¿EN QUÉ MOMENTO SE
JODIÓ EL PPC? POR LA CODICIA, ENVIDIA Y EGOÍSMO DE ALGUNOS NUEVOS DIRIGENTES
El
Partido Popular Cristiano no es el mismo que fundara Luis Bedoya Reyes, Mario
Polar Ugarteche, Bobby Ramírez del Villar y Ernesto Alayza Grundy. Asimismo,
integrado por Luis Giusti La Rosa, Celso Sotomarino, Antonino Espinoza Laña,
Andrés Aramburú Menchaca y Felipe Osterling.
Todos
extraordinarios personajes, furibundos polemistas, hombres probos y de valores.
Fueron demócratas a carta cabal, social cristianos que jamás se arrodillaron a
ninguna dictadura, además de ser socios leales en el gobierno o en alianzas
electorales.
Luego,
aparecieron figuras destacadas como Miguel Ángel Mufarech, Richard Amiel,
Ántero Flores Araoz, Lourdes Flores Nano, Alberto Borea Odría, Marco Antonio
Garrido Malo, Federico Tovar, Moisés Woll, Gabriela Porto de Power, Rafael
Vega, Boris de la Piedra, Roberto Rotondo, Oscar Olivares Montano, Rafael Risco
Boado, Armando Buendía, Alberto Andrade, Salvador Heresi, entre muchos otros.
Muchos
fallecieron. Algunos tuvieron que salirse formando exitosos partidos o
destacándose en las actividades públicas o privadas. Y aquí quería detenerme
para incidir sobre ¿qué está pasando con la nueva hornada de políticos o
representantes pepecistas, que salvo alguna honrosa excepción, están muy
lejanos en la visión política o en los valores de los fundadores? Ya se ve
remota la renuncia ejemplar de Luis Bedoya Reyes a presidir la Asamblea
Constituyente. La izquierda le había ofrecido elegirlo, para cerrar el paso a
Víctor Raúl Haya de la Torre. Su desapego no solo hizo historia, sino que es un
claro ejemplo de desprendimiento, de que se puede hacer política limpia.
¿En
qué momento se jodió el PPC? Por la codicia, envidia y egoísmo de algunos nuevos
dirigentes. Toda la antítesis de sus fundadores. La filósofa Ayn Rand señala
“La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado
de una mente vacía” y en esta situación “Es muy difícil hacer compatibles la
política y la moral”, como diría Sir Francis Bacon.
Buenos
dirigentes se fueron porque les cerraron el paso o complotaron contra ellos.
Mufarech, Ántero, Borea, Andrade y Heresi, fueron ejemplos de ese mal proceder.
A
Heresi le sembraron una falsa acusación, se metieron con su familia y los
dirigentes no fueron firmes en expulsar a los disociadores. Ante la inacción
tuvo que renunciar. Hoy todavía, gente que no le ganó a nadie, le critican
haberse ido del partido, por lo que no lo apoyarán para una alianza a la
alcaldía de Lima.
Si
el PPC quiere ser grande, que regresen la ilustración, la humildad y el
respeto.
Escribe: Ricardo
Sánchez-Serra
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