¡HORROR! Los efectos de los agroquímicos en la población argentina
ARGENTINA.-
Fabián Tomasi, nunca fue entrenado para manipular pesticidas. Su trabajo sólo
era rociar el líquido en las cosechas tanque tras tanque. Hoy, a los 47 años,
es un esqueleto viviente. Camila Verón, de 2 años, nació con problemas
múltiples en sus órganos Los médicos dijeron que los agroquímicos pueden ser
los culpables. Silvia Alvarez se inclina contra su casa y mira a su hijo
Ezequiel Moreno, que nació con hidrocefalia. Álvarez culpa a la exposición
continua a la pulverización de productos agroquímicos por dos abortos
involuntarios y problemas de salud de su hijo y Aixa Cano, de 5 años, tiene
lunares por todo el cuerpo causados, aparentemente, por el uso de agroquímicos
en los campos de la región. Población argentina que paga las consecuencias de
un gobierno que al parecer no hace nada por darle solución al grave problema de
salud que padecen los argentinos. A continuación un informe especial sobre las
consecuencias de los agroquímicos.
Pérdida de embarazos,
malformaciones genéticas, mutaciones, cáncer, leucemia, afecciones
respiratorias severas son sólo algunos de los problemas de salud cada vez más
recurrentes. Las modificaciones en el medio ambiente no demoran mucho tiempo en
advertirse en el hábitat, e irremediablemente en nuestros cuerpos. Sin embargo,
aún se discute si los casos que ya se contabilizan son debido a que hoy existe
una mayor difusión de estos temas, o si en realidad se comienza a visualizar la
real dimensión de las modificaciones en nuestro medio ambiente. Los organismos
internacionales advierten sobre los peligros directos sobre nuestra salud.
Días atrás un periodista de Gualeguaychú relataba que tres madres de un mismo
barrio de esa localidad se habían sorprendido al coincidir en el Hospital
Materno Infantil San Roque de Paraná, donde sus chiquitos habían sido derivados
por distintos tipos de afecciones. En ese barrio existen transformadores de
energía y desde el Ente Provincial Regulador de Energía (EPRE), presidido por
el arquitecto Francisco Taibi, se estaba por iniciar las medidas de contralor
sobre los equipos suministrados por una cooperativa eléctrica.
En Nogoyá, los pobladores se han movilizado detrás de lo que consideran un
problema tremendo, la coincidencia de distintos tipos de cáncer en habitantes
de una misma zona, un radio céntrico en el cual se ha dado la situación de que
hasta dos chicos hermanos deban pensar en el trasplante de médula.
Los casos se repiten. En la Escuela Tabaré de Paraná, lindante con las chacras
de la salida de la ciudad hacia Oro Verde, dos maestras que asisten desde hace
años a ese establecimiento y cursaron todo su embarazo trabajando en el lugar
se preguntan sobre la casualidad de haber tenido chiquitos con problemas
neurológicos. Demasiadas coincidencias.
Datos certeros
Lo que hasta aquí pueden llegar a ser registros casuales se convierten en
pruebas evidentes cuando son analizados en forma sistemática. Desde el hospital
de la localidad de Cerrito, el médico Darío Gianfelici manifestó en reiteradas
ocasiones su preocupación por la utilización de agro tóxicos en la producción
regional, lo que a su entender ha aumentado notablemente el registro de casos
de algunas enfermedades como son fundamentalmente las dermatitis -afecciones en
la piel- y en las vías respiratorias.
Gianfelici analizó el registro de casos de seis afecciones que requirieron la
atención en ese centro asistencial entre 1994 y 2004. De esta manera, comprobó
que mientras la hipertensión y las enfermedades gastrointestinales tenían un
leve aumento de casos, en función del incremento poblacional, las enfermedades
de las vías respiratorias -tanto superiores como inferiores- se habían
duplicado, mientras que las afecciones de piel se habían cuadruplicado.
Por ello, señaló que ?hubo un incremento de patologías relacionadas al uso de
estos productos como abortos espontáneos, embarazos con complicaciones y
nacimientos de niños con malformaciones?.
Gianfelici remarcó que ?siempre se vuelve a pensar cómo se hace para que el
productor abandone la práctica de fumigaciones de cultivos que le resultan
económicamente muy rentables, y la única posibilidad es que desde el Estado se
brinden políticas que den alternativas de producción sin perder la rentabilidad
y que sean menos agresoras del medio ambiente. Por ahí pasa el meollo de la
cuestión y hasta tanto eso no suceda continuarán las complicaciones causadas
por las fumigaciones con agro tóxicos, ya que el medio ambiente tenía espacios
que servían de amortiguadores de contaminación, que lamentablemente hoy ya no
existen?
Una generación de niños idiotas
Si bien son muy pocos los que se animan a formular declaraciones sobre este
tema, por estos días no dejó de sorprender cuando el jefe de Cirugía del
Hospital de Pediatría de Posadas, Hugo Gómez Demaio, dio a conocer un estudio
realizado en 64 niños menores de un año para evaluar sus capacidades. Al
aplicar una prueba diseñada por un científico japonés en el hospital local y en
una población cercana -Colonia Alicia-, evidenció que ninguno de los pequeños
logró aprobarlo.
Este profesor titular de Patologías Neurológicas y Genéticas de la Universidad
Nacional de Misiones advirtió lo que muchos no se atreven a reconocer. ? Se
está teniendo una generación de niños que van a ser idiotas para siempre?, por
lo cual reclamó al Estado que garantice una alimentación rica en proteínas a la
población más pobre.
El examen consistía en acercarles a los bebés un objeto para que lo tocaran y
luego volver a mostrárselos en una suerte de teatrito para títeres. En ese
marco, un chico normal cuando ve la figura por segunda vez pierde el interés y
se concentra en otras. Pero ello no ocurrió con los 64 niños menores de un año
examinados. ? Ninguno de ellos lo aprobó, esto quiere decir que estamos
teniendo una generación de niños que van a ser idiotas para siempre?, sostuvo
Gómez Demaio, que además se encuentra estudiando las lesiones producidas por
los agroquímicos en el sistema nervioso central, como la falla en el cierre del
tubo neural. ? Esto es mucho más grave que lo que fuimos a buscar?, aseguró.
Desde 1987, Gómez Demaio comenzó a realizar investigaciones por constantes
nacimientos de niños con mielo meningoceles -una falla en el cierre del tubo
neural- lo que aparece como la exposición de la médula. ? Es una enfermedad que
produce parálisis de miembros inferiores, incontinencia urinaria y anal, entre
otras complicaciones que requieren rehabilitación y un promedio de entre ocho y
diez operaciones? explicó el especialista.
Al tomar conocimiento de la gran cantidad de casos se comprobó que los recién
nacidos eran hijos de familias afincadas en las zonas tabacaleras y de
fabricación de papel, en donde se utiliza gran cantidad de agro-tóxicos, por lo
cual se realizaron estudios que permitieron constatar que todos tenían en su
cuerpo hidrocarburos poli cíclicos aromáticos, a los que eran susceptibles, y
que ?comparados con niños recién nacidos sanos, la composición de estos últimos
era normal?.
Aire, tierra y agua
De acuerdo a la información que brindan entidades internacionales, cada año
mueren aproximadamente cuatro millones de niños a causa de infecciones
respiratorias agudas, relacionadas con la contaminación atmosférica en locales
cerrados y la contaminación atmosférica exterior (especialmente de la
industria), lo que demuestra el aumento dramático de enfermedades como el asma,
asociado a factores ambientales como la contaminación, los alérgenos de las
casas y el hacinamiento.
Pero también el uso de fertilizantes está perturbando los ecosistemas costeros,
produciendo peligrosos florecimientos de algas, mejillones de río o la matanza
de peces.
Si bien hoy ya nadie discute que las condiciones ambientales tienen una
vinculación directa con el estado de salud de las personas, aún existen
agujeros negros en los trabajos científicos que permitan establecer sin lugar a
dudas, la asociación directa entre los factores biológicos y químicos en el
ambiente, y distintos tipos de enfermedad.
Sin embargo la evidencia la tienen los profesionales médicos que realizan
atención primaria y constatan día tras día como los casos se repiten, e
inclusive se ve como los efectos aparecen a con el tiempo.
En un informe denominado “Recursos Mundiales 2000″ sobre la salud y el medio
ambiente en el mundo, se advierte que la degradación ambiental está
contribuyendo a aumentar las amenazas evitables a la salud de las personas. El
informe fue presentado conjuntamente por el Instituto de Recursos Mundiales
(WRI), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y el Banco Mundial,
donde se señala que los factores biológicos conducen a enfermedades
infecciosas.
Aunque se ha visto que muchas de estas enfermedades son difíciles de erradicar,
se sabe suficiente sobre ellas como para identificar las acciones que reducirán
drásticamente su incidencia. Los peligros químicos en el medio ambiente pueden
causar efectos inmediatos y dañinos sobre la salud y pueden también contribuir
a los problemas crónicos o de largo plazo. En contraste con las enfermedades
infecciosas, el conocimiento de cómo influyen sobre la salud las exposiciones
químicas, especialmente las exposiciones muy bajas típicas del medio ambiente,
sigue siendo incompleto?, admiten.
Así mismo las actividades humanas al cambiar el medio ambiente, deterioran los
ecosistemas naturales haciendo más viable la propagación de ciertos microbios.
Así aire, agua y tierra no solo se modifican sino que alteran la balanza de la
cadena.
Por ello existe una gran asociación con lo que se denomina la reemergencia de
enfermedades como la tuberculosis, la malaria, el dengue, el cólera y otras
enfermedades diarreicas, por mencionar algunos ejemplos, asociadas a un acceso
inadecuado al agua limpia y el saneamiento, como también a una higiene
deficiente.
Otro de los casos son las parasitosis que debilitan a la población afectada y
que siempre están en asociación con alimentos contaminados o mal cocinados -que
a su vez surgen de suministros de agua inadecuados y una preparación o
almacenaje inapropiados de la comida. La malaria, la esquistosomiasis y otras
enfermedades contagiosas necesitan ciertas condiciones ecológicas para que el
portador -mosquito o mosca -sobreviva.
A estas afecciones se podría agregar una lista completa de reacciones en la
piel, reacciones alérgicas,
Los contaminantes ambientales:
El plomo, el mercurio, el cobre, el arsénico y otros metales pesados usados en
la industria son las sustancias más contaminantes, junto con plaguicidas y
otros productos químicos usados tanto en la agricultura como en la industria,
que pueden ocasionar cáncer y anormalidades genéticas en los seres humanos.
También la denominada “lluvia ácida” -formada por la combinación del dióxido de
azufre y los óxidos de nitrógeno, con vapor de agua y oxígeno en presencia de
la luz solar- forma una “sopa” diluida de ácido sulfúrico y ácido nítrico. Ésta
puede precipitar en forma húmeda (lluvia ácida) o de deposición ácida. Otros de
los contaminantes nocivos son el dióxido de azufre, las partículas en
suspensión (hollín, cenizas y humo del fuego), el monóxido de carbono de las
emisiones de los vehículos y el plomo, sobre todo de las emisiones de los
vehículos que queman gasolina con plomo.
Pero la exposición humana a contaminantes orgánicos persistentes (COP) se da de
distintas formas, por ejemplo en los alimentos, sobre todo como residuos de
plaguicidas como el hexaclorobenceno (HCB) o los policlorinados de
bifenilos(PCB); por motivos ocupacionales, como entre los trabajadores
agrícolas que rocían los cultivos con plaguicidas; y a raíz de accidentes, como
derrames.
Los COP son compuestos orgánicos de larga vida en el medio ambiente que con el
tiempo experimentan alteraciones biológicas, y por lo tanto tienen una alta
peligrosidad ya que tienden a acumularse en el tejido graso de los animales y
los seres humanos. Escalan la cadena alimentaria, cada vez en mayor
concentración a medida que un organismo devora a otro inferior, alojándose
finalmente en los seres humanos y en los grandes predadores como los osos
polares y los lobos. Una vez en el cuerpo humano, imitan la función de los
compuestos esteroides, como las hormonas, lo que lleva a la perturbación del
sistema endócrino. Esa perturbación puede dañar la salud reproductiva, causando
esterilidad, malformaciones congénitas, cánceres y abortos espontáneos, entre
otros efectos adversos.
Lejos de ser una descripción alarmista, la idea es reconocer que la
contaminación ambiental está haciendo estragos y no se trata de una película de
terror con protagonistas desconocidos, somos nosotros mismos los que estamos
cargando nuestras propias vidas, y debemos exigir políticas de Estado para
frenar este proceso.
* Sandra V. Miguez –
Periodista de “Salud en Familia” -