Culminado ya el proceso electoral peruano con una nueva
administración gubernamental se hace necesario retomar nuestros roles
interferidos momentáneamente y continuar nuestro trabajo político con miras al
empoderamiento popular. Son muchas las tareas a emprender en adelante tomando
consciencia de nuestras limitaciones y las posibilidades de desarrollo político
sostenible. Hay diversas opciones por los diferentes puntos de vista en la
izquierda y en las alianzas con los “progresistas”. Los socialistas tenemos las
nuestras.
Lo primero que podemos hacer es un repaso de las condiciones
dentro de las cuales desarrollaremos nuestro trabajo. Partamos entonces de
posicionarnos en el terreno en que nos encontramos como una introducción
necesaria para la elaboración de planes y estrategias en la perspectiva de un
desempeño eficiente que arroje resultados alentadores. Tomar consciencia del
panorama general nos puede ayudar a mejorar el rendimiento de nuestras tareas.
LA SITUACIÓN INTERNACIONAL.
Sucintamente, dada las condiciones de este medio de
comunicación podríamos decir que, desde la última crisis del capitalismo, la
economía mundial no ha logrado recuperar sus niveles de crecimiento. El modelo
incontrolable de expansión capitalista tropieza con las restricciones de la
defensa planetaria pues su desarrollo contaminante ha llegado a un tope que es
ya incompatible con la existencia de la vida misma. Estas limitaciones generan
corrientes capitalista hacia adentro buscando salidas a la expansión contenida.
Las grandes corporaciones absorben a las más chicas y presionan sobre los
derechos adquiridos de los más indefensos, forzando ajustes económicos,
laborales y políticos.
En este escenario mundial, EE UU pese a sus problemas
económicos mantiene la supremacía de poder planetario aplicando represalias a
los estados que se resisten a sus mandatos. Lo hace por encima de la ONU
utilizando a la Unión Europea como títere de sus planes y operativos militares.
Aunque tiene grandes limitaciones para mantener su red de dominio planetario
todavía mantiene su poderío aunque en declive. La economía china ha ganado
posición mundial restando mercado a EE UU pero el dólar mantiene su poder
comercial que le da la fortaleza de dominio. Todo el mundo demanda dólares como
reservas o moneda de cambio y a mayor demanda tanto el precio como la
rentabilidad aumentan. Todo aquel que usa el dólar le ayuda a mantener su
poderío.
Su mayor problema está en el área árabe. Al igual que su
intervención en Corea y Vietnam que terminaron en fracasos así también, sus
invasiones militares a los países árabes han tenido efectos contrarios,
despertando sentimientos patrióticos adversos en los pueblos avasallados cuyo
desborde llega a los países de la Unión Europea que participan como aliados de
los EE UU. El fervor patriótico de los jóvenes de ascendencia árabe en todo el
mundo ha generado una mística que llega hasta la inmolación. Los desbordes
sobrepasan lo que para occidente es racional. Son los costos de las guerras de
agresión extranjera.
Todas las potencias capitalistas incluyendo Rusia han tratado
de aplastar al Estado Islámico con grandes bombardeos y lo que han conseguido
es una desesperada ola migratoria de refugiados que complica la situación
europea con todos los riesgos y repercusiones que ello trae consigo. Y sin embargo,
no han podido develar la rebeldía islámica. Europa está pagando su
incondicionalidad ante EE UU que nunca ha tenido una guerra dentro de sus
fronteras como si lo han tenido los europeos.
En nuestro continente, el predominio de EE UU es mucho más directo
y tiene bajo su control a Latinoamérica. Aunque hemos tenido un bloque
sudamericano rebelde a ese control y que, ha hecho prevalecer su soberanía
política nacionalista, sin embargo nunca ha representado una amenaza real al
poderío norteamericano. En un momento, los gobiernos de Brasil, Venezuela,
Bolivia, Ecuador, Argentina, Uruguay, compartieron ideales de independencia
pero esta fuerza se ha ido apagando por el sabotaje y desprestigio que los
aqueja. La tendencia es hacia la baja.
Todo esto tiene que ver con el accionar de EE UU para
eliminar focos “infecciosos” y lo viene consiguiendo en coordinación con las
fuerzas derechistas de los países latinoamericanos que aprovechan los
desaciertos de las izquierdas. Argentina y Brasil están ahora en manos de la
derecha pero también el gobierno de Bolivia ha perdido fuerza popular y
Venezuela se encuentra en grave riesgo ante el predominio alcanzado por la
derecha. A la par con el desprestigio de los gobiernos populares sudamericanos
hay una corriente derechista que avanza en nuestro continente.
Si bien el capitalismo atraviesa por una etapa de
estancamiento que dificulta su expansión tampoco la oposición socialista ha
recuperado los niveles del pasado. Sin embargo, la crisis irresuelta del
capitalismo, con sus ajustes y reajustes, viene generando reacciones contrarias
abriendo una etapa de conflicto social que de no encontrar salida podría
agudizarse permitiendo el desarrollo político de las fuerzas populares y el
ascenso socialista.
En suma, al 2016 la tendencia política mundial es de
debilitamiento capitalista pero siempre bajo el predominio de EE UU. Las
dificultades que afronta el capitalismo para recuperarse de la última crisis ha
ralentizado la dinámica económica mundial, los negocios mundiales mantienen un
nivel muy bajo y el descenso en la producción industrial afecta a los
proveedores de materia prima y combustible cuyos precios han descendido
abismalmente.
La baja dinámica económica mundial afecta el poder
adquisitivo de la población, bajando la demanda de bienes y servicios con
repercusiones negativas en las inversiones de capital, desempleo, delincuencia,
corrupción y otros males sociales. Todos los países tratan de salir del
estancamiento rebuscando oportunidades en el mercado internacional y ofreciendo
su desnudez ante los inversionistas extranjeros pero estos no están dispuestos
acorrer riesgos sin tener mercado asegurado.
Toda esta situación internacional condiciona la vida nacional
inevitablemente y todo lo que se diga prescindiendo de esta realidad solo será
alucinación. La economía mundial es una sola y sus repercusiones en el orden
político, cultural, laboral y más, nos alcanzan inexorablemente. El momento de
las promesas electorales ya pasó y la retórica de una nueva administración
estatal no puede hacernos olvidar esta correlación. El engaño es insostenible y
tenemos que afrontar nuestra realidad.
LA SITUACIÓN NACIONAL
En el análisis político resulta contrastante el espejismo
electoral de la izquierda y la aparente derechización electoral de nuestro
pueblo que ha otorgado el Poder legislativo y el Poder Ejecutivo a las fuerzas
de derecha por efectos del sistema vigente. Todo el poder está en manos de la
derecha pero esto puede ser su perdición. La tentación totalitaria y las pocas
posibilidades de crecimiento económico le ocasionarán un progresivo desgaste y
repudio popular. Pero para abreviar dejemos para un próximo envío lo
concerniente a esta problemática…. (Continuará)
FUENTE: Milciades
Ruiz
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