más reaccionarios
aprovechan este pánico al comunismo para descalificar a sus opositores. Esto es
propio de gobiernos y partidos autoritarios y es muy peligroso», comenta
Fonseca a Wayka.
Iván Lanegra, Secretario General de
la Asociación Civil Transparencia, precisa que en una democracia, el pluralismo
político garantiza el derecho de participación de todas las ideologías
políticas. Lo que sanciona la Ley de Organizaciones Políticas son las acciones
que atentan contra las libertades y derechos fundamentales. Solo así un partido
puede perder su inscripción permanentemente por conducta antidemocrática.
«Las acciones terroristas o el
justificar la violencia como modo de hacer política no es propia de una
corriente ideológica en particular. Hay también partidos y gobiernos del otro
extremo (derecha o ultraderecha) que hacen eso. Esto no tiene que ver con la
ideología, tiene que ver con el tipo de prácticas antidemocráticas», enfatiza
el abogado y analista político Lanegra.
Además, alerta que la propuesta de
Montoya es generar un salto al régimen militar de Sánchez Cerro en 1933. «Es
una locura absoluta. Hay que tener mucha responsabilidad de ese tipo de
propuestas. Tampoco se puede generar una contienda de qué fuerza política
censura primero a la otra. La conducta antidemocrática tiene que ser condenada,
pero esa conducta puede venir de muchos lados», agrega el representante de
Transparencia.
Pasado autoritario
Montoya sabe sobre dictaduras y
autoritarismos. El también excomandante general de las Fuerzas Armadas firmó en
1995 el Acta de Sujeción de Vladimiro Montesinos para garantizar la impunidad
de los jefes militares de la dictadura fujimorista que eran procesados
judicialmente por crímenes contra los derechos humanos. como es el caso del
Grupo Colina, grupo paramilitar responsable de la matanza de Barrios Altos y La
Cantuta.
Ahora, vuelve de la mano con el
partido ultraconservador Renovación Popular que también lleva en sus filas a
voceros de Con Mis Hijos No Te Metas y cuyo líder, Rafael López Aliaga, ha
declarado que sí votaría por Keiko Fujimori, la hija del dictador, para «salvar
al país».
«La trayectoria de Montoya está
relacionada con los sectores autoritarios, militaristas, los sectores que
representan a lo más añejo del ultraconservadurismo peruano. Es preocupante
porque esta propuesta lo dice un congresista electo que intenta crear un
monstruo donde no lo hay», apunta Fonseca.
Si como virtual congresista Jorge
Montoya no tiene reparos en amenazar con vulnerar los derechos de participación
política de corrientes ideológicas de izquierda, ¿Qué hará cuando tenga poder
en del Parlamento?.
Por Graciela Tiburcio Loayza
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