Confirmada la presidencia, prestado
el juramento del caso, asume el cargo
de presidente del Perú PPK y con ello el compromiso consigo mismo y con los
problemas fundamentales del pueblo peruano.
Sin embargo esto no está ocurriendo.
Hoy a nadie le quedan dudas de que el presidente PPK es la gran decepción y lo único que
constatamos: un presidente que no solo se ha olvidado de sus promesas
electorales sino también, ha terminado pactando con el fujimorismo.
Comentaba un decepcionado ciudadano:
“Es curioso cómo cambian los puntos de vista cuando entran en juego negocios y
ganancias. Cómo se olvidan prédicas para proteger mezquinos intereses
económicos. Cómo se acomodan argumentos y discursos, aunque se nieguen a sí
mismos mil veces, para utilizarlos, faltos de ética, como armas bastardas en
contra de los intereses fundamentales del pueblo”.
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