PERIODISTA PERUANO, PEDRO YAURI BUSTAMANTE,
DETENIDO, TORTURADO Y ASESINADO POR EL GRUPO PARAMILITAR GUBERNAMENTAL
"COLINA" (24 JUNIO 1992)
¿Quién fue, cómo y por qué fue desaparecido
Pedro Yauri?
Poco o muy poco se supo sobre la
desaparición de Pedro Yauri, periodista de Huacho con un famoso programa radial
donde sus oyentes solían efectuar a micrófono abierto, denuncias de hecho de
corrupción. ¿Será ese el motivo de su desaparición? Aquí un poco de su
historia.
Contexto. En 1992 el Perú se encontraba
convulsionado por el accionar subversivo. En el año 1991 ocurrieron 1956
atentados cometidos por Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru. Sólo en abril de 1992 se habrían producido un total de 1241 víctimas y
537 atentados en todo el Perú.
La provincia de Huaura era considerada
“zona roja” por la existencia en sus alrededores de células subversivas que
actuaban esporádicamente realizando diversos atentados. De enero de 1991 a
junio de 1992 se registraron 126 acciones en la zona comprendida por las
provincias de Huaura, Barranca, Huaral, Oyón y Cajatambo. En Huaura, se habían
producidos 28 atentados.
La provincia de Huaura fue declarada en
estado de emergencia. En enero de 1992, por Decreto Supremo N• 004-92DE/CCFFAA,
el Poder Ejecutivo prorrogó por 60 días el Estado de Emergencia en el
departamento de Lima y la Provincia constitucional del Callao.
La CVR (La Comisión de la Verdad y
Reconciliación) en su momento logró determinar que el ciudadano Pedro Herminio
Yauri Bustamante, durante el ejercicio de su actividad profesional de
periodista, fue víctima de desaparición forzada y ejecución extrajudicial
producida el 24 de junio de 1992. Las conclusiones de la CVR sobre el caso
Yuari constituyen la fuente principal de este artículo. Vamos a detallar su
desaparición y muerte, pero no sin antes mencionar unos antecedentes.
Detenido en 1989. A causa de la difusión en
su programa de un casete alusivo al MRTA, fue detenido por miembros de la
Policía Nacional junto con otro personal de la radio. Luego, los efectivos
policiales, en presencia del fiscal penal de turno, allanaron y registraron el
domicilio de cada uno de los cuatro detenidos, quienes fueron investigados por
la presunta comisión del delito de apología de terrorismo. Estuvo detenido 45
días en la estación policial y luego fue puesto en libertad al no encontrarse
vínculo con el MRTA, ni responsabilidad en el delito. Poco tiempo después, fue
premiado como el mejor periodista de año en la provincia de Huaura.
La familia Ventocilla. El 25 de mayo de
1992, Yauri denunció que Rafael Ventocilla Rojas y sus hijos, Alejandro,
Agripino y Simón, habían sido detenidos por cargos de terrorismo y torturados
en la base militar de Atahuampa. Todos fueron liberados gracias a la presión
que ejercieron las denuncias radiales del periodista. El mismo día de la
desaparición de Yauri también desaparecieron los Ventocilla. A la mañana
siguiente, los cadáveres de seis miembros de la familia Ventocilla fueron
encontrados en el caserío de Balconcillo, a 8 kilómetros de la carretera
Huaura-Sayán. El cuerpo del periodista, en cambio, no fue hallado hasta la
actualidad.
En la madrugada unos golpes en la puerta
despertaron a las hijas del periodista. Era don Anastasio. Tenía las manos
amarradas y una expresión de pavor: “Se han llevado a Pedro”, dijo. Contó que
siete sujetos vestidos como comando ingresaron al local “armados y alterados”.
Luego de golpearlo, amarraron al anciano y le cubrieron la cabeza con una
frazada. Después se llevaron a su hijo.
Todo fríamente planificado El mismo 23 de
junio, después de convocarse en Lima a los integrantes del Grupo Colina, el
Mayor EP Santiago Martín Rivas conjuntamente con el Mayor EP Carlos Pichilingue
Guevara, y los agentes operativos Hugo Coral Goycochea, Jesús Antonio Sosa
Saavedra, Julio Chuqui Aguirre, Wilmer Yarleque Ordinola, Gabriel Vera
Navarrete, Héctor Gamarra Mamani, Jorge Ortiz Mantas, Fernando Lecca Esquen,
Antonio Pretel Damaso, Ángel Arturo Pino Díaz, Pablo Atuncar Cama, Hércules
Gómez Casanova, Carlos Caballero Zegarra Ballón, Rolando Meneses Montes de Oca,
Angel Sauñi Pomaya y José Alarcón Gonzales, habían partido a bordo de dos
camionetas hacia Huacho. El objetivo de su misión no dejaba lugar a dudas. Cada
uno llevaba armas de fuego (ametralladoras HK, fusiles automáticos y granadas
de guerra), pasamontañas, cal y palas (para enterrar los restos de sus
víctimas).
Antes de llegar a Huacho, se desviaron
cerca a una playa de la zona. En este lugar, Martín Rivas detalló y distribuyó
el trabajo que debían realizar los demás agentes, disponiendo que un subgrupo
se dirigiera al domicilio de Pedro Yauri Bustamante, con la finalidad de
secuestrarlo y conducirlo a la citada playa.
Inmediatamente de descender del vehículo,
tocaron la puerta del inmueble colindante, en el que funcionaba el “Casino
Huacho”, y luego de amenazar a su vigilante José Luis Cavero Huallanay, subieron
hasta el segundo piso. Desde este nivel se deslizaron hacia el pasadizo de
acceso a la habitación de Pedro Yauri Bustamante, quien se encontraba
descansando en compañía su padre Anastasio Yauri Leandro. Ingresaron
violentamente a dicho ambiente, les solicitaron sus documentos personales y,
después de golpear y maniatar al anciano padre, sacaron al periodista y lo
condujeron a la referida playa. En ese lugar los había estado esperando el
Mayor Santiago Martín Rivas y el resto de los inegrantes del Grupo Colina para
perpetrar su macabra misión.
Yauri Bustamante fue interrogado sobre
personas vinculadas con organizaciones terroristas y sus direcciones. Lo
golpearon salvajemente y lo obligaron a seguir cavando un agujero en la arena que
habían empezado los miembros del grupo. Con un coraje a prueba de torturas,
Yauri Bustamante afrontó la muerte ante sus verdugos. Años después, el
suboficial Julio Chuqui Aguirre declaró ante los magistrados que el valor del
periodista conmovió hasta a sus asesinos y relató la escena con detalles
escalofriantes.
-¿Quiénes son los que te apoyan?… vociferó
Rivas.
-¿Para qué te voy a contestar si igual me
vas a matar?- respondió Yauri.
Rivas comprendió que el valiente periodista
no se rendiría.
-Se va- dijo a sus hombres con la macabra
frase con la que condenaba a muerte a sus víctimas.
Un agente del grupo Colina (los testimonios
señalan a Jorge Ortiz Mantas) le disparó un balazo a la cabeza. Los verdugos
enterraron el cadáver en el hoyo cavado por el propio periodista.
Pero finalmente en fecha 1 de octubre de
2010, en coincidencia con la celebración del día del periodista, la I Sala
Penal de Lima condenó a 25 años de prisión al ex asesor presidencial Vladimiro
Montesinos, al ex jefe del grupo Colina, Santiago Martín Rivas , y al ex jefe
del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas Juan Hermoza Ríos, por los crímenes
de Barrios Altos, la desaparición de nueve campesinos del Santa y del
periodista Pedro Yauri. La condena alcanzó también al ex comandante general del
Ejército, Julio Salazar Monroe. Asimismo, fueron condenados, aunque con otras
penas, 20 miembros del grupo de aniquilamiento.
El tribunal encontró a los acusados
culpables de los delitos de homicidio calificado, secuestro, desaparición
forzada y asociación ilícita para delinquir.
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