Sector
energético de Ucrania: El arma geopolítica de Rusia ha perdido fuerza
Aunque sigue siendo significativa, la importancia de Ucrania como punto
de paso estratégico del gas y el petróleo a Europa es mucho menor que en los
noventa. Putin no arriesgaría dicho comercio.
El
52% del presupuesto federal de Rusia proviene de la industria de hidrocarburos.
Resulta poco probable, entonces, que Putin decida poner en riesgo su comercio
de energía con Europa.
Todos miraron los precios de
energía cuando Rusia invadió Crimea. Las consecuencias políticas de la reciente
independencia de la antigua isla ucraniana generaron especulaciones en el
mercado de energía mundial. Las
tensiones hicieron recordar el 2009, cuando Rusia cortó la
provisión de gas a Europa para ejercer su influencia política sobre la crisis
ucraniana de aquella época. Pero
esta vez la situación fue distinta.
La dependencia de la
energía que transita por Ucrania –para llegar a Europa desde Rusia– se ha reducido
desde 2009
y la delicada relación
comercial de energía entre el Kremlin y Europa es, en la actualidad, más
paritaria. La agudización de ambas situaciones hace que Kiev
sea una herramienta geopolítica cada vez menos efectiva para Moscú. Rusia ha perdido su ventaja
energética llamada Ucrania.
Por su parte, en
América Latina, el rol de los productores rusos en el mercado de energía es
pequeño, pues sólo el 3% del petróleo consumido viene de ese
país. Su papel en la región se ha
visto debilitado a causa de la mayor producción en Estados Unidos, Canadá,
Brasil y Colombia. Así como no afecta a las exportaciones
peruanas, la crisis ucraniana tampoco
tendría mayor impacto en el abastecimiento de energía local.
COMPLICADA RELACIÓN
Rusia aún mantiene una posición dominante como
proveedor de petróleo y gas a Europa. Pero Ucrania ha perdido importancia como
punto de paso estratégico para transportar esos commodities. En
el 2013, cerca del 49% del gas importado a Europa occidental tuvo que pasar por
Ucrania antes de
llegar a su destino final.
Este porcentaje es significativo, pero menor al 80% que debía
transitar por ese país antes de la construcción del
gasoducto del mar Báltico, cuyo segundo tramo fue puesto en marcha a finales
del 2012. Con ello la posibilidad de que Rusia utilice las tensiones políticas en
Ucrania para manipular su oferta energética, e influenciar así
sobre la política de la región,ha
perdido efectividad.
La Unión Europea y Rusia se han convertido en
socios estratégicos más equitativos en el mercado energético.
El 79% de las exportaciones rusas de petróleo y el 76% de las de gas tienen
como destino final algún país de Europa occidental. El gobierno ruso es uno de
los principales beneficiarios de este intercambio comercial, pues el 52% de su
presupuesto federal proviene de la industria de hidrocarburos. Resulta
poco probable, entonces, que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decida
poner en riesgo su comercio de energía con Europa.
REFORMAS INMINENTES
Estados Unidos y la Unión Europea ofrecieron a
Ucrania ayuda económica sujeta a la implementación de reformas energéticas. El vocero del Departamento de
Energía de Estados Unidos, Bill Gibbons, señaló que parte del préstamo de
US$1,000 millones que el gobierno de Obama garantizó a Kiev la semana pasada se
invertirá en reformas dirigidas a la seguridad y eficiencia energética.
Parte del paquete de US$15,000 millones proveniente de la Unión Europea se
destinará a modernizar el sistema de transporte de gas de Ucrania.
Así, las potencias mundiales de Occidente
intentan evitar que la inestabilidad de un país vuelva a generar incertidumbre
en el mercado energético. De lograrlo, una importante herramienta geopolítica de
Rusia podría quedar neutralizada.
COMENTARIOS APARTE.
Interesante
comentario, pero creo que la situación es otra. Rusia cambiará sus socios comerciales; si bien Europa es importante,
obligará a concentrar su comercio con los BRICS (representa el 42% de la
población mundial y cerca de 1/4 de su economía), dicho bloque cuenta con su
propio banco para financiar megaproyectos de infraestructura, y cada año su
integración es cada vez más sólida.
Si bien ahora Rusia no abastece gas a China, a partir de este año existen empresas rusas que planean abastecerlas como Novatek que ya tiene acuerdos de vender al menos 3 millones TM de GL anual.
Ahora la situación es diferente, el poder geopolítico de EE.UU. y sus aliados está perdiendo unipolaridad, Europa ya no es como antes y la unión de Rusia y China como socios de cooperación político y militar equilibrará las fuerzas en el mundo.
FUENTE: CLAUDIA VALDIVIEZO
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